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noviembre 03, 2008

8 años y contando...

Millonarios comenzó la fecha ubicado en la tercera posición de la tabla. La derrota del Cali en casa el sábado indicaba que una victoria dejaría a Millonarios en el segundo lugar de la tabla y cualquier otro resultado iba a ocasionar perder puestos. Al final, el empate sin goles entre Millonarios y el Caldas, con el cual el equipo manizalita completó ocho años sin perder en El Campín, dejó a Millonarios en la octava casilla gracias a la buena diferencia de goles. Millonarios sigue dependiendo de Millonarios, pero se dejaron escapar dos puntos que hacían todo más fácil para clasificar.

Lo mejor del día domingo sin duda fue la asistencia. Más de 20 mil espectadores presentes para ver el partido. En el primer minuto de juego, Milton Rodríguez sacó un remate impresionante desde muy lejos que salvó Mesa, el arquero visitante. Fue la primera y única llegada de Millonarios de todo el primer tiempo. Caldas apostó a un planteamiento ultra defensivo en el cual jugaba a resguardarse muy bien atrás y cerrar todos los espacios posibles, y apostar a contragolpes con Ciciliano y Fano, el peruano.

En consecuencia de esto, el primer tiempo resultó muy pobre para el espectáculo. Millonarios llegaba hasta tres cuartos de cancha y al no encontrar espacios se devolvía, y Caldas caía una y otra vez en la trampa del fuera de juego. En la mitad de la cancha, Gerardo Bedoya y Andrés Pérez se jugaron cada uno un partidazo aparte y lo quitaban todo, y también es bueno mencionar el partidazo de Álex Díaz por izquierda hasta que por lesión tuvo que ser sustituido por Casierra. Sobre los instantes finales de la inicial, Fano la tuvo luego de recibir un centro solitario, pero su cabezazo salió desviado.

El segundo tiempo mostró a Millos mucho más vertical y se acercó con mucho riesgo al pórtico visitante hasta el punto de convertirlo en figura del juego. Milton la tuvo primero con un cabezazo que pasó ligeramente desviado. Después, el mismo Milton la tuvo entrando al área mano a mano, pero se enredó con el balón. Asprilla lo tuvo luego de un cabezazo de Mera que dio rebote, tenía que empujarla, pero la tiró por fuera. Después, Quintabani movió el banco, mandó a Tejada al banco por Pérez, el panameño tuvo una opción clara entrando al área, pero remató suave y a las manos del portero, fue lo único que hizo Tejada, después la pelota le picaba y se le iba y nunca podía controlarla. Jonathan la tuvo en un tiro libre que salvó Mesa de nuevo. Un cabezazo de Mera fue salvado casi que en la misma línea de gol por un defensor blanco. Opciones hubo, pero no se pudieron concretar. Araújo ingresó después por Elinho, pero ni se notó. Y ante la infectividad vino el desespero, tanto de los jugadores como de los hinchas.

Caldas se acercó con riesgo también: Ciciliano avisó con un tiro libre que se fue desviado y Fano avisó con un muy buen cabezazo que salvó Cuadrado. Después, el mismo Fano anotó un gol bien invalidado por mano, y sobre el final del partido, el juez central omitió una mano que era penal para la visita, para nuestra fortuna. Al final, el 0-0 fue perjudicial para ambos. Millonarios descendió posiciones, y Caldas resignó posibilidades.

Lo que viene para Millonarios son dos rivales que están peleando para salvar la categoría, lo que hace que sean dos juegos dificilísimos. Bucaramanga de visitante y Envigado en casa es el camino que falta por recorrer. En la teoría, con una victoria Millonarios se clasificaría, pero hay que apostar a ganar los dos partidos y quedar bien arriba en la tabla, esto para lograr mejores ventajas a la hora de un desempate en los cuadrangulares. Por eso había que ganar como fuera ante el Caldas. Y eso sí, no clasificar sería sin lugar a dudas un fracaso absoluto.

septiembre 26, 2008

Les perdonamos la vida

Nacional vino a Bogotá a jugar con el planteamiento más defensivo posible. El equipo verde jugó a empatar y lució limitado, temeroso y asustado. Y con todo y eso, Millonarios no pudo liquidar, se fue otra vez en blanco y desperdició una gran oportunidad de acabar con el mezquino equipo visitante. Nuevamente vimos a Millonarios muy ansioso, con muchas malas entregas, sin empuje, sin ideas, sin creatividad y, por momentos, pasivo. Gerardo Bedoya salió expulsado -aun desconocemos la razón verdadera- y se perderá el partido del domingo en Cali ante el América.

Con la ausencia de Robayo, Quintabani se la jugó enviando a Hurtado a la primera línea de volantes y el resultado fue ver a Iván consagrándose como el mejor jugador de Millos y del partido. Mera y Cortéz conformaron la pareja de centrales, a ambos se les vio algo de temor escénico. La novedad de los azules estuvo en la creación, en donde Denilson Santos, el brasilero, hizo su debut en lugar de Araújo, quien fue retirado de la concentración por una virosis y tuvo que ser reemplazado por Érvin, quien fue al banco.

El vértigo de Millonarios al comienzo del partido duró quince minutos, precísamente, lo que duró el brasilero debutante haciendo su juego. En ese lapso, Leonardo Castro tuvo las dos mejores oportunidades de Millonarios en la primera parte: primero con un cabezazo que se fue cerca y después con un remate de media distancia que alcanzó a salvar Blandón cuando parecía meterse por el palo derecho del meta.

A partir de ahí, Nacional tomó el control de las acciones y aunque no hizo nada en ataque, logró despertar la ansiedad de los jugadores azules que no veían cómo superar la defensa de hasta cinco hombres que planteó el visitante. Los jugadores azules se perdieron por completo por momentos y el ataque azul se alejó considerablemente del arco de Blandón mientras las malas entregas hicieron su aparición, excepto en una jugada en la que Milton se robó el balón y cuando ingresó al área rival hizo una de más, después la jugada terminó en gol anulado de Castro por fuera de juego.

Durante todo el primer tiempo empezamos a notar que el juez de línea de Occidental estaba inclinando la cancha a favor de la visita. Cualquier forcejeo de un azul era falta, todas las jugadas eran fuera de lugar y la mejor, levantó su bandera sancionando una supuesta falta sobre un jugador verde a cientos de metros de distancia después de que el árbitro ya había dejado seguir y Millonarios armaba un contragolpe letal. Sobre el final del primer tiempo el central expulsó con total justicia a Amaya por un codazo descarado sobre Denilson.

Y si el visitante había sido miedoso en la primera parte, para el segundo tiempo lució aún peor. Millonarios tuvo la pelota todo el tiempo, dominó, trató de acercarse y el visitante rechazaba siempre a cualquier parte. Se notaba demasiado que Nacional estaba respetando demasiado a Millonarios. El miedo se notaba en todos y cada uno de sus jugadores, tanto así que Eduardo Blandón tenía que quemar todo el tiempo del mundo en cada saque de meta. Y Millonarios nunca supo aprovechar. Tuvo el balón todo el tiempo, pero se acercó muy poco. La noche de Jonathan Estrada fue para el olvido. El calidoso jugó quizá el peor partido con la camiseta albiazul, siempre trató de pasar por donde no cabía, trató de buscar faltas fuera del área que no existían y el central jamás le comió cuento, y cuando pudo rematar prefirió centrar de forma errada.

Después, sucedió lo que muchos presentíamos. Algo le dijo el juez de línea de Occidental al árbitro y éste último expulsó a Bedoya, nadie sabe qué fue lo que pasó en realidad. Con todo y esto y cuando pensábamos que al estar ambos equipos con diez jugadores Nacional iba a proponer, la historia fue la misma. Nacional siguió encerrado miedoso y Millonarios siguió con el control. Fue entonces cuando Hurtado tuvo que cubrir el hueco en la mitad y lo hizo con lujo de detalles. El ecuatoriano no perdió ni media pelota disputada y, lo mejor, todos sus quites fueron supremamente limpios, el ecuatoriano estuvo impasable.

Entraron Tejada y Érvin por Castro y Denilson, respectivamente. El primero jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones y colaboró con la presión y el marcaje en tres cuartos de cancha. El segundo jugó a su estilo de gambetear individualmente y pasó desapercibido. En todo el segundo tiempo, con todo y el temor que sentían los visitantes y teniendo todo el tiempo la pelota, fueron solo tres las llegadas claras de Millonarios: Un remate de Casierra que salvó Blandón, y dos cabezazos de Mílton también conjurados por el portero visitante, que se cansó de quemar tiempo durante toda la segunda parte. Una "cuarta opción" la tuvo también Mílton cuando al ingresar al área fue sujetado por un jugador verde. Era penal, pero el delantero azul no se tiró al piso y nadie sancionó nada.

Millos tuvo todo, un rival chico y asustado que le salió con miedo a Millonarios y jugó a empatar, un hombre de más gran parte del partido y el control. Pero hoy, lastimosamente, los jugadores de ofensiva de Millonarios no estuvieron a la altura del partido ni de la hinchada, que siempre quiere ganar este partido más que cualquier otro y que respondió al equipo en asistencia, en aliento y en fiesta. Por eso, al final del partido los visitantes celebraron como un campeonato el empate (cualquier similitud con la hinchada de Santa Fe no es pura coincidencia) mientras que los azules recibimos ese empate como una derrota fría.

Millonarios solo ha logrado uno de los últimos nueve puntos y se ha ido en blanco en los últimos tres partidos. Los ahorros de comienzo de campeonato se acabaron y hoy el equipo descendió una casilla en la tabla por la victoria del Bucaramanga. Lo que viene ahora es América en Cali, partido duro porque si bien el rojo de Cali tiene problemas internos por razónes económicas, es un duro rival y tiene fuertes individualidades. En estos momentos Quintabani debe tener un dolor de cabeza tenaz, pues no podrá contar con Bedoya y muy posiblemente conociendo las sanciones de la comisión de disciplina tampoco podría contar con Robayo, lo que obligaría a improvisar en la zona de contención. Afortunadamente para Quintabani y para nosotros los hinchas, hoy nos dimos cuenta que en Millonarios hay un ecuatoriano que, en la zaga o en la contención, es impasable.

febrero 09, 2008

Con la suerte de espaldas

Salvo un pequeño pasaje de unos cinco o diez minutos en el segundo tiempo, Millonarios fue superior al Deportivo Cali. Pero otra vez la suerte y la falta de definición jugaron una mala pasada y Millonarios perdió dos puntos importantes que servían para recuperar lo perdido en la primera fecha. Fue empate sin goles, pero para Millonarios supo a derrota y para el Cali a victoria. Ricardo Ciciliano erró un penal a pocos minutos de concluir el partido.

con el regreso de Ciciliano, Vanemerak optó por dejar el mismo módulo táctico de 7 días atrás ante Medellín, sacrificando a cochas, quien fue al banco. Fue este el partido debut de Roberto Carlos cortés en la banda izquierda, y de Fernando Monroy, lateral zurdo que hizo las veces de lateral derecho en el segundo tiempo ante la lesión de Asprilla. Ambos cumplieron, las bandas dejaron de ser coladores para el ataque rival. Cortés sacrificó la salida al ataque, pero defendió su zona sin complicarse, haciendo la fácil. La defensa azul ganó en solidez con él. Oscar Vanemerak cumplió la norma y empezó el partido como titular, no tuvo muchas opciones, por momentos se le ve perdido en la cancha debido a su falta de experiencia. Martín García ingresó muy temprano por el juvenil. Bedoya regresó de su paso por Uruguay en el amistoso del miércoles con la "selección" y aunque si se vio notorio el desgaste físico cumplió.

El Cali empezó el partido con el control del balón basado en sus cinco hombres en medio campo, pero de tres cuartos de cancha no pasaba, gracias a la gran labor en conjunto de los tres recuperadores azules y la zaga defensiva. Con el ingreso de Martín por Vanemerak Millonarios ganó peso ofensivo y de a poco se fue acercando con riesgo sobre el arco rival. Más allá de haber estado pasado de revoluciones en el primer tiempo -al punto de ganarse una tarjeta amarilla por reclamar- Ciciliano fue otra vez el eje del equipo, puso en posición de gol a Jonathan y a Martín pero no supieron definir. Lo que erróó Martín García no tiene explicación, cuando estuvo solo mano a mano con Córdoba y el defensa más cercano estaba a 20 metros, lo tenía todo y el golero verde ahogó el grito de gol. No fue la noche de Martín.

En el segundo tiempo Millonarios apuró más, y el portero Córdoba se consolidó como la figura del partido con cada llegada azul desperdiciada. El ingreso de Monroy por Asprilla (lesionado) le dio salida al equipo por la derecha. Por lo menos unas siete opciones de gol tuvo Millos para liquidar el partido, y cuando Martín tuvo un buen remate córdoba atajó. El cali tuvo su momento con el ingreso de Frangipane, pero sólo fue eso: un momento. El partido estaba para ganar, lejos. Millonarios siempre fue más, y a siete minutos del final se presentó la que sería la mejor opción de todas. córdoba, figura del partido hasta entonces, le pegó un codazo a Andrés Mosquera. Penal y expulsión para el portero. Cali no tenía más cambios y tuvo que improvisar a Espínola como portero. al frente estaba ciciliano, cobró al palo derecho del improvisado guardameta, que se estiró y desvió el balón con su cara (el balón le pegó en el rostro). Era de no creer... Y tal como pasó ante el Medellín, anímicamente el equipo se cayó con la jugada y no volvió a atacar. con un hombre más y más de cinco minutos por jugar, Cali hizo el negocio y aguantó. Y Espínola, quien para la parcial local se convirtió en el héroe de la noche, no volvó a tocar el balón después del penal, Millonarios no se volvió a acercar.

Así es la vida, y la suerte. En noviembre de 2006 salíamos de El Campín diciendo que ya teníamos algo que contarle a nuestros hijos y nietos. ciciliano había tapado un penal luego de que Millos se quedara sin arqueros ante el Medellín. Hoy otra vez tenemos algo que contar, la proeza de Ciciliano la hizo otro, contra ciciliano. Con la suerte que hemos tenido por años se puede afirmar que con Millonarios puede pasar cualquier cosa. Lo que no se puede hacer es crucificar a ciciliano por haber fallado el penal, él también puede fallar, es humano.

Para terminar, la hinchada de Millos sabe de los atropellos que ha hecho Oscar Julián Ruiz en contra de Millos en muchos partidos en los que sus decisiones han perjudicado partidos al equipo. Esta vez hay que reconocer que el arbitraje de Ruiz anoche estuvo muy bien. Amonestó a ciciliano, Robayo y salinas por los nuestros, y al juvenil Aguilar por los locales. Buen arbitraje, ojalá así fuera siempre.

Algunos dirán que Millonarios se trajo un punto de cali, yo digo que Millonarios perdió -o mejor, regaló- dos puntos en Cali, y que ojalá no hagan falta al final.

septiembre 22, 2007

Punto rescatable.

Fue complicado, pero se logró. Millonarios continuó su racha invicta desde la llegada de Vanemerak al banco técnico. Un empate sin goles fue el saldo final en una plaza complicada para los nuestros como es Ibagué ante un duro rival (no en vano está en los primeros lugares de la tabla con todo y partido pendiente). Y Millonarios pudo haberlo ganado en un principio, al final el desgaste físico hizo su efecto y el equipo defendió con los dientes el 0 en el arco.

Aspectos positivos y negativos de la noche de hoy. Primero hablemos de lo bueno: Cuadrado inmenso, el mejor partido que le he visto, más seguro, sin soltar balones, afianzado en su puesto, y justo cuando más lo necesitamos así, fue la figura del partido sin duda, sobre todo por sus atajadas en los minutos finales. La dupla Bedoya-Robayo en la media cancha cada día brinda más estabilidad tanto en defensa como en salida al ataque. El equipo continúa sin recibir gol, luego de ese par de partidos nefastos, desde que llegó Vanemerak el equipo no recibe goles por torneo local (registro de dos victorias 1-0 y un empate sin goles hasta ahora) y mejoró mucho gracias a la estrategia de presionar al rival desde la salida. Jonathan Estrada: jugadorazo, hizo fintas de crack, de jugador de micro en el barrio, le falta más seguridad para patear al arco, pero ante las ausencias obligadas de Ciciliano y Tejera el 21 respondió a la altura.

Entre lo negativo resalto: Los delanteros, Telembí regresó a la cancha luego de varios partidos, mostró ganas, muchas, pero fue notoria la falta de ritmo, sigue en un mal nivel. Y Villagra no tuvo su mejor noche aunque como pivote lo hizo bien. Los goles no aparecieron, sobre todo en el primer tiempo, y esa falta de definición costó no habernos podido traer tres puntos. El partido de Ervin fue discreto también, no marcó diferencia por más que lo intentó, y ahí también perdimos profundidad en el último tramo. El desgaste físico, lo de hoy significó para muchos jugadores un cansancio notorio, y con un partido en tan sólo dos días hay que rogar porque la recuperación física de los jugadores sea rápida y efectiva.

Con el empate Millos alcanza 11 puntos, la carrera sigue el próximo domingo a las 3:30 ante Junior, pero antes, el día martes será el encuentro de ida de los octavos de final de la Sudamericana ante Colo Colo de Chile. Ojalá los jugadores puedan recuperarse en estos dos días del desgaste físico tremendo de hoy (en los últimos minutos Tolima se vino encima y los nuestros mostraban ya que estaban sin piernas) y estén con toda el martes a partir de las 7 de la noche. La boletería para el partido ya está en los expendios y se pronostica una asistencia masiva, mucho movimiento. No se queden sin entrar.

septiembre 14, 2007

Chau, mierdolaga!!!

Primeros en la serie, primeros en historia, primeros en hinchada. Primeros en todo. Hoy se revalidó. Hoy en gran parte se empezaron a saldar las cuentas pendientes. Hoy por primera vez en la historia se hizo presente la justicia, esa que había sido esquiva en ocasiones anteriores, todo porque siempre había un factor (a veces dos o hasta tres) que desequilibraba en contra nuestra. Claro, la mafia llevó al que hoy es nuestro más odiado rival a "ganar" cosas que nunca en la vida hubiese logrado honestamente. Claro, el "rey de compras" pensó que otra vez iba a salir avante en una competición internacional, apelando a lo mismo. Y Millonarios se encontró con los mismos factores de toda confrontación con esos. Parcializaciones, errores arbitrales garrafales, marrullería, infamia. Y contra todo y eso venció, con jerarquía, con grandeza. Ya el miércoles anterior se había probado, y Millos se trajo la victoria del Atracacio. Aquí en este blog lo dije, aun no debemos confiarnos, porque jugar contra esos es jugar contra más de once.

Pero hoy, la noche del 13 de Septiembre, quedará grabada, porque fue la noche en la que la justicia se impuso a la marrullería, y de una manera superlativa. Quedará recordada por todos porque hasta hoy ninguna hinchada había preparado una fiesta en la salida de las magnitudes de la vivida en El Campín. Quedará grabada porque Millonarios, uno a uno, hizo ver diminuto, endeble e inferior a su rival, tanto de visitante como de local.

Eran las 8:35 de la noche aproximadamente. En el césped de El Campín las porristas azules hacían el conocido "callejón" para que por ahí pasaran uno a uno los jugadores al saltar de la cancha. Llegó el momento, salió el equipo y de todas las tribunas apareció una humareda de color azul y blanco, majestuosa, y junto con ella aparecieron las bombas, los rollos y el papel picado acompañados por un estruendoso pero fascinante grito de Batalla: "¡¡¡Millos, Millos!!!". La nube de humo cubrió entonces todo el estadio, tanto así que nadie se dio cuenta en qué momento saltó el rival a la cancha. difícil de igualar y mucho más de superar. Si eso pasa, sin duda, será por cuenta nuevamente de ésta, la mejor y más grande hinchada del país. Sólo esta hinchada puede organizar una fiesta de semejante magnitud.

Y empezó el partido, el rival tuvo el balón, intentaba -si se puede decir eso- sin éxito. Uno por uno, sector por sector, jugada tras jugada, Millonarios controló a su rival. Fue una excelente estrategia. Nacional tuvo el balón pero no hizo nada con él, Millonarios se dedicó a jugar a desesperarlos y vaya que lo consiguió. A tal punto que los jugadores verdes se preocuparon más por darle cizaña al juez central que por intentar anotar como pasa siempre que alguno de esos siente resignación, trata de acudir a la marrullería. Y a Millonarios le robaron un gol legítimo terminando el primer tiempo, era de esperarse, pero eso no desmotivó al grupo. En las tribunas tal como sucede siempre, el azul estaba ganando por goleada, no es extraño.

El segundo tiempo siguió con la tónica, pero con un Nacional más desesperado y un Millonarios más seguro, que se tomó confianza y salió más al ataque. Tuvo más el balón el rival, pero nunca llegó con riesgo, Millos jugó con la desesperación mierdolaga de su lado y así cuando tuvo el balón se acercó, inquietó. No puedo decir que la noche fue 10 puntos porque el balón no quiso entrar, y hubiese sido más que merecido. Fue tanta la superioridad que cuando el equipo rival se quedó con diez hombres perdió lo poco que les quedaba de combatividad. Ahí el balón fue azul, y con él la fiesta y la hoche también. Pases de todos a todos, el canto del "ole" ante la mirada atónita de los jugadores mierdolagas, llegadas de riesgo, inspiración. Grande Robayo hoy, fue el mejor lejos. Bedoya se encargó de bajarle los humos al petulante y marrullero ícono mierdolaga a punta de temple y pierna fuerte, grande!!. Y mientras de todas las tribunas se escuchaba un gran reparto de cánticos y alegría, en la parcial mierdolaga todo era miseria... aunque bueno, aceptémoslo, esos siempre son una miseria!!!

"Hay que saltar, hay que saltar, el que no salte es una puta de nacional", "la locura crece y los paisas no aparecen", "mirá, mirá, mirá, tómale una foto, se fueron esos paisas con el culo roto"... todo era un carnaval, el canto del "ole" no se hacía esperar. Pinceladas de Jonathan Estrada por toda la cancha, cómo ha recuperado su nivel!!!, túneles, tacos, cambios de frente, todo ante la resignación mierdolaga y el carnaval millonario. Millonarios ganó de camiseta, ganó de grandeza. Al rival no le alcanzó esta vez con echar terapia a los árbitros, porque simplemente nunca se vio. Millos ganó la serie de forma justa, como el buen papá que es!.

Y es más reconfortante aún saber que no solo le ganamos a Nacional. También derrotamos a la cizaña, a la marrullería, a los periodistas. Muchos deben estar llorando porque el equipito del patrón perdió contra su papá otra vez. Y esos "hinchas" de ese equipo de todas las regiones excepto Antioquia, esos que se pegan de lo que vaya primero en la tabla para tratar de compensar su vida triste y tener algo por que celebrar (así son todos los mierdolagas que no son antioqueños) hoy deben estar llorando su amargura.

Qué linda alegría, gracias Millonarios, el regalo prometido!! Nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán!!!

Ahora se viene el segundo rival más odiado: Santa Fe, el domingo a las 5:20 pm. Ya todos sabemos cual es la historia, siempre somos más, hay que revalidarlo. De ganar el domingo alcanzaremos la cifra de 100 clásicos ganados. ¿Se imaginan donde eso suceda? La mejor semana del año sería,

saludos