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octubre 04, 2008

...y pudo ser peor

América de Cali ganó hoy por la mínima. El equipo caleño sufrió para derrotar a un equipo que lució falto de creatividad, repetitivo, sin sorpresa, sin ataque. Aunque es cierto que el juez central y, sobre todo, el juez de línea de Oriental influyeron en el resultado, no podemos estar cegados ni conformistas: Millonarios jugó un segundo tiempo horrible en Cali y no perdió por una mayor diferencia porque entre Óscar Córdoba y los palos ayudaron a que el América sufriera para derrotarlo cuando tuvo todo para pasarlo por encima lejos.

Otra vez, el empuje de Millonarios duró quince minutos, tiempo en el cual alcanzó a fabricar una opción de gol clara con Tejada que se fue cerca del segundo palo del arquero. Después América reaccionó, y aunque Millonarios tácticamente lo hacía todo bien en defensa, el equipo caleño asustó con un remate de Parra que parecía inofensivo y terminó golpeando el vertical. No fue mucho más lo que pasó en el primer tiempo. Millonarios jugó a defenderse con un muy buen orden táctico y salía al ataque cuando podía pero llegaba hasta tres cuartos de cancha. Muy buen trabajo de Ómar Vásquez en la zona creativa cumpliendo con la norma del juvenil.

Para el segundo tiempo ingresó Jonathan por Vásquez, pero otra vez estuvo desdibujado. Si en el primer tiempo Millonarios había controlado muy buen los ataques del equipo rojo de Cali, el segundo tiempo fue una cosa totalmente distinta. Desde el primer minuto el local se fue con todo. Aprovechó muy bien sus laterales y la media distancia, y cada llegada de los rojos era un peligro inminente. El poste salvó otra vez a Millos, y Córdoba se fue erigiendo poco a poco y llegada tras llegada como la figura del compromiso. Además, para el América todo era más fácil: Los ataques de Millonarios eran repetitivos y fáciles de conjurar.

Cuando iban 25 minutos del segundo tiempo hizo su aparición el central Jorge Ramírez, quien un año atrás con los mismos equipos jugando en la misma ciudad validó un gol ilegítimo de los rojos y pitó un penal inexistente. Esta vez, tuvo que incidir tras expulsar injustamente a Mauricio Casierra. Fue una jugada en la que el lateral fue a cortar un avance, fue al balón, pero el rival cayó aparatoso. No era falta pero, de serlo, no era para amarilla, y Ramírez le sacó la roja. El cambio obligó a Quintabani a meter a Miguel Rojas por Érvin, que se cansó de llevar la pelota a tres cuartos de cancha para luego devolverse. Dos minutos después, una jugada lícita que terminó en gol de tejada fue invalidada por el asistente de Oriental por fuera de lugar inexistente, pues el panameño había partido por lo menos dos metros atras del último defensor rojo. A once minutos del final, América se juntó por la izquierda, lugar por donde llegó cada vez que quiso en todo el segundo tiempo. Armero recibió libre, Asprilla no estaba cerca y el jugador rojo tuvo todo el tiempo del mundo para centrar justo a la cabeza de Ramos, quien liquidó a Córdoba y rompió el cero.

Después del gol, América pudo haber anotado más. Millonarios tenía inferioridad numérica y además tenía inferioridad futbolística. El línea de Oriental volvió a señalar posiciones adelantadas inexistentes en contra de los nuestros, y Córdoba seguía consolidándose sacando todo lo que le tiraban. Afortunadamente el rojo de Cali no anotó más, porque hoy Millonarios y América tienen los mismos puntos pero el azul gana la posición por un gol de diferencia, uno de los que salvó Córdoba o pegó en los postes. Después de un primer tiempo muy bueno en el que el equipo azul jugó muy ordenado, en el segundo tiempo, simplemente, Millonarios no estuvo.

abril 03, 2008

1, 2, 3... Ciciliano otra vez

Noche majestuosa, noche excelente. Millonarios no se dejó doblegar por el baldado de agua fría que representó recibir un gol a los veinte segundos de juego y terminó superando ampliamente en El Campín a un América de Cali que complicó y lució durísimo en el primer tiempo, pero que terminó caído física y anímicamente en el segundo tiempo ante casi 40 mil espectadores. Ricardo Ciciliano anotó los tres goles de los azules. Justo y merecido.

Desde la espectacular salida con humo, papel y rollos en todas las tribunas se presagiaba que la del miércoles 2 de abril sería una noche distinta. Ya atrás había quedado el guayabo de los previos empates con sabor a derrota ante los dos rivales más significativos de la hinchada. América, catalogado por algunos como "equipo grande" (no comparto) y equipo con que los hinchas azules de 30 años hacia arriba tienen una rivalidad aparte, era el siguiente rival, y los cuatro puntos perdidos en las últimas confrontaciones, sumados a los puntos dejados en el camino en las fechas anteriores, obligaban a los Millonarios a sacar la victoria como fuera para no salir de los ocho clasificados. Para este encuentro, Vanemerak optó por dejar a Cochas en la banca por la norma del juvenil, y Alex Díaz regresó a la alineación titular para jugar el que fuera el mejor partido del año de él. El comienzo no era alentador: América sacó en media cancha y en veinte segundos anotó el primer gol del partido por intermedio de Ramos. Algunos ni siquiera se habían alcanzado a acomodar y Millos perdía 0-1. Afortunadamente, la reacción embajadora no se hizo esperar y la ventaja visitante solamente duró cuatro minutos. En el minuto 5 Jonathan puso un pase al vacío, los defensas visitantes intentaron dar el paso al frente y causar la trampa del fuera de juego, pero fueron lentos, y Carreño y Ciciliano aparecieron totalmente habilitados en el área. El argentino remató, el golero salvó y Ciciliano, quien lucía la cinta de capitán, aprovechó el rebote para sentenciar el empate. Esa fue, en el fondo, la clave del partido. Lo mejor que pudo pasar fue haber empatado rápido, no hubo tiempo para la desesperación.

Y después del empate Millonarios se fue con todo, y entre Ciciliano, Díaz, Estrada y Carreño, los embajadores poco a poco fueron inclinando la cancha a su favor. Fue así como llegó el segundo de la noche: jugada por izquierda, pase profundo a Díaz que amagó y metió un excelente Centro, Carreño recibió y con el pecho le dejó el balón a ciciliano quien remató perfecto desde fuera del área para batir por segunda vez al portero americano, corrían 16 minutos y Millonarios ya había dado vuelta al marcador con total merecimiento. Para entonces Millonarios seguía arremetiendo. Carreño, a pesar de estar pasado de revoluciones y ganarse una tarjeta amarilla por ello, tenía desconcertados a todos los defensas de camisa roja. ciciliano siguió haciendo los cambios de frente perfectos y Estrada y Díaz se juntaban para generar mucho peligro. Hasta que llegó el minuto 24, cuando en una jugada de otro partido Efraín cortéz y Luis Tejada, el panameño, salieron expulsados. Y ese momento fue negativo para Millonarios. América se fue con todo y Cuadrado se convirtió en figura al salvar tres pelotas clarísimas de gol que tuvo la visita. América se juntó mucho por zona derecha -izquierda azul- en donde con mucho toque lograron desesperar por momentos a la zaga embajadora. Fue ahí cuando Vanemerak hizo su primer cambio: envió a Asprilla y sacrificó a Díaz, ovacionado por la gente. Con el cambio el ataque ofensivo de la visita disminuyó, aunque el equipo rojo siguió metiendo a Millonarios en su terreno, y el equipo azul así mismo perdió en profundidad.

Para el segundo tiempo la propuesta de Millonarios en el arranque fue controlar el partido pero con la pelota. Ya los errores cometidos el pasado sábado en Medellín que costaron la victoria sobre el final estaban más que aprendidos. Y Millonarios, a punta de toque y cambios de frente, fue quemando físicamente al rival. América por momentos tenía la pelota, pero era inofensivo, como un niño recién nacido. Andrés Pérez se convirtió en hombre importante en la mitad de la cancha quitando balones, pero fallaba después al momento de poder generar contragolpes letales que fallaban. Fue el momento en el que Vanemerak hizo uso de su segundo cambio: Envió a Cochas y sacó a Estrada, quien un minuto antes de su salida había generado por izquierda una clara opción de gol. Aun con el rival teniendo el balón, en la tribuna había tranquilidad, ya que si América llegó con peligro una vez al arco azul fue mucho. Faltaba un cambio, y estaba más que cantado: Carreño ya estaba fundido fisicamente y en su lugar ingresó Martín, regresando después de la lesión que sufrió ante Santa Fe. Y Martín fue la pieza fundamental para sepultar al equipo de cali cuando quedaban ocho minutos: Saque largo de Cuadrado, carrera de Martín por izquierda, pase a cochas, quien a su vez habilitó a Ciciliano que con fuerte remate derrumbó a cuanta camiseta roja estaba en el estadio: 3-1, tres de Ciciliano, el capitán de este barco azul que navegó a su antojo por El Campín esta noche.

Lo que vino después fue el pase, el toque, el grito de "ole" de los más de 30 mil hinchas azules en las gradas una y otra vez, el deleite, los cantos, las sonrisas. Y mientras los azules le daban un concierto de pases y un curso intensivo de paternidad al rival, los rojos lucían apagados y contando los segundos para que Albert Duarte finalizara el partido. Inclusive, Martín tuvo el cuarto luego de partir habilitado en un pase al vacío y tener al frente solamente al golero Berbia. Lamentablemente, su definición estuvo lejos de ser buena y el balón se fue lejos del arco. Terminó el partido y al mismo tiempo se sintió la ovación generalizada para con todos los miembros del equipo, que dejaron claro que aprendieron de los errores de los dos partidos anteriores, que ganaron con total justicia y que demostraron que Millonarios está para pelear grandes cosas. Con la victoria, Millonarios ascendió al sexto lugar de la tabla y visitará el próximo domingo al Pasto a las 3:30 PM.

Algunos creen que lo tienen todo asegurado y se sienten grandes por ganar una copa amistosa de pretemporada que no quita ni pone. Los partidos que valen, los de la verdadera estadística, son los partidos oficiales. Por eso es que Millos es el papá y los demás son todos sus hijos.

enero 28, 2008

Terminó la pretemporada

Este domingo con la final de la Copa Cafam terminó la pretemporada para Millonarios con miras al campeonato profesional que comienza el próximo fin de semana. El día sábado, un equipo totalmente suplente (suplentes de los suplentes en muchas posiciones) derrotó a la titular del Tolima en partido jugado en San Antonio del Tequendama. Los goles azules fueron anotados por Henríquez y Tovar. El día domingo Millonarios enfrentó al América otra vez con el estadio El Campín lleno, sin importar que fuera pretemporada. Solo la hinchada de Millonarios llena estadios sin importar que no haya nada oficial en juego.

Por la obligada ausencia de Ciciliano en el primer partido del año ante Medellín la próxima semana, Vanemerak optó por no alinear al 10 y jugar con dos delanteros y dos volantes creativos, buscando encontrar el equipo adecuado para arrancar la temporada. Blandón volvió al arco, Salinas jugó como lateral por derecha por la lesión de Rojas y Asprilla estuvo como central con Mosquera. Bedoya y Andrés Pérez estuvieron en la contención, más adelante Estrada y Cochas y en punta Martín García y Telembí.

Si bien Millonarios extrañó mucho a Ciciliano, tuvo buenas opciones de gol y llegó más que su rival a pesar de perder el control del balón durante largos pasajes del juego. En el primer tiempo Telembí la tuvo cuando quedó mano a mano con el portero y su remate se estrelló en el palo, fue la llegada más clara de toda la primera mitad, seguida por una gran atajada de Blandón en una llegada americana. El cuadro rojo de Cali le apostó a presionar a Cochas y Estrada con varios hombres y funcionó, porque muchas veces ellos no tuvieron la claridad suficiente.

El segundo tiempo empezó con Millonarios distinto, atacando con toda a la zaga americana. Fueron varias las opciones de Millos que parecían gol cantado y al final terminaban en el grito ahogado. América no tenía salida y Millos tuvo todo para liquidarlo. Lamentablemente, entre los desaciertos continuos del señor Roldán y su asistente de Oriental (el único en el mundo que no sabe que un balón sale sólo cuando traspasa la totalidad de la línea) y la lesión que sufrió Andrés Pérez la historia del partido cambió. El cambio obligado de Ervin por Pérez dejó solitario a Bedoya en la contención, por lo que Millos perdió en recuperación y América tomó el control del juego en los últimos 20 minutos. Vanemerak sustituyó a salinas por el juvenil Pérez (casi lo crucifican algunos, se les olvida que justamente para eso es la pretemporada, en fin), América empezó a llegar con peligro, siempre por la zona izquierda azul, la de Díaz, que tuvo una tarde para el olvido, y generó susto en la parcial azul. Minutos después, el central terminó de perjudicar a los embajadores al expulsar precipitadamente a Martín García (no expulsó a un jugador del América por una acción idéntica en el primer tiempo, curioso) y América se volcó definitivamente, aunque sus ataques siempre fallaban. Cuando el partido terminaba y todos ya nos estábamos preparando para los penales, cuando ya el cuarto árbitro había mostrado que se adicionarían dos minutos, Alex Díaz quiso dárselas de artista, de crack, y quiso, en propio terreno, sacarse a todos los jugadores de camiseta roja que estaban. El resultado: pérdida de balón, contragolpe rapidísimo y gol, el gol que le dio la victoria a los caleños cuando no había tiempo de empatar ya. Afortunadamente el error de Díaz fue en una pretemporada y no en una final profesional en juego. Los rojos celebraron el triunfo como si hubieran ganado el mundial de clubes y casi arman fiesta por ganar un amistoso. Entendible: América es un equipo chico. Sin merecerlo, el cuadro rojo se llevó la copa cafam, gracias a un grueso error del lateral izquierdo de los embajadores.

Así finaliza la pretemporada para Millonarios, con algunas conclusiones. La ausencia de Ciciliano pesa demasiado por momentos, la zona lateral izquierda sigue siendo un punto débil enorme y puede llegar a perjudicar, Díaz todavía realiza muchas entregas de balón erradas que dejan al equipo mal parado y varias veces es superado por los rivales que ganan la línea final para algún virtual centro. Cochas es una muy buena contratación y se nota de lejos su nivel, hoy quiso hacer más lujos que jugar colectivamente y eso no es bueno, pero nadie duda de su nivel. Jonathan como siempre cumplió e hizo un buen partido. La zona de recuperación tuvo baches por momentos, Millonarios se dejó llegar muchas veces por el rival con peligro, esperemos que esto mejore con el regreso de Robayo a la alineación. Andrés Mosquera está cumpliendo muy bien la labor como líder en la defensa ante la ausencia de González. Martín García llegó en un muy buen nivel, ha aprendido bastante en su paso por el exterior y en estos partidos de la copa Cafam se mostró luchador pero inteligente haciendo buenas diagonales y arrastrando marcas.

Ahora si empieza lo importante a partir del próximo fin de semana, equipó hay, hinchada también. La ilusión de la estrella catorce ya comenzó.

PD: Por más que perder duela, algunos han sido extremistas con lo de hoy. No podemos olvidarnos de que este era un torneo amistoso de pretemporada y como preparación, nada más. Para eso son estos partidos, para buscar formaciones y corregir errores, los resultados no quedan para la historia. Vi a varios hoy crucificando a todo el mundo. señores, el verdadero comienzo es el próximo fin de semana, no lo olviden.

noviembre 14, 2007

Hoy te amo más que nunca

Millonarios: Hoy te amo más que nunca, aun cuando a un chileno mañoso, descarado y malintencionado le hayan bastado tan sólo 17 minutos para acabar un sueño que tenía contigo. El mismo chileno que este sábado va a venir a Bogotá a favorecer a la selección Colombia y perjudicar a Venezuela, buscando "compensar". ¿Compensar qué? Como si a mi me interesara lo que pase con esa selección, bah! El daño ya está hecho.

Hoy te amo más que nunca, y te agradezco por todos los momentos de este año que terminó para mi anoche. Por cada victoria y por cada revés. Por ser la fuente de mis alegrías y tristezas. Por ser el motor principal que me hace levantarme en las mañanas, esperando siempre con ansias que llegue el día para verte, haciendo cuentas regresivas de días y horas. Los meses que vienen no van a ser iguales, ya no existirá esa motivación. Habrá un vacío.

Hoy te amo más que nunca, porque en cada cancha que pisaste en el continente lo dejaste todo y me hiciste más orgulloso de quererte. Porque en cada lugar fuiste un verdadero embajador, y los jugadores que vistieron tu camiseta y defendieron tus colores fueron verdaderos guerreros y le hicieron ver al mundo que este es el famoso Millos. Porque para aquellos en el mundo que no te conocían les quedó la mejor impresión que podía quedarles. Porque el continente vio al más grande de Colombia y a lo más grande de mi vida.

Hoy te amo más que nunca, y cada vez que algún obtuso periodista o hincha de otro equipo -de esos que por meses sufrieron con mis alegrías y que hoy se vanaglorian con mi tristeza- intenta burlarse te amo aún más. Y pasa lo mismo cuando antes de cada partido esos mismos empiezan a pronosticar malos resultados. Pasa que la gente no entiende lo que significas y lo que mueves.

Hoy te amo más que nunca, y se que no soy el único. Porque son muchos los que por ti lo dejan todo para ir a verte, los que como yo han estado siempre, los que de verdad sentimos un dolor inmenso cuando las cosas no salen. Que nunca han ni pensado en abandonarte, ni motivando a la gente a no volver, aun después del resultado más adverso posible. Que están ahí siempre, así estés en el último lugar y juegues contra el equipo más chico del mundo en una noche lluviosa y fría.

Hoy te amo más que nunca, cada lágrima derramada, por alegría o dolor, así lo demuestra. Aun no ha aparecido la primera mujer que me despierte lo mismo, y dudo mucho que aparezca. Porque aunque he estado enamorado no es igual, el sentimiento no es el mismo, no alcanza. Anoche, después de que ese chileno mañoso acabara con mi ilusión, estaba deshecho, no quería saber de nada. Y anoche mi hermano -mi fiel amigo y compañero de la vida y de la tribuna- me preguntaba cosas de trabajo, nunca le puse cuidado, ¿cómo voy a ponerle cuidado a algo que no me interesa? ¿Cómo va a interesarme algo cuando el amor de mi vida había acabado la participación del año?. Tenía ganas de pegarle, depronto él, que va a la cancha conmigo siempre, tampoco entiende. Para muchos es difícil entenderlo.

Hoy te amo más que nunca. Y me duele saber que para volver a verte debo esperar más de dos meses aburridos y que se me harán eternos, porque cuando no juegas no es igual. Porque un fin de semana sin Millonarios es lo mismo que nada.

Hoy te amo más que nunca, y por eso te prometo que en 2008, como ha pasado siempre a lo largo de mis 24 años de vida, me verás volver a la tribuna, el lugar en el que más me gusta estar.

noviembre 08, 2007

No ha pasado nada

Hoy hay que hacer un elogio, un agradecimiento inmenso para con los jugadores que hoy, sobre todo en el segundo tiempo, lo dejaron todo en la cancha del estadio el Campín ante un durísimo rival -sin dudas el mejor de todo el 2007-, que lograron volver luego de un marcador adverso y que aunque después por esas cosas de Dios no alcanzó el esfuerzo es realmente destacable.

También hay que decir que las series de esta copa duran 180 minutos y no 90. Y también hay que decir que aunque la situación no está muy fácil tampoco es imposible. Y que este Millonarios de la Copa ha sacado a todos sus rivales por los resultados conseguidos como visitante. Algunos ya no dan un peso por nosotros, yo prefiero mantener la ilusión, porque esto es Millos.

Millonarios empezó el partido con mucho vértigo, buscando por medio de Érvin González por derecha y Jonathan Estrada por izquierda el desequilibrio, con un centro a Villagra, el equipo albiazul tuvo 20 minutos de velocidad, pero poco a poco el rival se afianzó en la cancha y tomó el control del juego en tiempo, en espacios, en todo. Esos últimos 25 minutos de la inicial fueron una pesadilla de verdad. América de a poco fue mostrando su jerarquía, los nuestros cometieron muchas imprecisiones, que fueron la constante del ataque rápido y preciso de los mexicanos. Y pesó también ese factor importante, el de las individualidades. Cuando Jonathan se juntaba con Álex Díaz por izquierda y la pelota la recuperaba el rival, Díaz se quedaba y no volvía a marcar. Eso hizo a la zona izquierda defensiva azul una coladera por la que entró cuando quiso el equipo mexicano. Ya habíamos pasado varios sustos por ahí, hasta que a los 24 minutos, cuando Díaz tomó un rebote y podía rechazar tranquilamente, pero se demoró, tanto así que fue presionado y su rechazo terminó siendo un regalo a un jugador mexicano, aparte de eso dejó su zona descubierta y así llegó el centro para el cabezazo preciso de Villa. Si, golazo, pero el error en la jugada previa es increíble. Y ese gol desmoronó la confianza de Díaz para toda la noche. América siguió y siguió aprovechando los continuos errores del lateral izquierdo y provocando llegadas de riesgo. Y después, en una mala entrega de Ciciliano saliendo el equipo quedó mal parado y otra vez por la izquierda llegó el segundo de los mexicanos, esta vez de Salvador Cabañas. Corrían 38 minutos, y esta vez todo el equipo estaba diezmado, mentalmente muerto. Lo mejor que podía pasar era que el primer tiempo terminara y un envión anímico para la segunda parte. Antes del final de nuevo Cabañas tuvo otra clarita, pero la tiró afuera. Y por fin llegó el final, no solo del primer tiempo, también de una pesadilla amarilla que duró 25 minutos en los que Millos no se encontró nunca y el rival lo hizo todo.

Después del medio tiempo llegó la reacción. Vanemerak mandó dos cambios: Zapata por Díaz y Telembí Castillo por Ervin. Y si los últimos 25 minutos del primer tiempo fueron una pesadilla, los primeros 30 minutos del segundo tiempo fueron de ensueño. Millonarios salió con todo, lo del primer tiempo pasó al olvido, era otra historia. Apenas a los dos minutos Bedoya cobró un tiro libre que se fue ligeramente desviado, tanto así que en Oriental alcanzaron a cantar el gol, ese era el aviso de lo que vendría después. La entrada de Telembí significó más profundidad, Villagra se vio mucho más libre y su nivel aumentó. Ciciliano no tuvo su mejor noche, pero aún así tuvo chispazos, y poco a poco el equipo azul encerró al América en su propio arco. Y esa presión constante animó a los más de 40000 asistentes. Y a los 16 minutos llegó una falta, muy similar a la del minuto 1. Nuevamente se paró Bedoya y cobró magistralmente, el portero Ochoa (arquerazo y figura hoy) quedó quieto ante el gran cobro. Fue el descuento, y vendría más. Porque 2 minutos después el balón se estrelló en el vertical, y después el balón fue sacado en la línea dos veces. Y después, cuando el tiempo global marcaba 69 minutos, Ciciliano puso un pase al vacío a Estrada, que no lo dio por perdido aun cuando se hacía largo, y el calvo corrió y metió la pierna entre los dos defensas y el arquero para empatar el partido, algo que parecía una odisea 30 minutos atrás. El Campín estalló en su máxima expresión. Con empuje, con ganas, con corazón, a lo Millos, el equipo había vuelto de un 0-2 en contra.

Y todo pintaba para seguir de largo. En mi mente fue imposible evitar ese flashback remontándome a Diciembre de 2001, cuando Millonarios enfrentó a otro mexicano: Necaxa, por la semifinal de la entonces Copa Merconorte. Perdía 0-2, le dio la vuelta y terminó ganando 3-2 y luego en los penales. Parecía que la historia se repetiría. el envión anímico del equipo era notable y el que estaba noqueado ahora era el equipo mexicano. Lamentablemente sucedió algo inesperado, un evento agregado que no fue para nada bueno. Bedoya, el artífice del cambio azul, tuvo una lesión, justo cuando los cambios de Millos ya estaban agotados (había entrado Quintero por Salinas). Algunos lo llamarán mala suerte, algunos lo llamarán destino, yo lo llamo cosas de Dios. Esto bajó las pretensiones ofensivas del equipo, obligó al equipo a bajar sus líneas buscando reforzar la marca. Bedoya, varón y guerrero, no abandonó el campo. Se quedó jugando en una pierna, saltando en un pie para ir de un lado al otro, al menos para hacerle estorbo a los mexicanos. Estábamos once contra once, pero Millos en serio tenía diez. Al parecer la lesión de Bedoya esta vez es más complicada que la que tuvo justo hasta hace unos días y que le causó dos semanas de incapacidad. Pero él se quedó en la cancha para mostrar que este Millos es puro corazón y entrega. América volvió a tener el control, pero esta vez no fue por méritos propios, sino por infortunio nuestro. Y así de a poco Millos volvió a verse encerrado. A falta de cinco minutos, en otra falla defensiva, llegó el tercero de América y que definió el partido. Sobre el final Villagra estalló un cabezazo entre el vertical y la mano de Ochoa. Entonces, el flashback de diciembre de 2001 se fue para darle paso al flashback de diciembre de 2003, cuando Millos necesitaba un empate para pasar a la final del campeonato local, estaba 0-2 ante el Cali, lo empató y otra vez a cinco minutos del final perdimos 2-3.

Cualquiera que no fue al estadio diría que la hinchada salió llena de rabia. Y se equivoca. Al final la hinchada despidió a sus jugadores con un merecido aplauso, apenas justo por todo lo que pasó en algo que verdaderamente fue un partidazo. Dos grandes equipos que al final brindaron un espectáculo de otro mundo. Eso si, no faltaron los amargos, los resultadistas y/o clasiqueros que putearon, pero esos fueron pocos. Y puedo apostar cualquier cosa que son los primeros que mañana van a estar ausentes, cuando Millonarios juegue el clásico capitalino menos emocionante en muchísimos años.

Hay tranquilidad, aun por encima del resultado adverso, lo que mostró ese Millos del segundo tiempo invita a pensar en que ganar en México por dos goles es posible. Al frente tuvimos a un rival dificilísimo y Millonarios jugó de igual a igual. Hay días en que las cosas no salen totalmente, esa lesión de Bedoya afectó muchísimo, cosas que suceden. El próximo martes 13, en Toluca, se jugará el partido de vuelta. Aquí no ha pasado nada, quedan 90 minutos y ni América está clasificado, ni Millonarios está eliminado.

octubre 20, 2007

De la mano de López

No es López el presidente de quien hablo hoy, es López el árbitro. Así fue como América le ganó a Millonarios la noche de hoy en El Campín un partido que hasta faltando 5 minutos estábamos ganando y que primero en un error de marca y luego en un penal inventado en el minuto 90 nos privó de la celebración y nos dejó muy mal en la lucha por lograr clasificar a los cuadrangulares.

El primer tiempo flojo, flojísimo, y no merece más que esta frase porque no hubo mucho que mostrar. Salvo un tiro libre de Ciciliano que sacó brillantemente el golero rival todo estuvo entre las faltas y la lucha en la mitad del campo. Se perdieron 45 minutos porque América no atacó y Millonarios lució perdido por muchos pasajes.

El segundo tiempo mostró en cambio a un Millonarios más aplomado en la cancha y con mayor vocación. Tanto así que el equipo embajador tuvo las mejores opciones despilfarradas justito cuando llegó la definición. Ciciliano se comió un gol hecho con el arco solo al mandar el balón por arriba. Villagra no estuvo hoy en Bogotá y a Jonathan (el mejor de Millos para mi) se la sacó el golero. América esperó y contraatacó peligrosamente llevando mucho peligro al arco de Blandón.

Llegó entonces el penal contra Ciciliano ejecutado muy bien por él mismo para la ventaja parcial. Nunca antes vi tantos fotógrafos alrededor de un jugador en una celebración de gol. Y después de esto entraron las manos cochinas del árbitro paisa y sus asistentes. Fueras de lugar inexistentes que sancionaron y otros que si eran existentes los pasaron por alto. Errores tan absurdos como señalizaciones de saques de banda a favor del equipo que sacó el balón. Faltas de la nada y el maravilloso penal inventado en las postrimerías del partido. Además el partido se le fue de las manos y hubo calentura entre los jugadores de ambos bandos. Y después, con tanto tiempo perdido en el segundo tiempo, a este señor no le dio la gana de dar reposición, una verguenza. Esas sucias y cochinas manos (y pito) nos quitaron tres puntos.

Ahora para clasificar hay que hacer 15 de 15, teniendo en cuenta que el partido del jueves con Bucaramanga se jugará con el equipo suplente y con algunos cansados luego del partido del miércoles, lograr 15 puntos se antoja casi que imposible. Las energías están puestas en el miércoles ante Sao Paulo y lograr la clasificación a las semifinales de la copa. Muy malo eso sí en el tema de la reclasificación, en la que Millos está disputando el acceso a los torneos internacionales del otro año.

Gracias a Carlos López Millonarios hoy se fue con las manos vacías. Todos los partidos pueden perderse, pero no de semejante manera...

abril 23, 2007

Agridulce

Me cuentan mis amigos y colegas mayores, esos que vivieron la época futbolística Colombiana de los 80s, que hace dos décadas el partido con América era el súper clásico del fútbol colombiano. América venía de "ganar" muchos títulos y "se había convertido en grande", lo que calentaba la atmósfera. Me contaban también, que no había partido de América en el que el central no metiera la mano a favor de los rojos, lo que hacía aún más difícil ganarle. Ellos, mis amigos, detestan al América de Cali, incluso al nivel de los mierdolagas.

Hoy América volvió al lugar que merecía, volvió a ser un equipo chico, como nació, y con justicia. Hoy este partido, por lo menos en lo personal, perdió relevancia como "clásico", y volvió a ser el partido de antes, un grande contra un muy chico rival, que por esas "cosas" de la vida ganó títulos, pero que ahora poco a poco está pagando las deudas del pasado. La justicia llega, tarde pero llega.

Por esto, ganar en cali, teniendo en cuenta el rival y los puntos perdidos con Nacional era obligatorio para permanecer en el grupo de los 8 primeros. Millonarios casi consigue la tarea, pero entre la falta de definición y el parcializado árbitro del partido (lo único que no cambió con respecto a los 80s) privaron la victoria capitalina.

Millonarios fue más, sin ser dominador. Tuvo una propuesta menos ofensiva, se refugió bien y cuando llegó creó riesgos. América tuvo un principio de partido bueno, arrinconó a los azules en su arco y así anotó el primer gol del partido, en un error compartido entre el cabezón Rodríguez (pésima marca) y Henao (volvió caminando cuando era el centro pasado).

Ese gol, sin embargo, fue un factor vitamínico para Millonarios, que salió en pos del empate, y lo consiguió apenas tres minutos después. Centro de Estrada, cabezazo de Efraín "muñeco" Cortés, Cabezazo de Villagra pasado, arquero vencido, pase de la muerte de Ervin y la pierna de nuevo de Cortés, fue el 1-1. Y minutos más tarde, en un cobro de tiro de esquina, Villagra volteó el marcador anotando de cabeza. Millonarios tuvo inclusive como aumentar la cifra en dos remates de Ervin González, pero faltó la puntada final.

El segundo tiempo arrancó bien para Millos, defendiendo bien y neutralizando al rival. Bedoya, Zapata y otra vez Ervin tuvieron sendas chances para aumentar la cifra, pero de nuevo se falló al definir. Después, en una salida de Cortés desde la defensa, el defensa pierde el balón con una clara, clarísima falta, el juez deja seguir y América empata. El rojo se fue con todo buscando el desequilibrio, Millonarios aguantó y prefirió salir de contra. Henao se lesionó, en su lugar entró Cuadrado y tapó un penal a 12 minutos del final que hubiera complicado las cosas, además que hubiese sido totalmente inmerecido en el resultado.

Sobre el final con la entrada de Ciciliano, Millonarios pudo anotar dos veces más, pero el poste y los rivales así lo impidieron. Final del partido con empate a 2, que entre los azules deja un enorme sabor agridulce porque momentáneamente nos deja fuera de los clasificados, porque era un partido totalmente ganable y porque de nuevo se escapan puntos increíbles por pecados en la definición.

Millos es noveno, está a tres puntos del cuarto, y ahora cuenta con la ventaja de jugar los últimos 5 partidos en calidad "de local". Tenemos todo en nuestras manos para la clasificación.

Si bien los partidos de Millos de esta semana -el miércoles con Bucaramanga y el sábado en Tunja ante Chicó- van por televisión, no hay que quedarnos en la casa. El miércoles hay que volver a meter 30000 personas, y el sábado hay que viajar todos a la capital boyacense, donde sólo hay azules. Vamos unidos, que Millonarios somos todos!