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noviembre 03, 2008

8 años y contando...

Millonarios comenzó la fecha ubicado en la tercera posición de la tabla. La derrota del Cali en casa el sábado indicaba que una victoria dejaría a Millonarios en el segundo lugar de la tabla y cualquier otro resultado iba a ocasionar perder puestos. Al final, el empate sin goles entre Millonarios y el Caldas, con el cual el equipo manizalita completó ocho años sin perder en El Campín, dejó a Millonarios en la octava casilla gracias a la buena diferencia de goles. Millonarios sigue dependiendo de Millonarios, pero se dejaron escapar dos puntos que hacían todo más fácil para clasificar.

Lo mejor del día domingo sin duda fue la asistencia. Más de 20 mil espectadores presentes para ver el partido. En el primer minuto de juego, Milton Rodríguez sacó un remate impresionante desde muy lejos que salvó Mesa, el arquero visitante. Fue la primera y única llegada de Millonarios de todo el primer tiempo. Caldas apostó a un planteamiento ultra defensivo en el cual jugaba a resguardarse muy bien atrás y cerrar todos los espacios posibles, y apostar a contragolpes con Ciciliano y Fano, el peruano.

En consecuencia de esto, el primer tiempo resultó muy pobre para el espectáculo. Millonarios llegaba hasta tres cuartos de cancha y al no encontrar espacios se devolvía, y Caldas caía una y otra vez en la trampa del fuera de juego. En la mitad de la cancha, Gerardo Bedoya y Andrés Pérez se jugaron cada uno un partidazo aparte y lo quitaban todo, y también es bueno mencionar el partidazo de Álex Díaz por izquierda hasta que por lesión tuvo que ser sustituido por Casierra. Sobre los instantes finales de la inicial, Fano la tuvo luego de recibir un centro solitario, pero su cabezazo salió desviado.

El segundo tiempo mostró a Millos mucho más vertical y se acercó con mucho riesgo al pórtico visitante hasta el punto de convertirlo en figura del juego. Milton la tuvo primero con un cabezazo que pasó ligeramente desviado. Después, el mismo Milton la tuvo entrando al área mano a mano, pero se enredó con el balón. Asprilla lo tuvo luego de un cabezazo de Mera que dio rebote, tenía que empujarla, pero la tiró por fuera. Después, Quintabani movió el banco, mandó a Tejada al banco por Pérez, el panameño tuvo una opción clara entrando al área, pero remató suave y a las manos del portero, fue lo único que hizo Tejada, después la pelota le picaba y se le iba y nunca podía controlarla. Jonathan la tuvo en un tiro libre que salvó Mesa de nuevo. Un cabezazo de Mera fue salvado casi que en la misma línea de gol por un defensor blanco. Opciones hubo, pero no se pudieron concretar. Araújo ingresó después por Elinho, pero ni se notó. Y ante la infectividad vino el desespero, tanto de los jugadores como de los hinchas.

Caldas se acercó con riesgo también: Ciciliano avisó con un tiro libre que se fue desviado y Fano avisó con un muy buen cabezazo que salvó Cuadrado. Después, el mismo Fano anotó un gol bien invalidado por mano, y sobre el final del partido, el juez central omitió una mano que era penal para la visita, para nuestra fortuna. Al final, el 0-0 fue perjudicial para ambos. Millonarios descendió posiciones, y Caldas resignó posibilidades.

Lo que viene para Millonarios son dos rivales que están peleando para salvar la categoría, lo que hace que sean dos juegos dificilísimos. Bucaramanga de visitante y Envigado en casa es el camino que falta por recorrer. En la teoría, con una victoria Millonarios se clasificaría, pero hay que apostar a ganar los dos partidos y quedar bien arriba en la tabla, esto para lograr mejores ventajas a la hora de un desempate en los cuadrangulares. Por eso había que ganar como fuera ante el Caldas. Y eso sí, no clasificar sería sin lugar a dudas un fracaso absoluto.

Empate firmado

Intenso y disputado. Así fue el clásico capitalino en su versión número 253. Millonarios hizo más por el partido, Santa Fe apareció en momentos clave. Al final, el empate a un gol deja a Millonarios todavía clasificado y dependiendo de sí mismo para clasificar a la fase semifinal. El central anuló un legítimo gol de los embajadores que significaría la victoria, y además dejó que el equipo rojo pegara a merced a cuanto jugador azul aparecía. Milton llegó a diez goles con la camiseta de Millos y continúa en el segundo lugar de la tabla de goleo.

Fue Santa Fe el que avisó primero, cuando apenas iban cuatro minutos. Un remate en el palo fue el campanazo para que los jugadores azules se despertaran y afrontaran el partido con más viveza. O bueno, diez de los once jugadores, porque Casierra siguió dormido y Santa Fe aprovechó su banda para atacar durante toda la primera mitad. Millonarios poco a poco empezó a poner las condiciones y fue arrinconando al equipo rojo en su terreno. El equipo azul avisó con un cabezazo de Milton que pasó muy cerca del travesaño y con un remate ligeramente desviado. El primer gol empezaba a cocinarse, hasta que a los quince minutos, luego de un saque de banda, Casierra, dormido, permitió que Mosquera entrara al área por su banda con todas las garantías y pusiera un centro preciso para que Seijas, el venezolano, anotara el gol cardenal.

Después de eso Santa Fe quiso esperar la arremetida azul, Millonarios se fue con todo buscando el empate, que afortunadamente llegó rápido. En el minuto 22, un mano a mano de Milton con "el paraguayo" Julio dejó a éste último como vencedor luego de enviar la pelota al córner. Jonathan cobró y en una acción infantil Flotta haló la camiseta de Robayo. Penal claro que no dudaron en señalar ni el central ni el asistente de Oriental. Milton cobró suave y acomodado al palo derecho de Julio y fue el empate. A partir de ahí Millonarios hizo más por el partido y siguió acercándose de la mano de Robayo y Jonathan. Lamentablemente, hizo falta un poco en el tramo final de la cancha y el empate fue el resultado al finalizar el primer tiempo.

El segundo tiempo comenzó de la misma manera. Millonarios el que proponía, Santa Fe el que esperaba y buscaba contragolpes. Sobre los diez minutos, en un avance por la izquierda, Elinho recibió un pase de la muerte y la mandó a guardar en el arco sur de El Campín, y todo era perfecto hasta que el central Peñuela y su asistente de Occidental anularon lo que era el 2-1. Mal anulado, Elinho estaba habilitado.

sobre los 19 minutos Córdoba tuvo que salir por lesión para darle paso a Cuadrado. Después llegó la lluvia y con ella el partido bajó en calidad. Los dos equipos parecían que jugaban con el empate firmado. En Millonarios ingresaron Tejada y Araújo por Bedoya y Milton, respectivamente. Millonarios trató de inquietar la portería roja. Santa Fe intentó acercarse y tuvo dos opciones claras, la primera un remate desviado y la segunda una monumental salvada de Cuadrado con la pierna cuando presentíamos lo peor. Al final, un empate casi que negociado que dejó a los dos equipos todavía en la pelea. Millonarios jugó mejor y propuso más. Millonarios mereció más. Por eso queda ese sinsabor entre los hinchas, porque Millos no ganó ninguno de los clásicos del año. Dos empates y dos derrotas quedan como saldo, después de que en 2007 el equipo azul ganó tres y empató uno.

Millonarios depende de sí mismo para la clasificación. Deberá recibir a Caldas el próximo fin de semana y una victoria lo dejaría casi que clasificado. El calendario para el equipo embajador no es complicado y tiene dos juegos en casa. Quedar eliminados de los cuadrangulares sería un fracaso de grandes proporciones.

septiembre 26, 2008

Les perdonamos la vida

Nacional vino a Bogotá a jugar con el planteamiento más defensivo posible. El equipo verde jugó a empatar y lució limitado, temeroso y asustado. Y con todo y eso, Millonarios no pudo liquidar, se fue otra vez en blanco y desperdició una gran oportunidad de acabar con el mezquino equipo visitante. Nuevamente vimos a Millonarios muy ansioso, con muchas malas entregas, sin empuje, sin ideas, sin creatividad y, por momentos, pasivo. Gerardo Bedoya salió expulsado -aun desconocemos la razón verdadera- y se perderá el partido del domingo en Cali ante el América.

Con la ausencia de Robayo, Quintabani se la jugó enviando a Hurtado a la primera línea de volantes y el resultado fue ver a Iván consagrándose como el mejor jugador de Millos y del partido. Mera y Cortéz conformaron la pareja de centrales, a ambos se les vio algo de temor escénico. La novedad de los azules estuvo en la creación, en donde Denilson Santos, el brasilero, hizo su debut en lugar de Araújo, quien fue retirado de la concentración por una virosis y tuvo que ser reemplazado por Érvin, quien fue al banco.

El vértigo de Millonarios al comienzo del partido duró quince minutos, precísamente, lo que duró el brasilero debutante haciendo su juego. En ese lapso, Leonardo Castro tuvo las dos mejores oportunidades de Millonarios en la primera parte: primero con un cabezazo que se fue cerca y después con un remate de media distancia que alcanzó a salvar Blandón cuando parecía meterse por el palo derecho del meta.

A partir de ahí, Nacional tomó el control de las acciones y aunque no hizo nada en ataque, logró despertar la ansiedad de los jugadores azules que no veían cómo superar la defensa de hasta cinco hombres que planteó el visitante. Los jugadores azules se perdieron por completo por momentos y el ataque azul se alejó considerablemente del arco de Blandón mientras las malas entregas hicieron su aparición, excepto en una jugada en la que Milton se robó el balón y cuando ingresó al área rival hizo una de más, después la jugada terminó en gol anulado de Castro por fuera de juego.

Durante todo el primer tiempo empezamos a notar que el juez de línea de Occidental estaba inclinando la cancha a favor de la visita. Cualquier forcejeo de un azul era falta, todas las jugadas eran fuera de lugar y la mejor, levantó su bandera sancionando una supuesta falta sobre un jugador verde a cientos de metros de distancia después de que el árbitro ya había dejado seguir y Millonarios armaba un contragolpe letal. Sobre el final del primer tiempo el central expulsó con total justicia a Amaya por un codazo descarado sobre Denilson.

Y si el visitante había sido miedoso en la primera parte, para el segundo tiempo lució aún peor. Millonarios tuvo la pelota todo el tiempo, dominó, trató de acercarse y el visitante rechazaba siempre a cualquier parte. Se notaba demasiado que Nacional estaba respetando demasiado a Millonarios. El miedo se notaba en todos y cada uno de sus jugadores, tanto así que Eduardo Blandón tenía que quemar todo el tiempo del mundo en cada saque de meta. Y Millonarios nunca supo aprovechar. Tuvo el balón todo el tiempo, pero se acercó muy poco. La noche de Jonathan Estrada fue para el olvido. El calidoso jugó quizá el peor partido con la camiseta albiazul, siempre trató de pasar por donde no cabía, trató de buscar faltas fuera del área que no existían y el central jamás le comió cuento, y cuando pudo rematar prefirió centrar de forma errada.

Después, sucedió lo que muchos presentíamos. Algo le dijo el juez de línea de Occidental al árbitro y éste último expulsó a Bedoya, nadie sabe qué fue lo que pasó en realidad. Con todo y esto y cuando pensábamos que al estar ambos equipos con diez jugadores Nacional iba a proponer, la historia fue la misma. Nacional siguió encerrado miedoso y Millonarios siguió con el control. Fue entonces cuando Hurtado tuvo que cubrir el hueco en la mitad y lo hizo con lujo de detalles. El ecuatoriano no perdió ni media pelota disputada y, lo mejor, todos sus quites fueron supremamente limpios, el ecuatoriano estuvo impasable.

Entraron Tejada y Érvin por Castro y Denilson, respectivamente. El primero jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones y colaboró con la presión y el marcaje en tres cuartos de cancha. El segundo jugó a su estilo de gambetear individualmente y pasó desapercibido. En todo el segundo tiempo, con todo y el temor que sentían los visitantes y teniendo todo el tiempo la pelota, fueron solo tres las llegadas claras de Millonarios: Un remate de Casierra que salvó Blandón, y dos cabezazos de Mílton también conjurados por el portero visitante, que se cansó de quemar tiempo durante toda la segunda parte. Una "cuarta opción" la tuvo también Mílton cuando al ingresar al área fue sujetado por un jugador verde. Era penal, pero el delantero azul no se tiró al piso y nadie sancionó nada.

Millos tuvo todo, un rival chico y asustado que le salió con miedo a Millonarios y jugó a empatar, un hombre de más gran parte del partido y el control. Pero hoy, lastimosamente, los jugadores de ofensiva de Millonarios no estuvieron a la altura del partido ni de la hinchada, que siempre quiere ganar este partido más que cualquier otro y que respondió al equipo en asistencia, en aliento y en fiesta. Por eso, al final del partido los visitantes celebraron como un campeonato el empate (cualquier similitud con la hinchada de Santa Fe no es pura coincidencia) mientras que los azules recibimos ese empate como una derrota fría.

Millonarios solo ha logrado uno de los últimos nueve puntos y se ha ido en blanco en los últimos tres partidos. Los ahorros de comienzo de campeonato se acabaron y hoy el equipo descendió una casilla en la tabla por la victoria del Bucaramanga. Lo que viene ahora es América en Cali, partido duro porque si bien el rojo de Cali tiene problemas internos por razónes económicas, es un duro rival y tiene fuertes individualidades. En estos momentos Quintabani debe tener un dolor de cabeza tenaz, pues no podrá contar con Bedoya y muy posiblemente conociendo las sanciones de la comisión de disciplina tampoco podría contar con Robayo, lo que obligaría a improvisar en la zona de contención. Afortunadamente para Quintabani y para nosotros los hinchas, hoy nos dimos cuenta que en Millonarios hay un ecuatoriano que, en la zaga o en la contención, es impasable.

abril 03, 2008

Faltaron 120 segundos para el 100

Faltaron dos minutos, sólo 120 segundos, para lo que hubiera sido una justísima y merecidísima victoria en Medellín que significaba la victoria 100 de Millonarios sobre Nacional en enfrentamientos directos. Lamentablemente una desatención combinada de Cochas que perdió el balón, de la defensa que mostró pasividad y de Cuadrado, quien hasta ahí había tapado todo y en el último remate del partido se le pasó la pelota le sirvió al equipo verde para empatar y salvar los muebles. Supo a derrota, claro, porque el partido estaba ganado hasta el minuto 90. Se perdieron dos puntos más.

Algunos todavía pensamos -pensábamos, mejor-, en una combinación de optimismo con fantasía, que las autoridades de Medellín ya iban a reconsiderar su proceder esclavista y tortuoso para con la hinchada de Millonarios cuando ésta se desplaza a esa ciudad, más después de las gestiones que la gente de "Goles en Paz" hace aquí en Bogotá cuando Millos es el local y esos los visitantes. Pues bien, la falta de respeto estuvo a la orden del día de nuevo. Ya no se conforman con -literalmente- sacar a los hinchas de Millos que no están en Occidental quince, veinte o hasta treinta minutos antes de finalizar el partido. No, ahora también le añadieron al combo la "facultad" de dejar entrar a los que viajan en caravana a los veinte minutos de juego. Esto ya raya en lo absurdo y la falta de respeto no puede ser peor. Es decir, que un hincha viaja casi 25 horas, llega y paga el 100 por ciento del valor de una boleta, paga por ver un espectáculo completo, y resulta que de noventa y tantos minutos de partido sólo puede ver cincuenta. Una verguenza lo de las autoridades paisas, el sábado volvió a pasar, aún cuando había demasiada gente de Millonarios en el sitio asignado del estadio, la zona norte de la tribuna Oriental.

Lo vio la gente que estuvo en el estadio de Medellín, y lo vio el mundo entero por televisión. La "hinchada" verde, los autenticos "profanadores de la mentira", otra vez quedaron en ridículo. No jugaban un partido cualquiera, era el partido, que sabemos todos que es el que más expectativa genera en todo el país, y ellos son los que una y otra vez se llenan la boca de payasadas y no hacen más que decir que son "la mejor hinchada" y "la que siempre llena". Ellos, los que la noche del sábado en el partido más importante del país no metieron ni 15 mil personas al estadio, y eso, que el gran número de seguidores embajadores presentes fue lo que más les ayudó a que ese estadio se viera lleno -hasta que la policía los sacó, claro está-. Inclusive hasta Carlos Antonio Vélez, seguidor del equipo local por razones corporativas y más cuando juega con Millonarios por razones personales, tuvo que aceptar la verguenza de la tribuna. Lo vimos todos, la hinchada resultadista, esa que cuando no gana abandona. Por este y otros motivos ya es inocultable la verdad: Hinchada en Colombia hay una sola, la hinchada de Millos.

Ahora si, al partido. Con Millonarios diezmado por las infames sanciones que dio la Dimayor a Bedoya y Vanemerak, la lesión de Martín y la suspensión de Mosquera (Bedoya, Martín y Mosquera hacen parte claramente de la columna vertebral millonaria), el técnico embajador optó por jugársela con Asprilla en defensa y Pérez en la contención. Volvió a aparecer en escena Vanemerak Jr. en ataque y de arranque empezaron Ciciliano y Cochas, dejando a Jonathan en el banco los primeros quince minutos del partido. En esos quince minutos el central amonestó inmerecidamente a Tobar por una falta normalita y a Efraín Cortéz "por demorar tiempo", Millonarios optó por jugar tocando la pelota y no dejándosela al equipo verde, aunque claro está, el equipo llegó muy bien hasta tres cuartos de cancha y ahí faltaba profundidad. Nacional optó por la media distancia, vía por la que llegó tres veces en el primer tiempo en igual número de remates desde fuera del área que Cuadrado salvó bastante bien. Millonarios llegó dos veces de forma clara, un remate de Jonathan estrada (ingresó por Vanemerak) que pasó cerca del horizontal y un remate de media distancia que claramente salvó el arquerito de Nacional -a quien un amigo mío rebautizó "Forrest Gump"- pero que para el central fue saque de meta. Hubo una tercera jugada de riesgo luego de un pase al vacío a Carreño, pero solamente el juez de línea de Oriental vio fuera de lugar, estaba claramente habilitado el argentino.

El segundo tiempo arrancó con un cabezazo del traidor paraguayo que salvó muy bien Cuadrado, después de eso, Millonarios se paró mejor en la cancha y volvió a tener el control del partido. Hasta entonces todas las llegadas del equipo local estaban siendo ocasionadas por una falla en la mitad del campo, sobre todo en el momento de ganar los rebotes. Ciciliano, Cochas y Estrada se juntaron mejor, y en una de esas, Ciciliano puso un muy buen pase al vacío para Jonathan que definió, la pelota pegó en el cuerpo de Gump y se fue directo al arco verde lentamente, pero para dejar el drama a un lado y dejar las cosas claras, Carreño se encargó de empujar la pelota en la línea y decretar así el 1-0 para Millonarios. Fue el tercer gol de Carreño con la camiseta más gloriosa del país, y corrían 26 minutos. Y a partir de ese momento, con la ventaja, los jugadores de Nacional se descontrolaron, se puteaban unos a otros y así mismo sus "hinchas", que ni cortos ni perezosos acompañaron el canto del "ole" que hacían los azules en las tribunas. Nacional no volvió a llegar con claridad, el partido estaba controlado y nadie se imaginaba un virtual empate, Nacional estaba muerto.

Pero tal como pasó siete días atrás con Santa Fe, como pasó en Cali y como pasó en Cúcuta, bastó una imprecisión para que reviviera el muerto, y Zúñiga empató luego de una pérdida de pelota de Cochas y una desatención defensiva -tal vez, la única de todo el segundo tiempo-. Y esta vez Cuadrado no pudo atajar el remate. Algunos dijeron que Vanemerak tenía algo de culpa por no haber quemado los dos cambios que quedaban en esos minutos finales para enfriar el partido, es muy fácil criticar después de que las cosas pasan. En mi opinión, el partido estaba tan controlado que ni se me pasó por la cabeza que habían cambios. Y hablando de Zúñiga... ¿Notaron que él también estaba sancionado pero la comisión arbitral le dejó pagar la sanción en Copa Colombia el pasado miércoles? ¿Notaron que Zúñiga es el único jugador que "medio suda la camiseta" en ese equipo de muertos? Blanco es, gallina lo pone...

Obviamente este empate supo a derrota, se fueron dos puntos más y aunque el equipo se mantiene dentro de los ocho clasificados, en estos momentos debemos recordar los puntos cedidos con Medellín, con Cali, con Quindío, con Tolima, con Cúcuta, Con Santa Fe y ahora con Nacional. Puntos cedidos por Millos y las desconcentraciones y/o la falta de efectividad pero nunca por virtudes de los rivales. Puntos que de haber llegado tendrían a Millos liderando la tabla y que ahora ya tiene a algunos haciendo cuentas...

El arbitraje, aunque por instantes se mostró parcializado hacia los locales, no fue tan infame como en otras confrontaciones en Medellín, eso hay que mencionarlo "entre lo positivo". Para las cuentas, este fue el empate número 80 entre Millonarios y Nacional, Millonarios tiene 99 victorias, el equipo verde 67. La paternidad es extrema, y las cifras muy similares a las de Millonarios - Santa Fe.

PD: Y como pasó con los santafereños siete días atrás, los mierdolagas celebraron el empate al final del partido como si hubieran ganado un título, siguiendo a sus hermanitos rojos en la ya conocida campaña "Conocemos la gloria cuando empatamos con papá embajador".

marzo 23, 2008

Clásico 250: Empate e infamia

El empate fue entre Millonarios y Santa Fe, en la edición 250 del derby capitalino que, junto a Millonarios - Cali, es el partido con más tradición de toda la historia del fútbol profesional colombiano. La infamia estuvo por parte del árbitro Héctor Fabio Parra, quienes con sus herramientas más queridas: el pito, las tarjetas y su asistente de Oriental, incidió claramente en el resultado al inclinar la cancha a favor del equipo rival durante el segundo tiempo favoreciendo así el empate rival y favoreciendo también a Nacional y, tal vez, al América de Cali, próximos rivales de los azules en el torneo.

Por primera vez en muchísimo tiempo los hinchas del rival de patio lograron llenar su mitad del estadio El Campín, igualando -aunque nunca superando- a los azules en cantidad de asistentes. El estadio se vio en un claro 50-50 de los dos bandos, y esto se debió a dos razones fundamentales: Santa Fe ocupa una buena posición en la tabla y la boletería era para el equipo rojo, ya que muchos de los hinchas que le quedan a ese equipo tienen una bochornosa y ridícula premisa: ellos no van al estadio cuando la localía es para Millonarios porque "no quieren darle la plata a Millonarios".

Aún así, con la misma cantidad, Millonarios volvió a ganar el duelo en la tribuna por la calidad. Los constantes cantos de aliento y la salida con humo, rollos y bombas, sumado a la nueva bandera gigante que se estrenó en la tribuna norte y el nunca estar en silencio bastaron para continuar una marca perfecta y que ya parece imbatible para siempre: 250-0-0 es el récord en las tribunas. De nada sirve tirar dos voladores y sacar la bandera que hizo el patrocinador si durante el partido no se escuchan y menos estando abajo en el resultado, exceptuando cuando hay un saque de meta embajador. La marca está perfecta y seguirá perfecta.

Ya en el campo, Vanemerak apostó por dejar a Ciciliano en el banco y poner en su lugar a Carreño acompañando a Martín García en ataque. La limitante de la norma del juvenil no aplicó para esta fecha, por lo que fue más fácil para Mario escoger la alineación sin quemar un cambio por ello. La apuesta de Millonarios era la tenencia de la pelota, escondiéndola del rival por sus ataques ofensivos caracterizados por la velocidad. Así, Millonarios fue superior a Santa Fe en la primera mitad del juego aunque sin ser contundente. en Santa Fe hubo dos jugadas de riesgo con la velocidad de Toloza, Millos llegó dos o tres veces con poca fortuna en la definición en los primeros 39 minutos de partido. Y justo ahí, en el minuto 39, Jonathan Estrada levantó un tiro libre, Martín García recibió y remató en una especie de volea que alcanzó a atajar el golero cardenal, el balón quedó servido y Roberto Carlos Cortés la empujó para decretar el primer gol del partido que le daba la ventaja, justa por demás, a los embajadores, con la que se cerró la primera mitad.

El segundo tiempo fue negativo para Millonarios, sobre todo después del minuto 10. Y no fue negativo por mal juego ni nada parecido, sino por la combinación de situaciones externas que ayudaron al equipo rojo a meter a los azules contra su portería. La lesión de Martín García, quien hasta entonces se jugaba un partidazo y tenía desesperada a la zaga cardenal, sumada a la entrada en acción del central y el juez de línea de Oriental jugaron un rol importante en el resto del partido. La salida de Martín le dio paso a Ciciliano, quien para mala fortuna no tuvo una buena noche y lució errático en sus entregas, y la salida de Martín le dio más salida a Santa Fe desde atrás, sin ser claro, pero ayudó a optimizar la única forma que tuvo para ir al arco rival: el pelotazo. Después, el que salió fue Cochas dándole paso a Andrés Pérez, quien entró y quitó tres pelotas y puso dos buenos pases, pero después se enfrió y no volvió a lucir. Para entonces Carreño, quien había quedado sólo en punta ante la salida de Martín, había tenido un mano a mano que ganó el portero cardenal y tres opciones claras de anotar que fueron invalidadas por el juez de línea de Oriental por supuestas posiciónes adelantadas bastante discutidas. Santa Fe apeló al pelotazo buscando a Toloza, Preciado y Néculman, quien ingresó también en el segundo tiempo, por esa vía tuvo dos llegadas claras que salvó muy bien Cuadrado, hasta que a 14 minutos del final, Néculman centró, Roberto Carlos cortés rechazó al centro y el balón le quedó a Mosqueda, quien no había hecho nada en todo el partido y remató para empatar el partido. Inmerecido, porque Millonarios sin ser muy vistoso era más que el rival y daba la impresión que el partido estaba controlado, pero Santa Fe empató. Y ahí fue que los hinchas azules nos acordamos que había hinchada rival en el estadio, porque ahí fue que empezaron a cantar, duraron 75 minutos callados y sólo se escucharon al final.

Los últimos minutos del partido después del empate rojo no fueron para Millonarios ni para Santa Fe, fueron para Parra, que a punta de tarjetas terminó de arrinconar a Millonarios contra su arco, expulsó a Briceño por un reclamo al juez de línea de Oriental por una supuesta mano en una decisión apresurada. Empezó a permitir la pierna fuerte del equipo rojo y por el contrario pitaba todo cuanto contacto existiera en contra de algún jugador santafereño, así fuera un contacto legal. La expulsión de Briceño dejó a Millonarios sin muchas variantes ofensivas y el equipo rojo intentó sin éxito acercarse a la portería de Cuadrado. Al final del partido los jugadores azules y el técnico azul reclamaron por el que fue claramente un pésimo arbitraje que favoreció al equipo rojo. En los altavoces del estadio se escuchaba al encargado de "Goles en Paz" pidiendo mesura a los jugadores azules "para evitar la violencia". Señores: si quieren que no se genere violencia en los estadios, entonces eviten arbitrajes perjudiciales y acomodados en un partido clase A como el del señor Parra la noche del sábado, es básico.

Bien lo dijo Vanemerak y lo ratificaron los jugadores: Al central nadie le dijo nada de otro mundo, pero el señor Parra no se dejó hablar y respondió con tarjetas, mostrando una faceta irrespetuosa (Señor Parra: una regla de cultura, para obtener respeto hay que también respetar). Al final del partido expulsó a Bedoya, en total amonestó a siete jugadores azules. Un servidor se pregunta si tuvo algo que ver que justamente el próximo rival de los azules sea Nacional, equipo acostumbrado a poder ganar sólo con ayudas externas, porque... ¡Qué curioso que justito le de a Parra por amonestar a más de medio equipo embajador y expulsar injustamente a dos jugadores, uno de ellos el símbolo y capitán, en un partido que justamente controlaba y ganaba Millos, preciso antes de ir a Medellín!

Y el equipo de "Los galácticos", el "Dream team" o "el ferrari", como lo llaman algunos, nunca apareció en el Campín. Pero eso si, los hinchas cardenales volvieron a celebrar un empate como si hubieran ganado el mundial de clubes, tal como ocurrió en el último clásico el año pasado y tal como pasa una y otra vez. En cambio, nosotros nos fuimos del estadio con bronca porque el empate supo a derrota y Millonarios mereció mucho más.

febrero 25, 2008

Dos puntos que se van

Otra vez la falta de definición actuó en contra de Millonarios, que apenas pudo empatar con el Quindío el día domingo en el estadio El Campín. De nuevo, el equipo azul jugó con muchas lagunas en el primer tiempo y cambió su actitud y mentalidad en el segundo, tal como pasó siete días atrás ante La Equidad. Otra vez Millos empezó perdiendo y tuvo que ir desde abajo para empatar. Otra vez el juez central metió descaradamente la mano en contra de Millos (la foto lo dice todo). Pero esta vez no alcanzó para dar vuelta al resultado.

Millonarios hizo cambios obligados para el partido de hoy. Gerardo Bedoya jugó como lateral izquierdo ante la lesión de Roberto Carlos Cortés. El equipo jugó con dos delanteros (empezaron Martín y Oscar Vanemerak), Estrada inició en el banco y Ciciliano y Cochas fueron los inicialistas. Del primer tiempo no hay mucho para rescatar. Millonarios tuvo la pelota y el manejo, pero fue evidente su falta de profundidad, que no mejóró con la entrada de Telembí por Vanemerak Jr. Los primeros cuarenta minutos se hicieron eternos, Millos no podía llegar y Quindío sólo esperó en su terreno. Sobre los 41 minutos, el central cometió su primera gran equivocación de la tarde: Ciciliano remató de larga distancia, el balón pegó en el horizontal y cruzó la línea de gol. Era gol legítimo, pero ni el árbitro ni el juez de línea de Occidental lo validaron. La respuesta del Quindío fue otro postazo en un rápido contragolpe.

Para el segundo tiempo Mario mandó a Jonathan al campo por Andrés Pérez, buscando generar más riesgo. Lamentablemente, en una desatención Iván Velásquez marcó el 0-1 y el hecho llenó de ansiedad a todos: a los jugadores, al cuerpo técnico y a los hinchas. Iban seis minutos, y desde ahí hasta el final Millonarios se fue con todo en busca del arco contrario. Fueron muchas las aproximaciones, pero también muchos los despilfarros en la última acción de cada jugada. Sobre los 18 minutos del segundo tiempo, Mario arriesgó lo que le quedaba: Sacó a Robayo y envió a Ariel Carreño al campo. El argentino, que portó la camiseta 23, se ubicó por la derecha, y desde ahí hizo desbordes y tiró constantes centros peligrosos siempre buscando a Martín García. Millonarios se quedó sin volantes de marca, y Bedoya era el que sacrificaba en la posición. A los 24 minutos, luego de un centro, Martín García anotó el empate de golpe de cabeza. Quedaban 20 minutos y Millos se fue buscando el gol de la victoria. Martín tuvo dos o tres aproximaciones claras pero increíblemente el balón no entró. En este tiempo de monólogo millonario, de nuevo el juez central hizo su aparición: no pitó un claro penal en contra de Telembí,
anuló un legítimo gol de Millonarios por una "supuesta" e inexistente falta contra el arquero quindiano (el portero salió a nada fuera de su área chica, hay un contacto apenas normal y el hombre cae al piso, increíble, sólo él vio falta), dejó que el rival le quemara tiempo en todas partes, permitió que los jugadores visitantes permanecieran en el piso, cortaba el juego cuando Millonarios quería cobrar a riesgo y no dio el tiempo de reposición justo. Así terminó el partido, con una última jugada que parecía iba a ser gol de Millos para victoria sobre la hora tal como pasó con La Equidad.

Millonarios llegó a seis puntos en la tabla, siete por debajo del líder. Jugará el próximo fin de semana de nuevo en casa ante el Pereira. La principal cosa por mejorar, más allá de la falta de definición, es el jugar los primeros tiempos como si fuera sin ganas ni profundidad. Si se quiere, el primer tiempo se desperdició. Y como dato final: Este es el tercer empate consecutivo 1-1 entre Millos y Quindío en Bogotá, desde 2005 no le ganamos a los cafeteros.

Ni vencedores ni vencidos

Millonarios tardó 56 minutos en tomar el control de un partido que se veía difícil por lo visto en el primer tiempo y después se veía bastante ganable por la actitud del equipo en la segunda mitad. Al final, el empate es positivo ya que aunque si bien Millonarios pudo haberse llevado los tres puntos de Ibagué, también es cierto que el resultado hubiera podido ser peor. Roberto Carlos Cortés, quien salió lesionado, anotó el primer tanto con la camiseta del más grande de Colombia.

Millonarios hizo cambios en su alineación para empezar el partido del miércoles en Ibagué. Efraín Cortés regresó a la alineación titular por la ausencia obligada de Monroy. Salinas volvió a la lateral derecha, y Efraín actuó como defensor central. En la línea de volantes, álex Díaz fue ubicado como volante carrilero por izquierda de ida y vuelta ya que Jonathan Estrada continuó resentido de su lesión y el cuerpo técnico prefirió no arriesgarlo. Así las cosas y aunque Millonarios tuvo un mejor órden, el equipo tolimense fue el dueño sel primer tiempo. De Millonarios se destaca solamente un tiro libre de Ciciliano y un cabezazo luego de una pelota quieta. Lo demás fue solo del local, que arrinconó a los azules arremetiendo buscando la victoria. Pero Millonarios pegó primero, luego de un tiro libre de costado que finalizó en el pase de Bedoya con el pecho a Roberto Carlos Cortés que definió muy cerca del arco para el primer gol del juego. Lamentablemente, la alegría duró poco, apenas un minuto, porque luego de un tiro de esquina el local empató. Así se fue el primer tiempo, con Tolima encima y Millonarios aguantando más de la cuenta, y con un autogol invalidado de Efraín Cortés debido a que el balón ya había salido a la salida de un córner.

El segundo tiempo comenzó con la misma historia. Tolima generó unas tres opciones de gol en los primeros diez minutos. Los nuestros no jugaban el mejor partido y el vendaval tolimense parecía inaguantable. Hasta que a los 12 minutos Mario Vanemerak cambia la historia con dos variantes fundamentales: El ingreso de Cochas y Telembí, por Díaz y Martín García -quien volvió a tener un partido desafortunado- respectivamente. Ese cambio alteró la historia del partido, corría el minuto 13 y desde ahí hasta el final del partido el Tolima no volvió a acercarse a predios de Blandón -figura del primer tiempo-. Desde ese momento Millonarios tuvo el control del partido y arrinconó a los locales contra su portería, al punto que terminaron el partido pidiendo tiempo. Fue desde el momento de esos dos cambios que ahora si el partido era ganable. Millos se sacudió el ahogo de los locales y puso al Tolima contra las cuerdas. Ciciliano y cochas hicieron una buena asociación y Telembí aportó mucho más de lo hecho por Martín. Lamentablemente, el tiempo no alcanzó para anotar el segundo gol, y así Millonarios debió conformarse con un empate. El otro punto negativo estuvo con la lesión de Roberto Carlos Cortés que obligó a su cambio por Briceño modificando así el esquema del equipo en los minutos finales. Esperemos que no sea de gravedad.

Jugadas cuatro jornadas, el balance de Millonarios no es negativo. Salvo esos tres puntos perdidos ante el Medellín, los resultados han venido acompañando al equipo en alguna manera. Cali e Ibagué no han sido plazas fáciles históricamente para Millos y el equipo ya sacó dos empates de visita. Se entiende que con Cali la victoria era más que merecida, y que con Tolima se pudo haber conseguido algo más, pero así son las cosas del fútbol. Con este resultado Millonarios ya está entre los ocho mejores del país y vienen dos partidos consecutivos en casa en donde el equipo azul podrá ascender en la tabla. Ahora viene el Quindío, el domingo a las 3:30 pm, y muchos hinchas desde ya están esperando un marcador abultado, para devolver el 6-1 del año anterior. Quindío es un equipo chico, pero por ese antecedente el partido del domingo para muchos no será cualquier partido clase C del común.

febrero 09, 2008

Con la suerte de espaldas

Salvo un pequeño pasaje de unos cinco o diez minutos en el segundo tiempo, Millonarios fue superior al Deportivo Cali. Pero otra vez la suerte y la falta de definición jugaron una mala pasada y Millonarios perdió dos puntos importantes que servían para recuperar lo perdido en la primera fecha. Fue empate sin goles, pero para Millonarios supo a derrota y para el Cali a victoria. Ricardo Ciciliano erró un penal a pocos minutos de concluir el partido.

con el regreso de Ciciliano, Vanemerak optó por dejar el mismo módulo táctico de 7 días atrás ante Medellín, sacrificando a cochas, quien fue al banco. Fue este el partido debut de Roberto Carlos cortés en la banda izquierda, y de Fernando Monroy, lateral zurdo que hizo las veces de lateral derecho en el segundo tiempo ante la lesión de Asprilla. Ambos cumplieron, las bandas dejaron de ser coladores para el ataque rival. Cortés sacrificó la salida al ataque, pero defendió su zona sin complicarse, haciendo la fácil. La defensa azul ganó en solidez con él. Oscar Vanemerak cumplió la norma y empezó el partido como titular, no tuvo muchas opciones, por momentos se le ve perdido en la cancha debido a su falta de experiencia. Martín García ingresó muy temprano por el juvenil. Bedoya regresó de su paso por Uruguay en el amistoso del miércoles con la "selección" y aunque si se vio notorio el desgaste físico cumplió.

El Cali empezó el partido con el control del balón basado en sus cinco hombres en medio campo, pero de tres cuartos de cancha no pasaba, gracias a la gran labor en conjunto de los tres recuperadores azules y la zaga defensiva. Con el ingreso de Martín por Vanemerak Millonarios ganó peso ofensivo y de a poco se fue acercando con riesgo sobre el arco rival. Más allá de haber estado pasado de revoluciones en el primer tiempo -al punto de ganarse una tarjeta amarilla por reclamar- Ciciliano fue otra vez el eje del equipo, puso en posición de gol a Jonathan y a Martín pero no supieron definir. Lo que erróó Martín García no tiene explicación, cuando estuvo solo mano a mano con Córdoba y el defensa más cercano estaba a 20 metros, lo tenía todo y el golero verde ahogó el grito de gol. No fue la noche de Martín.

En el segundo tiempo Millonarios apuró más, y el portero Córdoba se consolidó como la figura del partido con cada llegada azul desperdiciada. El ingreso de Monroy por Asprilla (lesionado) le dio salida al equipo por la derecha. Por lo menos unas siete opciones de gol tuvo Millos para liquidar el partido, y cuando Martín tuvo un buen remate córdoba atajó. El cali tuvo su momento con el ingreso de Frangipane, pero sólo fue eso: un momento. El partido estaba para ganar, lejos. Millonarios siempre fue más, y a siete minutos del final se presentó la que sería la mejor opción de todas. córdoba, figura del partido hasta entonces, le pegó un codazo a Andrés Mosquera. Penal y expulsión para el portero. Cali no tenía más cambios y tuvo que improvisar a Espínola como portero. al frente estaba ciciliano, cobró al palo derecho del improvisado guardameta, que se estiró y desvió el balón con su cara (el balón le pegó en el rostro). Era de no creer... Y tal como pasó ante el Medellín, anímicamente el equipo se cayó con la jugada y no volvió a atacar. con un hombre más y más de cinco minutos por jugar, Cali hizo el negocio y aguantó. Y Espínola, quien para la parcial local se convirtió en el héroe de la noche, no volvó a tocar el balón después del penal, Millonarios no se volvió a acercar.

Así es la vida, y la suerte. En noviembre de 2006 salíamos de El Campín diciendo que ya teníamos algo que contarle a nuestros hijos y nietos. ciciliano había tapado un penal luego de que Millos se quedara sin arqueros ante el Medellín. Hoy otra vez tenemos algo que contar, la proeza de Ciciliano la hizo otro, contra ciciliano. Con la suerte que hemos tenido por años se puede afirmar que con Millonarios puede pasar cualquier cosa. Lo que no se puede hacer es crucificar a ciciliano por haber fallado el penal, él también puede fallar, es humano.

Para terminar, la hinchada de Millos sabe de los atropellos que ha hecho Oscar Julián Ruiz en contra de Millos en muchos partidos en los que sus decisiones han perjudicado partidos al equipo. Esta vez hay que reconocer que el arbitraje de Ruiz anoche estuvo muy bien. Amonestó a ciciliano, Robayo y salinas por los nuestros, y al juvenil Aguilar por los locales. Buen arbitraje, ojalá así fuera siempre.

Algunos dirán que Millonarios se trajo un punto de cali, yo digo que Millonarios perdió -o mejor, regaló- dos puntos en Cali, y que ojalá no hagan falta al final.

noviembre 09, 2007

Con sabor amargo

Fue el último partido del año por campeonato local en casa. No digo en total porque aun conservo la esperanza de ganar en México el próximo martes. Fue con el equipo suplente, inclusive con tres jugadores que actuaron ayer. Fue contra el clásico rival de patio, colero del campeonato. Era un clásico, el 249 de la historia, en el que sólo faltaron tres minutos para celebrar lo que hubiese sido un justo y merecido triunfo.

Y no fue así porque el árbitro sancionó un penal infame a favor de Santa Fe cuando quedaban casi 15 minutos para terminar y cuando Millos ganaba 2-0 jugando bien y literalmente paseando a un pobre equipo rojo, que con ese aliciente se fue con todo, hasta que logró el inmerecido empate en los instantes finales, ante una desconcentración en defensa.

Millonarios dominó durante tres cuartas partes del partido a su antojo. Telembí volvió al gol que le había sido negado por meses, hoy se apuntó los dos de la noche. Ambos golazos, el primero por la definición, y el segundo por el pase que puso Tejera y la habilidad de Castillo para aguantar no quedar en fuera de juego y definir con frialdad. Millonarios tuvo incluso para irse de largo, faltó de nuevo la puntada final. El equipo rojo estaba muerto, llevado, noqueado. Millonarios hacía lo que quería, a tal punto de lujos extremistas, como los intentos de Tejera de hacer gol olímpico que casi se convierten en realidad. Lamentablemente ese penal inventado desconcentró a los nuestros y envalentonó a los rojos. Eso combinado con que muchos de los jugadores azules sintieron en ese final del partido el cansancio físico.

Al final, por como se dieron las cosas y por como terminó el partido, los azules salimos con ese sabor amargo, estuvimos a 3 minutos de terminar un año perfecto contra el rival de patio, con 4 victorias en igual número de clásicos, lamentablemente no se dio, y ese empate supo a derrota, no solo porque era el clásico, sino también por la reclasificación. Ahora la opción de entrar a las copas internacionales de 2008 ya se ve mucho más lejana.

Y tal como era de esperarse de la hinchada rival, fue increible ver como celebraban ese empate como si hubieran ganado el mundial de clubes. Aunque claro, es entendible también: el hincha santafereño está más pendiente de que a Millos le vaya mal que la suerte de su propio equipo. Para ellos no haber perdido hoy es el equivalente de haber salvado el semestre, el año. No importa que esa triste realidad diga que son los últimos del campeonato, hoy estaban orgullosos y realizados: Empataron con la suplencia de papá.

noviembre 05, 2007

En tablas

Cuando la suplencia del equipo más grande el país, cuya mente está concentrada en el certamen internacional que se disputa alternamente con el torneo local y envía a jugar a los canteranos, "visita" a un equipo bien chico que por esas cosas de la vida está bien posicionado en la tabla, el resultado no puede ser otro distinto al de un partido flojo y de trámite. Así fue esta tarde en la cancha del estadio de Techo en Bogotá.

Muy temprano, el equipo que hoy para efectos de calendario oficiaba como "local" abrió el marcador, con una jugada que repitieron todo el primer tiempo, desborde por derecha, quiebre a Zapata y pase de la muerte. Corrían sólo seis minutos, y La Equidad ganaba 1-0. El primer tiempo de Millonarios no fue el mejor. Pesó mucho la falta de experiencia y por eso, siempre por izquierda, el local puso dos o tres opciones más de riesgo. En Millonarios una sola llegada de gol despilfarrada por "Falucho", a quien se le notan muchas ganas.

El segundo tiempo comenzó con un Millonarios más agresivo que encontró pronto el empate, también a los seis minutos, luego de un penal cobrado por Tejera. Desde ese momento otra vez Millonarios le dio el balón al rival, que llegó más por la inexperiencia de la defensa azul que por virtudes propias. José Cuadrado se consolidó como la figura del partido. Millonarios también tuvo sus chances, pero esta no fue la tarde de Carlos "Telembí" Castillo.

Ya el torneo local no es opción para Millonarios. La suerte está echada en su totalidad en la Copa Sudamericana, y este miércoles, con un estadio a reventar, se jugará el primero de los dos partidos de la semifinal.

septiembre 26, 2007

Nada está definido

Millonarios empató a un gol ante Colo Colo en El Campín en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana en una noche en la que el exceso de ansiedad de muchos de los nuestros jugó en contra.

Del rival hay que decir que es un muy buen equipo, Millonarios no juega solo, el rival cuenta, y el de hoy jugó un muy buen partido. El equipo visitante logró sobreponerse a la presión excesiva de los embajadores a punta de pases rápidos y contragolpes fugaces. Depronto estamos acostumbrados a ver equipos colombianos cuyo nivel no es el mejor, y este equipo mostró algo distinto a lo que vemos con cada rival. Millos apretó, mostró temple, ganas, y eso gustó a la afición (más de 40000 personas), en ocasiones hubo exceso de velocidad, tal vez por la misma ansiedad, tal vez por querer asegurar el partido rápido.

Colo Colo jugó a sacarse la presión y a contragolpear con rapidez, ese fue su juego, tuvo mucho tiempo el balón en ocasiones, cuando Millos se partía en la mitad, pero después de tres cuartos de cancha el gran partido de Gonzalo Martínez colaboró para que no pasara a mayores. Colo Colo utilizó otra gran estrategia que muchos equipos hacen, atacó a la espalda de Alex Díaz, quien tal vez por su inmadurez profesional fue el más ansioso y nervioso de todos, y por tanto tuvo una mala noche, por ahí llegó el gol y la mayoría de ataques chilenos.

El gol visitante, el primero de la noche, nace de un error nuestro. Robayo no recibe una pelota fácil, deja al equipo descubierto y los chilenos, en un contragolpe mortal, anotaron el 0-1. Apenas dos minutos después el árbitro pita penal, pero Ciciliano lo erró increíblemente al tirarlo fuera con el arquero vencido. Ese par de minutos fueron un bajón anímico tremendo para todo el grupo, que duró hasta el final de la primera mitad: Impresiciones, por momentos falta de marca y poca profundidad.

El segundo tiempo mostró a un Millos más preciso, más batallador, entregado, corriendo todos los balones como le gusta a la hinchada. Vanemerak acertó con los cambios: ingresó a Telembí por Ervin (de pésimo partido también, perdido) y a Quintero por Rojas, con lo que ganó más juego ofensivo. Curiosamente el empate local llegó también en un contragolpe. Jonathan (el mejor de la cancha junto a Martínez) corrió media cancha, puso un cambio de frente preciso para que Ciciliano definiera con clase y empatara el partido. Justo para el partido, justo para Ciciliano que a partir de ahí se retomó la confianza, y justo para el equipo que lo venía mereciendo.

El empate puso el partido para cualquiera de los dos, Millos arrinconó al rival y tuvo sus chances, el rival contragolpeaba peligrosamente a tal punto que Cuadrado salvó el segundo en un mano a mano luego de un paso de defensa a ataque veloz de los chilenos. Villagra lo tuvo y el arquero le quitó la posibilidad en lo que fue el único remate al arco del paraguayo, quién pareciera haberse perdido la confianza para lo que más sabe hacer: goles. Un par de remates de media distancia pasaron rozando el palo. Al final el empate fue el resultado final, en un partido demasiado intenso.

A aquellos que se les olvida: Millonarios es el mejor visitante del torneo con dos victorias en igual número de salidas. Colo Colo es un rival muy difícil, juega bien, es de los mejores equipos que han venido en mucho tiempo, pero no es imposible. Y recuerden también que Millos sacó a Bolognesi como visitante y a Nacional también. Millonarios no ha ganado aun en casa en lo corrido de la copa, pero afuera ha avanzado dos veces. Nada está definido señores, el 4 de Octubre se sabrá en Santiago de Chile, y Millonarios tiene el amor propio suficiente para superar esta y cualquier adversidad. No hemos ganado nada, pero tampoco se ha perdido nada todavía.

Eso si, lo único que pido es que se tomen más confianza para patear al arco algunos jugadores como ervin y Villagra, hubo ocasiones en que la llegada al borde del área se perdió por falta de convicción de ellos, que terminaban retrasando el balón o demorándose demasiado permitiendo así la reorganización defensiva chilena.

PD: Deplorable, lamentable, terrible la actuación del juez peruano esta noche. Se inventó faltas de la nada, se inventó saques de banda a favor del rival de la nada. Dejó quemar mucho tiempo y perdonó tarjetas. Al central también pareciera haberlo traicionado la ansiedad. Tal vez en Perú no están acostumbrados a ver una hinchada tan inmensa como esta y una salida tan espectacular como la de hoy...

Saludos

septiembre 22, 2007

Punto rescatable.

Fue complicado, pero se logró. Millonarios continuó su racha invicta desde la llegada de Vanemerak al banco técnico. Un empate sin goles fue el saldo final en una plaza complicada para los nuestros como es Ibagué ante un duro rival (no en vano está en los primeros lugares de la tabla con todo y partido pendiente). Y Millonarios pudo haberlo ganado en un principio, al final el desgaste físico hizo su efecto y el equipo defendió con los dientes el 0 en el arco.

Aspectos positivos y negativos de la noche de hoy. Primero hablemos de lo bueno: Cuadrado inmenso, el mejor partido que le he visto, más seguro, sin soltar balones, afianzado en su puesto, y justo cuando más lo necesitamos así, fue la figura del partido sin duda, sobre todo por sus atajadas en los minutos finales. La dupla Bedoya-Robayo en la media cancha cada día brinda más estabilidad tanto en defensa como en salida al ataque. El equipo continúa sin recibir gol, luego de ese par de partidos nefastos, desde que llegó Vanemerak el equipo no recibe goles por torneo local (registro de dos victorias 1-0 y un empate sin goles hasta ahora) y mejoró mucho gracias a la estrategia de presionar al rival desde la salida. Jonathan Estrada: jugadorazo, hizo fintas de crack, de jugador de micro en el barrio, le falta más seguridad para patear al arco, pero ante las ausencias obligadas de Ciciliano y Tejera el 21 respondió a la altura.

Entre lo negativo resalto: Los delanteros, Telembí regresó a la cancha luego de varios partidos, mostró ganas, muchas, pero fue notoria la falta de ritmo, sigue en un mal nivel. Y Villagra no tuvo su mejor noche aunque como pivote lo hizo bien. Los goles no aparecieron, sobre todo en el primer tiempo, y esa falta de definición costó no habernos podido traer tres puntos. El partido de Ervin fue discreto también, no marcó diferencia por más que lo intentó, y ahí también perdimos profundidad en el último tramo. El desgaste físico, lo de hoy significó para muchos jugadores un cansancio notorio, y con un partido en tan sólo dos días hay que rogar porque la recuperación física de los jugadores sea rápida y efectiva.

Con el empate Millos alcanza 11 puntos, la carrera sigue el próximo domingo a las 3:30 ante Junior, pero antes, el día martes será el encuentro de ida de los octavos de final de la Sudamericana ante Colo Colo de Chile. Ojalá los jugadores puedan recuperarse en estos dos días del desgaste físico tremendo de hoy (en los últimos minutos Tolima se vino encima y los nuestros mostraban ya que estaban sin piernas) y estén con toda el martes a partir de las 7 de la noche. La boletería para el partido ya está en los expendios y se pronostica una asistencia masiva, mucho movimiento. No se queden sin entrar.

agosto 12, 2007

Sumamos, y pudo ser mejor

En estos últimos días venía preguntándome ciertas cosas con respecto al equipo. Por qué nos cuesta venir de abajo, porque nos llena el desespero cuando el marcador es adverso, por que es tan difícil remontar un marcador. He pensado siempre que es un problema de tipo sicológico, pareciera como si no hubiera una mentalidad de que todo es posible y el marcador adverso casi que automáticamente diezma el empuje. Anoche los jugadores nos demostraron y se demostraron que si es posible remontar marcadores. Después de un triste 0-2 en contra al final del primer tiempo el partido pasó a quedar empatado a dos goles y Millonarios terminó siendo más que su rival y con merecimientos para haber salido vencedor de Cúcuta.

Fue otra vez un partido de dos caras, pero no hablando de un tiempo bueno y uno malo, esta vez, el lado positivo estuvo a la ofensiva y el negativo a la defensiva. Cuesta mucho repasar el video de los goles adversos y de las jugadas de peligro del rival, y ver que todas las jugadas tienen un común denominador: provienen de errores defensivos garrafales en la salida, o de malas entregas. Nos está costando mucho salir jugando, ahí nos vacunó el Cúcuta dos veces y nos llegó con riesgo otras tantas. Y por el otro lado, Millonarios mostró más solvencia ofensiva, con un Ciciliano inspirado que tomó los hilos del equipo. Es gratificante ver como el equipo sigue generando llegadas constantemente.

Los goles cucuteños llegaron en la parte final de la primera etapa, en los últimos cinco minutos hicieron los dos goles. Parecía utópico volver al partido con una diferencia así y teniendo en cuenta la constante del desorden. En medellín descontamos pero no alcanzó, anoche tuvimos la suerte de jugar con un árbitro no-localista y no anti-millos, que expulsó al rolo Florez sin pensarlo y eso ayudó y que pitó un penal claros que no cualquiera pita por ser contra Millos y que resolvió bien Ciciliano desconcertando al portero. Y después el mismo Ciciliano puso el centro para que falucho Silva de cabeza anotara el que ojalá sea el primero de muchos goles con la camiseta más bonita y gloriosa del fútbol colombiano.

El partido se puso 2-2 y quedaban 15 minutos. Millonarios era más, siempre lo fue, pero las constantes malas entregas defensivas hacían llegar al Cúcuta con peligro. Vino la expulsión de Quintero, más para compensar al local que por cualquier otra cosa, y dos minutos después otra expusión motilona. 10 azules contra 9 motilones, Jonathan Estrada tuvo el tercero, pero su remate se fue ligeramente desviado, se podría ganar, Millonarios era más. Esta vez Lasarte acertó con los cambios a diferencia del partido con Cali. El tiempo terminó y un empate al final en el marcador.

Grato el partido de Ciciliano, para mi el mejor azul, grato el gol de Falucho, un buen gesto técnico, grato que los cambios esta vez estuvieron perfectos, grato que los jugadores entendieron que sí se pueden remontar marcadores adversos.

No me gustó el gesto de José Cuadrado, el golero azul. Con un hombre más que el Cúcuta y el equipo inspirado en las postrimerías del partido, el hombre se dedicó por pasajes a hacer tiempo, cuando el equipo podía ir hacia adelante. Esto, Cuadrado, no es un equipo chico; esto es Millonarios, el más grande de todos, y Millonarios tiene que salir a ganar siempre.

Saludos,

abril 23, 2007

Agridulce

Me cuentan mis amigos y colegas mayores, esos que vivieron la época futbolística Colombiana de los 80s, que hace dos décadas el partido con América era el súper clásico del fútbol colombiano. América venía de "ganar" muchos títulos y "se había convertido en grande", lo que calentaba la atmósfera. Me contaban también, que no había partido de América en el que el central no metiera la mano a favor de los rojos, lo que hacía aún más difícil ganarle. Ellos, mis amigos, detestan al América de Cali, incluso al nivel de los mierdolagas.

Hoy América volvió al lugar que merecía, volvió a ser un equipo chico, como nació, y con justicia. Hoy este partido, por lo menos en lo personal, perdió relevancia como "clásico", y volvió a ser el partido de antes, un grande contra un muy chico rival, que por esas "cosas" de la vida ganó títulos, pero que ahora poco a poco está pagando las deudas del pasado. La justicia llega, tarde pero llega.

Por esto, ganar en cali, teniendo en cuenta el rival y los puntos perdidos con Nacional era obligatorio para permanecer en el grupo de los 8 primeros. Millonarios casi consigue la tarea, pero entre la falta de definición y el parcializado árbitro del partido (lo único que no cambió con respecto a los 80s) privaron la victoria capitalina.

Millonarios fue más, sin ser dominador. Tuvo una propuesta menos ofensiva, se refugió bien y cuando llegó creó riesgos. América tuvo un principio de partido bueno, arrinconó a los azules en su arco y así anotó el primer gol del partido, en un error compartido entre el cabezón Rodríguez (pésima marca) y Henao (volvió caminando cuando era el centro pasado).

Ese gol, sin embargo, fue un factor vitamínico para Millonarios, que salió en pos del empate, y lo consiguió apenas tres minutos después. Centro de Estrada, cabezazo de Efraín "muñeco" Cortés, Cabezazo de Villagra pasado, arquero vencido, pase de la muerte de Ervin y la pierna de nuevo de Cortés, fue el 1-1. Y minutos más tarde, en un cobro de tiro de esquina, Villagra volteó el marcador anotando de cabeza. Millonarios tuvo inclusive como aumentar la cifra en dos remates de Ervin González, pero faltó la puntada final.

El segundo tiempo arrancó bien para Millos, defendiendo bien y neutralizando al rival. Bedoya, Zapata y otra vez Ervin tuvieron sendas chances para aumentar la cifra, pero de nuevo se falló al definir. Después, en una salida de Cortés desde la defensa, el defensa pierde el balón con una clara, clarísima falta, el juez deja seguir y América empata. El rojo se fue con todo buscando el desequilibrio, Millonarios aguantó y prefirió salir de contra. Henao se lesionó, en su lugar entró Cuadrado y tapó un penal a 12 minutos del final que hubiera complicado las cosas, además que hubiese sido totalmente inmerecido en el resultado.

Sobre el final con la entrada de Ciciliano, Millonarios pudo anotar dos veces más, pero el poste y los rivales así lo impidieron. Final del partido con empate a 2, que entre los azules deja un enorme sabor agridulce porque momentáneamente nos deja fuera de los clasificados, porque era un partido totalmente ganable y porque de nuevo se escapan puntos increíbles por pecados en la definición.

Millos es noveno, está a tres puntos del cuarto, y ahora cuenta con la ventaja de jugar los últimos 5 partidos en calidad "de local". Tenemos todo en nuestras manos para la clasificación.

Si bien los partidos de Millos de esta semana -el miércoles con Bucaramanga y el sábado en Tunja ante Chicó- van por televisión, no hay que quedarnos en la casa. El miércoles hay que volver a meter 30000 personas, y el sábado hay que viajar todos a la capital boyacense, donde sólo hay azules. Vamos unidos, que Millonarios somos todos!

abril 12, 2007

Casi son tres.

Sin 5 titulares, Millonarios viajó a Barranquilla buscando un buen resultado ante un alicaído Júnior. Ciciliano, Briceño, Palacio, Zapata y el cabezón Rodríguez jugaron en lugar de Estrada, Villagra (entraron en el segundo tiempo), Bedoya, Robayo y Gustavo Rojas.

Cuentan desde Barranquilla que ambos equipos jugaron un primer tiempo discreto, aunque por lo visto en las imágenes, Millonarios tuvo dos opciones claras de abrir el marcador despilfarradas por Ervin González y Briceño.

En el segundo tiempo llegaron los dos goles, a los 12, un penal indiscutido fue bien ejecutado por Ciciliano para abrir la cuenta. La alegría duró sólo 5 minutos, pues Emerson Acuña empató para los costeños con un muy buen gol.

Júnior se fue con todo buscando la victoria y alcanzó a haber preocupación, pues el equipo azul le dio mucho espacio. Afortunadamente sus ataques no fueron efectivos. Sobre el final del partido con la entrada de Villagra y Estrada el equipo azul tuvo cómo ganar el juego, pero faltó la puntada final.

Millonarios es quinto en la tabla, y el sábado se viene el partido más esperado.

marzo 25, 2007

Buen empate en Pereira

No era sencillo el partido. Dice una frase predilecta entre el periodismo nacional que "escoba nueva barre bien" en referencia a que generalmente los debuts de los técnicos jugando en casa resultan en victorias. Al técnico del Pereira lo relevaron a mitad de semana, y al cargó llegó un buen adiestrador: Hugo Castaño.

La mágica noche del miércoles ante Medellín había quedado atrás, para Millonarios era imperativo sumar para no quedarse atrás en las posiciones. Muy temprano, apenas a los 8 minutos, Pereira sorprendió y con un cabezazo se fue adelante en el marcador. No se veía claro el camino, sobre todo porque minutos después, el central se inventó una mano en el área de Carlos Villagra (contacto hubo, pero la bola fue a la mano y no viceversa). Afortunadamente, y gracias a la justicia divina. El jugador local pateó demasiado mal y Juan Carlos Henao atajó. Millonarios tuvo cómo empatar en el primer tiempo, de nuevo apostando al juego ofensivo que tanto le gusta al técnico Osorio y en lo personal a mi también, pero el palo y el golero local impidieron el empate.

Para el segundo tiempo se esperaba a Millos apostado al ataque y tan sólo a los 3 minutos, en un tiro libre, Gerardo Bedoya anotó el empate con un golazo. Los siguientes minutos mostraron a un Millonarios decidido a ganar el partido hasta que se hacen los cambios. Entró Rafa Castillo que poco hizo y ante la salida de Telembí y Estrada (por Briceño, que no la tocó) el equipo perdió ataque. Villagra tuvo el segundo, pero se lo devolvió el horizontal, y Pereira tuvo dos aproximaciones en errores millonarios en salida, una anulada por claro fuera de juego y la otra bien salvada por Henao.

Con el empate Millos suma 3 unidades y sigue a dos victorias de la punta. Se viene el clásico capitalino, el más antiguo de la historia del fútbol nacional, y es obligatorio ganar por el honor ante el rival de patio. Vamos, como siempre, a llenar la parte que negligentemente asigna la alcaldía para la hinchada azul, ya que es conocido por todos que Santa Fe nunca llena medio estadio siendo Millonarios el equipo que oficia de local.