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noviembre 03, 2008

Empate firmado

Intenso y disputado. Así fue el clásico capitalino en su versión número 253. Millonarios hizo más por el partido, Santa Fe apareció en momentos clave. Al final, el empate a un gol deja a Millonarios todavía clasificado y dependiendo de sí mismo para clasificar a la fase semifinal. El central anuló un legítimo gol de los embajadores que significaría la victoria, y además dejó que el equipo rojo pegara a merced a cuanto jugador azul aparecía. Milton llegó a diez goles con la camiseta de Millos y continúa en el segundo lugar de la tabla de goleo.

Fue Santa Fe el que avisó primero, cuando apenas iban cuatro minutos. Un remate en el palo fue el campanazo para que los jugadores azules se despertaran y afrontaran el partido con más viveza. O bueno, diez de los once jugadores, porque Casierra siguió dormido y Santa Fe aprovechó su banda para atacar durante toda la primera mitad. Millonarios poco a poco empezó a poner las condiciones y fue arrinconando al equipo rojo en su terreno. El equipo azul avisó con un cabezazo de Milton que pasó muy cerca del travesaño y con un remate ligeramente desviado. El primer gol empezaba a cocinarse, hasta que a los quince minutos, luego de un saque de banda, Casierra, dormido, permitió que Mosquera entrara al área por su banda con todas las garantías y pusiera un centro preciso para que Seijas, el venezolano, anotara el gol cardenal.

Después de eso Santa Fe quiso esperar la arremetida azul, Millonarios se fue con todo buscando el empate, que afortunadamente llegó rápido. En el minuto 22, un mano a mano de Milton con "el paraguayo" Julio dejó a éste último como vencedor luego de enviar la pelota al córner. Jonathan cobró y en una acción infantil Flotta haló la camiseta de Robayo. Penal claro que no dudaron en señalar ni el central ni el asistente de Oriental. Milton cobró suave y acomodado al palo derecho de Julio y fue el empate. A partir de ahí Millonarios hizo más por el partido y siguió acercándose de la mano de Robayo y Jonathan. Lamentablemente, hizo falta un poco en el tramo final de la cancha y el empate fue el resultado al finalizar el primer tiempo.

El segundo tiempo comenzó de la misma manera. Millonarios el que proponía, Santa Fe el que esperaba y buscaba contragolpes. Sobre los diez minutos, en un avance por la izquierda, Elinho recibió un pase de la muerte y la mandó a guardar en el arco sur de El Campín, y todo era perfecto hasta que el central Peñuela y su asistente de Occidental anularon lo que era el 2-1. Mal anulado, Elinho estaba habilitado.

sobre los 19 minutos Córdoba tuvo que salir por lesión para darle paso a Cuadrado. Después llegó la lluvia y con ella el partido bajó en calidad. Los dos equipos parecían que jugaban con el empate firmado. En Millonarios ingresaron Tejada y Araújo por Bedoya y Milton, respectivamente. Millonarios trató de inquietar la portería roja. Santa Fe intentó acercarse y tuvo dos opciones claras, la primera un remate desviado y la segunda una monumental salvada de Cuadrado con la pierna cuando presentíamos lo peor. Al final, un empate casi que negociado que dejó a los dos equipos todavía en la pelea. Millonarios jugó mejor y propuso más. Millonarios mereció más. Por eso queda ese sinsabor entre los hinchas, porque Millos no ganó ninguno de los clásicos del año. Dos empates y dos derrotas quedan como saldo, después de que en 2007 el equipo azul ganó tres y empató uno.

Millonarios depende de sí mismo para la clasificación. Deberá recibir a Caldas el próximo fin de semana y una victoria lo dejaría casi que clasificado. El calendario para el equipo embajador no es complicado y tiene dos juegos en casa. Quedar eliminados de los cuadrangulares sería un fracaso de grandes proporciones.

octubre 23, 2008

Sufriendo más de lo debido

Había que ganar sin importar lo demás. Había que sumar de a tres así fuera ganando medio a cero para no quedarnos colgados. Al final, aunque el equipo sufrió de más, aunque se terminó el partido con ansiedad y algunos hinchas pedían tiempo, aunque el rival tuvo un hombre menos que Millonarios durante gran parte del partido y tuvimos que esperar casi 75 minutos para cantar un gol; el equipo ganó, saltó al tercer lugar de la tabla de posiciones de este campeonato apretadísimo y llega con la confianza suficiente para afrontar el próximo sábado una nueva edición del clásico capitalino.

Para muchos el rendimiento del equipo no fue el mejor, para muchos el equipo jugó mal teniendo en cuenta como se dieron las condiciones del juego. Algunos pedían la salida de Elinho justito hasta instantes previos a su anotación que a la postre significó el triunfo. Con el empate en ceros, la desesperación se apoderó de los jugadores y también de los hinchas, que no podían creer que Millonarios tuviera que sufrir tanto para ganarle a un equipo diezmado que tenía un hombre menos en el campo casi todo el partido, que quemaba todo el tiempo del mundo posible con la complicidad de Adalberto Rincón y que, además, sólo avisaba peligro en la pelota aérea, en donde casi siempre ganó a la zaga azul.

El planteamiento de quintabani para el primer tiempo era más cauteloso que cualquier otra cosa. Los tres hombres de recuperación y apenas Estrada como enganche no daban muchas alternativas. El equipo azul llegó poco al arco defendido por Estacio, se jugaba mucho por la derecha y los avances llegaban hasta tres cuartos de cancha. El partido no era bueno, por el contrario, se jugaba mucho en la mitad y ninguno de los dos equipos mostró situaciones claras de gol. Ni siquiera después de la expulsión de Rojas cambió la situación. Millos tenía un hombre más en el campo, pero la diferencia, no se notaba. El portero visitante desde muy temprano empezó a quemar tiempo con cada saque de meta a favor y el central no le quiso sacar ni la lengua. Con el partido cortado, con Millonarios inofensivo y con Huila retrasado buscando contragolpes que nunca existieron, se fue la primera parte. Sobre el final, en una jugada de ataque, el central dejó seguir lo que desde la tribuna pareció ser un claro penal.

Era el momento de replantear la situación y así lo entendió Quintabani. Para el segundo tiempo mandó al campo a Araújo en el lugar de Andrés Pérez (de buena actuación). Con el cambio de módulo táctico Millonarios mostró más vértigo y desde el inicio del segundo tiempo se acercó con más riesgo. La primera la tuvo Casierra quien después de un rebote recibió la pelota casi que con el arco al frente pero se la dio a un rival. Después todo lo hizo Estacio, empezó a sacar remates que eran goles cantados y de a poco, con sus atajadas y su forma desenfrenada de quemar tiempo, se fue erigiendo como la figura del partido. Huila empezó a avisar por medio de la pelota quieta, en donde en un noventa porciento de las veces sus atacantes ganaron sobre la zaga azul ocasionando varios dolores de cabeza.

Pasaban los minutos y la desesperación entró. Los comandos empezaron a cantar el "movete Millos, movete", mientras en Oriental y Occidental la gente empezó a pedir a Tejada en lugar de Elinho, quien no había tenido una buena noche. Al final el panameño ingresó, pero por Asprilla. Quintabani se la jugó toda y era obvio, había que ganar como sea. Sobre el minuto 28 de la segunda parte, por fin, los jugadores de Millos se combinaron para abrir la defensa visitante por el centro con algo de suerte también, y así Elinho, quien no había tenido un buen partido hasta entonces y ya estaba empezando a ser resistido por algunos, quedó mano a mano con Estacio y lo venció. Llegó el gol, por fin, se había demorado mucho, pero Millos estaba adelante en el marcador.

Huila, entonces, sacó lo poco que tenía buscando el empate y Millonarios trató de aprovechar los huecos dejados para generar contragolpes. Tejada pudo hacer el gol de la fecha tras empalmar una volea de primera intención. Su remate, furioso, iba a todo el ángulo, y Estacio dijo que no. Después, el golero tuvo otra muy buena intervención y un par de remates más salieron desviados. Huila no llegó con peligro después del gol de Millos, pero sí alcanzó a meter al equipo embajador en su campo. Sobre los minutos finales algunos, desesperados, pedían tiempo. Pero era más cuestión de ansiedad y de los cuatro minutos de adición que dio el central, que de algún peligro que generara la visita. Sobre los minutos finales José Mera fue expulsado por doble amarilla y se perderá el partido del próximo sábado, lo que hará que Quintabani recomponga muy bien la defensa. Llegó el final y gracias al apretado triunfo y la combinación de resultados, ahora Millonarios es tercero, aunque el octavo tenga apenas dos puntos menos.

Para el último clásico, tanto Millonarios como Santa Fe llegaron con los mismos puntos pero el cuadro rojo ganaba la posición por diferencia de goles. Ese clásico lo ganó Santa Fe 0-1. Esta vez, en vísperas del que puede ser el último clásico del año, los dos equipos llegan en las mismas condiciones, pero ahora es el equipo azul el que gana la posición por la diferencia de goles. Que sea este un buen presagio para lo que todos queremos, una victoria azul ante el rival de todos los tiempos.

octubre 04, 2008

Perfecta noche de viernes

El juego repetitivo de Millonarios de todo el mes de Septiembre se fue al olvido en la noche del viernes cuando el equipo azul literalmente le pasó por encima al Pasto en una noche perfecta y retomó la senda victoriosa. Elinho, el brasilero, debutó con la camiseta de Millonarios marcando dos goles y jugándose un partidazo. Milton volvió al gol después de cuatro partidos y Jonathan Estrada nos regaló a los asistentes una joya, un golazo de lujo de esos que generalmente escasean en nuestro medio para ponerle el moño y las cifras concretas al marcador. Fueron cuatro, pero con todo y eso el arquero rival fue la figura del partido. De no haber sido por él, Millonarios tranquilamente pudo haberle hecho ocho goles a un Pasto que no pudo oponer mayor resistencia ante el buen juego del equipo de nuestros amores.

Fue el rival el que pegó primero con un remate desde fuera del área peligrosísimo que salvó muy bien Óscar Córdoba. De ahí en adelante Millonarios lo hizo todo, de la mano de un Estrada iluminado y jugando al toque, por el piso, combinando a volantes y delanteros, el equipo azul se empezó a acercar a predios pastusos. Elinho empezó a avisar de sus capacidades con un remate entrando al área por zona izquierda que se fue ligeramente por encima. Después la tuvo Milton en un tiro libre que ya estábamos cantando como gol y que salvó providencialmente el portero rival.

A los 22 minutos se desequilibró la balanza. Elinho puso un pase a Araújo, quien ingresó al área y remató al arco, la pelota quedó en rebote y otra vez elinho aprovechó para sentenciar al Pasto con un derechazo abajo. Cinco minutos después, Millonarios se juntó por izquierda, Milton ingresó al área y colocó un centro preciso al otro palo que sobró al golero y apareció la cabeza del brasilero de nuevo para poner el 2-0. Antes del final del primer tiempo la tuvo Araújo quien remató desde la derecha y su disparo fue desviado por el meta visitante. Pasto no podía hacer mucho, sus jugadas no pasaban desde la media cancha, en donde Robayo y Andrés Pérez lo quitaron todo y se comieron la cancha. Vimos a Robayo motivado por regresar al campo, como si sus dos fechas de sanción hubieran sido eternas. Y vimos al mejor Andrés Pérez de los últimos tiempos, el volante parecía tener más pulmones, cada balón lo corría a muerte. Parecía el Andrés Pérez que conocimos del 99 y principios de ésta década. Su actuación de anoche fue superlativa.

Para el segundo tiempo Millonarios siguió en su misma tónica de juntarse por el piso, de tocar la pelota con velocidad y precisión, de juntarse con paredes y tocatas para generar sorpresa. Milton ingresó al área y cuando estaba listo para liquidar su remate fue desviado por la pierna de un rival. El delantero se notaba ansioso por volver al gol y a los once minutos de la complementaria se le dio. En una combinación con Estrada, el valluno dejó al calvo en el área mano a mano con el portero, Jonathan remató con furia y el portero alcanzó a tocarla y desviarla al palo, pero en el rebote apareció Milton para liquidar con el arco a su merced y poner el tercero.

Después ingresó Ervin por Araújo, quien salió aplaudido por su gran actuación. En la tribuna, los 10 mil fieles que asistimos, los de siempre, palpitábamos que la cuenta no estaba completa y que faltaba más. Y Jonathan, que todo el partido se había juntado con todo el mundo con tocatas y deleitaba a la tribuna por mostrar el nivel que le conocemos de siempre, iba a tener su premio, que fue a la vez premio a los hinchas, premio al equipo y premio al fútbol. Íban 22 minutos del segundo tiempo y el volante tomó la pelota y arrancó en una carrera hacia el arco norte del estadio, cinco jugadores rivales fueron a quitarle el balón y los cinco salieron bailados. Con esto Estrada llegó al área y quedó mano a mano, pero esta vez definió perfecto al palo izquierdo del portero. Fue un verdadero golazo que nos dejó tan felices como sorprendidos a todos. Por eso, cuando el volante fue sustituido siete minutos después por una molestia, se llevó una ovación impresionante.

Y después Millonarios pudo hacer más pero el portero visitante estuvo atento. Primero con Robayo quien perdió en el mano a mano después de entrar al área. Después Tejada, quien ingresó por Elinho para el aplauso, se juntó con Milton y este último soltó un gran remate desde fuera del área buscando bañar al portero rival quien alcanzó a manotear para sacar al córner (hubiera sido otro gol de fantasía). Y finalmente un tiro libre de Hurtado que conjuró también el portero del equipo de la visita. Hubiera sido excelente, por ejemplo, un gol de Tejada, para sacarse la sal de encima y arrancar la racha goleadora. Pasto llegó solamente una vez con peligro en todo el segundo tiempo y la jugada terminó en un gol anulado por claro fuera de juego.

Millos volvió a ganar, gustar y golear. Volvió a realizar una presentación de esas que nos gusta ver ante su gente, ante los de siempre, los que no escogemos rival, día ni hora. Del equipo repetitivo y sin ideas de Septiembre no se vio nada ayer. Por el contrario, se vio un equipo con dinámica, con variantes, con precisión, que jugó bonito a la pelota y que tenía enloquecido al rival por su rendimiento. Este es el Millonarios que siempre queremos ver, el que pasa por encima del rival y sin importar que el marcador ya esté abultado sigue yendo hacia el frente buscando ampliar la ventaja.