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julio 14, 2008

Lo de Blandón: un autogol directivo

Cuando se administra una empresa o negocio, siempre se deben realizar gestiones pertinentes y convenientes para que exista un crecimiento en todos los sentidos. Al parecer, la junta directiva de Millonarios no tiene ni la más mínima idea de esto, y lo que pudo ser una excelente oportunidad de entrada económica y valorización del club se fue a volar por la negligencia de los señores que hoy gobiernan en Millonarios. Absolutamente todos son culpables y merecen esta crítica: Por culpa de ellos Millonarios dejó escapar un buen arquero, y un buen negocio a futuro.

Eduardo Blandón deslumbró hace casi un año, cuando en medio de la Copa Sudamericana tuvo que reemplazar a José Cuadrado por lesión y fue la figura en Santiago cuando Millonarios eliminó a Colo Colo del certamen. Poco a poco se consolidó en el pórtico embajador a tal punto de llevar una excelente competencia deportiva con el mismo Cuadrado por ser el titular cada semana. Sus participaciones en la copa y en el torneo local le dieron una excelente vitrina como para pensar en una venta al exterior en el mediano o largo plazo que significaría una entrada financiera importante para las arcas del club, más en épocas como éstas en donde se necesita bastante.

Blandón estaba a préstamo, y Millonarios tenía hasta el pasado jueves 10 de Julio para hacer uso de la opción de compra que había puesto el Envigado. En muchas ocasiones leimos y escuchamos todos que la intención de la junta era comprar los derechos deportivos de Blandón. La sorpresa fue escuchar al presidente López en radio ese jueves en horas de la tarde afirmando que no se iba a pagar. Ni la visita del presidente del Envigado a Bogotá, ni la intención de algunos miembros de prensa de intentar mediar la situación para llegar a un acuerdo o a un nuevo plazo para la compra sirvieron. Inclusive, Blandón atajó con Millonarios en el amistoso jugado en la finca ese jueves en horas de la mañana.

El viernes Millonarios confirmó a Óscar Córdoba como nuevo portero y con la noticia se dilapidaba cualquier esperanza que teníamos los hinchas de que el club adquiriera los derechos deportivos de Blandón. La falta de visión de negocio de los directivos de Millonarios es enorme y todo este proceso no fue más que la demostración de ello. Las capacidades de Blandón, la vitrina internacional que tuvo el año anterior en la Suramericana y el nombre de Millonarios eran más que suficientes para un virtual traspaso al exterior en una suma mucho mayor a la que pedía el Envigado y significaría una ganancia importante para el club. Lo vimos todos, menos ellos. Increible.

El viernes Blandón ya no volvió a entrenar, sus derechos deportivos muy seguramente serán adquiridos por Nacional, que al parecer si va a explotar las capacidades del portero. Un autogol directivo enorme, una falta de estrategias de negocio impresionante. Esta junta fue capaz de comprar a Óscar Briceño por un valor mayor al de Blandón, pero cuando tuvieron la oportunidad no sólo no hicieron uso de la opción, sino que además pareció como si no tuvieran la más mínima intención de hacerlo, después de tanto decir que esa compra estaba entre los planes.

Y si la razón es que Blandón no estaba entre los planes, pues sencillo. Se compra y se revende a otro equipo, ahí también se gana algo de dinero.

Y ojo, que Óscar Córdoba no tiene nada que ver con el tema y no puede ser juzgado por este papelón directivo. El último culpable es el vallecaucano, a quien hay que apoyarlo a muerte, pues defenderá los tres palos del equipo de nuestros amores. No hay que desorientar los señalamientos.

Los directivos, que por estos días tienen al grueso de la hinchada en contra, realizan actuaciones que en lugar de subir su imagen la deterioran cada vez más. Lo de Blandón es un papelón de altísimo nivel.

junio 03, 2008

Comienza la misión "Finalización"

Este martes los jugadores de Millonarios volvieron a prácticas luego de los días de descanso ordenados por Óscar Quintabani "para superar el trago amargo de la eliminación". La Copa Colombia tendrá una última jornada semestral este miércoles cuando el equipo visite a Centauros buscando alcanzar la punta del grupo que comanda Academia después del lánguido empate sin goles el pasado miércoles. Por lo demás, los hinchas estamos a la espera de las noticias relacionadas con la llegada de jugadores con miras al campeonato Finalización 2008 que arrancará el 20 de Julio y cuyo objetivo único es la estrella número catorce.

Por ahora, está confirmada la noticia de la compra de los derechos deportivos de Jonathan Estrada y Eduardo Blandón al Envigado, grata noticia para los hinchas, son dos jugadores referentes de las últimas campañas y por lo que se ha sabido son parte fundamental de las aspiraciones del técnico. Así mismo, hubo barrida en el plantel. Por disposición de Quintabani, los jugadores Andrés Mosquera (no sería tenido en cuenta por Quintabani), Luis Asprilla, Santander Ospina, Roberto Carlos Cortés, Fernando Monroy, Julio Tobar, Diego Cochas, Ariel Carreño, Rodrigo Astudillo, Martín García, Ómar Guerra, Carlos "Telembí" Castillo y Wilson Morelos no seguirán con los azules en el presente año. Gerardo Bedoya parece se queda en el equipo, y la continuidad de Ricardo Ciciliano para el campeonato venidero sigue en veremos, ya que el jugador según conoció LosMillonarios.net por fuentes extraoficiales tiene una buena oferta del Bucaramanga y todo parece que su presidente conversará en el transcurso del día con Juan Carlos López, aunque Quintabani quiere que el volante continúe en Millonarios.

Por su parte, el técnico Quintabani ha dedicado estos días para realizar evaluaciones dentro del plantel y mirar jugadores de la cantera que puedan servir para la plantilla profesional. Al colombo-argentino se le notan las ganas de realizar un trabajo exitoso con los embajadores. Estuvo en El Campín el pasado miércoles analizando a la nómina mixta que jugó contra Academia y estuvo viendo el partido de la Primera C el fin de semana.

Sobre la llegada de jugadores, la idea dentro del club es no dar nombres para evitar tropiezos en las negociaciones como sucedió en el pasado mes de Enero. Los medios han rumorado la llegada de jugadores como Néstor Salazar, Mauricio Casierra, Javier Araújo, Elkin Murillo, Rodrigo Marangoni y Fernando Martel, entre otros. Sin embargo, esto no pasa de ser un rumor y por todo lo que sucedió en la pretemporada anterior, no se conocerán nombres de refuerzos hasta que no se haya firmado el contrato que los vincule al equipo.

octubre 11, 2007

Histórico... Para no olvidar

Quedará para siempre en la memoria de todos. Los que lo sentimos, los que lo vieron y los que con agrieras lo sintieron. Es histórico, no era una cancha cualquiera, no era un rival cualquiera, no era un partido cualquiera. Era uno de los grandes del país más grande del mundo futbolero midiéndose al más grande de este país. Era uno de los estadios más tradicionales del continente. No era una cosa cualquiera. Y Millonarios volvió a salir avante. Volvió a ganar, otra vez con garra, pero hoy con una adición inmensa de suerte. Fue el partido más difícil en años, y lo ganamos... Y cómo lo ganamos!!! Es que... definitivamente, esta es otra de las proezas que hay que contar a los nietos.

Como yo solo estoy pendiente de lo que haga Millonarios, no puedo decir a ciencia cierta con qué nómina (si titulares, suplentes o mixta) salió Sao Paulo a la cancha del Morumbí. Lo que puedo afirmar con certeza es que ese equipo es muy bueno, nos complicó la existencia durante casi 97 minutos de juego. Generó jugadas de riesgo por todas partes, complicó, pudo ganar lejos, pero perdió. Recordaremos siempre esa épica noche de Octubre 10 de 2007, en la que Millonarios saltó a la cancha con un uniforme inusual, todo azul, hasta la pantaloneta. Extraño, pero eso si, hermoso, como todo lo que tiene que ver con Millos; la noche en la que por primera vez ganamos en ese estadio mítico, tradicional, inmenso. Ante un rival inmenso, con un gol inmenso. Es que... no nos digamos mentiras, MILLONARIOS ES INMENSO!!!

¿Alguno recuerda cuantas veces llegó Sao Paulo? No creo. Yo trato de hacer el recuento. Varios cabezazos que se fueron apenas saludando uno de los verticales de Blandón, jugadas mano a mano en las que o bien el balón se fue increíblemente desviado o el golero azul gigante detuvo, jugadas de fantasía que terminaron en balones desviados. Hoy Sao Paulo fue el que controló el partido de principio a fin, tuvo el balón, el tiempo y el control; la suerte y nuestra defensa fueron nuestros escudos. Ahora bien, ¿alguno recuerda cuantas veces llegó Millonarios? Todos. Millos llegó tres veces. Un desperdicio enorme de Villagra, un contraataque que Quintero no supo (¿o no quiso?) definir y el gol. Fue un partido dificilísimo, en el que Sao Paulo mostró por qué es uno de los más grandes de ese país, el más grande del mundo; y Millonarios también mostró por qué es el más grande de este país.

Si alguno tiene memoria del evento sucedido cuando faltaban 10 minutos para el final, cuando más exasperante era el ataque rival, y cuando más metidos estábamos en nuestro campo sin poder lograr alguna jugada de riesgo (todos los balones largos terminaban en los pies de un rival, y cuando Millos lograba llegar al área contraria a los nuestros les daba miedo patear) seguro suelta una sonrisa. Fue el cambio: sale Alex Díaz, entra Luis Zapata. No miento cuando expreso que la reacción de todos no fue la mejor, nadie confiaba en él. Y obviamente nadie confiaba ni esperaba siquiera lo que íba a pasar apenas 4 minutos después.

Millos en ataque no fue el mismo de juegos anteriores. Villagra parecía un fan que va a un concierto y paga boleta de "gramilla". A Ciciliano las cosas no le salían, no había salida y la pelota se perdía muy fácil. Pero en una jugada de otro nivel, el calvo se inventó un pase magistral para dejar al recién ingresado Zapata en una carrera veloz contra el rival, el tiempo y el destino. Y el negro logró llegar al área brasilera y sacar una definición, curiosamente, al mejor estilo brasilero, sobre la derecha del portero y ceñido, muy ceñido al palo; fue el gol, que desató el descontrol en toda Bogotá y sirvió para consolidar una victoria histórica. Después fue solo aguantar un embate agresivo de Sao Paulo los últimos minutos, hasta ver al central levantar sus manos señalando al final.

Es difícil describir en estos momentos lo que se siente luego de un triunfo así. Es una especie de shock, un letargo. Ganar allá y con gol de Zapata... ¿Alguien lo imaginaba? No creo. Después sólo vino celebración, risas, alegría. Recordar cada instante de este histórico partido, recordar a los que echaron la sal toda la semana. Imaginar al mierdolaga promedio viendo la novela del canal del patrón y "canaleando" a ratos, cambiando el canal a FOX Sports ante el desespero y las ganas de saber cómo le iba a papá en Brasil. Imaginar después la rabia que están sintiendo ahora al ver el resultado. Y mejor aún, escuchar las delcaraciones de Vanemerak en la radio hablando del triunfo. Le decían que Millonarios es Colombia en la copa y el sólo respondía "no para todos, acá todos sabemos quienes no quieren que ganemos". Eso sumado a la variedad de comentarios que decía. Le preguntaron por el uniforme y sólo respondía "es que de por si mi alma es azul". Era lo que necesitábamos, un técnico que entendiera y sintiera lo que realmente significa este equipo para mi, para la hinchada que nunca abandona -no los que ahora están borrachos y se suben al bus-, para la ciudad, para el país.

Pase lo que pase en la copa, la noche del 10 de Octubre de 2007 quedará en nuestra memoria por siempre, para siempre. Ahora solo sirve darle gracias a Dios, a la memoria de mis padres, a todo Millonarios y a los que como yo nunca abandonamos ni abandonaremos por la alegría tan inmensa que hemos vivido. Y gracias a los jugadores que hoy lo dejaron todo. A Blandón y chalo Martínez porque se comieron la cancha, a Zapata por el gol que ni él ni la hinchada olvidará jamás. A Ciciliano y su pase mágico, A Jonathan y sus jugadas. A todos...

Saludos,

octubre 05, 2007

Próxima Parada: Sao Paulo, Brasil

El que escribe estas líneas no está cuerdo. Está enamorado, está tomado. Está loco por Millonarios. Poco le importa si mañana tiene que trabajar, poco le importa si mañana tiene algo más que hacer. Hoy sólo importa que ganamos, hoy sólo importa que seguimos vivos. Que Millonarios ya está entre los ocho mejores del certamen.

Si alguien en el continente por absurdo que sea no conocía lo que es Millonarios, esta noche -o mejor, anoche- lo acabó de conocer. La IFFHS (o como sea la sigla) sacó recientemente la lista del ranking de clubes del mundo. Colo Colo aparecía segundo, nadie lo creyó, por supuesto. Y Millonarios le ganó hoy al Colo Colo, el rival más duro de muchos años, y sigue vivo y entero en la Copa Sudamericana. Todo gracias a tres factores determinantes: Dios, la suerte y la entrega.

Un partido duro, de esos que ganar resulta más satisfactorio aún. El rival jugó muy bien -no solo el partido, toda la serie-, fue un dignísimo rival. Nada que decir, el primer tiempo sobre todo, y los últimos diez minutos fue muy superior. Tanto así que hoy tengo más canas que ayer, mis uñas no existen más. Del equipo chileno hay que decir que hacía rato no se veía un rival tan complicado. Pero, con todo y lo duro que resultó la vuelta, Millonarios se fue arriba en el marcador, en una de las pocas llegadas del primer tiempo, luego de un rebote, apareció la pierna de Andrés Mosquera para vencer el arco chileno y poner el 1-0. La alegría duró muy poco, ya que cuatro minutos después el equipo chileno empató con un golazo del delantero uruguayo Biscayzacú, que dejó todo empatado para el medio tiempo, con un equipo chileno que tuvo más la pelota y generó riesgo, y un equipo millonario fiel a su estilo de entrega y coraje.

El segundo tiempo cambió. Millonarios fue esta vez el dueño del partido, tuvo la pelota, manejó el reloj e inclusive creó opciones claras, todo hasta el minuto 80, cuando otra vez Colo Colo se apoderó del control del partido y así generó opciones clarísimas salvadas en el área chica por la defensa, e incluso una de ellas terminó siendo salvada entre el arquero Blandón y el travesaño, así terminó la historia en los 90 -o 180- minutos: con un legítimo empate a un gol.

Vinieron los penales, y con ellos la ansiedad más grande. Todos convirtieron en la serie de cinco. Para destacar los cobros de Quintero, Martínez y Bedoya. Vino la sexta tanda y nada cambió, hasta que Sanhueza cobró. Para muchos la figura del partido de Bogotá y uno de los jugadores referentes del equipo chileno. El jugador cobró con borde interno y el golero millonario adivinó y fue al mismo palo, así atajó. Era la oportunidad para Jonathan Estrada. El calvo se paró en frente del balón y su disparo inatajable se coló en el arco sur del estadio monumental de Santiago de Chile. Ahí estaba todo definido. En Bogotá un grito de gol de esos que nunca se olvidan, en Santiago un puñado de hinchas azules que gritaron ese gol aún más que los 40 mil chilenos que los acompañaban.

Vino el llanto, vino el alcohol, vino otra alegría por cuenta del embajador. Es que, pocos lo entienden, pero lo que despierta Millonarios para muchos de nosotros, lo que este equipo nos hace sentir y vivir no es para menos. Este ha sido el más duro rival en mucho tiempo y Millonarios salió avante con casta, fiel a lo Millos, fiel al empuje, fiel al trabajo, fiel a la unidad. Aún en Bogotá hay festejos, que no van a parar, por lo menos hasta la mañana del domingo, cuando los heridos mierdolagas nos "reciban" en el Atracacio, seguramente con un arbitraje ya arreglado para llorar sobre la leche derramada.

Lo único que puedo decir como conclusión es que a este equipo lo llevo en el corazón. Quienes me conocen saben lo que significa esto para mi, por eso, a todos aquellos que están siempre presentes, los que se bancaron los malos resultados al comienzo así como yo pero nunca abandonaron, les dedico aún más esta clasificación. Y a los jugadores sólo puedo decirles que: Símplemente gracias, por sacarme nuevamente una sonrisa enorme e inborrable y por darle una nueva alegría a este corazón.