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julio 27, 2008

El que no los hace...

*También en http://www.losmillonarios.net/Noticias/Partidos/millos2-cali3_20080726.html

Millonarios lo tuvo todo para destrozar al Deportivo Cali en el estadio El Campín. Lamentablemente, el equipo falló demasiado en la definición y tuvo enormes desatenciones defensivas que transformaron lo que parecía una victoria segura en una increíble derrota en el debut en Bogotá de Quintabani y su combo. La gente respondió en una gran cantidad y el equipo dejó una buena impresión, más allá de la derrota. Aunque también es cierto que las buenas presentaciones no son las que clasifican sino los puntos.

Ver el video del partido con declaraciones a LosMillonarios.net

33 mil personas llenaron las tribunas de El Campín en el regreso a casa después de aproximadamente tres meses. La victoria ante el Medellín de la primera fecha fue un muy buen aliciente para que gente que se había ausentado del estadio regresara a vivir la fiesta del fútbol y de Millonarios. El recibimiento al equipo estuvo a la altura. La gente volvió bastante ilusionada y en general, en la opinión de este servidor, el equipo no defraudó. Los comandos recibieron a Quintabani con un muy buen grito de batalla que muchos hinchas de otras tribunas siguieron: "Quintabani, Quintabani, bienvenido a Bogotá, el comando solo quiere la catorce en navidad". Y muy temprano, a los siete minutos, Leonardo Castro, el juvenil, cabeceó un tiro libre de costado y puso a delirar a todo el estadio: 1-0. El primer tiempo fue algo cerrado, Millonarios, con la ventaja, tomó el balón e intentó acercarse para aumentar la ventaja. El cali se dedicaba a aguantar la arremetida azul con lo que tenía. Era el Cali más malo que visitaba El Campín en años. Robayo tuvo una opción clarísima luego de un rebote que encontró solitario y con el arco casi que a su completa disposición pero le pegó con tantas ganas que el remate se fue desviado. Sobre el final del primer tiempo la tuvo Jonathan luego de un rebote que dio el portero visitante pero también se fue por fuera. Era bastante destacable el trabajo de Millonarios, sobre todo por la zona derecha en donde muy bien se juntaban Rojas y Araujo. Castro se mataba en todos los balones como pivote ante los centrales rivales y Milton en lo suyo, enloquecía la zaga caleña. El Cali solo tuvo dos aproximaciones en la primera parte, la primera un intento de pase de la muerte que conjuró muy bien Cuadrado, y la segunda un pase al vacío que Hurtado impidió que terminara en un mano a mano letal. Millonarios terminó la primera parte ganando tranquila y justamente ante un rival que se veía bastante inferior.

Para el segundo tiempo todo comenzó igual. Millonarios se fue con todo, Araujo lució aún más inspirado y el equipo tuvo al menos tres llegadas claras que se perdieron: Araujo entró al área, pateó y el golero atajó y en el rebote se confundieron Araujo y Bedoya. Jonathan recibió un buen centro y trató de hacer una tijera, pero se fue desviado. Castro y Milton la tuvieron, el primero entrando al área y el segundo en la pelota parada, pero tampoco entró. El segundo gol se veía venir y ya lo palpitábamos todos. ¿Y el Cali? Nada. El Cali parecía muerto y resignado, jugando a no perder por más goles de diferencia. De repente y en una jugada de otro partido, Armando "la perra" Carrillo tomó el balón y se metió al área hasta que Mera, más lento que el delantero, lo derribó: penal. cobró Valdés y fue el empate. Y apenas dos minutos después, llegó un centro de Domínguez al corazón del área. Otra vez Mera falló en la referencia y Sergio Herrera cabeceó ante la complicidad de Cuadrado para darle vuelta en solo dos minutos a un partido que se veía fácil.

La historia cambió por completo desde ahí. El cali que parecía muerto y limitado se las ingenió para pasar ahora el ganador del partido y pasó a defenderse. Millonarios perdió la dinámica de los primeros sesenta minutos de partido y recurrió al pelotazo. El segundo gol del cali significó un golpe anímico para los azules que, llevados por el desespero, le imprimieron más ganas que fútbol a sus ataques, y con todo y eso el equipo se siguió acercando con todo a la portería caleña. Poco a poco el arquero rival se fue consolidando como la figura del compromiso. Millonarios lo tuvo para empatar, sobre todo con la pelota quieta, pero no era la noche y apareció el cansancio físico. El juez central, Natanael Quiroz, permitió que el Cali le quemara el tiempo que quiso. Y si Mera ya había tenido una presentación desafortunada, en el minuto 80 terminó de pasar el mal rato. Un pelotazo que todos pensamos que ganaba en el juego aéreo contra Carrillo lo perdió, y el delantero en velocidad entró al área y lo derribó Hurtado, otra vez penal, esta vez cobró Domínguez y el Cali pasó a ganar 3-1. Quedaban diez minutos y ya la diferencia era muy larga. Qué falta hizo hoy Efraín Cortéz.

Millonarios siguió atacando. Jonathan disparó al palo y en el rebote de una manera ortodoxa el portero logró conjurar lo que parecía gol seguro. Rojas recibió en el área y disparó desviado pudiendo hacer un pase de la muerte. Milton lo tuvo en un tiro libre que muy bien arajó Ramírez. No era la noche. Después, el juez central, tal vez queriendo compensar por los dos penales cobrados en contra, expulsó a Benalcazar por demorar el cobro de un tiro libre y después de solo adicionar cuatro minutos cuando dio la impresión que fueron muy pocos para lo que quemó el visitante, pitó un penal por una supuesta mano de un defensor caleño: Milton cobró y sentenció el 2-3 final.

La gente se fue tranquila porque reconoció la entrega del equipo y los muy buenos momentos de juego colectivo. Quedó la impresión de que Mera y Hurtado no son la mejor pareja de centrales y que la exclusión de Efraín Cortéz de la alineación hizo pagar el precio. Millonarios no mereció perder pero esa es la vida y el fútbol. Millos tuvo casi una docena de opciones claras, pero el balón no entró. Y el rival, un equipo que durante 60 minutos lucía inferior terminó llevándose los tres puntos gracias, en gran parte, a un portero que empezó nervioso y terminó inspirado y un delantero que a punta de velocidad hizo daño en la defensa Millonaria. Otra vez el Cali, tal como sucedió el año anterior también en una noche sabatina. Ahora vienen dos duelos seguidos con Equidad como "visitantes". El primero el miércoles por Copa Colombia y el segundo el próximo fin de semana en cumplimiento de la tercera fecha del campeonato.

julio 20, 2008

Comienzo prometedor

Millonarios debutó en la Copa Mustang II 2008 con un muy buen triunfo ante el Medellín como visitante, dejando una muy buena impresión ante el mundo. Fue un muy buen partido de Millos, trabajado y ganado con justicia. Vimos a Millonarios mucho mejor en las entregas, más seguro y con mucha más velocidad. claro, hay cosas que corregir todavía, es apenas el primer partido, pero la primera imagen es bastante buena y esperanzadora. Milton Rodríguez debutó con gol vistiendo oficialmente la camiseta de Millonarios, y Cuadrado estuvo inmenso bajo los tres palos.

Quintabani debutó oficialmente con Millonarios enviando al campo una formación 4-5-1. Cuadrado en el arco, Miguel Rojas, Efraín, Hurtado y Casierra; Bedoya, Mera y Robayo en la contención, aunque este último con un rol de siempre acompañar en ataque cuando el equipo tenía el balón; más adelante Araujo y Estrada y Milton Rodríguez en punta. Al final del partido Cuadrado, Bedoya, Mera y Rojas terminaron amonestados.

Millonarios arrancó con toda en el primer minuto de juego y tuvo la opción con Milton en un tiro libre. Después, fue el conjunto paisa el que tomó el control del juego por un lapso de unos quince o veinte minutos en los que el equipo local arremetió con toda y Cuadrado estuvo atento y se lució en el arco. Millonarios optó por la presión al rival desde su salida defensiva con Jonathan, Milton y Araújo (de gran partido), lo que privaba al local de poder salir con tranquilidad jugando. El medio campo azul por momentos mostraba pasividad, pero cuando el equipo recuperaba la pelota salía con gran velocidad y precisión buscando ataques explosivos. El equipo rojo llegó más, sobre todo con centros al área, pero Millonarios fue el que hizo el daño a los 32 minutos, cuando Miguel Rojas metió un buen centro a Milton Rodríguez quien, habilitado, le tocó la pelota a Robayo para dejarlo mano a mano con Bobadilla, y Robayo en lugar de disparar devolvió atenciones con el delantero y le tocó la pelota. Milton recibió con el arco solo a su disposición y anotó su primer gol con la camiseta de Millonarios. Una muy buena jugada colectiva en la que se combinó la rapidez mental con la precisión. A partir de ahí para Millonarios fue más fácil, porque jugó con el desespero del Medellín, que si bien seguía centrando balones, nunca más generó riesgo en la primera parte. De hecho, Robayo estuvo a punto de convertir el segundo finalizando la etapa inicial, cuando Araujo puso un "busca piés" que se pasó por el área chica y que el volante no pudo alcanzar a tocar para empujarla con el portero vencido.

Para el segundo tiempo Millonarios optó por retrasarse un poco, esperar y contragolpear. El segundo gol parecía llegar rápido, Medellín no tenía ideas y el que llegaba con mayor riesgo era Millos. Jonathan la tuvo en un mano a mano, pero su remate se fue por encima. Milton recibió en el área e hizo una de más cuando alguien llegaba acompañando solitario. Fueron quince minutos en los que Millos tuvo todo para liquidarlo. La manera como el equipo pasaba de defensa a ataque con una gran velocidad es admirable. Después, el cansancio físico hizo su presentación y Quintabani tuvo que hacer cambios. Sacó a Rojas y metió a Érvin, quien por zona derecha movió a todos los rivales de camiseta roja. Después, sacó a Milton para darle paso a "Café" Mendoza, a quien no pudimos verlo del todo, ya que para entonces Millonarios había resignado sus aspiraciones de ataque y se dedicó a esperar. Tenemos que destacar el sacrificio de todos los jugadores, que cuando el cansanció asomó lo dejaron todo en cada jugada para rechazar o recuperar. Después entró Andrés Pérez por Jonathan Estrada para cerrar aún más espacios al local. Medellín terminó los últimos minutos con el control del partido a su favor generando jugadas de riesgo. Otra vez Cuadrado estuvo inmenso, al igual que los dos centrales que supieron aguantar la arremetida.

Fue el primer partido, Millonarios mostró muchas cosas positivas y dejó una excelente impresión ante los hinchas. Fue un equipo más rápido que el que estábamos acostumbrados a ver, con mejoras notables en las entregas de pelota y que presiona desde la salida. Dicen que "lo que bien comienza bien termina", y el comienzo de Millonarios, por lo que vimos en Medellín, es bastante prometedor. Esperemos que sea una bonita señal. Desde ya se ve venir una muy buena entrada el próximo fin de semana, cuando el equipo haga el debut en la casa ante el Cali.

abril 06, 2008

Tarde negra en Pasto

Millonarios salió parcialmente de los ocho clasificados luego de caer en una tarde atípica en la ciudad de Pasto ante el equipo de esa ciudad. Más allá de haber perdido los tres puntos, Millonarios perdió también a sus dos defensores centrales y tuvo que jugar gran parte del segundo tiempo con una defensa bastante improvisada y le anularon un gol. Más allá de los infortunios, Millonarios jugó el peor partido de todo el 2008, una combinación de factores negativos impresionante. Ahora hay que vencer o morir en estas 6 jornadas que quedan.

Vanemerak optó por jugar con dos delanteros y sacrificó a Jonathan, quien fue al banco. El primer tiempo fue de parte y parte. Tanto Milton Patiño, arquero local cuya historia -ya conocida por todos nosotros- indica que siempre fue un arquero del montón que cuando jugó contra Millonarios mágicamente crecía su nivel exponencialmente y era siempre figura del rival, como Cuadrado fueron los dos jugadores superlativos de la cancha. Sobre la primera media hora de juego en una llegada por zona izquierda el Pasto anotó el primer gol de la tarde por intermedio de Alonso. Millonarios buscó la reacción y llegó, pero el volumen ofensivo no era el mismo de partidos anteriores y Martín García volvió a brillar por su mal nivel, cosa que no sucedía desde el partido con Quindío. Pasto siguió acercándose, y Cuadrado volvió a demostrar que anda en un muy buen nivel para beneficio millonario.

Para el segundo tiempo Millonarios intentó tener más el control y se apropió del balón. La entrada de Estrada por Tobar dio más dinamismo al ataque. Minutos después hizo su aparición Astudillo, quien había debutado en Copa Colombia diez días atrás ante Centauros, por Martín García. Vino entonces la tarjeta roja para Mosquera, primera amarilla por reclamar y la segunda por una mano. Y los males seguían: Llegada de Millonarios, remate de Astudillo y pelota al fondo: Gol. Era el primero de Astudillo con Millonarios, hasta que la combinación central - línea anuló la jugada. Y los males seguían, después el expulsado sería Asprilla. Millonarios quedó sin centrales y los tres cambios ya estaban hechos (Zapata ingresó por Díaz). Con esto, Vanemerak tuvo que improvisar una defensa de tres hombres con Robayo, Bedoya y Zapata. Y con todo y los dos hombres de menos, Millonarios encerró al Pasto en los últimos quince minutos del partido y tuvo opciones y garra como para empatarlo. El arquero local fue la figura del compromiso ya que entre él y la falta de suerte en la definición de los nuestros el rival se quedó con el arco en ceros.

Sobre el final del partido en un contragolpe, Martínez sentenció el juego, y un minuto después Patiño, el arquero pastuso se fue expulsado por pérdida deliberada de tiempo (con el juego liquidado y el tiempo cumplido esa expulsión me pareció más a una actitud del central queriendo compensar que a cualquier otra cosa, y de ser así ya no servía de nada). Lamentablemente la combinación de resultados de la jornada dejó a Millos noveno en un torneo caracterizado por equipos parejos. El siguiente rival es el Chicó, que viene de golear 7-2 al Tolima y es rival directo en la lucha por la clasificación.

abril 03, 2008

1, 2, 3... Ciciliano otra vez

Noche majestuosa, noche excelente. Millonarios no se dejó doblegar por el baldado de agua fría que representó recibir un gol a los veinte segundos de juego y terminó superando ampliamente en El Campín a un América de Cali que complicó y lució durísimo en el primer tiempo, pero que terminó caído física y anímicamente en el segundo tiempo ante casi 40 mil espectadores. Ricardo Ciciliano anotó los tres goles de los azules. Justo y merecido.

Desde la espectacular salida con humo, papel y rollos en todas las tribunas se presagiaba que la del miércoles 2 de abril sería una noche distinta. Ya atrás había quedado el guayabo de los previos empates con sabor a derrota ante los dos rivales más significativos de la hinchada. América, catalogado por algunos como "equipo grande" (no comparto) y equipo con que los hinchas azules de 30 años hacia arriba tienen una rivalidad aparte, era el siguiente rival, y los cuatro puntos perdidos en las últimas confrontaciones, sumados a los puntos dejados en el camino en las fechas anteriores, obligaban a los Millonarios a sacar la victoria como fuera para no salir de los ocho clasificados. Para este encuentro, Vanemerak optó por dejar a Cochas en la banca por la norma del juvenil, y Alex Díaz regresó a la alineación titular para jugar el que fuera el mejor partido del año de él. El comienzo no era alentador: América sacó en media cancha y en veinte segundos anotó el primer gol del partido por intermedio de Ramos. Algunos ni siquiera se habían alcanzado a acomodar y Millos perdía 0-1. Afortunadamente, la reacción embajadora no se hizo esperar y la ventaja visitante solamente duró cuatro minutos. En el minuto 5 Jonathan puso un pase al vacío, los defensas visitantes intentaron dar el paso al frente y causar la trampa del fuera de juego, pero fueron lentos, y Carreño y Ciciliano aparecieron totalmente habilitados en el área. El argentino remató, el golero salvó y Ciciliano, quien lucía la cinta de capitán, aprovechó el rebote para sentenciar el empate. Esa fue, en el fondo, la clave del partido. Lo mejor que pudo pasar fue haber empatado rápido, no hubo tiempo para la desesperación.

Y después del empate Millonarios se fue con todo, y entre Ciciliano, Díaz, Estrada y Carreño, los embajadores poco a poco fueron inclinando la cancha a su favor. Fue así como llegó el segundo de la noche: jugada por izquierda, pase profundo a Díaz que amagó y metió un excelente Centro, Carreño recibió y con el pecho le dejó el balón a ciciliano quien remató perfecto desde fuera del área para batir por segunda vez al portero americano, corrían 16 minutos y Millonarios ya había dado vuelta al marcador con total merecimiento. Para entonces Millonarios seguía arremetiendo. Carreño, a pesar de estar pasado de revoluciones y ganarse una tarjeta amarilla por ello, tenía desconcertados a todos los defensas de camisa roja. ciciliano siguió haciendo los cambios de frente perfectos y Estrada y Díaz se juntaban para generar mucho peligro. Hasta que llegó el minuto 24, cuando en una jugada de otro partido Efraín cortéz y Luis Tejada, el panameño, salieron expulsados. Y ese momento fue negativo para Millonarios. América se fue con todo y Cuadrado se convirtió en figura al salvar tres pelotas clarísimas de gol que tuvo la visita. América se juntó mucho por zona derecha -izquierda azul- en donde con mucho toque lograron desesperar por momentos a la zaga embajadora. Fue ahí cuando Vanemerak hizo su primer cambio: envió a Asprilla y sacrificó a Díaz, ovacionado por la gente. Con el cambio el ataque ofensivo de la visita disminuyó, aunque el equipo rojo siguió metiendo a Millonarios en su terreno, y el equipo azul así mismo perdió en profundidad.

Para el segundo tiempo la propuesta de Millonarios en el arranque fue controlar el partido pero con la pelota. Ya los errores cometidos el pasado sábado en Medellín que costaron la victoria sobre el final estaban más que aprendidos. Y Millonarios, a punta de toque y cambios de frente, fue quemando físicamente al rival. América por momentos tenía la pelota, pero era inofensivo, como un niño recién nacido. Andrés Pérez se convirtió en hombre importante en la mitad de la cancha quitando balones, pero fallaba después al momento de poder generar contragolpes letales que fallaban. Fue el momento en el que Vanemerak hizo uso de su segundo cambio: Envió a Cochas y sacó a Estrada, quien un minuto antes de su salida había generado por izquierda una clara opción de gol. Aun con el rival teniendo el balón, en la tribuna había tranquilidad, ya que si América llegó con peligro una vez al arco azul fue mucho. Faltaba un cambio, y estaba más que cantado: Carreño ya estaba fundido fisicamente y en su lugar ingresó Martín, regresando después de la lesión que sufrió ante Santa Fe. Y Martín fue la pieza fundamental para sepultar al equipo de cali cuando quedaban ocho minutos: Saque largo de Cuadrado, carrera de Martín por izquierda, pase a cochas, quien a su vez habilitó a Ciciliano que con fuerte remate derrumbó a cuanta camiseta roja estaba en el estadio: 3-1, tres de Ciciliano, el capitán de este barco azul que navegó a su antojo por El Campín esta noche.

Lo que vino después fue el pase, el toque, el grito de "ole" de los más de 30 mil hinchas azules en las gradas una y otra vez, el deleite, los cantos, las sonrisas. Y mientras los azules le daban un concierto de pases y un curso intensivo de paternidad al rival, los rojos lucían apagados y contando los segundos para que Albert Duarte finalizara el partido. Inclusive, Martín tuvo el cuarto luego de partir habilitado en un pase al vacío y tener al frente solamente al golero Berbia. Lamentablemente, su definición estuvo lejos de ser buena y el balón se fue lejos del arco. Terminó el partido y al mismo tiempo se sintió la ovación generalizada para con todos los miembros del equipo, que dejaron claro que aprendieron de los errores de los dos partidos anteriores, que ganaron con total justicia y que demostraron que Millonarios está para pelear grandes cosas. Con la victoria, Millonarios ascendió al sexto lugar de la tabla y visitará el próximo domingo al Pasto a las 3:30 PM.

Algunos creen que lo tienen todo asegurado y se sienten grandes por ganar una copa amistosa de pretemporada que no quita ni pone. Los partidos que valen, los de la verdadera estadística, son los partidos oficiales. Por eso es que Millos es el papá y los demás son todos sus hijos.

Faltaron 120 segundos para el 100

Faltaron dos minutos, sólo 120 segundos, para lo que hubiera sido una justísima y merecidísima victoria en Medellín que significaba la victoria 100 de Millonarios sobre Nacional en enfrentamientos directos. Lamentablemente una desatención combinada de Cochas que perdió el balón, de la defensa que mostró pasividad y de Cuadrado, quien hasta ahí había tapado todo y en el último remate del partido se le pasó la pelota le sirvió al equipo verde para empatar y salvar los muebles. Supo a derrota, claro, porque el partido estaba ganado hasta el minuto 90. Se perdieron dos puntos más.

Algunos todavía pensamos -pensábamos, mejor-, en una combinación de optimismo con fantasía, que las autoridades de Medellín ya iban a reconsiderar su proceder esclavista y tortuoso para con la hinchada de Millonarios cuando ésta se desplaza a esa ciudad, más después de las gestiones que la gente de "Goles en Paz" hace aquí en Bogotá cuando Millos es el local y esos los visitantes. Pues bien, la falta de respeto estuvo a la orden del día de nuevo. Ya no se conforman con -literalmente- sacar a los hinchas de Millos que no están en Occidental quince, veinte o hasta treinta minutos antes de finalizar el partido. No, ahora también le añadieron al combo la "facultad" de dejar entrar a los que viajan en caravana a los veinte minutos de juego. Esto ya raya en lo absurdo y la falta de respeto no puede ser peor. Es decir, que un hincha viaja casi 25 horas, llega y paga el 100 por ciento del valor de una boleta, paga por ver un espectáculo completo, y resulta que de noventa y tantos minutos de partido sólo puede ver cincuenta. Una verguenza lo de las autoridades paisas, el sábado volvió a pasar, aún cuando había demasiada gente de Millonarios en el sitio asignado del estadio, la zona norte de la tribuna Oriental.

Lo vio la gente que estuvo en el estadio de Medellín, y lo vio el mundo entero por televisión. La "hinchada" verde, los autenticos "profanadores de la mentira", otra vez quedaron en ridículo. No jugaban un partido cualquiera, era el partido, que sabemos todos que es el que más expectativa genera en todo el país, y ellos son los que una y otra vez se llenan la boca de payasadas y no hacen más que decir que son "la mejor hinchada" y "la que siempre llena". Ellos, los que la noche del sábado en el partido más importante del país no metieron ni 15 mil personas al estadio, y eso, que el gran número de seguidores embajadores presentes fue lo que más les ayudó a que ese estadio se viera lleno -hasta que la policía los sacó, claro está-. Inclusive hasta Carlos Antonio Vélez, seguidor del equipo local por razones corporativas y más cuando juega con Millonarios por razones personales, tuvo que aceptar la verguenza de la tribuna. Lo vimos todos, la hinchada resultadista, esa que cuando no gana abandona. Por este y otros motivos ya es inocultable la verdad: Hinchada en Colombia hay una sola, la hinchada de Millos.

Ahora si, al partido. Con Millonarios diezmado por las infames sanciones que dio la Dimayor a Bedoya y Vanemerak, la lesión de Martín y la suspensión de Mosquera (Bedoya, Martín y Mosquera hacen parte claramente de la columna vertebral millonaria), el técnico embajador optó por jugársela con Asprilla en defensa y Pérez en la contención. Volvió a aparecer en escena Vanemerak Jr. en ataque y de arranque empezaron Ciciliano y Cochas, dejando a Jonathan en el banco los primeros quince minutos del partido. En esos quince minutos el central amonestó inmerecidamente a Tobar por una falta normalita y a Efraín Cortéz "por demorar tiempo", Millonarios optó por jugar tocando la pelota y no dejándosela al equipo verde, aunque claro está, el equipo llegó muy bien hasta tres cuartos de cancha y ahí faltaba profundidad. Nacional optó por la media distancia, vía por la que llegó tres veces en el primer tiempo en igual número de remates desde fuera del área que Cuadrado salvó bastante bien. Millonarios llegó dos veces de forma clara, un remate de Jonathan estrada (ingresó por Vanemerak) que pasó cerca del horizontal y un remate de media distancia que claramente salvó el arquerito de Nacional -a quien un amigo mío rebautizó "Forrest Gump"- pero que para el central fue saque de meta. Hubo una tercera jugada de riesgo luego de un pase al vacío a Carreño, pero solamente el juez de línea de Oriental vio fuera de lugar, estaba claramente habilitado el argentino.

El segundo tiempo arrancó con un cabezazo del traidor paraguayo que salvó muy bien Cuadrado, después de eso, Millonarios se paró mejor en la cancha y volvió a tener el control del partido. Hasta entonces todas las llegadas del equipo local estaban siendo ocasionadas por una falla en la mitad del campo, sobre todo en el momento de ganar los rebotes. Ciciliano, Cochas y Estrada se juntaron mejor, y en una de esas, Ciciliano puso un muy buen pase al vacío para Jonathan que definió, la pelota pegó en el cuerpo de Gump y se fue directo al arco verde lentamente, pero para dejar el drama a un lado y dejar las cosas claras, Carreño se encargó de empujar la pelota en la línea y decretar así el 1-0 para Millonarios. Fue el tercer gol de Carreño con la camiseta más gloriosa del país, y corrían 26 minutos. Y a partir de ese momento, con la ventaja, los jugadores de Nacional se descontrolaron, se puteaban unos a otros y así mismo sus "hinchas", que ni cortos ni perezosos acompañaron el canto del "ole" que hacían los azules en las tribunas. Nacional no volvió a llegar con claridad, el partido estaba controlado y nadie se imaginaba un virtual empate, Nacional estaba muerto.

Pero tal como pasó siete días atrás con Santa Fe, como pasó en Cali y como pasó en Cúcuta, bastó una imprecisión para que reviviera el muerto, y Zúñiga empató luego de una pérdida de pelota de Cochas y una desatención defensiva -tal vez, la única de todo el segundo tiempo-. Y esta vez Cuadrado no pudo atajar el remate. Algunos dijeron que Vanemerak tenía algo de culpa por no haber quemado los dos cambios que quedaban en esos minutos finales para enfriar el partido, es muy fácil criticar después de que las cosas pasan. En mi opinión, el partido estaba tan controlado que ni se me pasó por la cabeza que habían cambios. Y hablando de Zúñiga... ¿Notaron que él también estaba sancionado pero la comisión arbitral le dejó pagar la sanción en Copa Colombia el pasado miércoles? ¿Notaron que Zúñiga es el único jugador que "medio suda la camiseta" en ese equipo de muertos? Blanco es, gallina lo pone...

Obviamente este empate supo a derrota, se fueron dos puntos más y aunque el equipo se mantiene dentro de los ocho clasificados, en estos momentos debemos recordar los puntos cedidos con Medellín, con Cali, con Quindío, con Tolima, con Cúcuta, Con Santa Fe y ahora con Nacional. Puntos cedidos por Millos y las desconcentraciones y/o la falta de efectividad pero nunca por virtudes de los rivales. Puntos que de haber llegado tendrían a Millos liderando la tabla y que ahora ya tiene a algunos haciendo cuentas...

El arbitraje, aunque por instantes se mostró parcializado hacia los locales, no fue tan infame como en otras confrontaciones en Medellín, eso hay que mencionarlo "entre lo positivo". Para las cuentas, este fue el empate número 80 entre Millonarios y Nacional, Millonarios tiene 99 victorias, el equipo verde 67. La paternidad es extrema, y las cifras muy similares a las de Millonarios - Santa Fe.

PD: Y como pasó con los santafereños siete días atrás, los mierdolagas celebraron el empate al final del partido como si hubieran ganado un título, siguiendo a sus hermanitos rojos en la ya conocida campaña "Conocemos la gloria cuando empatamos con papá embajador".

noviembre 05, 2007

En tablas

Cuando la suplencia del equipo más grande el país, cuya mente está concentrada en el certamen internacional que se disputa alternamente con el torneo local y envía a jugar a los canteranos, "visita" a un equipo bien chico que por esas cosas de la vida está bien posicionado en la tabla, el resultado no puede ser otro distinto al de un partido flojo y de trámite. Así fue esta tarde en la cancha del estadio de Techo en Bogotá.

Muy temprano, el equipo que hoy para efectos de calendario oficiaba como "local" abrió el marcador, con una jugada que repitieron todo el primer tiempo, desborde por derecha, quiebre a Zapata y pase de la muerte. Corrían sólo seis minutos, y La Equidad ganaba 1-0. El primer tiempo de Millonarios no fue el mejor. Pesó mucho la falta de experiencia y por eso, siempre por izquierda, el local puso dos o tres opciones más de riesgo. En Millonarios una sola llegada de gol despilfarrada por "Falucho", a quien se le notan muchas ganas.

El segundo tiempo comenzó con un Millonarios más agresivo que encontró pronto el empate, también a los seis minutos, luego de un penal cobrado por Tejera. Desde ese momento otra vez Millonarios le dio el balón al rival, que llegó más por la inexperiencia de la defensa azul que por virtudes propias. José Cuadrado se consolidó como la figura del partido. Millonarios también tuvo sus chances, pero esta no fue la tarde de Carlos "Telembí" Castillo.

Ya el torneo local no es opción para Millonarios. La suerte está echada en su totalidad en la Copa Sudamericana, y este miércoles, con un estadio a reventar, se jugará el primero de los dos partidos de la semifinal.

septiembre 22, 2007

Punto rescatable.

Fue complicado, pero se logró. Millonarios continuó su racha invicta desde la llegada de Vanemerak al banco técnico. Un empate sin goles fue el saldo final en una plaza complicada para los nuestros como es Ibagué ante un duro rival (no en vano está en los primeros lugares de la tabla con todo y partido pendiente). Y Millonarios pudo haberlo ganado en un principio, al final el desgaste físico hizo su efecto y el equipo defendió con los dientes el 0 en el arco.

Aspectos positivos y negativos de la noche de hoy. Primero hablemos de lo bueno: Cuadrado inmenso, el mejor partido que le he visto, más seguro, sin soltar balones, afianzado en su puesto, y justo cuando más lo necesitamos así, fue la figura del partido sin duda, sobre todo por sus atajadas en los minutos finales. La dupla Bedoya-Robayo en la media cancha cada día brinda más estabilidad tanto en defensa como en salida al ataque. El equipo continúa sin recibir gol, luego de ese par de partidos nefastos, desde que llegó Vanemerak el equipo no recibe goles por torneo local (registro de dos victorias 1-0 y un empate sin goles hasta ahora) y mejoró mucho gracias a la estrategia de presionar al rival desde la salida. Jonathan Estrada: jugadorazo, hizo fintas de crack, de jugador de micro en el barrio, le falta más seguridad para patear al arco, pero ante las ausencias obligadas de Ciciliano y Tejera el 21 respondió a la altura.

Entre lo negativo resalto: Los delanteros, Telembí regresó a la cancha luego de varios partidos, mostró ganas, muchas, pero fue notoria la falta de ritmo, sigue en un mal nivel. Y Villagra no tuvo su mejor noche aunque como pivote lo hizo bien. Los goles no aparecieron, sobre todo en el primer tiempo, y esa falta de definición costó no habernos podido traer tres puntos. El partido de Ervin fue discreto también, no marcó diferencia por más que lo intentó, y ahí también perdimos profundidad en el último tramo. El desgaste físico, lo de hoy significó para muchos jugadores un cansancio notorio, y con un partido en tan sólo dos días hay que rogar porque la recuperación física de los jugadores sea rápida y efectiva.

Con el empate Millos alcanza 11 puntos, la carrera sigue el próximo domingo a las 3:30 ante Junior, pero antes, el día martes será el encuentro de ida de los octavos de final de la Sudamericana ante Colo Colo de Chile. Ojalá los jugadores puedan recuperarse en estos dos días del desgaste físico tremendo de hoy (en los últimos minutos Tolima se vino encima y los nuestros mostraban ya que estaban sin piernas) y estén con toda el martes a partir de las 7 de la noche. La boletería para el partido ya está en los expendios y se pronostica una asistencia masiva, mucho movimiento. No se queden sin entrar.

agosto 24, 2007

De cómo dejar a los criticones sin palabras...

Cómo no recordarlo... Agosto 2 de 2007, Estadio El Campín - Bogotá, Colombia: Millonarios pierde 0-1 ante Coronel Bolognesi haciendo un papelón futbolístico notable en el debut del más ganador de los clubes colombianos en la Copa Nissan Sudamericana. Empezaron a llover críticas de todas partes. Los periodistas viperinos de siempre, los periodistas que quieren parecerse a ellos hablando por hablar buscando audiencia, los hinchas de otros equipos e inclusive alguno que otro amargo que dice ser hincha de Millonarios pero no va al estadio y en cambio siempre quiere que al equipo no le vaya bien para sacar a relucir su "slogan" preferido en tertulias futboleras: "se los dije" -que a decir verdad es la mentalidad del clásico seguidor mierdolaga-. Hoy todo el día no hacían más que frotarse las manos con ansias, claro, hoy todos ellos esperaban y/o estaban plenamente convencidos de que el equipo peruano nos iba a eliminar.

Pasaron 85 minutos de un partido muy malo, en el que Bolognesi mostró otra vez lo limitado que es, y en el que Millonarios, tal como hace 3 semanas, a pesar de ser amo y señor del partido buscó pero por ratos le hizo falta más presencia ofensiva y definición (un mal que hace rato nos aqueja). Vino un pelotazo, Villagra pivoteó y apareció Ciciliano para de golpe de cabeza eludir al portero y definir lo que significó la victoria azul en Perú y el empate en el global. Otra vez Ciciliano, el mismo que hoy es el goleador del equipo en el semestre, el mismo que levanta el nivel del equipo porque de por si él anda en un muy buen nivel, el mismo que salió injustamente puteado por los Comandos una noche fría de domingo por fallar un penal (que puede fallarlo cualquiera) hace 3 semanas, el mismo que es criticado por muchos obtusos que no ven más allá. A Ciciliano le bastaron pocos minutos en la cancha para convertirse en la figura del partido.

Y luego, los penales. Cuadrado adivinó los dos primeros, se tiró al mismo sector y faltó un dedo para atajar, se veía venir. En Millonarios Ciciliano y Bedoya convirtieron. Vino el tercero de los peruanos: gol. Vino Gonzalo Martínez, quien hoy jugó bien como central. Muchos, hasta el relator de Fox Sports, pensaron que fallaría, pero el negro cobró bien. Llegó el cuarto para los peruanos y esta vez Cuadrado atajó. Vendrían después Villagra y Quintero para anotar y darle al embajador la clasificación.

Y varias cosas quedan de esta victoria sufrida: Por primera vez desde que Lasarte asumió nuestro arco terminó en cero (para el partido con Cartagena Lasarte llevaba tres días en Bogotá, no aplica). Se ganó más solidez defensiva con los tres recuperadores. Fadeuille, sin hacerse notar, se jugó un gran partido como cabeza de área. Hubo malas entregas, si, pero en una cantidad muchísimo menor que en los partidos anteriores. Hay jugadores que vienen levantando (el ya mencionado "Cicinho", Jonathan, el mismo Fadeuille, Bedoya, Quintero), y hoy Gonzalo Martínez como central jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones como lateral. Aparte, es una victoria por goleada en lo sicológico para el plantel y para la hinchada.

Ahora somos otros los que celebramos y nos frotamos las manos, pero de alegría. Ahora esos que tanto hablaron y tanto criticaron, esos que tanto deseaban que Millonarios fuera eliminado, hoy están sumidos entre la bronca y el llanto. Ahora esos periodistas viperinos y envidiosos seguro van a empezar desde sus teclados y micrófonos a darle palo a Millonarios sea como sea. Y ahora esos petardos que dicen ser hinchas pero no van, esos que sólo andan hablando mal del propio equipo y deseando que nos vaya mal para poder decir "se los dije", esos que parecen mierdolagas hoy sólo tienen una frase para argumentar, la típica frasecita barata que utilizan para intentar disimular su rabia y no parecer más amargos de lo que son: "me callaron la boca". Por eso es que es tan lindo que Millonarios cuando gana no solo nos hace muy felices, también deja calladitos a unos cuantos mediocres y eso, amigos, no tiene precio. Ahora, a seguir levantando en Armenia este domingo, a las 5:20 de la tarde y con transmisión por TV.

Saludos!

abril 23, 2007

Agridulce

Me cuentan mis amigos y colegas mayores, esos que vivieron la época futbolística Colombiana de los 80s, que hace dos décadas el partido con América era el súper clásico del fútbol colombiano. América venía de "ganar" muchos títulos y "se había convertido en grande", lo que calentaba la atmósfera. Me contaban también, que no había partido de América en el que el central no metiera la mano a favor de los rojos, lo que hacía aún más difícil ganarle. Ellos, mis amigos, detestan al América de Cali, incluso al nivel de los mierdolagas.

Hoy América volvió al lugar que merecía, volvió a ser un equipo chico, como nació, y con justicia. Hoy este partido, por lo menos en lo personal, perdió relevancia como "clásico", y volvió a ser el partido de antes, un grande contra un muy chico rival, que por esas "cosas" de la vida ganó títulos, pero que ahora poco a poco está pagando las deudas del pasado. La justicia llega, tarde pero llega.

Por esto, ganar en cali, teniendo en cuenta el rival y los puntos perdidos con Nacional era obligatorio para permanecer en el grupo de los 8 primeros. Millonarios casi consigue la tarea, pero entre la falta de definición y el parcializado árbitro del partido (lo único que no cambió con respecto a los 80s) privaron la victoria capitalina.

Millonarios fue más, sin ser dominador. Tuvo una propuesta menos ofensiva, se refugió bien y cuando llegó creó riesgos. América tuvo un principio de partido bueno, arrinconó a los azules en su arco y así anotó el primer gol del partido, en un error compartido entre el cabezón Rodríguez (pésima marca) y Henao (volvió caminando cuando era el centro pasado).

Ese gol, sin embargo, fue un factor vitamínico para Millonarios, que salió en pos del empate, y lo consiguió apenas tres minutos después. Centro de Estrada, cabezazo de Efraín "muñeco" Cortés, Cabezazo de Villagra pasado, arquero vencido, pase de la muerte de Ervin y la pierna de nuevo de Cortés, fue el 1-1. Y minutos más tarde, en un cobro de tiro de esquina, Villagra volteó el marcador anotando de cabeza. Millonarios tuvo inclusive como aumentar la cifra en dos remates de Ervin González, pero faltó la puntada final.

El segundo tiempo arrancó bien para Millos, defendiendo bien y neutralizando al rival. Bedoya, Zapata y otra vez Ervin tuvieron sendas chances para aumentar la cifra, pero de nuevo se falló al definir. Después, en una salida de Cortés desde la defensa, el defensa pierde el balón con una clara, clarísima falta, el juez deja seguir y América empata. El rojo se fue con todo buscando el desequilibrio, Millonarios aguantó y prefirió salir de contra. Henao se lesionó, en su lugar entró Cuadrado y tapó un penal a 12 minutos del final que hubiera complicado las cosas, además que hubiese sido totalmente inmerecido en el resultado.

Sobre el final con la entrada de Ciciliano, Millonarios pudo anotar dos veces más, pero el poste y los rivales así lo impidieron. Final del partido con empate a 2, que entre los azules deja un enorme sabor agridulce porque momentáneamente nos deja fuera de los clasificados, porque era un partido totalmente ganable y porque de nuevo se escapan puntos increíbles por pecados en la definición.

Millos es noveno, está a tres puntos del cuarto, y ahora cuenta con la ventaja de jugar los últimos 5 partidos en calidad "de local". Tenemos todo en nuestras manos para la clasificación.

Si bien los partidos de Millos de esta semana -el miércoles con Bucaramanga y el sábado en Tunja ante Chicó- van por televisión, no hay que quedarnos en la casa. El miércoles hay que volver a meter 30000 personas, y el sábado hay que viajar todos a la capital boyacense, donde sólo hay azules. Vamos unidos, que Millonarios somos todos!