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octubre 23, 2008

Sufriendo más de lo debido

Había que ganar sin importar lo demás. Había que sumar de a tres así fuera ganando medio a cero para no quedarnos colgados. Al final, aunque el equipo sufrió de más, aunque se terminó el partido con ansiedad y algunos hinchas pedían tiempo, aunque el rival tuvo un hombre menos que Millonarios durante gran parte del partido y tuvimos que esperar casi 75 minutos para cantar un gol; el equipo ganó, saltó al tercer lugar de la tabla de posiciones de este campeonato apretadísimo y llega con la confianza suficiente para afrontar el próximo sábado una nueva edición del clásico capitalino.

Para muchos el rendimiento del equipo no fue el mejor, para muchos el equipo jugó mal teniendo en cuenta como se dieron las condiciones del juego. Algunos pedían la salida de Elinho justito hasta instantes previos a su anotación que a la postre significó el triunfo. Con el empate en ceros, la desesperación se apoderó de los jugadores y también de los hinchas, que no podían creer que Millonarios tuviera que sufrir tanto para ganarle a un equipo diezmado que tenía un hombre menos en el campo casi todo el partido, que quemaba todo el tiempo del mundo posible con la complicidad de Adalberto Rincón y que, además, sólo avisaba peligro en la pelota aérea, en donde casi siempre ganó a la zaga azul.

El planteamiento de quintabani para el primer tiempo era más cauteloso que cualquier otra cosa. Los tres hombres de recuperación y apenas Estrada como enganche no daban muchas alternativas. El equipo azul llegó poco al arco defendido por Estacio, se jugaba mucho por la derecha y los avances llegaban hasta tres cuartos de cancha. El partido no era bueno, por el contrario, se jugaba mucho en la mitad y ninguno de los dos equipos mostró situaciones claras de gol. Ni siquiera después de la expulsión de Rojas cambió la situación. Millos tenía un hombre más en el campo, pero la diferencia, no se notaba. El portero visitante desde muy temprano empezó a quemar tiempo con cada saque de meta a favor y el central no le quiso sacar ni la lengua. Con el partido cortado, con Millonarios inofensivo y con Huila retrasado buscando contragolpes que nunca existieron, se fue la primera parte. Sobre el final, en una jugada de ataque, el central dejó seguir lo que desde la tribuna pareció ser un claro penal.

Era el momento de replantear la situación y así lo entendió Quintabani. Para el segundo tiempo mandó al campo a Araújo en el lugar de Andrés Pérez (de buena actuación). Con el cambio de módulo táctico Millonarios mostró más vértigo y desde el inicio del segundo tiempo se acercó con más riesgo. La primera la tuvo Casierra quien después de un rebote recibió la pelota casi que con el arco al frente pero se la dio a un rival. Después todo lo hizo Estacio, empezó a sacar remates que eran goles cantados y de a poco, con sus atajadas y su forma desenfrenada de quemar tiempo, se fue erigiendo como la figura del partido. Huila empezó a avisar por medio de la pelota quieta, en donde en un noventa porciento de las veces sus atacantes ganaron sobre la zaga azul ocasionando varios dolores de cabeza.

Pasaban los minutos y la desesperación entró. Los comandos empezaron a cantar el "movete Millos, movete", mientras en Oriental y Occidental la gente empezó a pedir a Tejada en lugar de Elinho, quien no había tenido una buena noche. Al final el panameño ingresó, pero por Asprilla. Quintabani se la jugó toda y era obvio, había que ganar como sea. Sobre el minuto 28 de la segunda parte, por fin, los jugadores de Millos se combinaron para abrir la defensa visitante por el centro con algo de suerte también, y así Elinho, quien no había tenido un buen partido hasta entonces y ya estaba empezando a ser resistido por algunos, quedó mano a mano con Estacio y lo venció. Llegó el gol, por fin, se había demorado mucho, pero Millos estaba adelante en el marcador.

Huila, entonces, sacó lo poco que tenía buscando el empate y Millonarios trató de aprovechar los huecos dejados para generar contragolpes. Tejada pudo hacer el gol de la fecha tras empalmar una volea de primera intención. Su remate, furioso, iba a todo el ángulo, y Estacio dijo que no. Después, el golero tuvo otra muy buena intervención y un par de remates más salieron desviados. Huila no llegó con peligro después del gol de Millos, pero sí alcanzó a meter al equipo embajador en su campo. Sobre los minutos finales algunos, desesperados, pedían tiempo. Pero era más cuestión de ansiedad y de los cuatro minutos de adición que dio el central, que de algún peligro que generara la visita. Sobre los minutos finales José Mera fue expulsado por doble amarilla y se perderá el partido del próximo sábado, lo que hará que Quintabani recomponga muy bien la defensa. Llegó el final y gracias al apretado triunfo y la combinación de resultados, ahora Millonarios es tercero, aunque el octavo tenga apenas dos puntos menos.

Para el último clásico, tanto Millonarios como Santa Fe llegaron con los mismos puntos pero el cuadro rojo ganaba la posición por diferencia de goles. Ese clásico lo ganó Santa Fe 0-1. Esta vez, en vísperas del que puede ser el último clásico del año, los dos equipos llegan en las mismas condiciones, pero ahora es el equipo azul el que gana la posición por la diferencia de goles. Que sea este un buen presagio para lo que todos queremos, una victoria azul ante el rival de todos los tiempos.

julio 20, 2008

Comienzo prometedor

Millonarios debutó en la Copa Mustang II 2008 con un muy buen triunfo ante el Medellín como visitante, dejando una muy buena impresión ante el mundo. Fue un muy buen partido de Millos, trabajado y ganado con justicia. Vimos a Millonarios mucho mejor en las entregas, más seguro y con mucha más velocidad. claro, hay cosas que corregir todavía, es apenas el primer partido, pero la primera imagen es bastante buena y esperanzadora. Milton Rodríguez debutó con gol vistiendo oficialmente la camiseta de Millonarios, y Cuadrado estuvo inmenso bajo los tres palos.

Quintabani debutó oficialmente con Millonarios enviando al campo una formación 4-5-1. Cuadrado en el arco, Miguel Rojas, Efraín, Hurtado y Casierra; Bedoya, Mera y Robayo en la contención, aunque este último con un rol de siempre acompañar en ataque cuando el equipo tenía el balón; más adelante Araujo y Estrada y Milton Rodríguez en punta. Al final del partido Cuadrado, Bedoya, Mera y Rojas terminaron amonestados.

Millonarios arrancó con toda en el primer minuto de juego y tuvo la opción con Milton en un tiro libre. Después, fue el conjunto paisa el que tomó el control del juego por un lapso de unos quince o veinte minutos en los que el equipo local arremetió con toda y Cuadrado estuvo atento y se lució en el arco. Millonarios optó por la presión al rival desde su salida defensiva con Jonathan, Milton y Araújo (de gran partido), lo que privaba al local de poder salir con tranquilidad jugando. El medio campo azul por momentos mostraba pasividad, pero cuando el equipo recuperaba la pelota salía con gran velocidad y precisión buscando ataques explosivos. El equipo rojo llegó más, sobre todo con centros al área, pero Millonarios fue el que hizo el daño a los 32 minutos, cuando Miguel Rojas metió un buen centro a Milton Rodríguez quien, habilitado, le tocó la pelota a Robayo para dejarlo mano a mano con Bobadilla, y Robayo en lugar de disparar devolvió atenciones con el delantero y le tocó la pelota. Milton recibió con el arco solo a su disposición y anotó su primer gol con la camiseta de Millonarios. Una muy buena jugada colectiva en la que se combinó la rapidez mental con la precisión. A partir de ahí para Millonarios fue más fácil, porque jugó con el desespero del Medellín, que si bien seguía centrando balones, nunca más generó riesgo en la primera parte. De hecho, Robayo estuvo a punto de convertir el segundo finalizando la etapa inicial, cuando Araujo puso un "busca piés" que se pasó por el área chica y que el volante no pudo alcanzar a tocar para empujarla con el portero vencido.

Para el segundo tiempo Millonarios optó por retrasarse un poco, esperar y contragolpear. El segundo gol parecía llegar rápido, Medellín no tenía ideas y el que llegaba con mayor riesgo era Millos. Jonathan la tuvo en un mano a mano, pero su remate se fue por encima. Milton recibió en el área e hizo una de más cuando alguien llegaba acompañando solitario. Fueron quince minutos en los que Millos tuvo todo para liquidarlo. La manera como el equipo pasaba de defensa a ataque con una gran velocidad es admirable. Después, el cansancio físico hizo su presentación y Quintabani tuvo que hacer cambios. Sacó a Rojas y metió a Érvin, quien por zona derecha movió a todos los rivales de camiseta roja. Después, sacó a Milton para darle paso a "Café" Mendoza, a quien no pudimos verlo del todo, ya que para entonces Millonarios había resignado sus aspiraciones de ataque y se dedicó a esperar. Tenemos que destacar el sacrificio de todos los jugadores, que cuando el cansanció asomó lo dejaron todo en cada jugada para rechazar o recuperar. Después entró Andrés Pérez por Jonathan Estrada para cerrar aún más espacios al local. Medellín terminó los últimos minutos con el control del partido a su favor generando jugadas de riesgo. Otra vez Cuadrado estuvo inmenso, al igual que los dos centrales que supieron aguantar la arremetida.

Fue el primer partido, Millonarios mostró muchas cosas positivas y dejó una excelente impresión ante los hinchas. Fue un equipo más rápido que el que estábamos acostumbrados a ver, con mejoras notables en las entregas de pelota y que presiona desde la salida. Dicen que "lo que bien comienza bien termina", y el comienzo de Millonarios, por lo que vimos en Medellín, es bastante prometedor. Esperemos que sea una bonita señal. Desde ya se ve venir una muy buena entrada el próximo fin de semana, cuando el equipo haga el debut en la casa ante el Cali.

mayo 18, 2008

A un paso

Bastó un gol de penal de Rodrigo Astudillo en el final del primer tiempo y una combinación de resultados para que Millonarios volviera al grupo de los ocho clasificados y quedara a un paso de la clasificación a las semifinales. Lo único que importaba y servía era ganar y así fue. Millos termina el campeonato visitando al Envigado y dependiendo, en primera instancia, de sí mismo para clasificar.

No fue un buen partido, ni para Millonarios ni para el rival. ¿Acaso importa? No, aquí la consigna era ganar, no importaba si era con baile incluido o si el equipo jugaba mal. Lo que interesa, lo que queda, son los resultados. Millonarios empezó con mucho vértigo por la misma necesidad. El equipo llegaba con claridad hasta cuando pisaba el borde del área búcara, y ahí se notó falta de creatividad para terminar los avances ofensivos. Ni el empuje de Martín y Astudillo, ni los cambios de frente de Ciciliano, ni el empuje de Jonathan parecían alcanzar para lograrlo. Bucaramanga optó en el comienzo del primer tiempo por esperar, pero después salió a atacar más, sobre todo por el sector derecho de la defensa azul, en donde Del Risco muchas veces dio ventajas hasta que en su lugar ingresó Tobar. Bucaramanga tuvo la que era hasta entonces la opción más clara del partido en una jugada que casi termina en autogol de Mosquera y que savó muy bien Blandón. Lo mejor que podía pasar era terminar el primer tiempo con ventaja en el marcador, y así, en el minuto 45 se juntaron los que saben, y luego de un gran pase de lujo de Ciciliano, Astudillo recibió en el área y fue derribado cuando trató de quedar mano a mano con el portero. Penal clarísismo que el mismo argentino se encargo de convertir en el 1-0.

El segundo tiempo mostró a Bucaramanga un poco más ambicioso llevado por la necesidad. Millonarios controló el partido a su antojo, y es aquí cuando hay que destacar la labor de Tobar, gigante por su banda, y de Zapata. Así como también hay que destacar el trabajo de los dos volantes de marca: Bedoya y Pérez, este último criticado por muchos hinchas pero que ayer corrió más y jugó bien. Millonarios bajó sus intenciones ofensivas y sobre todo por los dos cambios: Cochas por Astudillo y Carreño por Ciciliano, pero llegó dos veces con mucho riesgo. La primera una gran jugada individual de Estrada que él mismo casi convierte en gol y que fue salvada casi que milagrosamente por el golero rival, y la segunda en un cabezazo que pegó en el horizontal y que después fue invalidada por el central Albert Duarte por una supuesta falta en ataque. Bucaramanga no hizo mucho a pesar de que tuvo la pelota más tiempo. Así llegó el final del partido y el regreso del más grande al grupo de los ocho a falta de una fecha.

Lo más rescatable en el estadio ayer, sin lugar a dudas fue la gente. Se hablaba de protestas pacíficas que empezarían sobre el medio día en la sede administrativa y terminarían en el estadio, cuyo objetivo era no ingresar al estadio. Menos mal esto no pasó. Claro, si llegaron algunos a la sede de Millos con unas cartulinas, pero afortunadamente no fueron más de cien personas. Eso si, en las tribunas había más de 17 mil espectadores, que alentaron. Putearon a los enemigos del club, pero alentaron al equipo. Le cantaron a Millonarios y le cantaron a todas las mamás embajadoras en el mundo. Más de 17 mil personas que entendemos que somos hinchas de Millonarios y no de X o Y jugador o dirigente. Y todo eso se adornó en el segundo tiempo, cuando de todas las tribunas se escuchó el "Porque a Millos lo quiero lo vengo a alentar, en las buenas y en las malas mucho más".

Millonarios llegó a 24 puntos y es octavo, visita al Envigado, rival directo que también ganó pero aún no se clasifica, en el Parque Estadio el próximo domingo. Una victoria dejará al equipo embajador clasificado sin importar otros resultados. Un empate obligaría a esperar que Cúcuta y quindío no ganen, y que Nacional, Bucaramanga y Júnior no ganen por goleada. La derrota obligaría a esperar derrotas de Cúcuta, Quindió, Nacional, Bucaramanga y Júnior, y este último tendría que golear en esta eventualidad.

Para terminar, LosMillonarios.net desea a todas las mamás embajadoras lo mejor en su día.

Sigue viva la ilusión

Millonarios logró su primer triunfo del año por fuera de Bogotá y siguió con vida en el campeonato. Aunque el equipo sigue por fuera de los ocho clasificados, depende de si mismo para obtener el pase a la fase semifinal. Más allá del resultado y la gratificante victoria fuera de la capital (situación que no sucedía desde la memorable victoria en Morumbí), el equipo mostró una cara totalmente distinta a la mostrada en el clásico y pudo haberse ido con el marcador más abultado.

La confianza estaba alta incluso desde antes del pitazo inicial, cuando se supo la alineación titular. Volvió Martín como inicialista, por fin Astudillo inició como titular, volvió Robayo al medio campo sentando a Andrés Pérez, salió Rojas. No fue porque salió escrito en LosMillonarios.net, ni porque lo haya escrito fulano en un periódico o lo haya dicho sutano en la radio o TV. Era simple sentido común. Bónner Mosquera tuvo que, literalmente, regalar el clásico con enormes errores de alineación para darse cuenta de lo que ya sabíamos todos. La base del equipo ya estaba y él, por un capricho, la modificó. Hoy otra vez esa base volvió y el resultado fue el esperado. Es totalmente claro que Martín García, con sus limitaciones y lo que quieran, y Astudillo son mucho más que Briceño así jueguen enfermos. Es claro que Robayo hoy es más que Andrés Pérez, y el volante se encargó de demostrarlo: hoy fue la figura indiscutida en Manizales. Mención especial para Luis Del Risco, quien hoy ofició como lateral derecho para cumplir la norma. Estuvo unos diez o doce minutos en el campo, hizo buenos pases y dejó buena impresión. Lo reemplazó Tobar, que lejos es más que Gustavo Rojas.

Y con la nómina base en el campo y el notable cambio de mentalidad, Millonarios desde el minuto inicial se fue en búsqueda del triunfo y a los cincuenta segundos el arquero local salvó a su equipo del primero luego de un remate de Estrada. Y cuatro minutos después el mismo Jonathan centró a la cabeza de Martín que liquidó con un buen cabezazo y ahora si fue el primero. Caldas tomó el balón pero lució inofensivo y falto de ideas. Millonarios esperó y buscó atacar con la contra. Robayo fue impasable en la mitad y Astudillo y Martín tuvieron sendas llegadas para aumentar la pizarra. Caldas no llegó con mucho riesgo y cuando lo hizo la zona defensiva estuvo muy atenta. No fue fácil jugar porque el estado del campo de juego era lamentable, pero con todo y eso Millos controló el partido a su antojo.

El segundo tiempo no pudo ser mejor para Millos, apenas a los diez minutos, un buen pivoteo de Martín dejó a Astudillo con la posibilidad, el argentino remató y aunque el portero controló en primera instancia, dejó el rebote para que Ciciliano empujara el segundo y le diera aún más tranquilidad al equipo. El Caldas se fue con todo y ahí entró la figura de Blandón, que fue exigido y respondió como un grande. Si de algo estamos seguros, es que en el arco tenemos a dos grandes. Y los jugadores de ataque sintieron el cansancio físico y bajaron las revoluciones, sólo por eso fue que Millonarios no anotó más goles, más cuando el equipo local se quedó con dos jugadores menos por las justas expulsiones de Fano y Palacio. Y eso hubiera sido aún mejor para aumentar la diferencia de goles, que hoy quedó en 0.

Millonarios llegó a 21 puntos y depende de si mismo para clasificar. Ganando los dos partidos que quedan Millos está adentro sin importar otros resultados. Bucaramanga es el próximo escollo el sábado, y ya Bónner sabe cual es la nómina base para afrontarlo, sólo falta que regrese Carreño. Jugando como hoy en Manizales, Millonarios clasifica sin problemas. Jugando como el clásico, no hay mucho que hacer. Por eso, insisto, Millos depende de Millos.

PD: La victoria, por más gratificante que sea, no puede ocultar lo evidente. Una victoria no puede hacernos olvidar que el cáncer de Millonarios sigue adentro.

PD2: LosMillonarios.net rechaza tajantemente las iniciativas que en blogs, foros y páginas de comunidad se están haciendo para invitar a la gente a no asistir al estadio el sábado como protesta. Al estadio nunca hay que faltar.

octubre 11, 2007

Histórico... Para no olvidar

Quedará para siempre en la memoria de todos. Los que lo sentimos, los que lo vieron y los que con agrieras lo sintieron. Es histórico, no era una cancha cualquiera, no era un rival cualquiera, no era un partido cualquiera. Era uno de los grandes del país más grande del mundo futbolero midiéndose al más grande de este país. Era uno de los estadios más tradicionales del continente. No era una cosa cualquiera. Y Millonarios volvió a salir avante. Volvió a ganar, otra vez con garra, pero hoy con una adición inmensa de suerte. Fue el partido más difícil en años, y lo ganamos... Y cómo lo ganamos!!! Es que... definitivamente, esta es otra de las proezas que hay que contar a los nietos.

Como yo solo estoy pendiente de lo que haga Millonarios, no puedo decir a ciencia cierta con qué nómina (si titulares, suplentes o mixta) salió Sao Paulo a la cancha del Morumbí. Lo que puedo afirmar con certeza es que ese equipo es muy bueno, nos complicó la existencia durante casi 97 minutos de juego. Generó jugadas de riesgo por todas partes, complicó, pudo ganar lejos, pero perdió. Recordaremos siempre esa épica noche de Octubre 10 de 2007, en la que Millonarios saltó a la cancha con un uniforme inusual, todo azul, hasta la pantaloneta. Extraño, pero eso si, hermoso, como todo lo que tiene que ver con Millos; la noche en la que por primera vez ganamos en ese estadio mítico, tradicional, inmenso. Ante un rival inmenso, con un gol inmenso. Es que... no nos digamos mentiras, MILLONARIOS ES INMENSO!!!

¿Alguno recuerda cuantas veces llegó Sao Paulo? No creo. Yo trato de hacer el recuento. Varios cabezazos que se fueron apenas saludando uno de los verticales de Blandón, jugadas mano a mano en las que o bien el balón se fue increíblemente desviado o el golero azul gigante detuvo, jugadas de fantasía que terminaron en balones desviados. Hoy Sao Paulo fue el que controló el partido de principio a fin, tuvo el balón, el tiempo y el control; la suerte y nuestra defensa fueron nuestros escudos. Ahora bien, ¿alguno recuerda cuantas veces llegó Millonarios? Todos. Millos llegó tres veces. Un desperdicio enorme de Villagra, un contraataque que Quintero no supo (¿o no quiso?) definir y el gol. Fue un partido dificilísimo, en el que Sao Paulo mostró por qué es uno de los más grandes de ese país, el más grande del mundo; y Millonarios también mostró por qué es el más grande de este país.

Si alguno tiene memoria del evento sucedido cuando faltaban 10 minutos para el final, cuando más exasperante era el ataque rival, y cuando más metidos estábamos en nuestro campo sin poder lograr alguna jugada de riesgo (todos los balones largos terminaban en los pies de un rival, y cuando Millos lograba llegar al área contraria a los nuestros les daba miedo patear) seguro suelta una sonrisa. Fue el cambio: sale Alex Díaz, entra Luis Zapata. No miento cuando expreso que la reacción de todos no fue la mejor, nadie confiaba en él. Y obviamente nadie confiaba ni esperaba siquiera lo que íba a pasar apenas 4 minutos después.

Millos en ataque no fue el mismo de juegos anteriores. Villagra parecía un fan que va a un concierto y paga boleta de "gramilla". A Ciciliano las cosas no le salían, no había salida y la pelota se perdía muy fácil. Pero en una jugada de otro nivel, el calvo se inventó un pase magistral para dejar al recién ingresado Zapata en una carrera veloz contra el rival, el tiempo y el destino. Y el negro logró llegar al área brasilera y sacar una definición, curiosamente, al mejor estilo brasilero, sobre la derecha del portero y ceñido, muy ceñido al palo; fue el gol, que desató el descontrol en toda Bogotá y sirvió para consolidar una victoria histórica. Después fue solo aguantar un embate agresivo de Sao Paulo los últimos minutos, hasta ver al central levantar sus manos señalando al final.

Es difícil describir en estos momentos lo que se siente luego de un triunfo así. Es una especie de shock, un letargo. Ganar allá y con gol de Zapata... ¿Alguien lo imaginaba? No creo. Después sólo vino celebración, risas, alegría. Recordar cada instante de este histórico partido, recordar a los que echaron la sal toda la semana. Imaginar al mierdolaga promedio viendo la novela del canal del patrón y "canaleando" a ratos, cambiando el canal a FOX Sports ante el desespero y las ganas de saber cómo le iba a papá en Brasil. Imaginar después la rabia que están sintiendo ahora al ver el resultado. Y mejor aún, escuchar las delcaraciones de Vanemerak en la radio hablando del triunfo. Le decían que Millonarios es Colombia en la copa y el sólo respondía "no para todos, acá todos sabemos quienes no quieren que ganemos". Eso sumado a la variedad de comentarios que decía. Le preguntaron por el uniforme y sólo respondía "es que de por si mi alma es azul". Era lo que necesitábamos, un técnico que entendiera y sintiera lo que realmente significa este equipo para mi, para la hinchada que nunca abandona -no los que ahora están borrachos y se suben al bus-, para la ciudad, para el país.

Pase lo que pase en la copa, la noche del 10 de Octubre de 2007 quedará en nuestra memoria por siempre, para siempre. Ahora solo sirve darle gracias a Dios, a la memoria de mis padres, a todo Millonarios y a los que como yo nunca abandonamos ni abandonaremos por la alegría tan inmensa que hemos vivido. Y gracias a los jugadores que hoy lo dejaron todo. A Blandón y chalo Martínez porque se comieron la cancha, a Zapata por el gol que ni él ni la hinchada olvidará jamás. A Ciciliano y su pase mágico, A Jonathan y sus jugadas. A todos...

Saludos,

septiembre 10, 2007

Tres puntos valiosos y dos clásicos venideros

Bastó un penal convertido por Villagra para que Millonarios volviera a ganar en casa luego de aproximadamente un mes. De un partido que por ratos estuvo aburrido porque Millonarios jugó a media máquina (entendible, ya estábamos ganando y no había que arriesgar en lo físico) y porque el rival vino a perder, se encerró atrás y ni después del gol en contra arriesgó, todo fue más fácil.

Quizá el resumen del partido se reduce a la actitud de Marcelo Tejera, el uruguayo. Criticado por muchos porque no se le ve correr, pero quien tiene un nivel futbolístico enorme. El partido fue tal como su juego: Lento, camninando, sin correr mucho, pero cada vez que tuvo el balón llevó peligro al área rival. Metió muy buenos pases, que por fortuna del rival terminaban en jugadas de gol despilfarradas. Ervin se comió literalmente dos opciones claritas y Villagra otra más, eso sin contar cuando se ganaba la raya y en el último esfuerzo, el del pase al área, se dilapidaba la opción. Mención especial merece Jonathan Estrada, quien ha levantado enormemente su nivel y fue jugador clave tanto hoy como el miércoles anterior.

Sobre la asistencia, algo concreto: Millonarios jugó hoy con Pereira, recibe el jueves a la ralea de mierda y el día domingo jugará el clásico con Santa Fe. Para el hincha promedio esa seguidilla de partidos es un dolor en el bolsillo y por eso algunos tienen que "escoger el partido". A eso hay que sumarle que la selección colombia juega este miércoles con Paraguay (no me gusta ni cinco la selección ni la sigo, pero se que muchos hinchas si querrán asistir). En total unos 10000 espectadores para ver lo que por momentos pareció un entrenamiento. Se logró salir de la cola de la tabla y posicionarnos a 5 puntos del octavo. Y la carrera sigue, porque para entrar ahora hay que ganar 7 de 10 partidos pendientes.

Y como desde ya se vislumbran comentarios malintencionados de la prensa porque el equipo no goleó al Pereira débil de hoy (es de imaginar los comentarios en los que critican al equipo y salen con que jugó muy mal), es bueno aclarar que era mejor haber jugado hoy a media máquina para llegar mejor físicamente al duro encuentro del día jueves. Se esperaba un partido así, por lo menos yo lo esperaba así. Obviamente, con mejor definición, pero vuelvo a lo mismo, prefiero ver uno solo hoy y el resto el jueves y domingo.

Superado este partido, ahora sí hay que pensar en el súper clásico del jueves, en el que a pesar de la ventaja hay que salir con la mentalidad de vencer o morir, máxime tratándose de ese rival y el hecho de ser una copa internacional. Ojalá volvamos a ver al Millos gallardo del miércoles anterior, y ojalá podamos vivir una alegría más en nuestros corazones.

Saludos,

agosto 24, 2007

De cómo dejar a los criticones sin palabras...

Cómo no recordarlo... Agosto 2 de 2007, Estadio El Campín - Bogotá, Colombia: Millonarios pierde 0-1 ante Coronel Bolognesi haciendo un papelón futbolístico notable en el debut del más ganador de los clubes colombianos en la Copa Nissan Sudamericana. Empezaron a llover críticas de todas partes. Los periodistas viperinos de siempre, los periodistas que quieren parecerse a ellos hablando por hablar buscando audiencia, los hinchas de otros equipos e inclusive alguno que otro amargo que dice ser hincha de Millonarios pero no va al estadio y en cambio siempre quiere que al equipo no le vaya bien para sacar a relucir su "slogan" preferido en tertulias futboleras: "se los dije" -que a decir verdad es la mentalidad del clásico seguidor mierdolaga-. Hoy todo el día no hacían más que frotarse las manos con ansias, claro, hoy todos ellos esperaban y/o estaban plenamente convencidos de que el equipo peruano nos iba a eliminar.

Pasaron 85 minutos de un partido muy malo, en el que Bolognesi mostró otra vez lo limitado que es, y en el que Millonarios, tal como hace 3 semanas, a pesar de ser amo y señor del partido buscó pero por ratos le hizo falta más presencia ofensiva y definición (un mal que hace rato nos aqueja). Vino un pelotazo, Villagra pivoteó y apareció Ciciliano para de golpe de cabeza eludir al portero y definir lo que significó la victoria azul en Perú y el empate en el global. Otra vez Ciciliano, el mismo que hoy es el goleador del equipo en el semestre, el mismo que levanta el nivel del equipo porque de por si él anda en un muy buen nivel, el mismo que salió injustamente puteado por los Comandos una noche fría de domingo por fallar un penal (que puede fallarlo cualquiera) hace 3 semanas, el mismo que es criticado por muchos obtusos que no ven más allá. A Ciciliano le bastaron pocos minutos en la cancha para convertirse en la figura del partido.

Y luego, los penales. Cuadrado adivinó los dos primeros, se tiró al mismo sector y faltó un dedo para atajar, se veía venir. En Millonarios Ciciliano y Bedoya convirtieron. Vino el tercero de los peruanos: gol. Vino Gonzalo Martínez, quien hoy jugó bien como central. Muchos, hasta el relator de Fox Sports, pensaron que fallaría, pero el negro cobró bien. Llegó el cuarto para los peruanos y esta vez Cuadrado atajó. Vendrían después Villagra y Quintero para anotar y darle al embajador la clasificación.

Y varias cosas quedan de esta victoria sufrida: Por primera vez desde que Lasarte asumió nuestro arco terminó en cero (para el partido con Cartagena Lasarte llevaba tres días en Bogotá, no aplica). Se ganó más solidez defensiva con los tres recuperadores. Fadeuille, sin hacerse notar, se jugó un gran partido como cabeza de área. Hubo malas entregas, si, pero en una cantidad muchísimo menor que en los partidos anteriores. Hay jugadores que vienen levantando (el ya mencionado "Cicinho", Jonathan, el mismo Fadeuille, Bedoya, Quintero), y hoy Gonzalo Martínez como central jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones como lateral. Aparte, es una victoria por goleada en lo sicológico para el plantel y para la hinchada.

Ahora somos otros los que celebramos y nos frotamos las manos, pero de alegría. Ahora esos que tanto hablaron y tanto criticaron, esos que tanto deseaban que Millonarios fuera eliminado, hoy están sumidos entre la bronca y el llanto. Ahora esos periodistas viperinos y envidiosos seguro van a empezar desde sus teclados y micrófonos a darle palo a Millonarios sea como sea. Y ahora esos petardos que dicen ser hinchas pero no van, esos que sólo andan hablando mal del propio equipo y deseando que nos vaya mal para poder decir "se los dije", esos que parecen mierdolagas hoy sólo tienen una frase para argumentar, la típica frasecita barata que utilizan para intentar disimular su rabia y no parecer más amargos de lo que son: "me callaron la boca". Por eso es que es tan lindo que Millonarios cuando gana no solo nos hace muy felices, también deja calladitos a unos cuantos mediocres y eso, amigos, no tiene precio. Ahora, a seguir levantando en Armenia este domingo, a las 5:20 de la tarde y con transmisión por TV.

Saludos!

julio 23, 2007

Fue el debut que se esperaba

Después de las vacaciones obligadas llenas de partidos de Copa América y mundial Sub-20. Era la hora del regreso a lo que de verdad importa: ver a Millonarios. Seamos sinceros, un fin de semana sin Millonarios es lo más aburrido del mundo. Eso si, no sin antes presenciar un novelón impresionante que empezó hace aproximadamente dos semanas, cuando el entonces técnico Juan Carlos Osorio literalmente abandonó el barco para asumir la dirección técnica del Chigago Fire de los Estados Unidos. Empezó entonces el escepticismo en algunos, el pesimismo en otros cuantos... y se empezó a hablar entre los medios de una crisis, algo que si se medita bien es típico cada vez que en Millonarios pasa algo, buscando rating, obviamente sustentados en que hablar de Millos, para bien o para mal, es lo que vende en el periodismo deportivo.

Llegó un técnico uruguayo: Martín Lasarte, de quien se conoce fue campeón con Nacional (el grande, el de Uruguay), pero del que muy pocos tenían referencias. Con pocos días de trabajo, sin conocer realmente al plantel y teniendo en cuenta que era el primer partido del campeonato; el partido de ayer con el Real Cartagena que ganó Millonarios 1-0 sin ser un buen partido no se podía pensar que fuese diferente a lo que fue.

Obviamente, Millonarios mostró altas y bajas, entendibles por ser el primer partido, aún así se las arregló para vencer al cuadro costeño que jugó bien, no se encerró, proupuso cuando pudo y dejó una buena imagen. El único gol del partido lo anotó Villagra en la única buena que tuvo en todo el partido y que definió con un gran cabezazo al piso y a todo el rincón inferior del golero visitante, exsantafereño conocido por sus frecuentes errores por partido pero que ayer tuvo una tarde-noche muy buena.

Entre mis conclusiones personales, me dejó una gratísima impresión el lateral por izquierda, Alex Díaz. Me habían contado que lo hizo muy bien el pasado domingo en un amistoso ante América jugado en Popayán. Pues bien, ayer el pequeño lateral se jugó un gran partido: hizo el pase del gol, anuló los ataques cartageneros por esa zonay además hizo un par de túneles de crack. Sobre el final se diezmó, más después de que los jugadores visitantes se dedicaron a repartirle pata ventiada. Superlativa actuación de Ervin por la derecha, fue el hombre del desequilibrio en ataque, sobre todo en el primer tiempo. Ciciliano y Estrada tuvieron sus pros y contras, Telembí ingresó en la segunda parte y le dio más volúmen al equipo. Villagra no tuvo una buena tarde en general, pero hizo el gol de la victoria y eso vale más que todo. Quintero estuvo bien, excepto porque falló en la media distancia que es una de sus armas características. Palacio volvió a la titular y lo vi algo tímido, le falta más personalidad, pero sigue con buenas condiciones. La defensa en líneas generales cumplió, tal vez uno o dos desaciertos, pero que son hasta normales teniendo en cuenta que era el primer partido.

La hinchada: Un poco más de 11000 asistentes (8144 pagando)
. Hay que decirlo, los que fuimos ayer somos los de siempre, nada que hacer. Algunos se ausentaron por el clima -llovió todo el día en la capital colombiana-, otros se ausentaron porque el partido iba por televisión abierta, otros se ausentaron por ser puente, algunos otros -los resultadistas- se ausentaron por el escepticismo y los clasiqueros... precisamente por eso, por clasiqueros. Con todo y eso, Millonarios fue el equipo que convocó más asistencia en la jornada, aún por encima de su mayor rival, cuyos "hinchas" (¿será que si tienen hinchas de verdad?) pregonan que son los más fieles y aunque estaban estrenando título y toda la cosa llevaron menos gente... Así son.

Capítulo aparte merece el señor Jorge Ramírez, juez central del partido. Algunas veces en este espacio me he quejado de los arbitrajes, pero lo de este señor ya es cosa aparte. Ayer se notaba que el hombre quería como diera lugar inclinar la cancha a favor del visitante. Prueba de eso el penal increíble que infamemente no pitó a favor de Millos, las constantes, repetidas y graves faltas que cometían los visitantes ante las cuales a veces daba la venia para seguir jugando y a veces pitaba hasta de mala gana, y la expulsión al juvenil Giraldo, de quien me dieron muy buenas impresiones ayer en Occidental y que sólo duró 10 segundos, lo expulsó por una falta que si era para amarilla era mucho, pobre chino. Curiosamente en Bogotá es la única plaza del país en la que los jueces pareciera que llegan prevenidos (¿Con la prensa, con la Comisión Arbitral?) y por eso le dan pito tanto a Millos como a Santa Fe.

Millos ganó el primer partido del campeonato, un juego hasta flojo pero era lo que en lo personal esperaba... Generalmente así son los primeros partidos de la campaña.

PD: Alcancé a escuchar un pedazo de la rueda de prensa dada por Lasarte ayer. Me agradó mucho como le respondía a algunos periodistas que trataron de hacer preguntas viperinas:
- "Profesor, dio la impresión que al equipo le falta todavía, ¿qué opina?".
- "Yo soy el entrenador, no el periodista, si a vos te dio esa impresión entonces vos mismo te estás respondiendo tu pregunta..."

saludos

junio 03, 2007

Descontrol total y locura colectiva

Parece empezar a ser costumbre. Partido contra el Medellín en Bogotá es partido para el recuerdo, para contarlo a los nietos después. Ya había sucedido en las finales del campeonato pasado cuando Ciciliano heróicamente y ante la salida de los dos arqueros -Henao por lesión, Cuadrado por expulsión- se puso los guantes y el buzo y atajó un penal para salvar la victoria 1-0. Pasó después en la fase regular de este campeonato, cuando un Millonarios criticado por falta de gol clavó 5-1 a los paisas en una maravillosa noche de miércoles, y volvió a repetirse el día de hoy.

Nunca, en 23 años asistiendo al estadio, había visto una locura colectiva como la de la hinchada de Millos sobre las 5:30 pm del día de hoy. Comenzó todo con una jugada de saque de banda para el dim, entonces, el delantero visitante hizo gala de su condición de jugador de equipo paisa e hizo tiempo, Bedoya focejeó con el, hubo manoteos y al final el central expulsó a los dos jugadores. Estando ya fuera del campo el jugador rojo agredió a Bedoya y se formó una gresca descomunal entre jugadores de ambos bandos, siempre con los visitantes provocando (lamento repetirlo tanto, pero paisas al fin y al cabo). En todo ese despelote salieron expulsados otros dos jugadores, uno por bando, el azul fue Briceño, que mostró hoy porque Antonio Casale lo bautizó "el Rocky cucuteño". Pasado el incidente se levantó el tablero con el tiempo de adición: 6 minutos. Y en cada jugada, en cada llegada, en cada aproximación se escuchaba de todas las tribunas el mismo grito de "uff".

Y cuando todo parecía condenarse a un empate que mermaba las aspiraciones (Cúcuta goleó al Huila y con eso y el empate cogía la mejor opción); cuando el equipo visitante, fiel a la marrullería de la región del que es oriundo, parecía congelar el partido y llevar a los millonarios al desespero; cuando el central ya tenía el partido fuera de sus manos por su absurdo mal arbitraje; justo ahí, en el minuto 95 del global, en la última jugada del partido, apareció la cabeza de Wilman Conde para anotar el que fue el único gol del partido y el que hoy nos deja con la primera opción de clasificar.

Nunca había celebrado un gol con tanta emoción, nunca antes me abracé con tantos desconocidos -pero hermanos millonarios-. Cuando la pelota pasó la raya de gol el mal genio y la desazón producidas por el desespero y la impotencia se convirtió en una explosión de alegría brutal, en un único grito que sacudió a toda la ciudad. Todos saltando, todos abrazándose con todos, algunos -como este servidor- llorando de la felicidad. Y mejor aún, cuando después del saque del equipo rojo en media cancha el central finalizó el partido, nadie se quería retirar, todos seguimos cantando y saltando, porque esto es Millos, lo único capaz de hacerlo llorar a uno de felicidad, lo único capaz de hacer la vida más feliz, lo único capaz de producir sentimientos tan grandes en el corazón, inclusive muy por encima de cualquier mujer.

No sirve hablar del penal que desperdició Villagra y que hubiera puesto las cosas más sencillas en el primer tiempo, de nada sirve hablar de la cantidad de opciones erradas, de nada sirve hablar de los hinchas que, o bien llevados por el desespero o bien por naturaleza, empezaron a putear ante la impotencia. Lo importante, lo que cuenta, es que Millonarios respetó la casa y que a Neiva hay que ir todos a acompañar esta ilusión.

Y... paradójicamente, la gresca provocada por los jugadores rojos para quemar tiempo y desesperar a Millonarios, terminó favoreciendo al equipo embajador por ese gol... Qué cosas!!!

mayo 03, 2007

Caminando...

Caminando, despacio, fácil. Así fue la victoria de Millonarios el día de hoy ante el peor equipo que haya visto en muchos años: el colero Equidad (Difícilmente puedo pensar en algún otro equipo tan limitado jugando en El Campín en años).

Muy temprano, a los 9 minutos, llegó el único gol del partido, golazo del capitán Quintero, merecido por demás, para callarle la boca al "editor" de El Tiempo, Gabriel Meluk, quien recién en su columna del lunes le había hecho una crítica insólita y absurda.

Y como el rival no tenía nada, el partido quedó en trámite, Millos tuvo varias opciones para ampliar la ventaja, sobre todo en la primera media hora de juego, mientras que el rival se dedicó a defender la derrota (se defendían con 11, pero íban perdiendo. Esto explica por qué son los coleros y van rumbo al descenso), además de eso el rival, no teniendo suficiente con su paupérrimo nivel, se dedicó a pegar y pegar, y de nuevo el central amparó vilmente el juego sucio del visitante. Otra vez penales sin sancionar y tarjetas que no se mostraron.

El segundo tiempo siguió exáctamente igual. La Equidad no hizo nada más que defender con todos sus jugadores, y Millos, que no jugó bien como suele hacerlo y no tuvo tanto volúmen en ataque, se dedicó a aguantar teniendo el balón y dejando correr los minutos, lo que por momentos puso el partido maluco hasta su final.

La victoria nos deja a tres puntos aparentemente de la clasificación, y se viene la edición 247 del clásico capitalino, en donde los rojos llegan ardidos, con el bello recuerdo de la última edición. Ganando dejamos a los rojos con un pie afuera y en teoría nos aseguramos. Sin importar que la taquilla sea para el rojo, debemos ir como siempre, recordando siempre que contra Santa Fe siempre seremos locales.

LO MALO:

Es inevitable no haberme sentido mal con la actitud de algunos petardazos hoy. Si bien en cantidad la hinchada respondió (más de 15000 personas contra el colero, de noche y con todo lo que esto representa), en calidad muchos dejaron demasiado que desear. La actitud de los babosos en Oriental cantando el ole al equipo cuando íbamos ganando... La actitud de muchísimos en Occidental echando putazos a diestra y siniestra cuando íbamos ganando... esas no son actitudes de esta hinchada, son cosas que nunca en la vida deben pasar, ojalá no vuelvan amargos, porque hinchada es lo que más tiene Millonarios.

Y peor aún, al término del partido gente lanzando cosas a los jugadores, otros obtusos puteando desde el primer piso de Occidental a los jugadores al final del encuentro, lo que provocó putazos hacia ellos de parte de los que estábamos en el segundo piso. Pero, curiosamente, muchos de los que putearon al equipo también se enzañaron contra los del primer piso, cuánta hipocresía!!! Ojalá lo de algunos personajes funestos en la tribuna la noche de hoy no se repita nunca.

abril 29, 2007

Tres puntos perdidos, un tiempo regalado.

Hoy sólo puedo empezar escribiendo lo orgulloso que me siento, cada día que pasa, de ser hincha de Millonarios, de pertenecer a esta familia que hace 19 años no gana nada, pero que con todo y eso sigue siempre presente y acompaña siempre a todos lados. Creo que ninguna otra hinchada en el mundo acompaña como esta.

Qué caravana masiva de gente se vio por las carreteras boyacenses el día de ayer!! Desde muy temprano buses y carros particulares con gente millonaria invadieron la autopista norte hacia Tunja, sin importar si el partido iba por TV, sin importar si era sábado, sin importar nada. Ayer escuché una frase muy cierta "el que no viaja a Tunja sencillamente no existe".

Si el estadio no se llenó fue porque el Chicó no le vendió el 100% de la boleteria a Millonarios y dejó una tribuna para la parcial ajedrezada que obviamente nunca se llenó.

Del partido se puede decir que el autor intelectual de la derrota es Osorio, quien literalmente le regaló al rival los primeros 45 minutos al hacer cambios en la formación titular sin éxito. ¿Para qué sentó a Jonathan Estrada si el pasado miércoles con Ciciliano lo hicieron bien juntos? No lo entiendo. Y así, entre ese primer tiempo mediocre, llegó el gol mediocre del rival mediocre y gracias a un error mediocre. Pase gol de Ervin González a un jugador de Chicó, que sacó un remate de larga distancia, Cuadrado reaccionó muy tarde y casi que ni se estiró, fue el primer gol que Chicó le anota a Millonarios en tunja, y que a la postre generó la primera victoria de los ajedrezados sobre los embajadores en toda la historia.

Para el segundo tiempo entró Estrada, y Millonarios volvió a jugar como nos tiene acostumbrados, desde el principio el rival quedó arrinconado, y la falta de definición nos volvió a castigar. Minutos más tarde Osorio ingresó a Briceño y sacó a Ciciliano, y Millonarios quedó con 10. Si bien Ciciliano era intermitente, sobre todo en el primer tiempo, Briceño nunca jugó, nunca se vio. Los jugadores de Chicó se dedicaron a desesperar a Millonarios quemando tiempo y tirándose al suelo fingiendo lesiones, amparados por el pésimo arbitraje. Así llegó el final, tres puntos que en las cuentas eran fijos y que comprometen la clasificación a las semifinales. Y una derrota bastante dolorosa puesto que el rival nunca nos había ganado (la primera vez es la que más duele, dirían las niñas) y porque en Tunja hay que ganar siempre, porque siempre somos locales, porque ese estadio sólo se llena cuando juega Millonarios.

Viene La Equidad este miércoles, el colero, y ganarle es una obligación para seguir en carrera y disputar el clásico capitalino con Santa Fe el próximo fin de semana, con los rojos llegando ofendidos y con sed de venganza por la goleada recibida en el clásico anterior. Todavía dependemos de nosotros mismos, y ya no salimos de Bogotá. No hay disculpas.

marzo 20, 2007

Ahora sí empezó el campeonato

Ya habían pasado 5 partidos con malos resultados a pesar de haber mostrado buen nivel futbolístico. El domingo en Pasto por fin llegó la primera victoria del año, en la casa de uno de los equipos más fuertes como local del campeonato colombiano.

Esta vez, aunque los delanteros embajadores volvieron a fallar en la definición, no hubo que extrañarlos, porque esta vez Millonarios liquidó el partido desde temprano y a diferencia de los partidos anteriores supo mantener el arco en ceros, otro de los pecados graves que costaron puntos en las pasadas salidas millonarias.

Un gol merecido al minuto de juego de Gerardo Bedoya (el mismo que ahora como volante de recuperación juega mucho mejor pero que increíblemente es puteado por los comandos) fue suficiente para acabar con un largo invicto que traía el equipo del volcán en casa y significó finalmente poder saborear de un triunfo en el presente año.

Analicemos los factores positivos y negativos de la victoria del domingo.

Lo positivo:

1. Por sobre todo, la victoria:
Se ganó después de varios intentos fallidos jugando muy bien pero fallando en la puntada final, lo que supone un envión anímico importante para seguir subiendo posiciones en la tabla.
2. El rival: Aunque diezmado por su infame presentación en Copa Libertadores, es un excelente local, los demás equipos denominados grandes del país se van de San Juan de Pasto satisfechos si alcanzan un empate. Ganar en una plaza difícil también es un gran aliciente.
3. La defensa: Desde la primera fecha, cuando empatamos con Cartagena sin goles, Millonarios no sabía lo que era dejar el arco en ceros. Esto prueba que día a día se solidifica más el cuadro defensivo de los embajadores.
4. El arbitraje: Desde siempre los hinchas azules entramos prevenidos a un partido de Millonarios cuando el central es Oscar Julián Ruiz, caracterizado por darnos pito sin control. Esta vez el "llanero" pitó muy bien, no hubo quejas de mal arbitraje, esta vez no inventó penales infames ni llenó de tarjetas -fiel a su estilo- a los jugadores embajadores.
5. El esquema: El técnico Osorio desde comienzos de año manifestó su interés en jugar con tres en el fondo, el domingo por fin la táctica le funcionó a la perfección, combinado a su vez con los cambios, esta vez muy productivos.

Lo Negativo:

1. La Delantera: El domingo se ganó, con un gol de pelota parada, pero esto no puede ocultar que seguimos con un déficit de definición que ya preocupa. Aunque en mi opinión Villagra es más que Briceño y no va a tardar en romperla, sí resulta preocupante viendo las imágenes de las opciones despilfarradas. Los delanteros azules tienen la pólvora mojada y ojalá dure muy poco esta situación.

Con la victoria Millonarios alcanza 6 puntos en la tabla, con un partido pendiente por jugar que de ganarse acercará al equipo a los 8 clasificados. Debemos ganarle al Medellín como sea en la noche del miércoles e ir a buscar una victoria en Pereira, a manera de recuperar los puntos perdidos en casa con Cúcuta y Quindío.

¡¡Todos al estadio el miércoles, a acompañar al más grande, como es costumbre!!!