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noviembre 03, 2008

8 años y contando...

Millonarios comenzó la fecha ubicado en la tercera posición de la tabla. La derrota del Cali en casa el sábado indicaba que una victoria dejaría a Millonarios en el segundo lugar de la tabla y cualquier otro resultado iba a ocasionar perder puestos. Al final, el empate sin goles entre Millonarios y el Caldas, con el cual el equipo manizalita completó ocho años sin perder en El Campín, dejó a Millonarios en la octava casilla gracias a la buena diferencia de goles. Millonarios sigue dependiendo de Millonarios, pero se dejaron escapar dos puntos que hacían todo más fácil para clasificar.

Lo mejor del día domingo sin duda fue la asistencia. Más de 20 mil espectadores presentes para ver el partido. En el primer minuto de juego, Milton Rodríguez sacó un remate impresionante desde muy lejos que salvó Mesa, el arquero visitante. Fue la primera y única llegada de Millonarios de todo el primer tiempo. Caldas apostó a un planteamiento ultra defensivo en el cual jugaba a resguardarse muy bien atrás y cerrar todos los espacios posibles, y apostar a contragolpes con Ciciliano y Fano, el peruano.

En consecuencia de esto, el primer tiempo resultó muy pobre para el espectáculo. Millonarios llegaba hasta tres cuartos de cancha y al no encontrar espacios se devolvía, y Caldas caía una y otra vez en la trampa del fuera de juego. En la mitad de la cancha, Gerardo Bedoya y Andrés Pérez se jugaron cada uno un partidazo aparte y lo quitaban todo, y también es bueno mencionar el partidazo de Álex Díaz por izquierda hasta que por lesión tuvo que ser sustituido por Casierra. Sobre los instantes finales de la inicial, Fano la tuvo luego de recibir un centro solitario, pero su cabezazo salió desviado.

El segundo tiempo mostró a Millos mucho más vertical y se acercó con mucho riesgo al pórtico visitante hasta el punto de convertirlo en figura del juego. Milton la tuvo primero con un cabezazo que pasó ligeramente desviado. Después, el mismo Milton la tuvo entrando al área mano a mano, pero se enredó con el balón. Asprilla lo tuvo luego de un cabezazo de Mera que dio rebote, tenía que empujarla, pero la tiró por fuera. Después, Quintabani movió el banco, mandó a Tejada al banco por Pérez, el panameño tuvo una opción clara entrando al área, pero remató suave y a las manos del portero, fue lo único que hizo Tejada, después la pelota le picaba y se le iba y nunca podía controlarla. Jonathan la tuvo en un tiro libre que salvó Mesa de nuevo. Un cabezazo de Mera fue salvado casi que en la misma línea de gol por un defensor blanco. Opciones hubo, pero no se pudieron concretar. Araújo ingresó después por Elinho, pero ni se notó. Y ante la infectividad vino el desespero, tanto de los jugadores como de los hinchas.

Caldas se acercó con riesgo también: Ciciliano avisó con un tiro libre que se fue desviado y Fano avisó con un muy buen cabezazo que salvó Cuadrado. Después, el mismo Fano anotó un gol bien invalidado por mano, y sobre el final del partido, el juez central omitió una mano que era penal para la visita, para nuestra fortuna. Al final, el 0-0 fue perjudicial para ambos. Millonarios descendió posiciones, y Caldas resignó posibilidades.

Lo que viene para Millonarios son dos rivales que están peleando para salvar la categoría, lo que hace que sean dos juegos dificilísimos. Bucaramanga de visitante y Envigado en casa es el camino que falta por recorrer. En la teoría, con una victoria Millonarios se clasificaría, pero hay que apostar a ganar los dos partidos y quedar bien arriba en la tabla, esto para lograr mejores ventajas a la hora de un desempate en los cuadrangulares. Por eso había que ganar como fuera ante el Caldas. Y eso sí, no clasificar sería sin lugar a dudas un fracaso absoluto.

octubre 23, 2008

Sufriendo más de lo debido

Había que ganar sin importar lo demás. Había que sumar de a tres así fuera ganando medio a cero para no quedarnos colgados. Al final, aunque el equipo sufrió de más, aunque se terminó el partido con ansiedad y algunos hinchas pedían tiempo, aunque el rival tuvo un hombre menos que Millonarios durante gran parte del partido y tuvimos que esperar casi 75 minutos para cantar un gol; el equipo ganó, saltó al tercer lugar de la tabla de posiciones de este campeonato apretadísimo y llega con la confianza suficiente para afrontar el próximo sábado una nueva edición del clásico capitalino.

Para muchos el rendimiento del equipo no fue el mejor, para muchos el equipo jugó mal teniendo en cuenta como se dieron las condiciones del juego. Algunos pedían la salida de Elinho justito hasta instantes previos a su anotación que a la postre significó el triunfo. Con el empate en ceros, la desesperación se apoderó de los jugadores y también de los hinchas, que no podían creer que Millonarios tuviera que sufrir tanto para ganarle a un equipo diezmado que tenía un hombre menos en el campo casi todo el partido, que quemaba todo el tiempo del mundo posible con la complicidad de Adalberto Rincón y que, además, sólo avisaba peligro en la pelota aérea, en donde casi siempre ganó a la zaga azul.

El planteamiento de quintabani para el primer tiempo era más cauteloso que cualquier otra cosa. Los tres hombres de recuperación y apenas Estrada como enganche no daban muchas alternativas. El equipo azul llegó poco al arco defendido por Estacio, se jugaba mucho por la derecha y los avances llegaban hasta tres cuartos de cancha. El partido no era bueno, por el contrario, se jugaba mucho en la mitad y ninguno de los dos equipos mostró situaciones claras de gol. Ni siquiera después de la expulsión de Rojas cambió la situación. Millos tenía un hombre más en el campo, pero la diferencia, no se notaba. El portero visitante desde muy temprano empezó a quemar tiempo con cada saque de meta a favor y el central no le quiso sacar ni la lengua. Con el partido cortado, con Millonarios inofensivo y con Huila retrasado buscando contragolpes que nunca existieron, se fue la primera parte. Sobre el final, en una jugada de ataque, el central dejó seguir lo que desde la tribuna pareció ser un claro penal.

Era el momento de replantear la situación y así lo entendió Quintabani. Para el segundo tiempo mandó al campo a Araújo en el lugar de Andrés Pérez (de buena actuación). Con el cambio de módulo táctico Millonarios mostró más vértigo y desde el inicio del segundo tiempo se acercó con más riesgo. La primera la tuvo Casierra quien después de un rebote recibió la pelota casi que con el arco al frente pero se la dio a un rival. Después todo lo hizo Estacio, empezó a sacar remates que eran goles cantados y de a poco, con sus atajadas y su forma desenfrenada de quemar tiempo, se fue erigiendo como la figura del partido. Huila empezó a avisar por medio de la pelota quieta, en donde en un noventa porciento de las veces sus atacantes ganaron sobre la zaga azul ocasionando varios dolores de cabeza.

Pasaban los minutos y la desesperación entró. Los comandos empezaron a cantar el "movete Millos, movete", mientras en Oriental y Occidental la gente empezó a pedir a Tejada en lugar de Elinho, quien no había tenido una buena noche. Al final el panameño ingresó, pero por Asprilla. Quintabani se la jugó toda y era obvio, había que ganar como sea. Sobre el minuto 28 de la segunda parte, por fin, los jugadores de Millos se combinaron para abrir la defensa visitante por el centro con algo de suerte también, y así Elinho, quien no había tenido un buen partido hasta entonces y ya estaba empezando a ser resistido por algunos, quedó mano a mano con Estacio y lo venció. Llegó el gol, por fin, se había demorado mucho, pero Millos estaba adelante en el marcador.

Huila, entonces, sacó lo poco que tenía buscando el empate y Millonarios trató de aprovechar los huecos dejados para generar contragolpes. Tejada pudo hacer el gol de la fecha tras empalmar una volea de primera intención. Su remate, furioso, iba a todo el ángulo, y Estacio dijo que no. Después, el golero tuvo otra muy buena intervención y un par de remates más salieron desviados. Huila no llegó con peligro después del gol de Millos, pero sí alcanzó a meter al equipo embajador en su campo. Sobre los minutos finales algunos, desesperados, pedían tiempo. Pero era más cuestión de ansiedad y de los cuatro minutos de adición que dio el central, que de algún peligro que generara la visita. Sobre los minutos finales José Mera fue expulsado por doble amarilla y se perderá el partido del próximo sábado, lo que hará que Quintabani recomponga muy bien la defensa. Llegó el final y gracias al apretado triunfo y la combinación de resultados, ahora Millonarios es tercero, aunque el octavo tenga apenas dos puntos menos.

Para el último clásico, tanto Millonarios como Santa Fe llegaron con los mismos puntos pero el cuadro rojo ganaba la posición por diferencia de goles. Ese clásico lo ganó Santa Fe 0-1. Esta vez, en vísperas del que puede ser el último clásico del año, los dos equipos llegan en las mismas condiciones, pero ahora es el equipo azul el que gana la posición por la diferencia de goles. Que sea este un buen presagio para lo que todos queremos, una victoria azul ante el rival de todos los tiempos.

septiembre 26, 2008

Les perdonamos la vida

Nacional vino a Bogotá a jugar con el planteamiento más defensivo posible. El equipo verde jugó a empatar y lució limitado, temeroso y asustado. Y con todo y eso, Millonarios no pudo liquidar, se fue otra vez en blanco y desperdició una gran oportunidad de acabar con el mezquino equipo visitante. Nuevamente vimos a Millonarios muy ansioso, con muchas malas entregas, sin empuje, sin ideas, sin creatividad y, por momentos, pasivo. Gerardo Bedoya salió expulsado -aun desconocemos la razón verdadera- y se perderá el partido del domingo en Cali ante el América.

Con la ausencia de Robayo, Quintabani se la jugó enviando a Hurtado a la primera línea de volantes y el resultado fue ver a Iván consagrándose como el mejor jugador de Millos y del partido. Mera y Cortéz conformaron la pareja de centrales, a ambos se les vio algo de temor escénico. La novedad de los azules estuvo en la creación, en donde Denilson Santos, el brasilero, hizo su debut en lugar de Araújo, quien fue retirado de la concentración por una virosis y tuvo que ser reemplazado por Érvin, quien fue al banco.

El vértigo de Millonarios al comienzo del partido duró quince minutos, precísamente, lo que duró el brasilero debutante haciendo su juego. En ese lapso, Leonardo Castro tuvo las dos mejores oportunidades de Millonarios en la primera parte: primero con un cabezazo que se fue cerca y después con un remate de media distancia que alcanzó a salvar Blandón cuando parecía meterse por el palo derecho del meta.

A partir de ahí, Nacional tomó el control de las acciones y aunque no hizo nada en ataque, logró despertar la ansiedad de los jugadores azules que no veían cómo superar la defensa de hasta cinco hombres que planteó el visitante. Los jugadores azules se perdieron por completo por momentos y el ataque azul se alejó considerablemente del arco de Blandón mientras las malas entregas hicieron su aparición, excepto en una jugada en la que Milton se robó el balón y cuando ingresó al área rival hizo una de más, después la jugada terminó en gol anulado de Castro por fuera de juego.

Durante todo el primer tiempo empezamos a notar que el juez de línea de Occidental estaba inclinando la cancha a favor de la visita. Cualquier forcejeo de un azul era falta, todas las jugadas eran fuera de lugar y la mejor, levantó su bandera sancionando una supuesta falta sobre un jugador verde a cientos de metros de distancia después de que el árbitro ya había dejado seguir y Millonarios armaba un contragolpe letal. Sobre el final del primer tiempo el central expulsó con total justicia a Amaya por un codazo descarado sobre Denilson.

Y si el visitante había sido miedoso en la primera parte, para el segundo tiempo lució aún peor. Millonarios tuvo la pelota todo el tiempo, dominó, trató de acercarse y el visitante rechazaba siempre a cualquier parte. Se notaba demasiado que Nacional estaba respetando demasiado a Millonarios. El miedo se notaba en todos y cada uno de sus jugadores, tanto así que Eduardo Blandón tenía que quemar todo el tiempo del mundo en cada saque de meta. Y Millonarios nunca supo aprovechar. Tuvo el balón todo el tiempo, pero se acercó muy poco. La noche de Jonathan Estrada fue para el olvido. El calidoso jugó quizá el peor partido con la camiseta albiazul, siempre trató de pasar por donde no cabía, trató de buscar faltas fuera del área que no existían y el central jamás le comió cuento, y cuando pudo rematar prefirió centrar de forma errada.

Después, sucedió lo que muchos presentíamos. Algo le dijo el juez de línea de Occidental al árbitro y éste último expulsó a Bedoya, nadie sabe qué fue lo que pasó en realidad. Con todo y esto y cuando pensábamos que al estar ambos equipos con diez jugadores Nacional iba a proponer, la historia fue la misma. Nacional siguió encerrado miedoso y Millonarios siguió con el control. Fue entonces cuando Hurtado tuvo que cubrir el hueco en la mitad y lo hizo con lujo de detalles. El ecuatoriano no perdió ni media pelota disputada y, lo mejor, todos sus quites fueron supremamente limpios, el ecuatoriano estuvo impasable.

Entraron Tejada y Érvin por Castro y Denilson, respectivamente. El primero jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones y colaboró con la presión y el marcaje en tres cuartos de cancha. El segundo jugó a su estilo de gambetear individualmente y pasó desapercibido. En todo el segundo tiempo, con todo y el temor que sentían los visitantes y teniendo todo el tiempo la pelota, fueron solo tres las llegadas claras de Millonarios: Un remate de Casierra que salvó Blandón, y dos cabezazos de Mílton también conjurados por el portero visitante, que se cansó de quemar tiempo durante toda la segunda parte. Una "cuarta opción" la tuvo también Mílton cuando al ingresar al área fue sujetado por un jugador verde. Era penal, pero el delantero azul no se tiró al piso y nadie sancionó nada.

Millos tuvo todo, un rival chico y asustado que le salió con miedo a Millonarios y jugó a empatar, un hombre de más gran parte del partido y el control. Pero hoy, lastimosamente, los jugadores de ofensiva de Millonarios no estuvieron a la altura del partido ni de la hinchada, que siempre quiere ganar este partido más que cualquier otro y que respondió al equipo en asistencia, en aliento y en fiesta. Por eso, al final del partido los visitantes celebraron como un campeonato el empate (cualquier similitud con la hinchada de Santa Fe no es pura coincidencia) mientras que los azules recibimos ese empate como una derrota fría.

Millonarios solo ha logrado uno de los últimos nueve puntos y se ha ido en blanco en los últimos tres partidos. Los ahorros de comienzo de campeonato se acabaron y hoy el equipo descendió una casilla en la tabla por la victoria del Bucaramanga. Lo que viene ahora es América en Cali, partido duro porque si bien el rojo de Cali tiene problemas internos por razónes económicas, es un duro rival y tiene fuertes individualidades. En estos momentos Quintabani debe tener un dolor de cabeza tenaz, pues no podrá contar con Bedoya y muy posiblemente conociendo las sanciones de la comisión de disciplina tampoco podría contar con Robayo, lo que obligaría a improvisar en la zona de contención. Afortunadamente para Quintabani y para nosotros los hinchas, hoy nos dimos cuenta que en Millonarios hay un ecuatoriano que, en la zaga o en la contención, es impasable.

agosto 31, 2008

Retomamos la punta

Millonarios logró vencer con claridad al Cúcuta Deportivo y se trepó parcialmente a la punta del campeonato de nuevo. Parecía un partido complicado en el papel, pero un golazo de Gerardo Bedoya en el comienzo y la buena suerte ayudaron a que para el final el partido terminara en baile y en una goleada categórica que se hizo corta en relación al trámite del mismo. Por primera vez en cinco partidos, el equipo terminó con el arco en ceros y ahora cuenta con una diferencia de gol de +6, factor importante a la hora de definir desempates.

Teniendo en cuenta el horario del partido, la asistencia superior a 20 mil espectadores es aceptable. Sabíamos que Cúcuta venía herido y se haría matar en la cancha de el Campín. Afortunadamente, Millonarios desequilibró rápido el marcador a su favor gracias a la pelota quieta, tal como ha sucedido en todos los partidos del equipo en Bogotá. Sobre los cinco minutos, Portocarrero derribó a Castro cerca del área y se ganó la tarjeta amarilla. Un minuto después, luego de la acomodación de la barrera y la preparación del cobro, Bedoya disparó con su característica sutileza efectiva y castigó al palo del arquero, que quedó a mitad de camino y observó como la pelota se ubicaba dentro de su marco con estilo. Un remate soberbio, con una categoría de otro planeta, que puso a delirar al público asistente.

Cúcuta trató de reponerse del golpe e intentó tomar el control. Millonarios optó por jugar a los balones profundos de Bedoya y Estrada, los dos mejores jugadores del equipo en la noche del sábado, buscando la rapidez y el desborde de Leonardo Castro y el remate de Milton. Cúcuta llegó cuatro veces con mucho riesgo. Un tiro de esquina desde el sector de Oriental que conjuró bien Córdoba; un error grave de Efraín, quien pecó de confiado y perdió un balón en la línea final que terminó con un centro al área azul y un cabezazo que picó en el piso y después se estrelló en el travesaño; un tiro libre que conjuró el golero azul de nuevo, y un remate desde la derecha que parecía sencillo, pero que Córdoba, también por pecar de exceso de confianza, dejó colar entre sus brazos y la pelota voló hasta el segundo palo y no entró para fortuna de él, de Millonarios y de todos nosotros.

Los avisos del Cúcuta eran el campanazo de alerta: había que liquidar el partido para no pasar riesgos. Jonathan se juntó con Castro y después de entrar al área se enredaron con Milton y el portero rival para desperdiciar la opción. Érvin, quien reemplazó a Araújo hoy, la tuvo luego de entrar encarando al área, pero su remate salió desviado. Y sobre el final del primer tiempo, nuevamente Portocarrero hizo de las suyas al cometer una mano en el área súper infantil que significó el penal que Milton convirtió en el 2-0 para seguir arriba en la tabla de goleadores con el que terminó el primer tiempo, dejando parte de tranquilidad.

El segundo tiempo trajo consigo la entrada de Tejada por Castro. El segundo tiempo del Cúcuta duró quince minutos, el tiempo en el que Millonarios, relajado, le cedió la pelota al conjunto motilón. Sin embargo, no fue mucho lo que el visitante pudo hacer. Después, el visitante mermó sus intenciones y Millonarios se montó en el partido e hizo lo que quiso, nuevamente de la mano de Bedoya y Jonatahn. Tejada tuvo dos opciones clarísimas, pero falló a la hora de la definición. En la primera, su remate mano a mano con el portero Saldarriaga se fue muy por encima, y en la segunda su remate salió ligeramente desviado.
Cúcuta lucía entregado en la cancha mientras Millonarios lo paseaba, el 2-0 parcial era demasiado corto para lo que se veía en el campo. Por merecimientos y justicia, Millonarios debía convertir por lo menos un gol más, y a dos minutos del final del tiempo regular llegó el tercero: centro de Miguel Rojas por la derecha y el cabezazo letal de Robayo para liquidar a Saldarriaga y ponernos a celebrar de nuevo. Los cantos, el ole y la alegría no pararon, ni siquiera después del pitazo final de Iber Machado.

Lo que viene para Millonarios ahora es la que para mi es la etapa más dura de todo el campeonato. Júnior, Santa Fe, Nacional y América son los siguientes escollos para mantener el buen juego y la posición en la parte de arriba de la tabla. La siguiente semana no habrá partido por la jornada de eliminatorias al mundial, situación que deberá aprovechar el equipo para acondicionarse con toda para ir a una plaza siempre difícil como Barranquilla a enfrentar a un rival durísimo que, al igual que Millos, anda en un excelente nivel. Sin duda, el partido entre Júnior y Millonarios es el más atractivo de la siguiente semana.

junio 03, 2008

Comienza la misión "Finalización"

Este martes los jugadores de Millonarios volvieron a prácticas luego de los días de descanso ordenados por Óscar Quintabani "para superar el trago amargo de la eliminación". La Copa Colombia tendrá una última jornada semestral este miércoles cuando el equipo visite a Centauros buscando alcanzar la punta del grupo que comanda Academia después del lánguido empate sin goles el pasado miércoles. Por lo demás, los hinchas estamos a la espera de las noticias relacionadas con la llegada de jugadores con miras al campeonato Finalización 2008 que arrancará el 20 de Julio y cuyo objetivo único es la estrella número catorce.

Por ahora, está confirmada la noticia de la compra de los derechos deportivos de Jonathan Estrada y Eduardo Blandón al Envigado, grata noticia para los hinchas, son dos jugadores referentes de las últimas campañas y por lo que se ha sabido son parte fundamental de las aspiraciones del técnico. Así mismo, hubo barrida en el plantel. Por disposición de Quintabani, los jugadores Andrés Mosquera (no sería tenido en cuenta por Quintabani), Luis Asprilla, Santander Ospina, Roberto Carlos Cortés, Fernando Monroy, Julio Tobar, Diego Cochas, Ariel Carreño, Rodrigo Astudillo, Martín García, Ómar Guerra, Carlos "Telembí" Castillo y Wilson Morelos no seguirán con los azules en el presente año. Gerardo Bedoya parece se queda en el equipo, y la continuidad de Ricardo Ciciliano para el campeonato venidero sigue en veremos, ya que el jugador según conoció LosMillonarios.net por fuentes extraoficiales tiene una buena oferta del Bucaramanga y todo parece que su presidente conversará en el transcurso del día con Juan Carlos López, aunque Quintabani quiere que el volante continúe en Millonarios.

Por su parte, el técnico Quintabani ha dedicado estos días para realizar evaluaciones dentro del plantel y mirar jugadores de la cantera que puedan servir para la plantilla profesional. Al colombo-argentino se le notan las ganas de realizar un trabajo exitoso con los embajadores. Estuvo en El Campín el pasado miércoles analizando a la nómina mixta que jugó contra Academia y estuvo viendo el partido de la Primera C el fin de semana.

Sobre la llegada de jugadores, la idea dentro del club es no dar nombres para evitar tropiezos en las negociaciones como sucedió en el pasado mes de Enero. Los medios han rumorado la llegada de jugadores como Néstor Salazar, Mauricio Casierra, Javier Araújo, Elkin Murillo, Rodrigo Marangoni y Fernando Martel, entre otros. Sin embargo, esto no pasa de ser un rumor y por todo lo que sucedió en la pretemporada anterior, no se conocerán nombres de refuerzos hasta que no se haya firmado el contrato que los vincule al equipo.

marzo 16, 2008

Volvió la senda ganadora

Bastaron solamente 15 minutos para que Millonarios liquidara al Júnior hoy en el estadio El Campín ante más de 15 mil asistentes. Dos penales se erraron y como balance general queda que Millonarios fue mucho más que su rival y que la diferencia pudo y debió haber sido mayor. La pantaloneta blanca regresó a El Campín después de mucho tiempo.

Después de la pobre semana anterior, en la que Millonarios regaló tres puntos en la frontera y resucitó al que hasta hace una semana era un paupérrimo Cúcuta y que luego de ganarle a Millos ganó en México y hoy de nuevo (la importancia de haberle ganado al más grande de todos no tiene dudas, ese equipo estaba muerto y volvió a la vida), y debutó en la Copa Colombia perdiendo infamemente con Academia en otro papelón a pesar de haber jugado con suplentes; hoy la sensaciön es distinta: con los dos jugadores más sobresalientes de la campaña ausentes (Ciciliano por suspensión y Carreño por lesión), entre muchos hinchas rondaba la incertidumbre con respecto al partido de hoy. Pero a Millos no le tomó mucho tiempo para sentenciar el duelo. Vanemerak volvió a jugársela con Alex Díaz como el jugador juvenil para cumplir la norma mandando a su hijo Óscar a... la tribuna, pues al delantero lo vimos en Occidental General segundo piso. Con Díaz, Vanemerak salió al campo jugando con cuatro defensas (Tobar, Mosquera, Cortéz y Cortés), dos volantes de primera línea (Bedoya y Robayo), Cochas y Díaz más adelantados, Jonathan como media punta y Martín en punta.

Y como cuando estaba Óscar generalmente los primeros quince minutos de partido eran tiempo perdido en ataque, hoy Millos anotó primero a los trece minutos, luego de una jugada por izquierda que recibió Martín en el área, aguantó y puso el pase atrás para la llegada de Robayo quien definió abajo y anotó el primero. Y cuando todos estábamos aún celebrando el primer gol, luego de un tiro libre, Martín cabeceó muy bien contra el piso, martillazo, y puso el segundo, corrían apenas quince minutos. El resto del primer tiempo mostró a Millos más relajado y a Junior buscando en medio de sus limitaciones bastante anunciadas hoy el descuento, que pudo llegar a doce minutos del final, cuando el central Gutiérrez sancionó penal por una mano de Mosquera que en la opinión de un servidor fue involuntaria. Cobró Jorge Díaz y el balón se estrelló en el travesaño.

Para el segundo tiempo Millonarios volvió a salir con empuje y tuvo por lo menos unas cuatro opciones claras de anotar el tercer gol en los primeros quince minutos, incluyendo un penal por falta contra Jonathan luego de un buen pase de Briceño (ingresó por Álex Díaz quien sufrió problemas estomacales e hizo un muy buen partido). Pudo haber cobrado Cochas, puco haber cobrado Bedoya, pero Martín, que hasta ese momento hacía las cosas muy bien en el campo y estaba lleno de confianza, tomó la pelota y pateó mal y anunciado, el portero Pérez atajó. Briceño, Estrada y Cochas también tuvieron sus opciones, pero el balón no entró. En la única jugada de riesgo de los visitantes en todo el segundo tiempo llegó el descuento, luego de una jugada de tiro libre en la que se desconcentró la zaga y falló Cuadrado en la salida, lo que le bastó a Herly Alcázar para anotar de cabeza. Y lo que pudo ser una ofensiva de Junior agresiva buscando el empate se quedó en pensamientos, porque a trece minutos del final Bedoya anotó de cabeza el tercero y lapidario. Los minutos finales fueron de trámite, Millonarios tomó la pelota y controló a su manera el ritmo del juego mientras que los jugadores del equipo visitante, resignados, veían tocar a los azules y sólo esperaban la finalización, mientras escuchaban de todas las tribunas un canto que seguramente les quedó de recuerdo: "Oh, Se van pa la B... Se van pa la B, se van pa la B, se van pa la B".

Entre Cochas, Bedoya y Jonathan está la figura de la tarde hoy. Martín hizo un muy buen juego, sobre todo aguantando y pivoteando, la tarde de Briceño también es para resaltar. sobre el final Roberto Carlos Cortés pidió el cambio y en la tribuna hubo preocupación por alguna lesión, lo cual quedó descartado por Vanemerak después: Cortés tenía un fuerte dolor de cabeza desde la primera mitad. Lo que viene ahora para Millonarios es el clásico capitalino 250 el próximo fin de semana, seguido de Centauros -por la Copa-, Nacional y América. Con la victoria Millonarios ascendió hasta el séptimo lugar de la tabla de un campeonato reñido, a cuatro puntos del líder Equidad. Para el clásico retornan Ciciliano y Carreño, y podría ser el debut de Astudillo.

febrero 25, 2008

Agónica primera victoria del año

Un penal agónico ejecutado por Ricardo Ciciliano en tiempo de reposición significó para Millonarios su primera victoria del campeonato ante La Equidad, el más chico de los equipos bogotanos de primera división (increiblemente algunos periodistas, los que les gusta buscar "clásicos" en todas partes, hablaron de un "clásico capitalino" en los días anteriores. Señores: el clásico capitalino es Millonarios - Santa Fe, La Equidad es un agregado, no se engañen más), en un partido intenso, durísimo y muy disputado, que contó además con un arbitraje infame del señor Adalberto Rincón. Aproximadamente 15 mil personas nos hicimos presentes en El Campín en una tarde-noche helada para salir sonrientes de sus instalaciones.

Millonarios empezó el primer tiempo tal como estaba el clima de la tarde dominical en bogotá: frío. Los jugadores tardaron en coger el ritmo del partido. Durante 22 minutos el equipo azul no se encontró, le dio todas las ventajas a La Equidad, que encontró la ventaja muy temprano, apenas a los 12 minutos, luego de que un error de Salinas intentando rechazar dejó servido a Roberto Polo que definió bien ante la salida de Blandón. Durante esos 22 minutos el equipo visitante arrinconó a los embajadores en su terreno y fue sólo hasta un tiro libre de Cochas que los Millonarios se sacudieron. Ese tiro libre pasó muy cerca del arco rival, a tal punto que algunos pensamos que el balón había entrado. La siguiente jugada de riesgo estuvo en un contragolpe: se juntaron Ciciliano, Martín y Cochas, y éste último remató a la salida del arquero, pero el balón pegó en el travesaño, por la jugada previa era el gol de la fecha en el país. No hay mucho más que contar de este primer tiempo, Millos no jugó a su mejor nivel.

Para el segundo tiempo Vanemerak efectuó un cambio cantado y efectivo: sacó a Andrés Pérez e ingresó a Telembí en su lugar. Millonarios comenzó con mucho ímpetu la etapa complementaria, pero se demoró 11 minutos en acercarse al área rival con riesgo. El equipo visitante se dedicó a esperar y buscar contragolpear. Era un monólogo azul, y a los 22 minutos, en un cobro de tiro libre de costado, llegó el empate. Ciciliano levantó el balón, la defensa rival intentó utilizar la trampa del fuera de juego pero Salinas fue más inteligente y partió habilitado, cabeceó y el portero rival soltó, el balón le quedó de nuevo al central que puso el pase de la muerte para que Bedoya, también habilitado, anotara con el arco solo a su disposición. Y de nuevo Vanemerak acertó cuando envió al campo a Oscar Briceño sobre los 24 minutos en lugar de Martín García, quien lamentablemente volvió a tener una jornada desafortunada. Millonarios estaba en su mejor momento, cuando el central expulsó al lateral derecho Monroy por roja directa luego de una falta que no ameritaba tanto a 17 minutos del final. Algunos, incluido yo, imaginamos que Millos iba a caerse anímicamente por el hecho, tal como en los últimos dos partidos. El bajón duró sólo unos cinco minutos, de a poco el equipo se levantó y siguió buscando el gol de la victoria. Luego de un gran pivoteo de Briceño, Telembí quedó casi que mano a mano y fue derribado por detrás. Tiro libre peligroso, penal y era expulsión, pero el señor Rincón sólo sacó amarilla, uno de sus tantos desaciertos. En Millonarios por un momento se vio algo de desesperación, y se reflejaba en Bedoya y Mosquera, los líderes defensivos, quienes lucieron por momentos pasados de revoluciones, con mucha calentura. Sobre los minutos finales, el central expulsó a Olivares y Torres por el equipo visitante por doble amarilla, lo que arrinconó al equipo asegurador.

Corrían 46 minutos del segundo tiempo, Roberto Carlos Cortés ingresó al área rival, enganchó a su derecha y es derribado claramente por Wilson Carpintero, penal clarísimo. Al frente estaba Ciciliano, quien había errado el que era el gol de la victoria en Cali la semana anterior. Y detrás de él, millones de corazones de hinchas enviando toda su energía al 10. Absolutamente todos los miembros de la barra "Alfonso Senior - LosMillonarios.net" nos pusimos de rodillas, cada uno elevó sus plegarias. Ciciliano cobró con fuerza y ubicación al palo derecho del portero Bejarano -figura de los visitantes, salvó varias opciones claras de gol- y la hinchada más grande del país celebró a rabiar. Después del gol fueron expulsados Werpajovsky y Polo por la visita, no tenían nada que reclamar. Llegó el final del partido y la primera victoria del año para los azules, que visitarán al Tolima este miércoles a las 8:30 PM por la cuarta jornada.

Sobre La Equidad, hay que decir que a pesar de su estilo de juego marrullero, buscando enfriar los partidos quemando tiempo y pegando más de la cuenta -muy al estilo de su técnico-, se paró bastante bien tácticamente e hizo las cosas bastante complicadas para los nuestros, un rival difícil. sobre el arbitraje, no hay otra palabra para describirlo: infame. No sólo por las tarjetas, también por decisiones desacertadas. Varias veces sancionó saques de puerta cuando claramente eran tiros de esquina y a Martín García le señaló dos posiciones adelantadas que claramente no lo eran. Se le salió el partido de las manos muy rápido y nunca pudo volver a tener el control.

noviembre 08, 2007

No ha pasado nada

Hoy hay que hacer un elogio, un agradecimiento inmenso para con los jugadores que hoy, sobre todo en el segundo tiempo, lo dejaron todo en la cancha del estadio el Campín ante un durísimo rival -sin dudas el mejor de todo el 2007-, que lograron volver luego de un marcador adverso y que aunque después por esas cosas de Dios no alcanzó el esfuerzo es realmente destacable.

También hay que decir que las series de esta copa duran 180 minutos y no 90. Y también hay que decir que aunque la situación no está muy fácil tampoco es imposible. Y que este Millonarios de la Copa ha sacado a todos sus rivales por los resultados conseguidos como visitante. Algunos ya no dan un peso por nosotros, yo prefiero mantener la ilusión, porque esto es Millos.

Millonarios empezó el partido con mucho vértigo, buscando por medio de Érvin González por derecha y Jonathan Estrada por izquierda el desequilibrio, con un centro a Villagra, el equipo albiazul tuvo 20 minutos de velocidad, pero poco a poco el rival se afianzó en la cancha y tomó el control del juego en tiempo, en espacios, en todo. Esos últimos 25 minutos de la inicial fueron una pesadilla de verdad. América de a poco fue mostrando su jerarquía, los nuestros cometieron muchas imprecisiones, que fueron la constante del ataque rápido y preciso de los mexicanos. Y pesó también ese factor importante, el de las individualidades. Cuando Jonathan se juntaba con Álex Díaz por izquierda y la pelota la recuperaba el rival, Díaz se quedaba y no volvía a marcar. Eso hizo a la zona izquierda defensiva azul una coladera por la que entró cuando quiso el equipo mexicano. Ya habíamos pasado varios sustos por ahí, hasta que a los 24 minutos, cuando Díaz tomó un rebote y podía rechazar tranquilamente, pero se demoró, tanto así que fue presionado y su rechazo terminó siendo un regalo a un jugador mexicano, aparte de eso dejó su zona descubierta y así llegó el centro para el cabezazo preciso de Villa. Si, golazo, pero el error en la jugada previa es increíble. Y ese gol desmoronó la confianza de Díaz para toda la noche. América siguió y siguió aprovechando los continuos errores del lateral izquierdo y provocando llegadas de riesgo. Y después, en una mala entrega de Ciciliano saliendo el equipo quedó mal parado y otra vez por la izquierda llegó el segundo de los mexicanos, esta vez de Salvador Cabañas. Corrían 38 minutos, y esta vez todo el equipo estaba diezmado, mentalmente muerto. Lo mejor que podía pasar era que el primer tiempo terminara y un envión anímico para la segunda parte. Antes del final de nuevo Cabañas tuvo otra clarita, pero la tiró afuera. Y por fin llegó el final, no solo del primer tiempo, también de una pesadilla amarilla que duró 25 minutos en los que Millos no se encontró nunca y el rival lo hizo todo.

Después del medio tiempo llegó la reacción. Vanemerak mandó dos cambios: Zapata por Díaz y Telembí Castillo por Ervin. Y si los últimos 25 minutos del primer tiempo fueron una pesadilla, los primeros 30 minutos del segundo tiempo fueron de ensueño. Millonarios salió con todo, lo del primer tiempo pasó al olvido, era otra historia. Apenas a los dos minutos Bedoya cobró un tiro libre que se fue ligeramente desviado, tanto así que en Oriental alcanzaron a cantar el gol, ese era el aviso de lo que vendría después. La entrada de Telembí significó más profundidad, Villagra se vio mucho más libre y su nivel aumentó. Ciciliano no tuvo su mejor noche, pero aún así tuvo chispazos, y poco a poco el equipo azul encerró al América en su propio arco. Y esa presión constante animó a los más de 40000 asistentes. Y a los 16 minutos llegó una falta, muy similar a la del minuto 1. Nuevamente se paró Bedoya y cobró magistralmente, el portero Ochoa (arquerazo y figura hoy) quedó quieto ante el gran cobro. Fue el descuento, y vendría más. Porque 2 minutos después el balón se estrelló en el vertical, y después el balón fue sacado en la línea dos veces. Y después, cuando el tiempo global marcaba 69 minutos, Ciciliano puso un pase al vacío a Estrada, que no lo dio por perdido aun cuando se hacía largo, y el calvo corrió y metió la pierna entre los dos defensas y el arquero para empatar el partido, algo que parecía una odisea 30 minutos atrás. El Campín estalló en su máxima expresión. Con empuje, con ganas, con corazón, a lo Millos, el equipo había vuelto de un 0-2 en contra.

Y todo pintaba para seguir de largo. En mi mente fue imposible evitar ese flashback remontándome a Diciembre de 2001, cuando Millonarios enfrentó a otro mexicano: Necaxa, por la semifinal de la entonces Copa Merconorte. Perdía 0-2, le dio la vuelta y terminó ganando 3-2 y luego en los penales. Parecía que la historia se repetiría. el envión anímico del equipo era notable y el que estaba noqueado ahora era el equipo mexicano. Lamentablemente sucedió algo inesperado, un evento agregado que no fue para nada bueno. Bedoya, el artífice del cambio azul, tuvo una lesión, justo cuando los cambios de Millos ya estaban agotados (había entrado Quintero por Salinas). Algunos lo llamarán mala suerte, algunos lo llamarán destino, yo lo llamo cosas de Dios. Esto bajó las pretensiones ofensivas del equipo, obligó al equipo a bajar sus líneas buscando reforzar la marca. Bedoya, varón y guerrero, no abandonó el campo. Se quedó jugando en una pierna, saltando en un pie para ir de un lado al otro, al menos para hacerle estorbo a los mexicanos. Estábamos once contra once, pero Millos en serio tenía diez. Al parecer la lesión de Bedoya esta vez es más complicada que la que tuvo justo hasta hace unos días y que le causó dos semanas de incapacidad. Pero él se quedó en la cancha para mostrar que este Millos es puro corazón y entrega. América volvió a tener el control, pero esta vez no fue por méritos propios, sino por infortunio nuestro. Y así de a poco Millos volvió a verse encerrado. A falta de cinco minutos, en otra falla defensiva, llegó el tercero de América y que definió el partido. Sobre el final Villagra estalló un cabezazo entre el vertical y la mano de Ochoa. Entonces, el flashback de diciembre de 2001 se fue para darle paso al flashback de diciembre de 2003, cuando Millos necesitaba un empate para pasar a la final del campeonato local, estaba 0-2 ante el Cali, lo empató y otra vez a cinco minutos del final perdimos 2-3.

Cualquiera que no fue al estadio diría que la hinchada salió llena de rabia. Y se equivoca. Al final la hinchada despidió a sus jugadores con un merecido aplauso, apenas justo por todo lo que pasó en algo que verdaderamente fue un partidazo. Dos grandes equipos que al final brindaron un espectáculo de otro mundo. Eso si, no faltaron los amargos, los resultadistas y/o clasiqueros que putearon, pero esos fueron pocos. Y puedo apostar cualquier cosa que son los primeros que mañana van a estar ausentes, cuando Millonarios juegue el clásico capitalino menos emocionante en muchísimos años.

Hay tranquilidad, aun por encima del resultado adverso, lo que mostró ese Millos del segundo tiempo invita a pensar en que ganar en México por dos goles es posible. Al frente tuvimos a un rival dificilísimo y Millonarios jugó de igual a igual. Hay días en que las cosas no salen totalmente, esa lesión de Bedoya afectó muchísimo, cosas que suceden. El próximo martes 13, en Toluca, se jugará el partido de vuelta. Aquí no ha pasado nada, quedan 90 minutos y ni América está clasificado, ni Millonarios está eliminado.

septiembre 16, 2007

POR "CIEN"-PRE PAPÁ!!!

Qué grande esta semana!!! Ojalá todas las semanas fueran como la que hoy termina. Dos clásicos, contra los dos rivales más enconados. A uno lo sacamos limpiamente de un torneo internacional el jueves, ocasionando un montón de críticas de hinchas verdes y periodistas, llorando por la leche derramada y dando quejas. Al otro lo enfrentamos tres días después con el trajín físico y demás, y lo derrotamos en el clásico, consiguiéndose entonces la victoria número 100 de Millonarios a Santa Fe en la historia del clásico capitalino.

Este es de esos partidos que hay que gozar y ya. Es de recordar las burlas recibidas de los cardenales, convencidos el viernes de una victoria fija. Tan convencidos estaban que como siempre no llenaron su mitad y otra vez se vio ese ya popular hueco de sillas vacías en Oriental. ¿Y nosotros? Fuimos más, siempre somos más.

Fue además un partido controlado en líneas generales. El equipo se comportó a la altura tal como en los partidos de la serie con Nacional. Luchó, metió, corrió, los jugadores se sobrepusieron al desgaste físico y lucharon una a una las jugadas. Santa Fe alcanzó a meter peligro, en dos o tres jugadas, pero fueron bien sorteadas por la zaga azul. Millos tuvo el primer gol temprano, pero el poste y después una mano clara no sancionada por el central así lo impidieron. Santa Fe se caracterizó por jugar todo el partido al juego aéreo, centró mucho el balón pero la mayor chance en los primeros 45 fue un tiro libre del uruguayo Ramírez.

Y el gol de la victoria llegó arrancando el segundo tiempo. Minuto 5, tiro de esquina desde Oriental, arco norte, cobro de Ciciliano y frentazo excelente de Bedoya al piso para desatar el estallido del 60% de los asistentes. Fue el primer gol de Bedoya con la camiseta de Millonarios en Bogotá -los anteriores siempre fueron de visitante- y que hizo las cosas más fáciles, porque provocó el desespero rojo, que nunca encontró cómo pasar del medio azul por más que su técnico movió el banco.

Millonarios tuvo tres opciones clarísimas para seguir de largo. Primero Ervin definió muy mal, después a estrada se la sacó el portero rival, y después Morelo lo tuvo solo pero se demoró y lo anticiparon. Los minutos finales fueron de sufrimiento y ansiedad, pero más por no dañar la fiesta ya montada en las tribunas que por el nivel del rojo, que lució bastante confundido.

"Ya van 100, ya van 100, Santafereño ya van 100" Fue lo que se escuchó de todas las tribunas para con los hinchas vecinos. Y no es para menos. Este día tenía que llegar inclusive antes. Y una mejor... Este año tres clásicos e igual número de victorias azules. Porque es que Millos no tiene marido ni mujer, pero tiene un hijo bobo que se llama Santa Fe.

Se acaba una de las mejores semanas del año, si no es la mejor de todas, por lo menos en lo personal. Una semana en la que se ratifica a nuestros dos hijitos quién es su papá.

Ojalá todas las semanas sean como esta que está por terminar...

agosto 27, 2007

Cuando la bronca y la impotencia se convierten en llanto y desilusión...

Por solidaridad con los hinchas que como yo no hicieron más que llorar toda la noche de ayer. Por solidaridad con los que al igual que yo hemos estado presentes siempre, nunca hemos abandonado y hemos alentado siempre en la tribuna con el equipo primero o último (como en estos momentos). Porque entiendo a los que sienten la camiseta, los colores y el escudo así como lo hago yo. Por eso es que hablar del partido de ayer no tiene sentido. Sería alimentar aún más el sentimiento combinado de frustración, tristeza y desilusión.

Una sola pregunta me hago, esa misma nómina estuvo a 90 minutos de jugar la final, y hoy somos últimos en la tabla, ¿Qué pasó entonces?, ¿Le quedó grande a "Lassie"? ¿Los jugadores se están "parando"?. Todo apuntaría a una combinación de ambas...

Si uno revisa el video de ayer, y el de los demás partidos de la Mustang, uno se da cuenta... Hay desorden, la defensa de Millos parece un equipo de colegio, desordenada, todos corriendo al balón, tacticamente no hay nada. No hay mano del técnico. Y las "ganas" que se vieron en Perú volvieron a desaparecer... ¿Qué se puede decir? Ayer de los que jugaron solo se salvan Ciciliano, Bedoya y Andrés Pérez quien ingresó al medio tiempo. ¿Los demás? No se vieron, ellos estaban, pero no precisamente jugando, ellos compraron boleta de gramilla. Muertos, sinverguenzas!!!

Lo peor, es que después de lo de ayer son muchos los guayabos hoy lunes, algunos físicos y otros simplemente emocionales. Hay mucha desazón y mucho llanto, mucha preocupación. Pero estoy seguro que a los que fueron a "jugar" a Armenia (menos los nombrados arriba) ayer eso les importó un culo. Claro, para cobrar son los primeros, ¿y para representar los colores?. Una falta de verguenza impresionante... Les importa cinco estar defendiendo los colores del equipo más grande del país, y sentir el respaldo de la mejor hinchada...

Sin embargo, los que estamos presentes seguiremos estando presentes. El Campín el día sábado a las 8 de la noche estará desolado, porque muchos abandonarán después de lo de ayer. Pero los de siempre estaremos, como siempre, porque así es esto. A unos putos directivos les importa un carajo, los jugadores vienen cobran y se van. Y lo que queda de Millonarios somos nosotros, la gente.

PD: Por ahí ya anda rotando un afiche de esos característicos de los malos hinchas. Invitando a la gente a no asistir al estadio el sábado. Putos y recontra putos los que se pusieron en esas. Al equipo nunca se le abandona!!!

mayo 21, 2007

Lección de FE

Para los que salieron el pasado miércoles diciendo que ya no había nada que hacer, para los que en medio de la calentura dijeron que no íban a volver al estadio, para los que nos dieron por eliminados cuando había transcurrido apenas una jornada y quedaban 15 puntos, para los que por una derrota armaron una tormenta en un vaso de agua, para los pseudoperiodistas colombianos que no hicieron más que hablar pestes sin sentido. Para todos ellos, Millonarios ayer en Medellín les volvió a demostrar que está para grandes cosas.

Pasaron 15 años desde la última victoria azul ante el DIM en la loma y ayer esa mala racha se rompió y de una manera emocionante. Gracias le doy hoy a Dios por haberme permitido viajar hasta la loma y regresar a casa sano y salvo, haber podido ingresar al Atracacio y mejor, haber podido presenciar esa victoria en vivo. Hoy de nada sirve comentar el parto que significó llegar hasta ese lugar el sábado en horas de la madrugada ni la gran cantidad de sueño atrasado, porque eso no es nada, ver a Millonarios, y más aún verlo ganar compensan cualquier sacrificio.

Fue mi segunda visita a tierras montañeras, la primera, hace tres años, fue para ver un empate a uno en el superclásico con los verdes. Aquella vez en Norte, esta vez en Occidental, y viendo el comportamiento de los hinchas azules oriundos de la región, uno entiende muchas cosas (y entre otras cosas, conocí muchísima gente azul allá, que por razones de seguridad -entendibles por demás- deben andar "caletos") como que no es fácil llegar a ese estadio ni salir, hay que hacer un montón de maromas, que en ningún otro lugar hay que hacer.

Millonarios jugó como un verdadero equipo grande, siempre estuvo arriba en el marcador y supo controlar la arremetida roja al final, para irse como justo ganador, con principalmente dos jugadores como pilares: Ciciliano y Bedoya. El primero, jugando el mejor partido del año, y para recordar una actuación tan superlativa de "Cicinho" con la azul tuve que remontarme a una victoria 3-1 a Junior el año anterior; y además aprovechando el desespero rival para descontrolar a los más de 25000 seguidores rojos. El segundo, mostrando la casta de siempre, seguro en la mitad, controlando todo. Pero no sólo ellos jugaron bien, hay que hablar además del equipo en general, más allá de los dos regalos que significaron los dos empates parciales del equipo paisa: el primero de Henao y el segundo del Cabezón.

Ahora, los goles: El primero un pase nítido de Villagra para dejar a Telembí en posición de anotar, descontó al arquero y definió con el arco a su merced. Esta ventaja duró apenas unos 5 minutos, pues llegó el primer empate del Dim. El segundo, un penal tan claro como infantil cometido a Telembí y que cobró muy bien Ciciliano dejando quieto al arquero local; pero cuya ventaja también duró poco porque el local volvió a empatar. El tercero: cabezazo de Bedoya cambiando la dirección y desconcertando al arquero para el 3-2 final que el equipo paisa ya no supo remontar.

Muchas cosas positivas del partido de ayer: La actitud del equipo, siempre buscando el arco rival, a pesar de tener la ventaja nunca se replegó. El dominio del partido, sobre todo en los últimos 25 minutos luego del 3-2, en lugar de reventar el balón, Millonarios controló la ventaja con el balón en sus pies, ocasionándole desespero a su rival que llevó a hacerlo cometer muchas faltas. La defensa, si bien nos hicieron dos goles, Medellín nunca encontró la fórmula, y como escribí antes, los goles rojos llegaron más por desatenciones individuales que por cualquier otra cosa.

Para aquellos que no creían y perdieron la fe por un partido perdido va este mensaje. Los cuadrangulares tienen 6 partidos y Millonarios hoy es segundo a un punto del líder. No se puede perder así la cabeza. Y si bien los momentos de calentura son difíciles de manejar, hay que aprender a ponerle cabeza fría al asunto. Ahora viene Cúcuta con su nómina emergente el jueves, y por encima de todo hay que ganar como sea, y por encima de todo hay que estar de nuevo presentes en las tribunas como sea. La ilusión sólo se acaba cuando se acaba, nunca antes.

PD: Leí en el blog de El Tiempo la iniciativa para por vía legal hacer algo con la policía antioqueña refiriéndonos al tema de los Comandos y apoyo totalmente la moción. Ayer los sacaron faltando 15 minutos y con el equipo ganando. Esto de por sí ya es una falta de respeto total de los entes para con el aficionado que se pega un viaje larguísimo y que no merece este trato. Otra de las cosas que curiosamente sólo pasan en esa región del país.

marzo 25, 2007

Buen empate en Pereira

No era sencillo el partido. Dice una frase predilecta entre el periodismo nacional que "escoba nueva barre bien" en referencia a que generalmente los debuts de los técnicos jugando en casa resultan en victorias. Al técnico del Pereira lo relevaron a mitad de semana, y al cargó llegó un buen adiestrador: Hugo Castaño.

La mágica noche del miércoles ante Medellín había quedado atrás, para Millonarios era imperativo sumar para no quedarse atrás en las posiciones. Muy temprano, apenas a los 8 minutos, Pereira sorprendió y con un cabezazo se fue adelante en el marcador. No se veía claro el camino, sobre todo porque minutos después, el central se inventó una mano en el área de Carlos Villagra (contacto hubo, pero la bola fue a la mano y no viceversa). Afortunadamente, y gracias a la justicia divina. El jugador local pateó demasiado mal y Juan Carlos Henao atajó. Millonarios tuvo cómo empatar en el primer tiempo, de nuevo apostando al juego ofensivo que tanto le gusta al técnico Osorio y en lo personal a mi también, pero el palo y el golero local impidieron el empate.

Para el segundo tiempo se esperaba a Millos apostado al ataque y tan sólo a los 3 minutos, en un tiro libre, Gerardo Bedoya anotó el empate con un golazo. Los siguientes minutos mostraron a un Millonarios decidido a ganar el partido hasta que se hacen los cambios. Entró Rafa Castillo que poco hizo y ante la salida de Telembí y Estrada (por Briceño, que no la tocó) el equipo perdió ataque. Villagra tuvo el segundo, pero se lo devolvió el horizontal, y Pereira tuvo dos aproximaciones en errores millonarios en salida, una anulada por claro fuera de juego y la otra bien salvada por Henao.

Con el empate Millos suma 3 unidades y sigue a dos victorias de la punta. Se viene el clásico capitalino, el más antiguo de la historia del fútbol nacional, y es obligatorio ganar por el honor ante el rival de patio. Vamos, como siempre, a llenar la parte que negligentemente asigna la alcaldía para la hinchada azul, ya que es conocido por todos que Santa Fe nunca llena medio estadio siendo Millonarios el equipo que oficia de local.

marzo 20, 2007

Ahora sí empezó el campeonato

Ya habían pasado 5 partidos con malos resultados a pesar de haber mostrado buen nivel futbolístico. El domingo en Pasto por fin llegó la primera victoria del año, en la casa de uno de los equipos más fuertes como local del campeonato colombiano.

Esta vez, aunque los delanteros embajadores volvieron a fallar en la definición, no hubo que extrañarlos, porque esta vez Millonarios liquidó el partido desde temprano y a diferencia de los partidos anteriores supo mantener el arco en ceros, otro de los pecados graves que costaron puntos en las pasadas salidas millonarias.

Un gol merecido al minuto de juego de Gerardo Bedoya (el mismo que ahora como volante de recuperación juega mucho mejor pero que increíblemente es puteado por los comandos) fue suficiente para acabar con un largo invicto que traía el equipo del volcán en casa y significó finalmente poder saborear de un triunfo en el presente año.

Analicemos los factores positivos y negativos de la victoria del domingo.

Lo positivo:

1. Por sobre todo, la victoria:
Se ganó después de varios intentos fallidos jugando muy bien pero fallando en la puntada final, lo que supone un envión anímico importante para seguir subiendo posiciones en la tabla.
2. El rival: Aunque diezmado por su infame presentación en Copa Libertadores, es un excelente local, los demás equipos denominados grandes del país se van de San Juan de Pasto satisfechos si alcanzan un empate. Ganar en una plaza difícil también es un gran aliciente.
3. La defensa: Desde la primera fecha, cuando empatamos con Cartagena sin goles, Millonarios no sabía lo que era dejar el arco en ceros. Esto prueba que día a día se solidifica más el cuadro defensivo de los embajadores.
4. El arbitraje: Desde siempre los hinchas azules entramos prevenidos a un partido de Millonarios cuando el central es Oscar Julián Ruiz, caracterizado por darnos pito sin control. Esta vez el "llanero" pitó muy bien, no hubo quejas de mal arbitraje, esta vez no inventó penales infames ni llenó de tarjetas -fiel a su estilo- a los jugadores embajadores.
5. El esquema: El técnico Osorio desde comienzos de año manifestó su interés en jugar con tres en el fondo, el domingo por fin la táctica le funcionó a la perfección, combinado a su vez con los cambios, esta vez muy productivos.

Lo Negativo:

1. La Delantera: El domingo se ganó, con un gol de pelota parada, pero esto no puede ocultar que seguimos con un déficit de definición que ya preocupa. Aunque en mi opinión Villagra es más que Briceño y no va a tardar en romperla, sí resulta preocupante viendo las imágenes de las opciones despilfarradas. Los delanteros azules tienen la pólvora mojada y ojalá dure muy poco esta situación.

Con la victoria Millonarios alcanza 6 puntos en la tabla, con un partido pendiente por jugar que de ganarse acercará al equipo a los 8 clasificados. Debemos ganarle al Medellín como sea en la noche del miércoles e ir a buscar una victoria en Pereira, a manera de recuperar los puntos perdidos en casa con Cúcuta y Quindío.

¡¡Todos al estadio el miércoles, a acompañar al más grande, como es costumbre!!!