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octubre 20, 2008

Liquidados en dos minutos

Millonarios perdió por tercera vez consecutiva ante el Boyacá Chicó, que se ha convertido en verdugo de los azules después de que hasta hace un año para nosotros jugar con Chicó eran tres puntos fijos. Más allá de eso, el equipo perdió jugando muy mal y dejando una mala imagen en tierras boyacenses. Chicó no tuvo la pelota, pero jugó muy ordenado y le bastó para liquidar a los embajadores en solamente dos minutos. El equipo boyacense se mostró mejor en la cancha a pesar de nunca tener el control del partido y los azules, sobre el final y cuando más se necesitaba, se vieron limitados y entregados. Otra vez la hinchada tuvo un capítulo aparte, se mostró inmensa. Miles de aficionados viajaron desde Bogotá y otros tantos que se acercaron desde Tunja y los pueblos del departamento de Boyacá hicieron del estadio La Independencia una segunda casa, lamentablemente, el equipo no estuvo a la altura de la hinchada una vez más.

Quintabani optó por jugar con tres volantes recuperadores y un creativo. Andrés Pérez, Bedoya y Robayo arrancaron desde el vamos y Elinho logró estar para el partido a pesar de su lesión de tobillo. El empuje de Millonarios en el arranque del partido duró cinco minutos, tiempo en el cual Elinho la tuvo con un remate que se fue ligeramente cerca del palo defendido por "Prono". Después, aunque el equipo azul siguió teniendo el control del partido, no realizó ataques peligrosos durante casi veinticinco minutos de juego. Al contrario, fue el Chicó el que tuvo las chances, primero con un cabezazo que chocó en el palo derecho de Córdoba y después con acercamientos peligrosos por la zona derecha.

Millonarios parecía adormecido en el terreno, tenía la pelota pero no hacía daño, sus pases eran siempre horizontalizados y no había explosión en ataque hasta el minuto 30, cuando en jugadas consecutivas el golero Prono salvó al Chicó. Primero con un remate de Milton en el mano a mano que se encontró su mano izquierda, después en un mano a mano con Jonathan que alcanzó a manotear y el balón fue a golpear lentamente contra el palo, y después en el rebote un remate de Robayo que golpeó en un rival cuando iba camino de gol. Después Chicó la tuvo con un remate de Pacheco que muy bien salvó Córdoba.

En el segundo tiempo Millonarios salió mejor parado en el terreno. Sobre los seis minutos de juego, luego de un cobro de costado, la cabeza de Mera peinó la pelota y la mandó al fondo de la red. Gol de Millos y júbilo, júbilo efímero que no alcanzó a durar sesenta segundos porque en la siguiente jugada Palacios el lateral derecho del equipo que oficiaba como local, llegó hasta casi el borde del área tan tranquilo como si estuviera en la casa del vecino, tuvo todo el tiempo del mundo para acomodarse y sacar un derechazo al ángulo y empatar. Y menos de un minuto después, en un centro desde la izquierda la defensa se quedó dormida y Moreno liquidó de cabeza a Córdoba. En dos minutos el partido cambio de ganador con tres jugadas.

Millonarios intentó reaccionar, tuvo como empatar con un remate de Andrés Pérez que se estrelló en el palo y después con Milton en un cobro de pelota quieta que salvó providencialmente "Prono". Siempre "Prono", puede tapar mal toda la temporada, pero contra Millonarios siempre tiene actuaciones superlativas. Dos llegadas con riesgo, y después el equipo azul se fue diezmando paulatinamente. Primero Millos llegaba al área rival pero nadie se atrevía a disparar y la jugada terminaba en pelota por la banda y centro, y después, peor aún, ya ni siquiera se pisaba el área rival. Fue entonces cuando Chicó se convirtió en dueño del partido teniendo la pelota y pasándola a lo largo y ancho del terreno ante un Millonarios que lo hizo más fácil para el local luciendo entregado y limitado. Entraron Ervin y Tejada por Elinho (desafortunada presentación) y Casierra, pero nada cambió.

Perdió Tolima, perdió Santa Fe y empató Pereira. Era una oportunidad perfecta para descontar puntos en la lucha por llegar a la punta del campeonato. Pero Millonarios no aprovechó y, al contrario, permitió que equipos que están por debajo se acercaran en puntos. Hoy Millonarios es quinto, pero el Caldas, que es décimo tercero, está tan sólo dos puntos por debajo. Quedan cinco partidos y Millonarios solamente saldrá a Bucaramanga, todo está servido, la clasificación está aquí en Bogotá, pero no se pueden dar ventajas como las de la noche del domingo en Tunja. Lo que viene es el Huila este miércoles en el horario de las 8:30 PM en El Campín.

julio 30, 2008

Decepción en Copa Colombia

El que fuera el debut de Óscar Córdoba con Millonarios en el presente año se convirtió en una nueva verguenza para nosotros los hinchas. Los suplentes de Millonarios, en cuyo equipo inicialista habían sólo dos jugadores "sin experiencia" y los restantes ya vienen con una aceptable experiencia en el profesionalismo, perdió en Techo con La Equidad 2-1 y comprometió seriamente sus aspiraciones de continuar en el torneo de Copa Colombia, que si bien tiene un pésimo nivel generalizado, da un cupo a copa Suramericana para 2009. Pareciera como si ese dato se les olvidara a veces.

No puede ser que Millonarios pierda con equipos chicos así. Había pasado con Academia en la primera fecha y con Centauros recientemente en la última jornada de este certamen, y volvió a pasar hoy. No puede ser que un equipo que claramente uno por uno, jugador por jugador sea menos y termine haciendo presentaciones "brillantes" teniendo a Millonarios como el rival. No puede ser que Millonarios, que también es el más veces campeón en la historia de esta copa, no vaya a pasar siquiera de la primera ronda y peor, por perder partidos con rivales tan inferiores y de la manera más triste posible.

Córdoba, Gustavo Rojas, Efraín Cortéz, Luis Zapata, Alex Díaz, Andrés Pérez, Érvin González, Mauricio Mendoza y Anuar Guerrero. Todos ellos ya tienen su bagaje de experiencia en copa Mustang. solamente Henríquez y Arlinton González eran juveniles. Y con todo y eso Millonarios regaló el primer tiempo, se fue perdiendo por la mínima diferencia pero no hizo mucho por empatar. Y para el segundo tiempo el equipo cambió la cara gracias a la entrada de Páez, otro juvenil. Equidad hizo el segundo muy temprano y Páez descontó, y a pesar de que Millos tuvo las chances para empatar, el tiempo no alcanzó. Además de la ya mencionada actuación de Páez, quien le cambió la cara al equipo, podríamos destacar el empuje de Mendoza y, tal vez, de Anuar (todo en el segundo tiempo). Los demás quedaron en deuda por el partido, por el resultado y por el rival.

Quedan dos partidos, Millonarios hasta hace dos jornadas estaba ahí, pegado a la punta del grupo, hoy ocupa el quinto lugar... ¡Entre seis!. El próximo miércoles, día del cumpleaños de la ciudad, el equipo recibirá a Bogotá F. C. en El Campín y una semana después enfrentará a Santa Fe. Ganar o ganar y esperar, no queda más. Sería un papelón inmenso si el más grande de los clubes colombianos queda eliminado en primera ronda de esta copa, por más que el nivel sea bajísimo y que se juegue con suplentes. Ninguna es excusa. El plantel "B" de Millonarios es de mayor nivel que el de todos en ese grupo. No olviden, señores, que el torneo podrá ser muy malo, pero el premio al campeón es muy bueno.

marzo 09, 2008

Papelón...

Millonarios lo tuvo todo para traerse los tres puntos de la ciudad de Cúcuta luego de 17 años. El rival no jugó a nada y tenía un hombre menos en el campo y con todo y eso logró ganar en los minutos finales del partido. Por todo el desarrollo del juego y por lo que hizo Millos y lo que hizo el rival, lo de hoy no puede tener otro calificativo. Fue vergonzosa la presentación de Millonarios y sobre todo el resultado. Partidos como estos son los que por nada del mundo hay que dejar escapar, y Millos lo dejó escapar, dejó ir tres puntos cómodos de no creer.

Millonarios volvió a jugar con dos volantes de contención, el sacrificado fue Diego Cochas que fue al banco de suplentes. Así las cosas, Millonarios empezó con Blandón; Tobar, Mosquera, Cortez y Cortés; Bedoya, Robayo, Ciciliano, Estrada; Carreño y Vanemerak Jr. El principio del partido fue muy parejo, sobre todo en la mitad de la cancha. Ni Cúcuta ni Millonarios pasaban a hacer daño en área rival. Millonarios jugó en ataque con una estrategia clara: buscar la zona derecha del campo abriendo la cancha buscando a Carreño para el desborde. En los primeros 20 minutos de partido Millos solamente tuvo una opción de gol con un cabezazo desviado de Vanemerak. El primer gol del partido llegó para Millonarios en una falta de costado, Jonathan cobró con un pase a ras de piso que encontró a Ciciliano solitario en el área rival para disparar y marcar, una clara jugada preparada, y muy bien preparada a decir verdad. Con el marcador en ventaja, para Millonarios las cosas empezaron a hacerse más fáciles, ya que Cúcuta atacaba con mucho desespero y sus jugadas ofensivas no pasaban mayor riesgo para la zaga azul, salvo un par de equivocaciones de Roberto Carlos Cortés que por poco culminan en gol. El partido estaba liquidado, eso parecía. Blandón mostró quejas de molestias en uno de sus muslos pero continuó en el juego. Y cuando Millonarios lo tenía todo listo, cuando el Cúcuta era un mar de imprecisiones y todos los hinchas teníamos la tranquilidad en su máximo nivel, una jugada de pelota quieta significó el gol con el que el local empató el partido, increíble. Y acto seguido, ahora si Blandón no pudo continuar y en su lugar ingresó un debutante: Andrés Acosta. El juvenil arquero embajador, por obvias razones, mostró muchísima inseguridad. Así terminó el primer tiempo.

Para el segundo tiempo Millonarios logró acoplarse mejor en la cancha y desde el principio tuvo la iniciativa. Los dos volantes de marca se tomaron el rol protagonista del juego y opacaron totalmente al medio ofensivo del equipo local. Poco a poco Millonarios se fue acercando cada vez con más riesgo al arco rival, el segundo gol era intuíble. El técnico local envió a sus dos mejores atacantes al tiempo, pero uno de ellos, el boliviano, le pegó un codazo a Andrés Mosquera y salió expulsado. Lo primero que todos nos imaginamos fue que el árbitro iba a compensar al local, situación que alcanzó a pasar por un instante, pues después de la expulsión el central sacó tarjetas amarillas a varios jugadores azules, inclusive por situaciones que nisiquiera eran infracciones, algo hasta normal en este país y sobre todo cuando el que juega es Millos. Con el hombre menos, el equipo local no volvió a acercarse al arco azul, y desde el ingreso de Cochas por Tobar sólo hubo un equipo en el campo, y ese fue Millonarios. El equipo de Vanemerak llegó con riesgo muchas veces, pero en el momento de la definición cada una de las opciones era despilfarrada increíblemente. Cúcuta quiso alejar el balón de su arco y aguantar el empate hasta más no poder. La victoria ya no era merecida, sino también obligada, por todo lo ocurrido. La tarde de Martín García -ingresó por Vanemerak- es para el olvido. A un minuto del final del tiempo regular, el Cúcuta anotó el segundo y lapidario gol, una vaselina de Eudalio Arriaga que cogió totalmente mal parado a Acosta que pecó de ingenuo. Cualquier otro arquero saca ese balón, pero Acosta no. Ese gol cayó como un baldado de agua helada para todos. Era inexplicable lo que sucedía. Un Cúcuta limitado derrotó sin querer a Millonarios, y peor aún, le volteó el marcador, inadmisible.

Si revisamos la nómina del Cúcuta vemos que hay buenos jugadores, sin embargo, en conjunto ese equipo no juega a nada. Todos los que hasta hoy visitaron el General Santander sacaron puntos (incluye torneo local y Copa Libertadores), pero Millonarios pasó una verguenza y regresa con las manos vacías. Marcadores como estos son los que pueden jugar un papel determinante en el futuro a la hora de una clasificación a semifinales. Millonarios tuvo el papayazo y lo desperdició de una manera infame. Un amigo me decía recién terminó el partido que "era mucha sal". Se equivoca, lo de hoy no fue sal, lo de hoy fue simplemente un papelón. Tal vez es eso lo que hoy más nos duele, que el partido era totalmente ganable y Millonarios lo tenía listo, pero lo perdió. De no creer.

febrero 02, 2008

De cuando una falla cambia la historia de un partido...

Cuando todo apuntaba a una victoria embajadora, cuando el rival tenía un hombre menos y estaba contra los palos y cuando el segundo gol embajador se presentía, un error en defensa significó el gol del Medellín que a catorce minutos del final del partido sepultó a los millonarios y le dio los tres puntos al conjunto paisa.

Aproximadamente unos 25 mil personas asistimos al estadio El Campín para presenciar el primer partido oficial de Millonarios en el año. El trapo de la barra "Alfonso Senior - LosMillonarios.net" hizo ahora si su debut oficial en la tribuna Occidental. Millonarios volvió a jugar de azul totalmente, como jugó los últimos partidos de 2007. El inicio del partido tuvo mucho vértigo, a los seis minutos el equipo visitante se fue arriba en el marcador con un remate de fuera del área de Danilson Córdoba al ángulo. Apenas dos minutos después, Jonathan Estrada empató el partido en una gran jugada individual. Millonarios se asentó en el terreno y de a poquito empezó a controlar el partido, apostando en las últimas instancias por el centro al área buscando la cabeza de Martín García, pero la defensa paisa siempre estuvo atenta y rechazó uno a uno cada pelotazo al área. Diego Cochas lució algo intermitente e individualista por momentos, pero aun así aportó equilibrio al medio campo. Martín García por momentos se vio solitario batallando contra toda la defensa visitante. Así terminó el primer tiempo, con Millonarios teniendo el control del partido, pero sin la explosión ofensiva suficiente, salvo un cobro de pelota quieta que salvó el golero visitante.

El segundo tiempo trajo buenas noticias en el comienzo. La entrada de Luis Zapata por Alex Díaz le dio más dinámica al ataque, y muy temprano Juan Carlos Quintero fue expulsado por doble amarilla. Con un jugador menos el equipo visitante se resguardó, y Millonarios se fue encima con todo, haciendo figura al golero paraguayo Bobadilla. Jonathan Estrada se convirtió en el mejor de los azules, al ser el más inquietante en la defensa rival. Bobadilla salvó dos increíbles, y en otras dos ocasiones el balón pasó muy cerca. Vanemerak movió el banco, ingresó a Ervin González por Cochas, y Millos perdió profundidad. Quedaban catorce minutos, cuando Omar Pérez puso un pase al vacío, Luis Asprilla se quedó enganchado habilitando a Jaime Castrillón quien con una vaselina definió por encima de Blandón y sentenció el partido, porque el espíritu anímico de los embajadores se vino al piso. Entró Telembí por Andrés Pérez, un cambio anunciado pero demorado. Con el marcador adverso y la moral de los jugadores locales por el piso, a Medellín le quedó más fácil controlar el partido en sus minutos finales, inclusive anotando una vez más sobre el final, siendo anotación mal anulada para suerte de los nuestros. Increíble, inexplicable. Las caras de los asistentes eran de sólo estupefacción. Medellín no había hecho nada por el partido, estaba defendiendo el empate con toda y Millonarios siempre fue más, pero una sola jugada cambió el curso de las acciones y lo que parecían los tres primeros puntos del año se convirtió en la primera derrota en casa.

Ahora no demoran en aparecer los que no les gusta nada y critican todo a despotricar de todo lo que tenga que ver con Millonarios, sacando su popular slogan "se los dije". Hay que aguantarlos y mantener la calma, apenas va un partido, quedan 17 batallas todavía.

octubre 20, 2007

De la mano de López

No es López el presidente de quien hablo hoy, es López el árbitro. Así fue como América le ganó a Millonarios la noche de hoy en El Campín un partido que hasta faltando 5 minutos estábamos ganando y que primero en un error de marca y luego en un penal inventado en el minuto 90 nos privó de la celebración y nos dejó muy mal en la lucha por lograr clasificar a los cuadrangulares.

El primer tiempo flojo, flojísimo, y no merece más que esta frase porque no hubo mucho que mostrar. Salvo un tiro libre de Ciciliano que sacó brillantemente el golero rival todo estuvo entre las faltas y la lucha en la mitad del campo. Se perdieron 45 minutos porque América no atacó y Millonarios lució perdido por muchos pasajes.

El segundo tiempo mostró en cambio a un Millonarios más aplomado en la cancha y con mayor vocación. Tanto así que el equipo embajador tuvo las mejores opciones despilfarradas justito cuando llegó la definición. Ciciliano se comió un gol hecho con el arco solo al mandar el balón por arriba. Villagra no estuvo hoy en Bogotá y a Jonathan (el mejor de Millos para mi) se la sacó el golero. América esperó y contraatacó peligrosamente llevando mucho peligro al arco de Blandón.

Llegó entonces el penal contra Ciciliano ejecutado muy bien por él mismo para la ventaja parcial. Nunca antes vi tantos fotógrafos alrededor de un jugador en una celebración de gol. Y después de esto entraron las manos cochinas del árbitro paisa y sus asistentes. Fueras de lugar inexistentes que sancionaron y otros que si eran existentes los pasaron por alto. Errores tan absurdos como señalizaciones de saques de banda a favor del equipo que sacó el balón. Faltas de la nada y el maravilloso penal inventado en las postrimerías del partido. Además el partido se le fue de las manos y hubo calentura entre los jugadores de ambos bandos. Y después, con tanto tiempo perdido en el segundo tiempo, a este señor no le dio la gana de dar reposición, una verguenza. Esas sucias y cochinas manos (y pito) nos quitaron tres puntos.

Ahora para clasificar hay que hacer 15 de 15, teniendo en cuenta que el partido del jueves con Bucaramanga se jugará con el equipo suplente y con algunos cansados luego del partido del miércoles, lograr 15 puntos se antoja casi que imposible. Las energías están puestas en el miércoles ante Sao Paulo y lograr la clasificación a las semifinales de la copa. Muy malo eso sí en el tema de la reclasificación, en la que Millos está disputando el acceso a los torneos internacionales del otro año.

Gracias a Carlos López Millonarios hoy se fue con las manos vacías. Todos los partidos pueden perderse, pero no de semejante manera...

agosto 20, 2007

Dos regalitos más, tres puntos menos

Desde la noche del sábado he estado tentado de poner un clasificado en el diario El Tiempo: "Se busca línea defensiva buena, que sepa salir y hacer buenas entregas, interesados acudir a la sede del Club Deportivo Los Millonarios". Es increible, otra vez nos hicieron de a dos, otra vez nos pudieron hacer más, otra vez la defensa de Millonarios jugó muy mal y otra vez perdimos. Yo, fumador y tomador, con un pésimo estado físico y con mis dos tobillos rotos lo hubiera hecho mejor. La defensa de Millonarios es una verguenza total, partido tras partido.

Cuatro partidos en El Campín este semestre, tres derrotas. Para no perder la costumbre, ese numerito mágico, el 2, volvió a aparecer por cuarta vez consecutiva en la casilla "goles en contra". Y hay que agradecer que los delanteros del Caldas en momentos pecaron porque si no el resultado hubiese sido más abultado. Y para no perder la costumbre, Millonarios anotó de penal, lo que parece ser la única vía, pero no porque el equipo ofensivamente no juegue bien, sino porque a pesar de que se crean las opciones, a los jugadores ahora les dio por querer patear al arco sólo cuando estén en la línea de gol. Incontables ocasiones de gol se generaron en donde había que disparar, pero el que estaba de turno -supongo por falta de convicción- prefería pasar la bola a un costado y dejaba armar a la defensa caldense. Y el único jugador que se anima a pegarle de afuera no estaba por suspensión, y qué falta nos hizo!.

Eso si, en Millonarios han aparecido jugadores pase-gol en este semestre. El "pase" que le hace Alex Díaz a Dayro Moreno para el primer gol... lo dejó habilitado frente a frente con Cuadrado. Igual que lo que pasó en Cúcuta, igual que lo que pasó en Medellín, igual que lo que pasó frente al Cali. Y ni hablar del segundo del Caldas, dos minutos después de que Ciciliano empatara y cuando anímicamente todo estaba para ir por el segundo, un graso error de salida, idéntico a muchos, generó el contragolpe para el gol caldense.

Para rescatar: Falucho, fue el que más corrió, hace buenas diagonales. Me parece que su traída fue un gran acierto. Y Marcelo Tejera, quién entró criticado por los medios por su exceso de peso, pero que dejó muy en claro que sabe, y bastante. Todos sus pases fueron de riesgo, entre ellos el que derivó en la falta sobre Jonathan que Ciciliano convirtió en gol para el empate hasta entonces parcial.

El jueves es el juego de vuelta con Bolognesi, a las 8:45. Sólo espero que a ese equipo se le pueda ganar. Que el equipo no cometa tantos errores en la salida y que tenga más convicción a la hora de pisar área contraria.

agosto 06, 2007

Sin saber que decir...

Después del trago amargo que significó el bochornoso partido del jueves anterior, se venía el Cali, rival histórico de los Millonarios de siempre, y partido que alguna vez fue considerado el clásico nacional de Colombia. Tremenda fue la sorpresa, después de un muy buen primer tiempo en el que el equipo azul se fue en ventaja, fue dinámico e hizo ver muy mal al rival, ver el segundo tiempo tan maldito, tan increíble, tan desastroso, que terminó dejando al Cali ganador 2-1.

Es inconcebible ver como un equipo grande deja que en su casa le volteen un resultado. Es inconcebible ver la actitud de algunos jugadores para con el compromiso con el club. Es inconcebible ver a algunos hinchas puteando a los que no son. Es totalmente inconcebible perder así. Ya es más que notorio: estamos malditos. Hay una maldición que cae sobre nuestro equipo, así como hay un culpable con nombre propio: Luis Augusto García.

Hablar del primer tiempo es recordar lo bonito de la noche. A un Millonarios distinto totalmente del equipo que perdió el jueves, a un equipo agresivo que hizo ver muy mal al rival. Tan bien jugaba el equipo que el Cali parecía un equipo chico más. Era meritorio el gol, era justo, y llegó cinco minutos antes de finalizar el periodo inicial, buen quiebre y mejor remate de Quintero para batir a Óscar Córdoba.

Hablar del segundo tiempo es hablar de la suma de males y colmos. Es recordar el gol de Bolognesi el jueves anterior, porque el empate del Cali fue una jugada idéntica: Centro desde la derecha y cabezazo anticipando la marca. Es recordar que a los nuestros les falta jerarquía: Ciciliano jugó bien mientras estuvo en la cancha, pero falló un penal claro sobre Falucho Silva -quien en lo personal me dejó una buena impresión- al cobrar timidamente a la izquierda del portero rival que atajó sin problemas. Después de eso el equipo se perdió por el bajón sicológico y nunca se pudo recuperar. Es recordar que siempre en los momentos de presión llegan los grandes errores: Lasarte se equivocó drásticamente en los cambios: sacó a Ciciliano por Ervin cuando debía salir Robayo en un cambio que nadie entendió y Millos perdió llegada, y minutos después metió a Zapata como la "posible solución" estando Jonathan en el banco, ¡de no creer! Es recordar viejos exjugadores: El segundo gol del Cali es de la autoría de José Cuadrado, quien ahora optó por andar adelantado al mejor estilo de Henao y comerse goles por esa razón, así lo vacunó el DIM 7 días atrás, y así lo volvió a vacunar el Cali hoy. Y es recordar que algunos obtusos no ven las cosas como son: Los comandos la cogieron contra Ciciliano por el penal errado; obviamente de haberlo convertido la historia sería distinta, pero se olvidaron de quien fue el mejor jugador de Millonarios en el partido.

Soy creyente de una filosofía: El hincha de Millos no putea a sus guerreros. Solo que hay excepciones, y una de ellas es el presente azul. Tres derrotas en línea, falta absurda de definición, panorama complicado. Yo no puteé, yo me lo aguanté hacia mis adentros... pero muchos no pudieron, y si hoy putearon es entendible (Todo menos lo de Ciciliano, válgame Dios).

¿Qué viene ahora? Bueno, partido el sábado en la difícil plaza de Cúcuta y después el actual líder del torneo: Once Caldas. Pero más allá del calendario, lo que debe venir es una reconsideración gigante del grupo. Porque lo del jueves pasado es desastroso y lo de hoy es
lamentable. Y aquí estamos hablando de Millonarios, el equipo más grande de Colombia, en donde estas situaciones son simplemente inadmisibles. Pero con todo y eso, este servidor, así como muchos de los hinchas de Millonarios, no bajaremos los brazos ni nos ausentaremos de las tribunas. ¡Siempre presentes, en las buenas y en las malas!

Bogotá está cumpliendo 469 años, y Millonarios no pudo darle un regalo acorde a su grandeza. Qué pesar...

PD: Si hay un culpable detrás de todo esto, y los largos años de sequía, es Luis Augusto "Chiqui" García. Mercenario, ladrón, acomodado, quien aprovecha notoriamente su poder accionario para hacer de las suyas dentro de la institución buscando beneficios personales y, tras del hecho, santafereño. Afortunadamente cada vez son más los hinchas que se dan cuenta de sus fechorías y hoy ya la voz de protesta se hizo sentir más. Fue el más puteado de la noche y con justa razón. Lo mejor que podría pasarle a Millonarios, es que este señor se largue de una buena vez.

julio 30, 2007

Gracias Oscar Julián...

Muy buena presentación. Es lo primero que quiero escribir sobre Millonarios luego de caer ante el Medellín en tierra paisa. Independientemente del resultado, adverso gracias a dos factores pimordiales: El central y la mala definición, el equipo se mostró muy bien, sobre todo en el segundo tiempo.

Millos empezó atacando, presionando a los rojos en la salida obligándolos a generar el error y aprovechando para llegar con peligro. Así, antes de los primeros 10 minutos Ciciliano y entre Villagra y Telembí tuvieron sendas opciones claras para desequilibrar que fueron despilfarradas. Y dos minutos después llegó el primer gol rojo, un desacierto en la salida de Gonzalo Martínez que regaló la pelota, le tiraron el balón a Morantes y el negro se mandó un golazo de larga distancia colgando a Cuadrado. Error en la salida y en la marca, Faudeville no estuvo para cuidar el medio central.

Millos no bajó la actitud y siguió intentando, pero vino un desacierto garrafal del central Oscar Julián Ruiz, quien ya hasta nos tiene acostumbrados a los hinchas azules por repartirnos tanto pito. Esta vez se inventó un penal de la nada, luego de una jugada fortuita en la que ambos cayeron. Todo el país vio el incidente, el central vio penal. Ese fue el segundo. Y con ese gol los ánimos millonarios se diezmaron, un golpe psicológico.

Tuvo que ser muy bueno el regaño de Lasarte en el medio tiempo, porque la actitud del equipo en el segundo tiempo es de aplaudir. Sin bajar los brazos, con la frente en alto, con garra y convicción, volcando el partido en el arco sur y atacando. Entró Briceño por Villagra que no tuvo un buen partido, el equipo generó opciones, tuvo para descontar, pero en el último esfuerzo de despilfarraban las opciones. Una genial jugada del pequeñín Alex Díaz por izquierda derivó en el penal, magistralmente cobrado por Ciciliano para poner el 2-1. Millos siguió, tuvo más opciones, se falló en la definición, sobre todo con la entrada de Ervin. Y precísamente a Ervin le cometieron una falta clara, clarísima dentro del área, que por supuesto nunca iba a pitar el central. Y en otra jugada del mismo Ervin hubo un forcejeo similar al que el central pitó como penal para el dim, pero claro, esta vez el implicado era Millos... ¡Cómo la va a pitar!. Obvio, en las dos jugadas el central se hizo el loco, metiendo deliberadamente la mano en el resultado final.

De no ser por la falta de definición, y la mezquina presentación de un central que siempre le da pito a Millonarios, el resultado hubiese sido mejor. De todas maneras, y viendo la actitud del equipo en el segundo tiempo, se puede concluir que estamos para grandes cosas... y que no ha pasado nada.

PD: el jueves con Bolognesi, y el domingo con el Cali, hay que llenar el estadio, no hay excusas...