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agosto 25, 2008

Por la mano de Óscar Alexis Gutiérrez...

El 2 de Septiembre de 2006, cuando Millonarios jugaba contra el Caldas como visitante y ganaba 2-1, la mano negra de Oscar Alexis Gutiérrez impidió que el equipo azul se trajera los tres puntos de Manizales. Fue tal el descaro, que el sitio oficial del equipo puso una imagen en su página principal como protesta en ese entonces. Hoy, casi dos años después, el mismo árbitro metió la mano en el resultado en Pereira, y no olvidaremos nunca como gracias al silbato descarado de Gutiérrez, el Pereira terminó como vencedor ante Millonarios en cumplimiento de la sexta fecha del torneo.

No fue el mejor partido, ni para el local, ni para Millonarios, ni para la gente que lo vio en el estadio y por la señal de televisión. Millonarios tuvo la iniciativa casi que todo el tiempo, pero no pudo transformar el dominio en goles. El equipo azul jugó lejos del marco pereirano y el rival, que no fue nunca superior a Millos, logró transformar las tres llegadas que tuvo en goles para alzarse con la victoria y hacer que Millos perdiera momentáneamente el liderato del torneo, que ahora comparten Santa Fe y Tolima. Óscar córdoba hizo su debut con Millonarios en la Copa Mustang. Hasta hoy, el golero sólo había atajado en la Copa Colombia.

Durante el primer tiempo Millonarios fue más, de hecho fue más todo el partido, pero no supo convertir la superioridad en ventaja. De hecho, hasta el minuto treinta, las mejores opciones fueron: una jugada errónea del Pereira en la que Tejada quedó mano a mano con el portero local pero se complicó en el regate, y un buen remate de media distancia conjurado muy bien por Córdoba. Fue en el minuto treinta cuando se inclinó la balanza hacia el local, luego de que Vilarete convirtiera un tiro libre lejos del área en el primer gol del partido con un sendo golazo. Claro, algunos le echarán la culpa a Córdoba, pero a decir verdad, no había mucho que hacer, fue un buen gol. Y sobre el final del primer tiempo llegó la jugada que terminó siendo el "florero de Llorente" del partido. El jugador del Pereira recibió el balón y se dispuso a entrar al área. Después, por el forcejeo, cayó y el central Gutiérrez sancionó penal, increíblemente. Una caída normal, que no era falta en ninguna parte del planeta. Y peor aún, si hubiera sido falta, ésta fue a unos cinco metros del área. Increíble, no sirvió de nada que el juez de línea de Occidental advirtiera a Gutiérrez que la "falta" había sido afuera. Para el central nada importó y se mantuvo en su absurda decisión. Vilarete cobró y transformó el robo -perdón, el penal- en el 2-0, con el cual terminó la primera mitad.

Tal como había sucedido en Armenia, Millonarios fue otro en el segundo tiempo, a pesar de la obligada salida de Araujo por Mera por un desmayo y que obligó a Hurtado a jugar como volante de contención, en donde no lo hizo nada mal. Tanto así, que a los siete minutos Milton fue derribado en el área claramente por un defensor local y el mismo delantero se encargó de transformar la falta en el descuento, luego de anotar el penal. Parecía que Millonarios iba a irse con todo e iba a tomar el control del juego. Lamentablemente, otra vez el Pereira hizo estragos, luego de que, en una jugada rápida, Carlos Darwin Quintero se las arregló para salir de tres defensores azules y clavar un derechazo en el ángulo que significó el 3-1. Otro golazo a nuestros corazones.

Desde ahí no hay mucho que decir. Pereira supo defender su ventaja con cautela y Millonarios no supo como pasar la zona defensiva matecaña, ni con la entrada de Érvin y Ánuar. Sobre el final, otra vez Milton, esta vez de media distancia, puso el 3-2 definitivo, que no alcanzó para el empate de Millonarios, y todo en gran parte por el atraco monumental de Gutiérrez en la primera parte. Al final, la diferencia en el marcador estuvo en su equivocación superlativa.

Millonarios soltó la punta del campeonato por un graso error arbitral, pero sigue ahí, en los primeros lugares de la tabla. El próximo fin de semana, el Cúcuta , equipo que viene de perder en casa con el Tolima, visitará el estadio El Campín y Millonarios deberá retomar la senda ganadora. Hoy un error arbitral evitó que el equipo sumara puntos, pero la fe de la hinchada sigue intacta. Tal vez se nos había olvidado, pero la mano negra perseguirá por mucho tiempo a Millonarios mientras papayazos como el de hoy existan.

marzo 03, 2008

Goleada caminando...

Hubo goles, hubo baile, hubo fiesta. Millonarios goleó sin contemplaciones al deportivo Pereira y fue infinitamente superior a lo largo de todo el partido en El Campín ante unos 15 mil asistentes. Ariel Carreño jugó su primer partido como inicialista y se consolidó como la gran figura del partido al anotar dos goles y poner el pase para el tercero. Fueron tres, pero por lo mostrado por Millonarios y por el rival, era para más.

Vanemerak sabía que tras los puntos perdidos ante el Quindío la semana anterior y tras los puntos perdidos infantilmente con Medellín y Cali, hoy había que ganar como fuera para no ceder más terreno. Envió una nómina netamente ofensiva con un sólo volante de Marca y cinco hombres de ataque. Bedoya se encargó de la contención y el tridente letal estuvo en la creación. Adelante, puso a Carreño y a su hijo como delanteros. Fue el debut de Julio Tobar, lateral derecho que cumplió en marca y cuando pudo en salida, aunque no fue muy exigido. Hoy se vio mejor a Oscar Vanemerak en los veinte minutos que estuvo en el campo. Se le notó más ubicado en la cancha y colaboró, además que tuvo más contacto con el balón. Fue reemplazado por Martín García. El Pereira, limitado y cobarde, vino a Bogotá con la intención de sacar un empate a costa de demorar el reloj. Su "estrategia" apenas duró veinticinco minutos, porque luego de un muy buen pase de Jonathan Estrada, Carreño recibió en el área y definió a la salida del portero. Ya Millonarios había impuesto sus condiciones desde el principio. La tan criticada manía de regalar los primeros tiempos brilló por su ausencia. Esta vez Millonarios salió con todo desde el arranque. Con el marcador en ventaja, Millos controló más fácil el asunto y de a poquitos se acercó al arco rival buscando el siguiente gol. Ciciliano no tuvo una tarde similar a las anteriores, pero sus cambios de frente siempre precisos rompieron la defensa matecaña, acompañado además por el desempeño de Jonathan y de Cochas. Para compensar la falta de un segundo volante de marca, Mario utilizó una muy buena estrategia, ubicaba a Tobar y Cortés a que ayudaran en marca cada uno por su costado para compensar. A diez minutos de finalizar el primer tiempo, Ciciliano hizo un cambio de frente y encontró a Carreño de nuevo, quien esta vez centró para encontrar la cabeza de Martín García solitario con el arco a su merced y anotar el segundo de la tarde, que de paso sentenció el partido muy temprano, ya que el Pereira no tenía como remontar. Eso si, no puede pasar desapercibido el incidente ridículo del juez central y del cuarto árbitro, explusando al preparador físico y al médico embajador por razones inexplicables.

Para la etapa complementaria, ingresó en el equipo visitante un viejo conocido de la casa: John Mario Ramírez, aplaudido por un sector de la hinchada (un servidor no entiende cómo pueden aplaudir a alguien que vistiendo las camisetas de los equipos rojos de Bogotá y Medellín le anotó a Millonarios y festejó como si fueran los goles más importantes de su carrera). Los primeros minutos del segundo tiempo fueron de puro trámite. Millonarios atacaba cuando quería y le cambiaba el ritmo al partido a su antojo. El Pereira tuvo dos aproximaciones claras, en un remate que sacó muy bien Blandón y un cabezazo desviado. Millos tuvo como aumentar la cuenta con Cochas en dos oportunidades, pero el argrentino hizo una de más. A veinte minutos del final, Millonarios anotó el tercero, en un verdadero golazo: tocata y pared de ciciliano y Martín, pase profundo del 10 al delantero, quien le devolvió el favor a Carreño con otro centro preciso a la cabeza del argentino que cabeceó y liquidó al equipo matecaña. Ya con la goleada asegurada, Vanemerak envió a Robayo por Jonathan para descansar al volante y darle ayuda a Bedoya en la marca, y minutos después envió a Briceño por Carreño para el aplauso y la ovación de todo el público hacia el delantero. Los minutos finales mostraron a Pereira entregado y a Millonarios tocando el balón por toda la cancha haciendo un baile, y todos los jugadores hicieron sus lujos: taquitos de Efraín Cortés, túneles de Cochas, jugadas con estilo de Mosquera, entre otras. Al final goleada categórica. Fueron tres, pero no fueron más, porque Millonarios no quiso que fueran más.

Para destacar los reiterativos cánticos de la hinchada hacia Luis Augusto "Chiqui" García, uno de los máximos accionistas del equipo, mostrando su clara inconformidad. Ahora se viene el Cúcuta en la frontera el siguiente fin de semana. Por los antecedentes del campeonato, el Cúcuta es hoy el equipo comodín, o la cenicienta del torneo, ya ganaron allá Medellín y Equidad. Por más que sea una plaza difícil, por el presente de ambos equipos una victoria en la frontera es lo normal que debe pasar y a lo que debemos apuntar.

septiembre 10, 2007

Tres puntos valiosos y dos clásicos venideros

Bastó un penal convertido por Villagra para que Millonarios volviera a ganar en casa luego de aproximadamente un mes. De un partido que por ratos estuvo aburrido porque Millonarios jugó a media máquina (entendible, ya estábamos ganando y no había que arriesgar en lo físico) y porque el rival vino a perder, se encerró atrás y ni después del gol en contra arriesgó, todo fue más fácil.

Quizá el resumen del partido se reduce a la actitud de Marcelo Tejera, el uruguayo. Criticado por muchos porque no se le ve correr, pero quien tiene un nivel futbolístico enorme. El partido fue tal como su juego: Lento, camninando, sin correr mucho, pero cada vez que tuvo el balón llevó peligro al área rival. Metió muy buenos pases, que por fortuna del rival terminaban en jugadas de gol despilfarradas. Ervin se comió literalmente dos opciones claritas y Villagra otra más, eso sin contar cuando se ganaba la raya y en el último esfuerzo, el del pase al área, se dilapidaba la opción. Mención especial merece Jonathan Estrada, quien ha levantado enormemente su nivel y fue jugador clave tanto hoy como el miércoles anterior.

Sobre la asistencia, algo concreto: Millonarios jugó hoy con Pereira, recibe el jueves a la ralea de mierda y el día domingo jugará el clásico con Santa Fe. Para el hincha promedio esa seguidilla de partidos es un dolor en el bolsillo y por eso algunos tienen que "escoger el partido". A eso hay que sumarle que la selección colombia juega este miércoles con Paraguay (no me gusta ni cinco la selección ni la sigo, pero se que muchos hinchas si querrán asistir). En total unos 10000 espectadores para ver lo que por momentos pareció un entrenamiento. Se logró salir de la cola de la tabla y posicionarnos a 5 puntos del octavo. Y la carrera sigue, porque para entrar ahora hay que ganar 7 de 10 partidos pendientes.

Y como desde ya se vislumbran comentarios malintencionados de la prensa porque el equipo no goleó al Pereira débil de hoy (es de imaginar los comentarios en los que critican al equipo y salen con que jugó muy mal), es bueno aclarar que era mejor haber jugado hoy a media máquina para llegar mejor físicamente al duro encuentro del día jueves. Se esperaba un partido así, por lo menos yo lo esperaba así. Obviamente, con mejor definición, pero vuelvo a lo mismo, prefiero ver uno solo hoy y el resto el jueves y domingo.

Superado este partido, ahora sí hay que pensar en el súper clásico del jueves, en el que a pesar de la ventaja hay que salir con la mentalidad de vencer o morir, máxime tratándose de ese rival y el hecho de ser una copa internacional. Ojalá volvamos a ver al Millos gallardo del miércoles anterior, y ojalá podamos vivir una alegría más en nuestros corazones.

Saludos,

marzo 25, 2007

Buen empate en Pereira

No era sencillo el partido. Dice una frase predilecta entre el periodismo nacional que "escoba nueva barre bien" en referencia a que generalmente los debuts de los técnicos jugando en casa resultan en victorias. Al técnico del Pereira lo relevaron a mitad de semana, y al cargó llegó un buen adiestrador: Hugo Castaño.

La mágica noche del miércoles ante Medellín había quedado atrás, para Millonarios era imperativo sumar para no quedarse atrás en las posiciones. Muy temprano, apenas a los 8 minutos, Pereira sorprendió y con un cabezazo se fue adelante en el marcador. No se veía claro el camino, sobre todo porque minutos después, el central se inventó una mano en el área de Carlos Villagra (contacto hubo, pero la bola fue a la mano y no viceversa). Afortunadamente, y gracias a la justicia divina. El jugador local pateó demasiado mal y Juan Carlos Henao atajó. Millonarios tuvo cómo empatar en el primer tiempo, de nuevo apostando al juego ofensivo que tanto le gusta al técnico Osorio y en lo personal a mi también, pero el palo y el golero local impidieron el empate.

Para el segundo tiempo se esperaba a Millos apostado al ataque y tan sólo a los 3 minutos, en un tiro libre, Gerardo Bedoya anotó el empate con un golazo. Los siguientes minutos mostraron a un Millonarios decidido a ganar el partido hasta que se hacen los cambios. Entró Rafa Castillo que poco hizo y ante la salida de Telembí y Estrada (por Briceño, que no la tocó) el equipo perdió ataque. Villagra tuvo el segundo, pero se lo devolvió el horizontal, y Pereira tuvo dos aproximaciones en errores millonarios en salida, una anulada por claro fuera de juego y la otra bien salvada por Henao.

Con el empate Millos suma 3 unidades y sigue a dos victorias de la punta. Se viene el clásico capitalino, el más antiguo de la historia del fútbol nacional, y es obligatorio ganar por el honor ante el rival de patio. Vamos, como siempre, a llenar la parte que negligentemente asigna la alcaldía para la hinchada azul, ya que es conocido por todos que Santa Fe nunca llena medio estadio siendo Millonarios el equipo que oficia de local.