noviembre 14, 2007

Hoy te amo más que nunca

Millonarios: Hoy te amo más que nunca, aun cuando a un chileno mañoso, descarado y malintencionado le hayan bastado tan sólo 17 minutos para acabar un sueño que tenía contigo. El mismo chileno que este sábado va a venir a Bogotá a favorecer a la selección Colombia y perjudicar a Venezuela, buscando "compensar". ¿Compensar qué? Como si a mi me interesara lo que pase con esa selección, bah! El daño ya está hecho.

Hoy te amo más que nunca, y te agradezco por todos los momentos de este año que terminó para mi anoche. Por cada victoria y por cada revés. Por ser la fuente de mis alegrías y tristezas. Por ser el motor principal que me hace levantarme en las mañanas, esperando siempre con ansias que llegue el día para verte, haciendo cuentas regresivas de días y horas. Los meses que vienen no van a ser iguales, ya no existirá esa motivación. Habrá un vacío.

Hoy te amo más que nunca, porque en cada cancha que pisaste en el continente lo dejaste todo y me hiciste más orgulloso de quererte. Porque en cada lugar fuiste un verdadero embajador, y los jugadores que vistieron tu camiseta y defendieron tus colores fueron verdaderos guerreros y le hicieron ver al mundo que este es el famoso Millos. Porque para aquellos en el mundo que no te conocían les quedó la mejor impresión que podía quedarles. Porque el continente vio al más grande de Colombia y a lo más grande de mi vida.

Hoy te amo más que nunca, y cada vez que algún obtuso periodista o hincha de otro equipo -de esos que por meses sufrieron con mis alegrías y que hoy se vanaglorian con mi tristeza- intenta burlarse te amo aún más. Y pasa lo mismo cuando antes de cada partido esos mismos empiezan a pronosticar malos resultados. Pasa que la gente no entiende lo que significas y lo que mueves.

Hoy te amo más que nunca, y se que no soy el único. Porque son muchos los que por ti lo dejan todo para ir a verte, los que como yo han estado siempre, los que de verdad sentimos un dolor inmenso cuando las cosas no salen. Que nunca han ni pensado en abandonarte, ni motivando a la gente a no volver, aun después del resultado más adverso posible. Que están ahí siempre, así estés en el último lugar y juegues contra el equipo más chico del mundo en una noche lluviosa y fría.

Hoy te amo más que nunca, cada lágrima derramada, por alegría o dolor, así lo demuestra. Aun no ha aparecido la primera mujer que me despierte lo mismo, y dudo mucho que aparezca. Porque aunque he estado enamorado no es igual, el sentimiento no es el mismo, no alcanza. Anoche, después de que ese chileno mañoso acabara con mi ilusión, estaba deshecho, no quería saber de nada. Y anoche mi hermano -mi fiel amigo y compañero de la vida y de la tribuna- me preguntaba cosas de trabajo, nunca le puse cuidado, ¿cómo voy a ponerle cuidado a algo que no me interesa? ¿Cómo va a interesarme algo cuando el amor de mi vida había acabado la participación del año?. Tenía ganas de pegarle, depronto él, que va a la cancha conmigo siempre, tampoco entiende. Para muchos es difícil entenderlo.

Hoy te amo más que nunca. Y me duele saber que para volver a verte debo esperar más de dos meses aburridos y que se me harán eternos, porque cuando no juegas no es igual. Porque un fin de semana sin Millonarios es lo mismo que nada.

Hoy te amo más que nunca, y por eso te prometo que en 2008, como ha pasado siempre a lo largo de mis 24 años de vida, me verás volver a la tribuna, el lugar en el que más me gusta estar.

noviembre 09, 2007

Con sabor amargo

Fue el último partido del año por campeonato local en casa. No digo en total porque aun conservo la esperanza de ganar en México el próximo martes. Fue con el equipo suplente, inclusive con tres jugadores que actuaron ayer. Fue contra el clásico rival de patio, colero del campeonato. Era un clásico, el 249 de la historia, en el que sólo faltaron tres minutos para celebrar lo que hubiese sido un justo y merecido triunfo.

Y no fue así porque el árbitro sancionó un penal infame a favor de Santa Fe cuando quedaban casi 15 minutos para terminar y cuando Millos ganaba 2-0 jugando bien y literalmente paseando a un pobre equipo rojo, que con ese aliciente se fue con todo, hasta que logró el inmerecido empate en los instantes finales, ante una desconcentración en defensa.

Millonarios dominó durante tres cuartas partes del partido a su antojo. Telembí volvió al gol que le había sido negado por meses, hoy se apuntó los dos de la noche. Ambos golazos, el primero por la definición, y el segundo por el pase que puso Tejera y la habilidad de Castillo para aguantar no quedar en fuera de juego y definir con frialdad. Millonarios tuvo incluso para irse de largo, faltó de nuevo la puntada final. El equipo rojo estaba muerto, llevado, noqueado. Millonarios hacía lo que quería, a tal punto de lujos extremistas, como los intentos de Tejera de hacer gol olímpico que casi se convierten en realidad. Lamentablemente ese penal inventado desconcentró a los nuestros y envalentonó a los rojos. Eso combinado con que muchos de los jugadores azules sintieron en ese final del partido el cansancio físico.

Al final, por como se dieron las cosas y por como terminó el partido, los azules salimos con ese sabor amargo, estuvimos a 3 minutos de terminar un año perfecto contra el rival de patio, con 4 victorias en igual número de clásicos, lamentablemente no se dio, y ese empate supo a derrota, no solo porque era el clásico, sino también por la reclasificación. Ahora la opción de entrar a las copas internacionales de 2008 ya se ve mucho más lejana.

Y tal como era de esperarse de la hinchada rival, fue increible ver como celebraban ese empate como si hubieran ganado el mundial de clubes. Aunque claro, es entendible también: el hincha santafereño está más pendiente de que a Millos le vaya mal que la suerte de su propio equipo. Para ellos no haber perdido hoy es el equivalente de haber salvado el semestre, el año. No importa que esa triste realidad diga que son los últimos del campeonato, hoy estaban orgullosos y realizados: Empataron con la suplencia de papá.

noviembre 08, 2007

No ha pasado nada

Hoy hay que hacer un elogio, un agradecimiento inmenso para con los jugadores que hoy, sobre todo en el segundo tiempo, lo dejaron todo en la cancha del estadio el Campín ante un durísimo rival -sin dudas el mejor de todo el 2007-, que lograron volver luego de un marcador adverso y que aunque después por esas cosas de Dios no alcanzó el esfuerzo es realmente destacable.

También hay que decir que las series de esta copa duran 180 minutos y no 90. Y también hay que decir que aunque la situación no está muy fácil tampoco es imposible. Y que este Millonarios de la Copa ha sacado a todos sus rivales por los resultados conseguidos como visitante. Algunos ya no dan un peso por nosotros, yo prefiero mantener la ilusión, porque esto es Millos.

Millonarios empezó el partido con mucho vértigo, buscando por medio de Érvin González por derecha y Jonathan Estrada por izquierda el desequilibrio, con un centro a Villagra, el equipo albiazul tuvo 20 minutos de velocidad, pero poco a poco el rival se afianzó en la cancha y tomó el control del juego en tiempo, en espacios, en todo. Esos últimos 25 minutos de la inicial fueron una pesadilla de verdad. América de a poco fue mostrando su jerarquía, los nuestros cometieron muchas imprecisiones, que fueron la constante del ataque rápido y preciso de los mexicanos. Y pesó también ese factor importante, el de las individualidades. Cuando Jonathan se juntaba con Álex Díaz por izquierda y la pelota la recuperaba el rival, Díaz se quedaba y no volvía a marcar. Eso hizo a la zona izquierda defensiva azul una coladera por la que entró cuando quiso el equipo mexicano. Ya habíamos pasado varios sustos por ahí, hasta que a los 24 minutos, cuando Díaz tomó un rebote y podía rechazar tranquilamente, pero se demoró, tanto así que fue presionado y su rechazo terminó siendo un regalo a un jugador mexicano, aparte de eso dejó su zona descubierta y así llegó el centro para el cabezazo preciso de Villa. Si, golazo, pero el error en la jugada previa es increíble. Y ese gol desmoronó la confianza de Díaz para toda la noche. América siguió y siguió aprovechando los continuos errores del lateral izquierdo y provocando llegadas de riesgo. Y después, en una mala entrega de Ciciliano saliendo el equipo quedó mal parado y otra vez por la izquierda llegó el segundo de los mexicanos, esta vez de Salvador Cabañas. Corrían 38 minutos, y esta vez todo el equipo estaba diezmado, mentalmente muerto. Lo mejor que podía pasar era que el primer tiempo terminara y un envión anímico para la segunda parte. Antes del final de nuevo Cabañas tuvo otra clarita, pero la tiró afuera. Y por fin llegó el final, no solo del primer tiempo, también de una pesadilla amarilla que duró 25 minutos en los que Millos no se encontró nunca y el rival lo hizo todo.

Después del medio tiempo llegó la reacción. Vanemerak mandó dos cambios: Zapata por Díaz y Telembí Castillo por Ervin. Y si los últimos 25 minutos del primer tiempo fueron una pesadilla, los primeros 30 minutos del segundo tiempo fueron de ensueño. Millonarios salió con todo, lo del primer tiempo pasó al olvido, era otra historia. Apenas a los dos minutos Bedoya cobró un tiro libre que se fue ligeramente desviado, tanto así que en Oriental alcanzaron a cantar el gol, ese era el aviso de lo que vendría después. La entrada de Telembí significó más profundidad, Villagra se vio mucho más libre y su nivel aumentó. Ciciliano no tuvo su mejor noche, pero aún así tuvo chispazos, y poco a poco el equipo azul encerró al América en su propio arco. Y esa presión constante animó a los más de 40000 asistentes. Y a los 16 minutos llegó una falta, muy similar a la del minuto 1. Nuevamente se paró Bedoya y cobró magistralmente, el portero Ochoa (arquerazo y figura hoy) quedó quieto ante el gran cobro. Fue el descuento, y vendría más. Porque 2 minutos después el balón se estrelló en el vertical, y después el balón fue sacado en la línea dos veces. Y después, cuando el tiempo global marcaba 69 minutos, Ciciliano puso un pase al vacío a Estrada, que no lo dio por perdido aun cuando se hacía largo, y el calvo corrió y metió la pierna entre los dos defensas y el arquero para empatar el partido, algo que parecía una odisea 30 minutos atrás. El Campín estalló en su máxima expresión. Con empuje, con ganas, con corazón, a lo Millos, el equipo había vuelto de un 0-2 en contra.

Y todo pintaba para seguir de largo. En mi mente fue imposible evitar ese flashback remontándome a Diciembre de 2001, cuando Millonarios enfrentó a otro mexicano: Necaxa, por la semifinal de la entonces Copa Merconorte. Perdía 0-2, le dio la vuelta y terminó ganando 3-2 y luego en los penales. Parecía que la historia se repetiría. el envión anímico del equipo era notable y el que estaba noqueado ahora era el equipo mexicano. Lamentablemente sucedió algo inesperado, un evento agregado que no fue para nada bueno. Bedoya, el artífice del cambio azul, tuvo una lesión, justo cuando los cambios de Millos ya estaban agotados (había entrado Quintero por Salinas). Algunos lo llamarán mala suerte, algunos lo llamarán destino, yo lo llamo cosas de Dios. Esto bajó las pretensiones ofensivas del equipo, obligó al equipo a bajar sus líneas buscando reforzar la marca. Bedoya, varón y guerrero, no abandonó el campo. Se quedó jugando en una pierna, saltando en un pie para ir de un lado al otro, al menos para hacerle estorbo a los mexicanos. Estábamos once contra once, pero Millos en serio tenía diez. Al parecer la lesión de Bedoya esta vez es más complicada que la que tuvo justo hasta hace unos días y que le causó dos semanas de incapacidad. Pero él se quedó en la cancha para mostrar que este Millos es puro corazón y entrega. América volvió a tener el control, pero esta vez no fue por méritos propios, sino por infortunio nuestro. Y así de a poco Millos volvió a verse encerrado. A falta de cinco minutos, en otra falla defensiva, llegó el tercero de América y que definió el partido. Sobre el final Villagra estalló un cabezazo entre el vertical y la mano de Ochoa. Entonces, el flashback de diciembre de 2001 se fue para darle paso al flashback de diciembre de 2003, cuando Millos necesitaba un empate para pasar a la final del campeonato local, estaba 0-2 ante el Cali, lo empató y otra vez a cinco minutos del final perdimos 2-3.

Cualquiera que no fue al estadio diría que la hinchada salió llena de rabia. Y se equivoca. Al final la hinchada despidió a sus jugadores con un merecido aplauso, apenas justo por todo lo que pasó en algo que verdaderamente fue un partidazo. Dos grandes equipos que al final brindaron un espectáculo de otro mundo. Eso si, no faltaron los amargos, los resultadistas y/o clasiqueros que putearon, pero esos fueron pocos. Y puedo apostar cualquier cosa que son los primeros que mañana van a estar ausentes, cuando Millonarios juegue el clásico capitalino menos emocionante en muchísimos años.

Hay tranquilidad, aun por encima del resultado adverso, lo que mostró ese Millos del segundo tiempo invita a pensar en que ganar en México por dos goles es posible. Al frente tuvimos a un rival dificilísimo y Millonarios jugó de igual a igual. Hay días en que las cosas no salen totalmente, esa lesión de Bedoya afectó muchísimo, cosas que suceden. El próximo martes 13, en Toluca, se jugará el partido de vuelta. Aquí no ha pasado nada, quedan 90 minutos y ni América está clasificado, ni Millonarios está eliminado.

noviembre 05, 2007

En tablas

Cuando la suplencia del equipo más grande el país, cuya mente está concentrada en el certamen internacional que se disputa alternamente con el torneo local y envía a jugar a los canteranos, "visita" a un equipo bien chico que por esas cosas de la vida está bien posicionado en la tabla, el resultado no puede ser otro distinto al de un partido flojo y de trámite. Así fue esta tarde en la cancha del estadio de Techo en Bogotá.

Muy temprano, el equipo que hoy para efectos de calendario oficiaba como "local" abrió el marcador, con una jugada que repitieron todo el primer tiempo, desborde por derecha, quiebre a Zapata y pase de la muerte. Corrían sólo seis minutos, y La Equidad ganaba 1-0. El primer tiempo de Millonarios no fue el mejor. Pesó mucho la falta de experiencia y por eso, siempre por izquierda, el local puso dos o tres opciones más de riesgo. En Millonarios una sola llegada de gol despilfarrada por "Falucho", a quien se le notan muchas ganas.

El segundo tiempo comenzó con un Millonarios más agresivo que encontró pronto el empate, también a los seis minutos, luego de un penal cobrado por Tejera. Desde ese momento otra vez Millonarios le dio el balón al rival, que llegó más por la inexperiencia de la defensa azul que por virtudes propias. José Cuadrado se consolidó como la figura del partido. Millonarios también tuvo sus chances, pero esta no fue la tarde de Carlos "Telembí" Castillo.

Ya el torneo local no es opción para Millonarios. La suerte está echada en su totalidad en la Copa Sudamericana, y este miércoles, con un estadio a reventar, se jugará el primero de los dos partidos de la semifinal.

Entrenando con el chiquillo

Se sabía, se veía venir. Hoy estuvimos pocos en el estadio, estuvimos los de siempre. Los que sin importar el rival, la fecha, hora, posición o certamen estamos presentes. A nosotros, a diferencia del resto, nos gusta ver a Millos siempre y no somos acomodados para alentar solo cuando el equipo gana. A nosotros, a diferencia del resto, nos hace mil veces más felices un triunfo y nos hace mil veces más tristes una derrota. Nosotros, a diferencia del resto, amamos de verdad a Millonarios. Y por eso estuvimos hoy, en un partido por momentos malo, que de verdad pareció un entrenamiento más. Con Millonarios jugando a media máquina y con un hombre menos durante 75 minutos, pero que aun así logró llevarse una victoria en las postrimerías del partido con un señor golazo de Marcelo Tejera que pagó la boleta ante un cobarde, mezquino y pegador equipo boyacense, amparado vilmente por el silbato de Luis Sánchez, el peor árbitro en mucho tiempo en El Campín.

Millonarios arrancó bien, fue por eso que apenas sobre los 8 minutos llegó el primer gol. Luego de un tiro de esquina Andrés Salinas cabeceó magistralmente para anotar el que fue el primer gol del partido y el primer gol de su carrera profesional; más que merecido. Lamentablemente la alegría duró poco porque apenas tres minutos después, en la única falla defensiva y de contención, en donde se vio una pasividad absoluta, llegó el empate.

Y cuatro minutos después empezó el circo del que se hizo pasar por juez central. Una expulsión tan infame como injusta a Ciciliano, el concierto de pito siempre a favor de la visita. Ante la ausencia, Villagra tomó un rol importantísimo. Colaboró como nunca en la marca, reemplazó el papel de Ciciliano con honores, fue el mejor partido del paraguayo en mucho tiempo, lamentablemente aun falta el gol, pero el sacrificio que hizo es bastante detacable.

Mientras Millonarios se las arreglaba para dominar el partido aún con el jugador menos, Chicó se dedicó a quemar tiempo, sus jugadores se convirtieron en asiduos visitantes del piso al mismo tiempo que incrementaron su nivel de pierna fuerte. Si a Ciciliano lo expulsaron por una acción que tal vez y por mucho era sólo de amarilla, a los jugadores de Chicó habría que encarcelarlos. Jonathan Estrada tomó los hilos del equipo, bien acompañado por Álex Díaz en la izquierda y por Érvin en la derecha,

El segundo tiempo empezó muy aburrido, Chicó estaba firmando el empate desde que hizo el gol, y Millonarios, tal vez buscando cuidar a sus jugadores para el partido del 7 de Noviembre con América de México, bajó considerablemente su profundidad, haciendo al partido más monótono y aburrido por instantes. Después vinieron los cambios: Pérez por Mosquera (quien sufrió un esguince de rodilla pero todo indica que puede jugar el miércoles), Tejera y Telembí por Érvin y Villagra. Chicó trató de atacar más, pero nunca pudieron pasar por nuestra defensa.

Y Tejera avisó en un muy buen tiro libre que milagrosamente sacó el arquero Noriega, era el preaviso, nadie se imaginaba lo que venía. Corría el minuto 90, cuiando Millonarios a media marcha, sin querer desgastarse, tuvo una chance más, la pelota le cayó al uruguayo que sin pensarlo puso un globo monumental entre la línea final y el portero. GO-LA-ZO, apenas justo y merecido.

Ya después vinieron las risas, Chicó jamás empataría, ese equipo, dedicado a la patada y el puño limpio casi se lleva un empate inmerecido. Además este era un partido de seis puntos y logramos recuperar terreno en la reclasificación. Además matemáticamente y aunque suene imposible, los cuadrangulares están ahí cerca, y sólo un milagro nos clasificaría.

Al final, el grito de batalla que bajó desde norte y se expandió en todas las tribunas del estadio: "Olelé, Olalá, Regálame la Nissan, se acerca navidad". Es cierto, este miércoles en el Campín el juego de ida ante América de México.

Fuimos los de siempre, pagamos los de siempre y ganamos... los de siempre, entrenando.

octubre 26, 2007

Infinitamente Superiores

Brillante, espectacular, sólo así puede definirse lo que vimos todos en la cancha del estadio El Campín. Otra victoria, otra clasificación, otra fiesta inmensa que seguro aún no ha terminado y que seguirá de largo mañana. Qué partido, qué noche, qué recuerdo. De verdad que faltan palabras para explicarlo, es tanta la emoción que es realmente difícil de describir. Millonarios hizo ver diminuto al mejor equipo de Brasil, con categoría, con temple, con el corazón.

Una noche 10 puntos en todo sentido, sin distracciones, sin problemas. Sao Paulo llegó con peligro dos veces en los noventa y tantos minutos de partido, eso fue todo. El resto fue todo azul, para el recuerdo. El mejor partido de Millonarios en todo el semestre lejos, aún mejor que esa noche en el Atracacio. Lo de hoy fue simplemente de no creer. No hubo errores, ninguno de los nuestros jugó mal. Todos estuvieron a la altura del espectáculo, de la hinchada, del rival, del certamen, de la fase en la que estábamos. Hoy, Millonarios se convirtió en el primer semifinalista de la Copa, de una manera clara, justa y merecida. Ninguna persona en este país ni en el mundo puede contrarrestar lo que todos vimos. Nadie puede quitarle el mérito, fue más que claro.

La hinchada cumplió: el estadio lleno, las "dos salidas" (cuando salió el equipo y después de que sonara el himno nacional) llenas de humo azul y blanco en cantidades inimaginables. Los rollos, el papel. No pudo ser mejor porque la policía no dejó entrar algunas astas, pero fue algo para enmarcar. Además, ese aliento ferviente antes, durante y después de que terminó el partido lo dice todo. Tanto así que la salida del estadio se demoró más de lo normal, porque todos queríamos quedarnos otro rato más.

Varios presagios de muchos hoy no se dieron. Primero el del clima: Cuando sobre el medio día una nube gris oscura se aprovisionó del cielo capitalino todos imaginamos una noche con lluvia, un aguacero. Y la lluvia nunca apareció, ¿Cómo iba a aparecer si la noche tenía que ser perfecta?.

Después el del juego. El contexto general invitaba a pensar que Millonarios, que tanto defendió con los dientes el arco en cero en Brasil, iba a salir a controlar la serie defendiéndose. Tampoco pasó y la muestra clara se dio recién empezó el partido. En la primera descolgada azul que derivó en un centro de Érvin González y que no alcanzó a concretar Villagra. La propuesta de Vanemerak era clara, había que cuidar la ventaja, pero con la pelota y no defendiendo con los dientes. Y Millonarios tuvo cuatro o cinco aproximaciones más, pero faltó profundidad. Sao Paulo le apostó al pelotazo buscando a sus tres atacantes. Nunca funcionó. La defensa azul estuvo inmensa, impasable, impenetrable. Ese fue el primer tiempo, Millonarios con un absoluto dominio del juego pero carente de profundidad, mientras Sao Paulo no era punzante.

El segundo tiempo mostró a un equipo brasilero que intentó buscar sin éxito siempre la forma de penetrar la sólida defensa millonaria. En cambio, Millonarios perdió posesión del balón, pero ganó en profundidad, con un inmenso Rafael Robayo que tomó la batuta en la contención, al mejor estilo de Bedoya. El juego se centró mucho en la mitad, la profundidad bajó en un alto porcentaje, hasta que llegó ese hermoso minuto 31...

Cómo olvidar el momento: Recuperación de balón de Robayo; el pase enorme de Jonathan Estrada a manera de centro; la maniobra de Villagra llevándose la marca buscando un cabezazo que claramente no iba a alcanzar, pero logrando su objetivo: la distracción; la entrada de Ciciliano que con un derechazo feroz venció a Rogerio Ceni. Golazo, delirio, explosión de felicidad en todas las tribunas. Ahí sentimos todos que había terminado la serie. Sao Paulo se fue encima con todo lo que tenía, sus once jugadores se volcaron en territorios embajadores buscando desesperadamente el empate. Fue tan bueno el partido de Millonarios que Sao Päulo, el mejor equipo de brasil, lucía confuso, diminuto. Y fue así como llegó el segundo gol, luego de una jugada peligrosísima del visitante (la segunda y última de todo el partido) en la que con los 10 hombres sin contar al golero se fue con toda y ante un descuido de Blandón la pelota fue salvada en la línea, y de ahí salió el segundo. Tan jugado estaba Sao Paulo que Ciciliano recibió solitario una habilitación y se fue en una carrera enorme hasta el área rival para definir con otro derechazo preciso y batir a Rogerio Ceni. Fue el segundo, fue la lápida para Sao Paulo. Lo demás fue solo euforia, observar y escuchar ese monstruo de 42000 cabezas cantando al unísono, ya todos de pie, mientras los minutos pasaron y llegó el final.

Vino después la celebración, ver a Vanemerak llorando como un niño por el logro adquirido. A los jugadores en la mitad de la cancha agradeciendo el inmenso apoyo y a los más de 42000 hinchas respondiendo con aplausos y cantos de aliento. No sabemos aun quién será el rival en semifinales. No importa igual, será hasta dentro de una semana. Por ahora sabemos que nuestro equipo del alma está entre los cuatro mejores equipos del continente. Indescriptible es también la fiesta que se vivió a las afueras del estadio, al calor de unas cervezas, las más sabrosas de todo el año.

Sin duda la celebración sigue. Aun estamos en ese letargo, pero mañana en absolutamente todos los rincones de este país llegará alguien con su camiseta de Millonarios y una sonrisa enorme que no se quita con nada, porque el más grande ya está en semifinales, dejando atrás al líder del torneo peruano, al campeón y actual líder del fútbol colombiano, al subcampeón de la adición anterior y actualmente tricampeón de Chile y ahora al mejor de los clubes brasileros. El mismo que sacó a boca Juniors y eso no es cualquier cosa.

PD: Tal vez el único lunar de la noche estuvo por cuenta de los hinchas que llevaron pancartas para con la gente de Fox Sports buscando sus "cinco minutos de fama" en la televisión internacional. Dejémosle eso a los paisas que ellos sí que saben ser expertos en la lambonería barata con tal de salir en televisión.

Ya en el torneo local, los suplentes perdieron con Bucaramanga en el último minuto, resultado que prácticamente nos deja eliminados. Toda la energía está enfocada en la copa ahora, aunque debemos lograr la mayor cantidad de puntos posibles por el factor reclasificación.

Esta entrada y las demás de aquí en adelante pueden ser consultadas también en www.LosMillonarios.net

octubre 20, 2007

De la mano de López

No es López el presidente de quien hablo hoy, es López el árbitro. Así fue como América le ganó a Millonarios la noche de hoy en El Campín un partido que hasta faltando 5 minutos estábamos ganando y que primero en un error de marca y luego en un penal inventado en el minuto 90 nos privó de la celebración y nos dejó muy mal en la lucha por lograr clasificar a los cuadrangulares.

El primer tiempo flojo, flojísimo, y no merece más que esta frase porque no hubo mucho que mostrar. Salvo un tiro libre de Ciciliano que sacó brillantemente el golero rival todo estuvo entre las faltas y la lucha en la mitad del campo. Se perdieron 45 minutos porque América no atacó y Millonarios lució perdido por muchos pasajes.

El segundo tiempo mostró en cambio a un Millonarios más aplomado en la cancha y con mayor vocación. Tanto así que el equipo embajador tuvo las mejores opciones despilfarradas justito cuando llegó la definición. Ciciliano se comió un gol hecho con el arco solo al mandar el balón por arriba. Villagra no estuvo hoy en Bogotá y a Jonathan (el mejor de Millos para mi) se la sacó el golero. América esperó y contraatacó peligrosamente llevando mucho peligro al arco de Blandón.

Llegó entonces el penal contra Ciciliano ejecutado muy bien por él mismo para la ventaja parcial. Nunca antes vi tantos fotógrafos alrededor de un jugador en una celebración de gol. Y después de esto entraron las manos cochinas del árbitro paisa y sus asistentes. Fueras de lugar inexistentes que sancionaron y otros que si eran existentes los pasaron por alto. Errores tan absurdos como señalizaciones de saques de banda a favor del equipo que sacó el balón. Faltas de la nada y el maravilloso penal inventado en las postrimerías del partido. Además el partido se le fue de las manos y hubo calentura entre los jugadores de ambos bandos. Y después, con tanto tiempo perdido en el segundo tiempo, a este señor no le dio la gana de dar reposición, una verguenza. Esas sucias y cochinas manos (y pito) nos quitaron tres puntos.

Ahora para clasificar hay que hacer 15 de 15, teniendo en cuenta que el partido del jueves con Bucaramanga se jugará con el equipo suplente y con algunos cansados luego del partido del miércoles, lograr 15 puntos se antoja casi que imposible. Las energías están puestas en el miércoles ante Sao Paulo y lograr la clasificación a las semifinales de la copa. Muy malo eso sí en el tema de la reclasificación, en la que Millos está disputando el acceso a los torneos internacionales del otro año.

Gracias a Carlos López Millonarios hoy se fue con las manos vacías. Todos los partidos pueden perderse, pero no de semejante manera...

octubre 11, 2007

Histórico... Para no olvidar

Quedará para siempre en la memoria de todos. Los que lo sentimos, los que lo vieron y los que con agrieras lo sintieron. Es histórico, no era una cancha cualquiera, no era un rival cualquiera, no era un partido cualquiera. Era uno de los grandes del país más grande del mundo futbolero midiéndose al más grande de este país. Era uno de los estadios más tradicionales del continente. No era una cosa cualquiera. Y Millonarios volvió a salir avante. Volvió a ganar, otra vez con garra, pero hoy con una adición inmensa de suerte. Fue el partido más difícil en años, y lo ganamos... Y cómo lo ganamos!!! Es que... definitivamente, esta es otra de las proezas que hay que contar a los nietos.

Como yo solo estoy pendiente de lo que haga Millonarios, no puedo decir a ciencia cierta con qué nómina (si titulares, suplentes o mixta) salió Sao Paulo a la cancha del Morumbí. Lo que puedo afirmar con certeza es que ese equipo es muy bueno, nos complicó la existencia durante casi 97 minutos de juego. Generó jugadas de riesgo por todas partes, complicó, pudo ganar lejos, pero perdió. Recordaremos siempre esa épica noche de Octubre 10 de 2007, en la que Millonarios saltó a la cancha con un uniforme inusual, todo azul, hasta la pantaloneta. Extraño, pero eso si, hermoso, como todo lo que tiene que ver con Millos; la noche en la que por primera vez ganamos en ese estadio mítico, tradicional, inmenso. Ante un rival inmenso, con un gol inmenso. Es que... no nos digamos mentiras, MILLONARIOS ES INMENSO!!!

¿Alguno recuerda cuantas veces llegó Sao Paulo? No creo. Yo trato de hacer el recuento. Varios cabezazos que se fueron apenas saludando uno de los verticales de Blandón, jugadas mano a mano en las que o bien el balón se fue increíblemente desviado o el golero azul gigante detuvo, jugadas de fantasía que terminaron en balones desviados. Hoy Sao Paulo fue el que controló el partido de principio a fin, tuvo el balón, el tiempo y el control; la suerte y nuestra defensa fueron nuestros escudos. Ahora bien, ¿alguno recuerda cuantas veces llegó Millonarios? Todos. Millos llegó tres veces. Un desperdicio enorme de Villagra, un contraataque que Quintero no supo (¿o no quiso?) definir y el gol. Fue un partido dificilísimo, en el que Sao Paulo mostró por qué es uno de los más grandes de ese país, el más grande del mundo; y Millonarios también mostró por qué es el más grande de este país.

Si alguno tiene memoria del evento sucedido cuando faltaban 10 minutos para el final, cuando más exasperante era el ataque rival, y cuando más metidos estábamos en nuestro campo sin poder lograr alguna jugada de riesgo (todos los balones largos terminaban en los pies de un rival, y cuando Millos lograba llegar al área contraria a los nuestros les daba miedo patear) seguro suelta una sonrisa. Fue el cambio: sale Alex Díaz, entra Luis Zapata. No miento cuando expreso que la reacción de todos no fue la mejor, nadie confiaba en él. Y obviamente nadie confiaba ni esperaba siquiera lo que íba a pasar apenas 4 minutos después.

Millos en ataque no fue el mismo de juegos anteriores. Villagra parecía un fan que va a un concierto y paga boleta de "gramilla". A Ciciliano las cosas no le salían, no había salida y la pelota se perdía muy fácil. Pero en una jugada de otro nivel, el calvo se inventó un pase magistral para dejar al recién ingresado Zapata en una carrera veloz contra el rival, el tiempo y el destino. Y el negro logró llegar al área brasilera y sacar una definición, curiosamente, al mejor estilo brasilero, sobre la derecha del portero y ceñido, muy ceñido al palo; fue el gol, que desató el descontrol en toda Bogotá y sirvió para consolidar una victoria histórica. Después fue solo aguantar un embate agresivo de Sao Paulo los últimos minutos, hasta ver al central levantar sus manos señalando al final.

Es difícil describir en estos momentos lo que se siente luego de un triunfo así. Es una especie de shock, un letargo. Ganar allá y con gol de Zapata... ¿Alguien lo imaginaba? No creo. Después sólo vino celebración, risas, alegría. Recordar cada instante de este histórico partido, recordar a los que echaron la sal toda la semana. Imaginar al mierdolaga promedio viendo la novela del canal del patrón y "canaleando" a ratos, cambiando el canal a FOX Sports ante el desespero y las ganas de saber cómo le iba a papá en Brasil. Imaginar después la rabia que están sintiendo ahora al ver el resultado. Y mejor aún, escuchar las delcaraciones de Vanemerak en la radio hablando del triunfo. Le decían que Millonarios es Colombia en la copa y el sólo respondía "no para todos, acá todos sabemos quienes no quieren que ganemos". Eso sumado a la variedad de comentarios que decía. Le preguntaron por el uniforme y sólo respondía "es que de por si mi alma es azul". Era lo que necesitábamos, un técnico que entendiera y sintiera lo que realmente significa este equipo para mi, para la hinchada que nunca abandona -no los que ahora están borrachos y se suben al bus-, para la ciudad, para el país.

Pase lo que pase en la copa, la noche del 10 de Octubre de 2007 quedará en nuestra memoria por siempre, para siempre. Ahora solo sirve darle gracias a Dios, a la memoria de mis padres, a todo Millonarios y a los que como yo nunca abandonamos ni abandonaremos por la alegría tan inmensa que hemos vivido. Y gracias a los jugadores que hoy lo dejaron todo. A Blandón y chalo Martínez porque se comieron la cancha, a Zapata por el gol que ni él ni la hinchada olvidará jamás. A Ciciliano y su pase mágico, A Jonathan y sus jugadas. A todos...

Saludos,

octubre 07, 2007

No importa

Hacía mucho tiempo un partido Millonarios - Nacional no despertaba tan poco interés para nosotros, al menos no el mismo interés de siempre. Primero porque Millos fue con la suplencia, segundo porque todos sabíamos desde que nombraron a Albert Duarte como el central que el arbitraje iba a ser ventajoso para ellos, y tercero porque desde que los sacamos de la Sudamericana están súper ardidos buscando una "venganza" que a decir verdad hoy no encontraron. ¿De qué te sirve ganarle a un rival que por menosprecio viaja con la suplencia porque poco le importa el partido?. En fin...

Entrando al juego, no hay mucho que comentar. Todo el primer equipo se quedó en Bogotá, sólo Blandón y Salinas jugaron desde el inicio. Telembí entró en el segundo tiempo. Tejera y Andrés Pérez son quizá los suplentes que más "recorrido" tienen. El primero tuvo dos claras pero se vio falto de estado físico al final. el segundo no tuvo una buena tarde. De hecho, la zona posterior de Millonarios nunca se encontró. Depronto es la costumbre que tenemos todos viendo el gran trabajo del equipo titular, el cambio para ver lo de hoy siempre es drástico. Nacional llegó tres veces hizo tres goles y liquidó el asunto. Millonarios realmente llegó cuando hubo pelotas quietas. Colectivamente hubo dos o tres opciones, pero Telembí no estuvo y Briceño no pasa de ser sólo garra, el hombre nunca iba a poder pasar solo a la defensa rival. Y para completar: el error arbitral infame favoreciendo a los mierdolagas, una mano penal clara que sólo el no vio, cuando el partido estaba 1-0 y era el empate. Algo típico de un Nacional - Millonarios en la loma.

Igual no pasa nada, era el equipo alterno que no juega sino en los entrenamientos. Era algo que podía pasar. Enfoquémonos ahora sí en realizar una buena presentación en tierras brasileras este miércoles. Eso si, si los mierdolagas creen que la herida de la eliminación se les cierra con lo de hoy están jodidos. Sobre todo después de que el técnico les lleva la suplencia. La herida sigue abierta... Pero ellos hoy tienen ganas de sacar el carro de bomberos y de hacer día cívico mañana. Claro... le ganaron a la suplencia de papá, eso para ellos es todo!!!

PD: Qué grosería la transmisión de RCN del partido. Las propagandas abarcando el 25% de la pantalla. Cada jugada la repetían hasta seis veces y no se podía ver entonces lo que acontecía. El comentarista tan, pero tan malo que se quedaba sin argumentos y soltaba una sarta de sandeces que sólo él y los simpatizantes del equipito del patrón se creen. Además aprovechaba cada momento para intentar dar una visión del partido errada e infame. Una verguenza.

Saludos,

octubre 05, 2007

Próxima Parada: Sao Paulo, Brasil

El que escribe estas líneas no está cuerdo. Está enamorado, está tomado. Está loco por Millonarios. Poco le importa si mañana tiene que trabajar, poco le importa si mañana tiene algo más que hacer. Hoy sólo importa que ganamos, hoy sólo importa que seguimos vivos. Que Millonarios ya está entre los ocho mejores del certamen.

Si alguien en el continente por absurdo que sea no conocía lo que es Millonarios, esta noche -o mejor, anoche- lo acabó de conocer. La IFFHS (o como sea la sigla) sacó recientemente la lista del ranking de clubes del mundo. Colo Colo aparecía segundo, nadie lo creyó, por supuesto. Y Millonarios le ganó hoy al Colo Colo, el rival más duro de muchos años, y sigue vivo y entero en la Copa Sudamericana. Todo gracias a tres factores determinantes: Dios, la suerte y la entrega.

Un partido duro, de esos que ganar resulta más satisfactorio aún. El rival jugó muy bien -no solo el partido, toda la serie-, fue un dignísimo rival. Nada que decir, el primer tiempo sobre todo, y los últimos diez minutos fue muy superior. Tanto así que hoy tengo más canas que ayer, mis uñas no existen más. Del equipo chileno hay que decir que hacía rato no se veía un rival tan complicado. Pero, con todo y lo duro que resultó la vuelta, Millonarios se fue arriba en el marcador, en una de las pocas llegadas del primer tiempo, luego de un rebote, apareció la pierna de Andrés Mosquera para vencer el arco chileno y poner el 1-0. La alegría duró muy poco, ya que cuatro minutos después el equipo chileno empató con un golazo del delantero uruguayo Biscayzacú, que dejó todo empatado para el medio tiempo, con un equipo chileno que tuvo más la pelota y generó riesgo, y un equipo millonario fiel a su estilo de entrega y coraje.

El segundo tiempo cambió. Millonarios fue esta vez el dueño del partido, tuvo la pelota, manejó el reloj e inclusive creó opciones claras, todo hasta el minuto 80, cuando otra vez Colo Colo se apoderó del control del partido y así generó opciones clarísimas salvadas en el área chica por la defensa, e incluso una de ellas terminó siendo salvada entre el arquero Blandón y el travesaño, así terminó la historia en los 90 -o 180- minutos: con un legítimo empate a un gol.

Vinieron los penales, y con ellos la ansiedad más grande. Todos convirtieron en la serie de cinco. Para destacar los cobros de Quintero, Martínez y Bedoya. Vino la sexta tanda y nada cambió, hasta que Sanhueza cobró. Para muchos la figura del partido de Bogotá y uno de los jugadores referentes del equipo chileno. El jugador cobró con borde interno y el golero millonario adivinó y fue al mismo palo, así atajó. Era la oportunidad para Jonathan Estrada. El calvo se paró en frente del balón y su disparo inatajable se coló en el arco sur del estadio monumental de Santiago de Chile. Ahí estaba todo definido. En Bogotá un grito de gol de esos que nunca se olvidan, en Santiago un puñado de hinchas azules que gritaron ese gol aún más que los 40 mil chilenos que los acompañaban.

Vino el llanto, vino el alcohol, vino otra alegría por cuenta del embajador. Es que, pocos lo entienden, pero lo que despierta Millonarios para muchos de nosotros, lo que este equipo nos hace sentir y vivir no es para menos. Este ha sido el más duro rival en mucho tiempo y Millonarios salió avante con casta, fiel a lo Millos, fiel al empuje, fiel al trabajo, fiel a la unidad. Aún en Bogotá hay festejos, que no van a parar, por lo menos hasta la mañana del domingo, cuando los heridos mierdolagas nos "reciban" en el Atracacio, seguramente con un arbitraje ya arreglado para llorar sobre la leche derramada.

Lo único que puedo decir como conclusión es que a este equipo lo llevo en el corazón. Quienes me conocen saben lo que significa esto para mi, por eso, a todos aquellos que están siempre presentes, los que se bancaron los malos resultados al comienzo así como yo pero nunca abandonaron, les dedico aún más esta clasificación. Y a los jugadores sólo puedo decirles que: Símplemente gracias, por sacarme nuevamente una sonrisa enorme e inborrable y por darle una nueva alegría a este corazón.

septiembre 30, 2007

De Infarto!!!

El de hoy sin dudas es uno de los mejores partidos de los últimos tiempos en El Campín, por lo menos en el tema emotivo. Junior trajo un buen equipo y jugó muy bien, puso en problemas muchas veces a los nuestros, que además crearon una importante cantidad de oportunidades de gol que se quedaron sin definir. Tres palazos y otras cuantas atajadas, para dejar como saldo al final otra victoria embajadora para acercarnos aún más al grupo de los ocho clasificados y continuar con el invicto en la era Vanemerak.

Millonarios empezó jugando muy bien, los primeros veinte minutos azules estuvieron sublimes, creando importantes llegadas con pases rápidos, con una notable actuación de Estrada y Quintero. El primer gol se percibía, pero el rival tomó el control del juego y sin ser muy claro se apoderó del balón. Los nuestros decayeron, para entonces el nivel mostrado por Alex Díaz no era el mejor y su banda estaba mmuy descubierta. Sobre el final del primer tiempo Millonarios arremetió de nuevo. Dídier Muñoz (el mismo que tapó el año pasado en Millonarios) tuvo una tarde muy buena y sacó importantes balones de riesgo, y en otras el balón llegaba al área chica sin un receptor y terminaba siendo rechazada por la zaga costeña.

El segundo tiempo fue mucho mejor. Empezando Ciciliano se inventó una jugada de lujo, puso un pase fenomenal a Álex Díaz y fue derribado claramente. Esta vez "Cicinho" no falló, fue el primero, que detonó la locura en las tribunas y la agresividad visitante, porque después del gol Junior se vino encima con toda, hubo angustia, hubo riesgo en el área. Los jugadores de Millonarios se vieron cansados físicamente, aún más que los visitantes, y eso se reflejó en la pérdida del balón nuevamente. Dos veces los visitantes avisaron con sendos remates en el travesaño, otra más fue salvada por Quintero en la raya luego de un cabezazo saliendo de un tiro de esquina. Los nuestros contragolpeaban con peligro, pero el segundo no aparecía, el de la calma. Vino un tiro libre de Ciciliano que era golazo, pero las manos de Muñoz ahogaron el grito.

Entonces, entró Marcelo Tejera por Ciciliano (ovacionado desde todas las tribunas) y el uruguayo le puso la pausa y alejó al rival. En los minutos que estuvo de sus piernas salieron tres jugadas claras que Telembí ni Estrada pudieron definir, y salió además un remate bonito que se estrelló en el palo, era el gol de la jornada. Minutos después entró Briceño, y en una de las últimas del partido el cucuteño anotó el segundo, lapidario y definitivo (si, amigo lector, ¡Briceño hizo gol!). Y ese gol se cantó mucho más que el primero por como estaba el partido y porque dejaba sellado el choque, inclusive Vanemerak lo celebró más que muchos. Así llegó el final y una nueva alegría más para la mejor hinchada de Colombia.

El octavo ya está a dos puntos y el equipo continúa en ascenso. El tema hoy es mejorar el aspecto definición, sobre todo para jugadores como Estrada y el hoy ausente Ervin González. Si seguimos así estamos en los ocho fijo, y sería necesario en el tema reclasificación que otorga los cupos a las copas internacionales. Hoy se venció a un rival duro, hay que reconocer que el rival jugó muy bien también, no se encerró y eso hizo el espectáculo mejor.

El arbitraje: mal, pésimo. Faltas inexistentes, un penal claro no sancionado a Millonarios, la quema de tiempo absurda, entre otras.

Ahora se viene una semana dura: partido en chile el jueves que hay que ganar como sea, y volver el domingo a Medellín para jugar con un nacional que tiene sangre en el ojo y quiere desquitarse como sea.

septiembre 26, 2007

Nada está definido

Millonarios empató a un gol ante Colo Colo en El Campín en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana en una noche en la que el exceso de ansiedad de muchos de los nuestros jugó en contra.

Del rival hay que decir que es un muy buen equipo, Millonarios no juega solo, el rival cuenta, y el de hoy jugó un muy buen partido. El equipo visitante logró sobreponerse a la presión excesiva de los embajadores a punta de pases rápidos y contragolpes fugaces. Depronto estamos acostumbrados a ver equipos colombianos cuyo nivel no es el mejor, y este equipo mostró algo distinto a lo que vemos con cada rival. Millos apretó, mostró temple, ganas, y eso gustó a la afición (más de 40000 personas), en ocasiones hubo exceso de velocidad, tal vez por la misma ansiedad, tal vez por querer asegurar el partido rápido.

Colo Colo jugó a sacarse la presión y a contragolpear con rapidez, ese fue su juego, tuvo mucho tiempo el balón en ocasiones, cuando Millos se partía en la mitad, pero después de tres cuartos de cancha el gran partido de Gonzalo Martínez colaboró para que no pasara a mayores. Colo Colo utilizó otra gran estrategia que muchos equipos hacen, atacó a la espalda de Alex Díaz, quien tal vez por su inmadurez profesional fue el más ansioso y nervioso de todos, y por tanto tuvo una mala noche, por ahí llegó el gol y la mayoría de ataques chilenos.

El gol visitante, el primero de la noche, nace de un error nuestro. Robayo no recibe una pelota fácil, deja al equipo descubierto y los chilenos, en un contragolpe mortal, anotaron el 0-1. Apenas dos minutos después el árbitro pita penal, pero Ciciliano lo erró increíblemente al tirarlo fuera con el arquero vencido. Ese par de minutos fueron un bajón anímico tremendo para todo el grupo, que duró hasta el final de la primera mitad: Impresiciones, por momentos falta de marca y poca profundidad.

El segundo tiempo mostró a un Millos más preciso, más batallador, entregado, corriendo todos los balones como le gusta a la hinchada. Vanemerak acertó con los cambios: ingresó a Telembí por Ervin (de pésimo partido también, perdido) y a Quintero por Rojas, con lo que ganó más juego ofensivo. Curiosamente el empate local llegó también en un contragolpe. Jonathan (el mejor de la cancha junto a Martínez) corrió media cancha, puso un cambio de frente preciso para que Ciciliano definiera con clase y empatara el partido. Justo para el partido, justo para Ciciliano que a partir de ahí se retomó la confianza, y justo para el equipo que lo venía mereciendo.

El empate puso el partido para cualquiera de los dos, Millos arrinconó al rival y tuvo sus chances, el rival contragolpeaba peligrosamente a tal punto que Cuadrado salvó el segundo en un mano a mano luego de un paso de defensa a ataque veloz de los chilenos. Villagra lo tuvo y el arquero le quitó la posibilidad en lo que fue el único remate al arco del paraguayo, quién pareciera haberse perdido la confianza para lo que más sabe hacer: goles. Un par de remates de media distancia pasaron rozando el palo. Al final el empate fue el resultado final, en un partido demasiado intenso.

A aquellos que se les olvida: Millonarios es el mejor visitante del torneo con dos victorias en igual número de salidas. Colo Colo es un rival muy difícil, juega bien, es de los mejores equipos que han venido en mucho tiempo, pero no es imposible. Y recuerden también que Millos sacó a Bolognesi como visitante y a Nacional también. Millonarios no ha ganado aun en casa en lo corrido de la copa, pero afuera ha avanzado dos veces. Nada está definido señores, el 4 de Octubre se sabrá en Santiago de Chile, y Millonarios tiene el amor propio suficiente para superar esta y cualquier adversidad. No hemos ganado nada, pero tampoco se ha perdido nada todavía.

Eso si, lo único que pido es que se tomen más confianza para patear al arco algunos jugadores como ervin y Villagra, hubo ocasiones en que la llegada al borde del área se perdió por falta de convicción de ellos, que terminaban retrasando el balón o demorándose demasiado permitiendo así la reorganización defensiva chilena.

PD: Deplorable, lamentable, terrible la actuación del juez peruano esta noche. Se inventó faltas de la nada, se inventó saques de banda a favor del rival de la nada. Dejó quemar mucho tiempo y perdonó tarjetas. Al central también pareciera haberlo traicionado la ansiedad. Tal vez en Perú no están acostumbrados a ver una hinchada tan inmensa como esta y una salida tan espectacular como la de hoy...

Saludos

septiembre 22, 2007

Punto rescatable.

Fue complicado, pero se logró. Millonarios continuó su racha invicta desde la llegada de Vanemerak al banco técnico. Un empate sin goles fue el saldo final en una plaza complicada para los nuestros como es Ibagué ante un duro rival (no en vano está en los primeros lugares de la tabla con todo y partido pendiente). Y Millonarios pudo haberlo ganado en un principio, al final el desgaste físico hizo su efecto y el equipo defendió con los dientes el 0 en el arco.

Aspectos positivos y negativos de la noche de hoy. Primero hablemos de lo bueno: Cuadrado inmenso, el mejor partido que le he visto, más seguro, sin soltar balones, afianzado en su puesto, y justo cuando más lo necesitamos así, fue la figura del partido sin duda, sobre todo por sus atajadas en los minutos finales. La dupla Bedoya-Robayo en la media cancha cada día brinda más estabilidad tanto en defensa como en salida al ataque. El equipo continúa sin recibir gol, luego de ese par de partidos nefastos, desde que llegó Vanemerak el equipo no recibe goles por torneo local (registro de dos victorias 1-0 y un empate sin goles hasta ahora) y mejoró mucho gracias a la estrategia de presionar al rival desde la salida. Jonathan Estrada: jugadorazo, hizo fintas de crack, de jugador de micro en el barrio, le falta más seguridad para patear al arco, pero ante las ausencias obligadas de Ciciliano y Tejera el 21 respondió a la altura.

Entre lo negativo resalto: Los delanteros, Telembí regresó a la cancha luego de varios partidos, mostró ganas, muchas, pero fue notoria la falta de ritmo, sigue en un mal nivel. Y Villagra no tuvo su mejor noche aunque como pivote lo hizo bien. Los goles no aparecieron, sobre todo en el primer tiempo, y esa falta de definición costó no habernos podido traer tres puntos. El partido de Ervin fue discreto también, no marcó diferencia por más que lo intentó, y ahí también perdimos profundidad en el último tramo. El desgaste físico, lo de hoy significó para muchos jugadores un cansancio notorio, y con un partido en tan sólo dos días hay que rogar porque la recuperación física de los jugadores sea rápida y efectiva.

Con el empate Millos alcanza 11 puntos, la carrera sigue el próximo domingo a las 3:30 ante Junior, pero antes, el día martes será el encuentro de ida de los octavos de final de la Sudamericana ante Colo Colo de Chile. Ojalá los jugadores puedan recuperarse en estos dos días del desgaste físico tremendo de hoy (en los últimos minutos Tolima se vino encima y los nuestros mostraban ya que estaban sin piernas) y estén con toda el martes a partir de las 7 de la noche. La boletería para el partido ya está en los expendios y se pronostica una asistencia masiva, mucho movimiento. No se queden sin entrar.

septiembre 16, 2007

POR "CIEN"-PRE PAPÁ!!!

Qué grande esta semana!!! Ojalá todas las semanas fueran como la que hoy termina. Dos clásicos, contra los dos rivales más enconados. A uno lo sacamos limpiamente de un torneo internacional el jueves, ocasionando un montón de críticas de hinchas verdes y periodistas, llorando por la leche derramada y dando quejas. Al otro lo enfrentamos tres días después con el trajín físico y demás, y lo derrotamos en el clásico, consiguiéndose entonces la victoria número 100 de Millonarios a Santa Fe en la historia del clásico capitalino.

Este es de esos partidos que hay que gozar y ya. Es de recordar las burlas recibidas de los cardenales, convencidos el viernes de una victoria fija. Tan convencidos estaban que como siempre no llenaron su mitad y otra vez se vio ese ya popular hueco de sillas vacías en Oriental. ¿Y nosotros? Fuimos más, siempre somos más.

Fue además un partido controlado en líneas generales. El equipo se comportó a la altura tal como en los partidos de la serie con Nacional. Luchó, metió, corrió, los jugadores se sobrepusieron al desgaste físico y lucharon una a una las jugadas. Santa Fe alcanzó a meter peligro, en dos o tres jugadas, pero fueron bien sorteadas por la zaga azul. Millos tuvo el primer gol temprano, pero el poste y después una mano clara no sancionada por el central así lo impidieron. Santa Fe se caracterizó por jugar todo el partido al juego aéreo, centró mucho el balón pero la mayor chance en los primeros 45 fue un tiro libre del uruguayo Ramírez.

Y el gol de la victoria llegó arrancando el segundo tiempo. Minuto 5, tiro de esquina desde Oriental, arco norte, cobro de Ciciliano y frentazo excelente de Bedoya al piso para desatar el estallido del 60% de los asistentes. Fue el primer gol de Bedoya con la camiseta de Millonarios en Bogotá -los anteriores siempre fueron de visitante- y que hizo las cosas más fáciles, porque provocó el desespero rojo, que nunca encontró cómo pasar del medio azul por más que su técnico movió el banco.

Millonarios tuvo tres opciones clarísimas para seguir de largo. Primero Ervin definió muy mal, después a estrada se la sacó el portero rival, y después Morelo lo tuvo solo pero se demoró y lo anticiparon. Los minutos finales fueron de sufrimiento y ansiedad, pero más por no dañar la fiesta ya montada en las tribunas que por el nivel del rojo, que lució bastante confundido.

"Ya van 100, ya van 100, Santafereño ya van 100" Fue lo que se escuchó de todas las tribunas para con los hinchas vecinos. Y no es para menos. Este día tenía que llegar inclusive antes. Y una mejor... Este año tres clásicos e igual número de victorias azules. Porque es que Millos no tiene marido ni mujer, pero tiene un hijo bobo que se llama Santa Fe.

Se acaba una de las mejores semanas del año, si no es la mejor de todas, por lo menos en lo personal. Una semana en la que se ratifica a nuestros dos hijitos quién es su papá.

Ojalá todas las semanas sean como esta que está por terminar...

septiembre 14, 2007

Chau, mierdolaga!!!

Primeros en la serie, primeros en historia, primeros en hinchada. Primeros en todo. Hoy se revalidó. Hoy en gran parte se empezaron a saldar las cuentas pendientes. Hoy por primera vez en la historia se hizo presente la justicia, esa que había sido esquiva en ocasiones anteriores, todo porque siempre había un factor (a veces dos o hasta tres) que desequilibraba en contra nuestra. Claro, la mafia llevó al que hoy es nuestro más odiado rival a "ganar" cosas que nunca en la vida hubiese logrado honestamente. Claro, el "rey de compras" pensó que otra vez iba a salir avante en una competición internacional, apelando a lo mismo. Y Millonarios se encontró con los mismos factores de toda confrontación con esos. Parcializaciones, errores arbitrales garrafales, marrullería, infamia. Y contra todo y eso venció, con jerarquía, con grandeza. Ya el miércoles anterior se había probado, y Millos se trajo la victoria del Atracacio. Aquí en este blog lo dije, aun no debemos confiarnos, porque jugar contra esos es jugar contra más de once.

Pero hoy, la noche del 13 de Septiembre, quedará grabada, porque fue la noche en la que la justicia se impuso a la marrullería, y de una manera superlativa. Quedará recordada por todos porque hasta hoy ninguna hinchada había preparado una fiesta en la salida de las magnitudes de la vivida en El Campín. Quedará grabada porque Millonarios, uno a uno, hizo ver diminuto, endeble e inferior a su rival, tanto de visitante como de local.

Eran las 8:35 de la noche aproximadamente. En el césped de El Campín las porristas azules hacían el conocido "callejón" para que por ahí pasaran uno a uno los jugadores al saltar de la cancha. Llegó el momento, salió el equipo y de todas las tribunas apareció una humareda de color azul y blanco, majestuosa, y junto con ella aparecieron las bombas, los rollos y el papel picado acompañados por un estruendoso pero fascinante grito de Batalla: "¡¡¡Millos, Millos!!!". La nube de humo cubrió entonces todo el estadio, tanto así que nadie se dio cuenta en qué momento saltó el rival a la cancha. difícil de igualar y mucho más de superar. Si eso pasa, sin duda, será por cuenta nuevamente de ésta, la mejor y más grande hinchada del país. Sólo esta hinchada puede organizar una fiesta de semejante magnitud.

Y empezó el partido, el rival tuvo el balón, intentaba -si se puede decir eso- sin éxito. Uno por uno, sector por sector, jugada tras jugada, Millonarios controló a su rival. Fue una excelente estrategia. Nacional tuvo el balón pero no hizo nada con él, Millonarios se dedicó a jugar a desesperarlos y vaya que lo consiguió. A tal punto que los jugadores verdes se preocuparon más por darle cizaña al juez central que por intentar anotar como pasa siempre que alguno de esos siente resignación, trata de acudir a la marrullería. Y a Millonarios le robaron un gol legítimo terminando el primer tiempo, era de esperarse, pero eso no desmotivó al grupo. En las tribunas tal como sucede siempre, el azul estaba ganando por goleada, no es extraño.

El segundo tiempo siguió con la tónica, pero con un Nacional más desesperado y un Millonarios más seguro, que se tomó confianza y salió más al ataque. Tuvo más el balón el rival, pero nunca llegó con riesgo, Millos jugó con la desesperación mierdolaga de su lado y así cuando tuvo el balón se acercó, inquietó. No puedo decir que la noche fue 10 puntos porque el balón no quiso entrar, y hubiese sido más que merecido. Fue tanta la superioridad que cuando el equipo rival se quedó con diez hombres perdió lo poco que les quedaba de combatividad. Ahí el balón fue azul, y con él la fiesta y la hoche también. Pases de todos a todos, el canto del "ole" ante la mirada atónita de los jugadores mierdolagas, llegadas de riesgo, inspiración. Grande Robayo hoy, fue el mejor lejos. Bedoya se encargó de bajarle los humos al petulante y marrullero ícono mierdolaga a punta de temple y pierna fuerte, grande!!. Y mientras de todas las tribunas se escuchaba un gran reparto de cánticos y alegría, en la parcial mierdolaga todo era miseria... aunque bueno, aceptémoslo, esos siempre son una miseria!!!

"Hay que saltar, hay que saltar, el que no salte es una puta de nacional", "la locura crece y los paisas no aparecen", "mirá, mirá, mirá, tómale una foto, se fueron esos paisas con el culo roto"... todo era un carnaval, el canto del "ole" no se hacía esperar. Pinceladas de Jonathan Estrada por toda la cancha, cómo ha recuperado su nivel!!!, túneles, tacos, cambios de frente, todo ante la resignación mierdolaga y el carnaval millonario. Millonarios ganó de camiseta, ganó de grandeza. Al rival no le alcanzó esta vez con echar terapia a los árbitros, porque simplemente nunca se vio. Millos ganó la serie de forma justa, como el buen papá que es!.

Y es más reconfortante aún saber que no solo le ganamos a Nacional. También derrotamos a la cizaña, a la marrullería, a los periodistas. Muchos deben estar llorando porque el equipito del patrón perdió contra su papá otra vez. Y esos "hinchas" de ese equipo de todas las regiones excepto Antioquia, esos que se pegan de lo que vaya primero en la tabla para tratar de compensar su vida triste y tener algo por que celebrar (así son todos los mierdolagas que no son antioqueños) hoy deben estar llorando su amargura.

Qué linda alegría, gracias Millonarios, el regalo prometido!! Nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán!!!

Ahora se viene el segundo rival más odiado: Santa Fe, el domingo a las 5:20 pm. Ya todos sabemos cual es la historia, siempre somos más, hay que revalidarlo. De ganar el domingo alcanzaremos la cifra de 100 clásicos ganados. ¿Se imaginan donde eso suceda? La mejor semana del año sería,

saludos

septiembre 10, 2007

Tres puntos valiosos y dos clásicos venideros

Bastó un penal convertido por Villagra para que Millonarios volviera a ganar en casa luego de aproximadamente un mes. De un partido que por ratos estuvo aburrido porque Millonarios jugó a media máquina (entendible, ya estábamos ganando y no había que arriesgar en lo físico) y porque el rival vino a perder, se encerró atrás y ni después del gol en contra arriesgó, todo fue más fácil.

Quizá el resumen del partido se reduce a la actitud de Marcelo Tejera, el uruguayo. Criticado por muchos porque no se le ve correr, pero quien tiene un nivel futbolístico enorme. El partido fue tal como su juego: Lento, camninando, sin correr mucho, pero cada vez que tuvo el balón llevó peligro al área rival. Metió muy buenos pases, que por fortuna del rival terminaban en jugadas de gol despilfarradas. Ervin se comió literalmente dos opciones claritas y Villagra otra más, eso sin contar cuando se ganaba la raya y en el último esfuerzo, el del pase al área, se dilapidaba la opción. Mención especial merece Jonathan Estrada, quien ha levantado enormemente su nivel y fue jugador clave tanto hoy como el miércoles anterior.

Sobre la asistencia, algo concreto: Millonarios jugó hoy con Pereira, recibe el jueves a la ralea de mierda y el día domingo jugará el clásico con Santa Fe. Para el hincha promedio esa seguidilla de partidos es un dolor en el bolsillo y por eso algunos tienen que "escoger el partido". A eso hay que sumarle que la selección colombia juega este miércoles con Paraguay (no me gusta ni cinco la selección ni la sigo, pero se que muchos hinchas si querrán asistir). En total unos 10000 espectadores para ver lo que por momentos pareció un entrenamiento. Se logró salir de la cola de la tabla y posicionarnos a 5 puntos del octavo. Y la carrera sigue, porque para entrar ahora hay que ganar 7 de 10 partidos pendientes.

Y como desde ya se vislumbran comentarios malintencionados de la prensa porque el equipo no goleó al Pereira débil de hoy (es de imaginar los comentarios en los que critican al equipo y salen con que jugó muy mal), es bueno aclarar que era mejor haber jugado hoy a media máquina para llegar mejor físicamente al duro encuentro del día jueves. Se esperaba un partido así, por lo menos yo lo esperaba así. Obviamente, con mejor definición, pero vuelvo a lo mismo, prefiero ver uno solo hoy y el resto el jueves y domingo.

Superado este partido, ahora sí hay que pensar en el súper clásico del jueves, en el que a pesar de la ventaja hay que salir con la mentalidad de vencer o morir, máxime tratándose de ese rival y el hecho de ser una copa internacional. Ojalá volvamos a ver al Millos gallardo del miércoles anterior, y ojalá podamos vivir una alegría más en nuestros corazones.

Saludos,

septiembre 05, 2007

Por fin una alegría... ¡¡¡Y QUÉ ALEGRÍA!!!

¿Por donde empezar? No se aun. Todavía tengo los sentimientos alterados... Fueron tantas las cosas que pasaron que saber por donde comenzar la crónica resultaría imposible, pero bueno, haré el intento de organizar las ideas, ya que la alegría que siento hoy es supremamente inmensa. Ya no es raro, siempre pasa, jugar con Nacional es jugar contra 12, 13 o hasta 14, hoy no fue la excepción. Como siempre que Millonarios visita esa montaña, hoy otra vez nos atracaron a mano armada. En otras ocasiones la prensa de este país disimula los atracos, los robos, los infames arbitrajes siempre favoreciendo al mierdolaga. Hoy fue distinto, hoy todo el continente lo vio. ¿cuanto le habrán pagado a Jorge "Hernán Silva" Hoyos para que nos diera toda esa mano de pito?. Me acordé justito de Hernán Silva en esa infame eliminatoria del 89. Y lo peor del caso, sigue pasando, pero nadie dice nada aquí. Ojalá los de la conmebol revisen la infamia arbitral de hoy. Hoy más que nunca se notó, Millonarios derrotó al "rey de compras", sólo que hoy la compra no funcionó como antes.

¿Recuerdan hace un año, en un partido que Millos tenía controlado a Nacional, una jugada en la que el porterito verde corta un avance con la mano siendo último hombre? Esa vez el señor Barahona le puso amarilla y después echó a Leal, para dejarnos con 10. Hoy fue casi idéntico. El mismo porterito metió la mano fuera del área cortando un claro avance de gol, sólo que esta vez ni la lengua le sacaron. Después el mismo árbitro se dedicó a tarjetear a cuanto jugador de Millonarios cometiera una falta, y luego se inventó un penal que puso a ganar al local. Típico de un partido en Medellín, Millos fue más, hizo ver diminuto al rival hasta que la infame mano del central puso adelante al verde. Ese fue el primer tiempo.

Pero las "fantásticas acrobacias" de Hoyos no terminaron ahí. En el segundo tiempo echó a Rojas por una falta que ni era para tarjeta. No expulsó a Aristizabal, que estaba amonestado y le pegó un monumental codazo a Bedoya, y tampoco echó a por lo menos dos jugadores mierdes que golpearon a un azul cuando éste se encontraba en el piso y pedía ser atendido, sólo "una amonestación verbal". El peor arbitraje de los últimos 19 años contra Millos. Esta vez la prensa nada puede decir, lo vio todo el continente. Sólo basta revisar el video, hasta los comentaristas de Fox Sports estaban anonadados con el infame y localista arbitraje de este sujeto. El mismo que meses atrás se inventó un penal con una falta 10 metros fuera del área que clasificó a Santa Fe a los cuadrangulares. Sería el colmo que mañana salgan a decir que el arbitraje estuvo correcto, como suelen hacerlo siempre cuando le dan pito a Millonarios.

Del partido, todo, hoy Bogotá no duerme, qué felicidad. Tantos factores en común, tantas alegrías. Un segundo tiempo que pareció eterno. Millonarios jugó tan bien, que hizo ver a su rival diminuto, chiquito, escuálido, y no era un rival cualquiera ni un partido cualquiera. Aquí sabemos todos que este es el partido más importante del fútbol colombiano y que Nacional, aparte de sus constantes ayudas arbitrales, es un buen equipo. Y Millonarios, con los mismos jugadores que habían recibido dos goleadas en contra, le jugó de igual a igual, lo superó en todos los sectores del campo, ganó 3-2, pero con todo y eso el marcador fue injusto, era para haberlos goleado. Los dos goles del rival llegaron por un error garrafal del central al pitar un penal que nunca fue, y en el único error que cometió la zaga azul. Aun están en el recuerdo el gol de Jonathan luego del centro de Érvin, el golazo de Ciciliano en una jugada impresionante en la que se combinaron velocidad, precisión y definición. El contragolpe brutal que generó el penal -este si legítimo- contra Jonathan que significó el tercero. La lucha por cada balón, con entereza, la forma en que los defensas y volantes controlaban uno a uno los ataques rivales. La manera como se volteó el marcador de semejante manera, con grandeza, la misma que siempre estamos pidiendo. La camiseta de Millonarios, la más gloriosa de Colombia, se hizo respetar con altura esta vez, tal como debe ser siempre.

Decir quién fue la figura del partido es imposible también. Todos jugaron en un nivel superlativo. Cuadrado se comió el segundo gol y se le notó inseguro, tal vez fue el único que no mostró nivel. Afortunadamente el rival poco llegó. Los demás jugaron extremadamente bien. No sé que habrá hecho Vanemerak para cambiarles el ánimo, tal vez hoy fue la prueba de que esa "empatía" con Lasarte nunca existió y por eso el bajo nivel. Tal vez el nuevo DT, ex jugador que vivió todas las épocas del principio de esta rivalidad hace 20 años les hizo entender lo que significaba jugar contra esos. El punto es que ganamos.

Sin embargo, la serie aún no está definida. Quedan 90 minutos en El Campín para revalidar lo hecho hoy, el avance es sumamente importante, pero aún no hemos clasificado, esa es la consigna. Antes del partido todos pensaban que sería otra goleada en contra y hasta se burlaban -habría que recordar cada uno de nosotros lo que nos dijeron en el trabajo, colegio y universidad-, ahora después todos estamos exaltados y contentos, pero hay que tomarlo con mesura. Con el nivel de hoy sin duda Millonarios va a volver a pasarle por encima a los mierdes -y a cualquiera-, pero por ahora hay que pensar en retomar la senda ante el Pereira el domingo. Tenemos un pie adentro, tal vez pie y medio, pero todavía no los dos. Y con Nacional no hay que confiarse nunca, recuerden: Esos siempre van a jugar con 12, 13 o 14 cuando es contra Millonarios.

PD: No es bueno cobrar... pero esta victoria de hoy no es solamente dedicada a los mierdolagas. También va para aquellos "hinchas" de Millos que abandonaron y no asistieron el sábado a El Campín, los que despotricaron, los que hablaron de más, los que le dieron la espalda al equipo por un mal resultado y nos reprochaban a los que siempre estamos presentes con estupideces como "¿y ud. le va a seguir dando plata a esos perros?" y semejantes. Esos mismos que hoy sí sacan el pecho en la victoria, pero que en la derrota se esconden, los resultadistas. Ojalá lo de hoy les haya abierto los ojos. En las buenas todos... en las malas los que somos.

Saludos.

septiembre 02, 2007

Resignación total... Tres puñaladas más...

Concierto de putazos de la A a la Z. Sinfonía del madrazo a cargo de los Comandos Azules para con todos los jugadores, cuerpo técnico, presidente y cáncer García. Así empezó y terminó la noche del sábado. Uno por uno, como si fueran recorriendo la nómina que entrega la jefe de prensa, todos tuvieron lugar, hasta Bedoya y Quintero (este último de quien se hablan unos rumores que ojalá no sean ciertos). Y cuando yo esperaba una respuesta positiva del grupo luego del catastrófico domingo anterior, los jugadores de nuevo se abrieron de piernas para volver a sufrir una goleada en contra, esta vez en casa.

Si, para mi Lasarte tiene mucha culpa en la situación, por no conocer al grupo, por cometer errores tácticos, por la notoria falta de trabajo. Pero hoy Lasarte cavó su tempranera tumba, o mejor, a Lasarte hoy le clavaron la tumba. Se notó que hoy los jugadores no quisieron jugar, parecía un "cajonazo" de esos típicos del colombiano. Salvo Tejera, Andrés Pérez y Jonathan Estrada (terriblemente sustituido, el único error del técnico) el resto del equipo no tuvo verguenza, entregados, pasivos. De no creer.

Pero en medio de todo y con lo que opino personalmente de la labor de Lasarte, lo de hoy no es culpa de él. ¿Qué culpa puede tener Lasarte de que jugadores como Andrés Mosquera sean tan limitados para marcar?, ¿Qué culpa puede tener de que Cuadrado se coma un gol tan infame como el segundo de los pastusos, en el que con la pelota a dos pasos dejó que el rival llegara y pateara estando quieto? ¿Qué culpa puede tener Lasarte si ninguno de los jugadores se anima a presionar a un rival y lo dejan solo caminando 15 metros hasta que le de la gana de patear?. Pasto llegó tres veces y nos vacunó en igual número. En Millonarios hoy pareció que no quisieran anotar. Las cosas son como son, Lasarte tenía un partido de plazo, lo perdió y seguro se va a ir. Pero aquí hay culpa de todos.

Me encantaría saber qué fue lo que pasó para que un equipo que terminó cuarto hace dos meses hoy esté en las últimas... Hay mucho gato encerrado adentro, la situación después de lo de la noche del sábado pasó a ser inaguantable. El presidente del equipo custodiado por la policía, el plantel saliendo primero que los hinchas. Festival de la moneda en Occidental. Llanto, desesperación, rabia... Ahora se burlan de todos nosotros, los que siempre hemos estado. Ahora se vienen días jartos, jartísimos, aguantando comentarios de todo tipo y de todo el mundo -no solo periodistas y seguidores de los otros equipos, también de algunos "hinchas" de Millos que gozan con cada puñalada para salir con su "se los dije"-; ahora ir a trabajar con el bajón anímico que significa estar viviendo esta pesadilla va a ser más jarto. Qué pereza!

Y este miércoles, nada más y nada menos que partido en Medellín, contra Nacional, el rival de siempre por la copa Sudamericana. Señores jugadores: si en algo sienten respeto por esta hinchada deben entender que contra esa ralea NO SE PUEDE PERDER.Ese partido es a muerte. A ver si entienden el significado de la palabra DIGNIDAD. Con Nacional es aparte...

Otra noche larga y jarta, otra más...

agosto 27, 2007

Cuando la bronca y la impotencia se convierten en llanto y desilusión...

Por solidaridad con los hinchas que como yo no hicieron más que llorar toda la noche de ayer. Por solidaridad con los que al igual que yo hemos estado presentes siempre, nunca hemos abandonado y hemos alentado siempre en la tribuna con el equipo primero o último (como en estos momentos). Porque entiendo a los que sienten la camiseta, los colores y el escudo así como lo hago yo. Por eso es que hablar del partido de ayer no tiene sentido. Sería alimentar aún más el sentimiento combinado de frustración, tristeza y desilusión.

Una sola pregunta me hago, esa misma nómina estuvo a 90 minutos de jugar la final, y hoy somos últimos en la tabla, ¿Qué pasó entonces?, ¿Le quedó grande a "Lassie"? ¿Los jugadores se están "parando"?. Todo apuntaría a una combinación de ambas...

Si uno revisa el video de ayer, y el de los demás partidos de la Mustang, uno se da cuenta... Hay desorden, la defensa de Millos parece un equipo de colegio, desordenada, todos corriendo al balón, tacticamente no hay nada. No hay mano del técnico. Y las "ganas" que se vieron en Perú volvieron a desaparecer... ¿Qué se puede decir? Ayer de los que jugaron solo se salvan Ciciliano, Bedoya y Andrés Pérez quien ingresó al medio tiempo. ¿Los demás? No se vieron, ellos estaban, pero no precisamente jugando, ellos compraron boleta de gramilla. Muertos, sinverguenzas!!!

Lo peor, es que después de lo de ayer son muchos los guayabos hoy lunes, algunos físicos y otros simplemente emocionales. Hay mucha desazón y mucho llanto, mucha preocupación. Pero estoy seguro que a los que fueron a "jugar" a Armenia (menos los nombrados arriba) ayer eso les importó un culo. Claro, para cobrar son los primeros, ¿y para representar los colores?. Una falta de verguenza impresionante... Les importa cinco estar defendiendo los colores del equipo más grande del país, y sentir el respaldo de la mejor hinchada...

Sin embargo, los que estamos presentes seguiremos estando presentes. El Campín el día sábado a las 8 de la noche estará desolado, porque muchos abandonarán después de lo de ayer. Pero los de siempre estaremos, como siempre, porque así es esto. A unos putos directivos les importa un carajo, los jugadores vienen cobran y se van. Y lo que queda de Millonarios somos nosotros, la gente.

PD: Por ahí ya anda rotando un afiche de esos característicos de los malos hinchas. Invitando a la gente a no asistir al estadio el sábado. Putos y recontra putos los que se pusieron en esas. Al equipo nunca se le abandona!!!

agosto 24, 2007

De cómo dejar a los criticones sin palabras...

Cómo no recordarlo... Agosto 2 de 2007, Estadio El Campín - Bogotá, Colombia: Millonarios pierde 0-1 ante Coronel Bolognesi haciendo un papelón futbolístico notable en el debut del más ganador de los clubes colombianos en la Copa Nissan Sudamericana. Empezaron a llover críticas de todas partes. Los periodistas viperinos de siempre, los periodistas que quieren parecerse a ellos hablando por hablar buscando audiencia, los hinchas de otros equipos e inclusive alguno que otro amargo que dice ser hincha de Millonarios pero no va al estadio y en cambio siempre quiere que al equipo no le vaya bien para sacar a relucir su "slogan" preferido en tertulias futboleras: "se los dije" -que a decir verdad es la mentalidad del clásico seguidor mierdolaga-. Hoy todo el día no hacían más que frotarse las manos con ansias, claro, hoy todos ellos esperaban y/o estaban plenamente convencidos de que el equipo peruano nos iba a eliminar.

Pasaron 85 minutos de un partido muy malo, en el que Bolognesi mostró otra vez lo limitado que es, y en el que Millonarios, tal como hace 3 semanas, a pesar de ser amo y señor del partido buscó pero por ratos le hizo falta más presencia ofensiva y definición (un mal que hace rato nos aqueja). Vino un pelotazo, Villagra pivoteó y apareció Ciciliano para de golpe de cabeza eludir al portero y definir lo que significó la victoria azul en Perú y el empate en el global. Otra vez Ciciliano, el mismo que hoy es el goleador del equipo en el semestre, el mismo que levanta el nivel del equipo porque de por si él anda en un muy buen nivel, el mismo que salió injustamente puteado por los Comandos una noche fría de domingo por fallar un penal (que puede fallarlo cualquiera) hace 3 semanas, el mismo que es criticado por muchos obtusos que no ven más allá. A Ciciliano le bastaron pocos minutos en la cancha para convertirse en la figura del partido.

Y luego, los penales. Cuadrado adivinó los dos primeros, se tiró al mismo sector y faltó un dedo para atajar, se veía venir. En Millonarios Ciciliano y Bedoya convirtieron. Vino el tercero de los peruanos: gol. Vino Gonzalo Martínez, quien hoy jugó bien como central. Muchos, hasta el relator de Fox Sports, pensaron que fallaría, pero el negro cobró bien. Llegó el cuarto para los peruanos y esta vez Cuadrado atajó. Vendrían después Villagra y Quintero para anotar y darle al embajador la clasificación.

Y varias cosas quedan de esta victoria sufrida: Por primera vez desde que Lasarte asumió nuestro arco terminó en cero (para el partido con Cartagena Lasarte llevaba tres días en Bogotá, no aplica). Se ganó más solidez defensiva con los tres recuperadores. Fadeuille, sin hacerse notar, se jugó un gran partido como cabeza de área. Hubo malas entregas, si, pero en una cantidad muchísimo menor que en los partidos anteriores. Hay jugadores que vienen levantando (el ya mencionado "Cicinho", Jonathan, el mismo Fadeuille, Bedoya, Quintero), y hoy Gonzalo Martínez como central jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones como lateral. Aparte, es una victoria por goleada en lo sicológico para el plantel y para la hinchada.

Ahora somos otros los que celebramos y nos frotamos las manos, pero de alegría. Ahora esos que tanto hablaron y tanto criticaron, esos que tanto deseaban que Millonarios fuera eliminado, hoy están sumidos entre la bronca y el llanto. Ahora esos periodistas viperinos y envidiosos seguro van a empezar desde sus teclados y micrófonos a darle palo a Millonarios sea como sea. Y ahora esos petardos que dicen ser hinchas pero no van, esos que sólo andan hablando mal del propio equipo y deseando que nos vaya mal para poder decir "se los dije", esos que parecen mierdolagas hoy sólo tienen una frase para argumentar, la típica frasecita barata que utilizan para intentar disimular su rabia y no parecer más amargos de lo que son: "me callaron la boca". Por eso es que es tan lindo que Millonarios cuando gana no solo nos hace muy felices, también deja calladitos a unos cuantos mediocres y eso, amigos, no tiene precio. Ahora, a seguir levantando en Armenia este domingo, a las 5:20 de la tarde y con transmisión por TV.

Saludos!

agosto 20, 2007

Dos regalitos más, tres puntos menos

Desde la noche del sábado he estado tentado de poner un clasificado en el diario El Tiempo: "Se busca línea defensiva buena, que sepa salir y hacer buenas entregas, interesados acudir a la sede del Club Deportivo Los Millonarios". Es increible, otra vez nos hicieron de a dos, otra vez nos pudieron hacer más, otra vez la defensa de Millonarios jugó muy mal y otra vez perdimos. Yo, fumador y tomador, con un pésimo estado físico y con mis dos tobillos rotos lo hubiera hecho mejor. La defensa de Millonarios es una verguenza total, partido tras partido.

Cuatro partidos en El Campín este semestre, tres derrotas. Para no perder la costumbre, ese numerito mágico, el 2, volvió a aparecer por cuarta vez consecutiva en la casilla "goles en contra". Y hay que agradecer que los delanteros del Caldas en momentos pecaron porque si no el resultado hubiese sido más abultado. Y para no perder la costumbre, Millonarios anotó de penal, lo que parece ser la única vía, pero no porque el equipo ofensivamente no juegue bien, sino porque a pesar de que se crean las opciones, a los jugadores ahora les dio por querer patear al arco sólo cuando estén en la línea de gol. Incontables ocasiones de gol se generaron en donde había que disparar, pero el que estaba de turno -supongo por falta de convicción- prefería pasar la bola a un costado y dejaba armar a la defensa caldense. Y el único jugador que se anima a pegarle de afuera no estaba por suspensión, y qué falta nos hizo!.

Eso si, en Millonarios han aparecido jugadores pase-gol en este semestre. El "pase" que le hace Alex Díaz a Dayro Moreno para el primer gol... lo dejó habilitado frente a frente con Cuadrado. Igual que lo que pasó en Cúcuta, igual que lo que pasó en Medellín, igual que lo que pasó frente al Cali. Y ni hablar del segundo del Caldas, dos minutos después de que Ciciliano empatara y cuando anímicamente todo estaba para ir por el segundo, un graso error de salida, idéntico a muchos, generó el contragolpe para el gol caldense.

Para rescatar: Falucho, fue el que más corrió, hace buenas diagonales. Me parece que su traída fue un gran acierto. Y Marcelo Tejera, quién entró criticado por los medios por su exceso de peso, pero que dejó muy en claro que sabe, y bastante. Todos sus pases fueron de riesgo, entre ellos el que derivó en la falta sobre Jonathan que Ciciliano convirtió en gol para el empate hasta entonces parcial.

El jueves es el juego de vuelta con Bolognesi, a las 8:45. Sólo espero que a ese equipo se le pueda ganar. Que el equipo no cometa tantos errores en la salida y que tenga más convicción a la hora de pisar área contraria.

agosto 12, 2007

Sumamos, y pudo ser mejor

En estos últimos días venía preguntándome ciertas cosas con respecto al equipo. Por qué nos cuesta venir de abajo, porque nos llena el desespero cuando el marcador es adverso, por que es tan difícil remontar un marcador. He pensado siempre que es un problema de tipo sicológico, pareciera como si no hubiera una mentalidad de que todo es posible y el marcador adverso casi que automáticamente diezma el empuje. Anoche los jugadores nos demostraron y se demostraron que si es posible remontar marcadores. Después de un triste 0-2 en contra al final del primer tiempo el partido pasó a quedar empatado a dos goles y Millonarios terminó siendo más que su rival y con merecimientos para haber salido vencedor de Cúcuta.

Fue otra vez un partido de dos caras, pero no hablando de un tiempo bueno y uno malo, esta vez, el lado positivo estuvo a la ofensiva y el negativo a la defensiva. Cuesta mucho repasar el video de los goles adversos y de las jugadas de peligro del rival, y ver que todas las jugadas tienen un común denominador: provienen de errores defensivos garrafales en la salida, o de malas entregas. Nos está costando mucho salir jugando, ahí nos vacunó el Cúcuta dos veces y nos llegó con riesgo otras tantas. Y por el otro lado, Millonarios mostró más solvencia ofensiva, con un Ciciliano inspirado que tomó los hilos del equipo. Es gratificante ver como el equipo sigue generando llegadas constantemente.

Los goles cucuteños llegaron en la parte final de la primera etapa, en los últimos cinco minutos hicieron los dos goles. Parecía utópico volver al partido con una diferencia así y teniendo en cuenta la constante del desorden. En medellín descontamos pero no alcanzó, anoche tuvimos la suerte de jugar con un árbitro no-localista y no anti-millos, que expulsó al rolo Florez sin pensarlo y eso ayudó y que pitó un penal claros que no cualquiera pita por ser contra Millos y que resolvió bien Ciciliano desconcertando al portero. Y después el mismo Ciciliano puso el centro para que falucho Silva de cabeza anotara el que ojalá sea el primero de muchos goles con la camiseta más bonita y gloriosa del fútbol colombiano.

El partido se puso 2-2 y quedaban 15 minutos. Millonarios era más, siempre lo fue, pero las constantes malas entregas defensivas hacían llegar al Cúcuta con peligro. Vino la expulsión de Quintero, más para compensar al local que por cualquier otra cosa, y dos minutos después otra expusión motilona. 10 azules contra 9 motilones, Jonathan Estrada tuvo el tercero, pero su remate se fue ligeramente desviado, se podría ganar, Millonarios era más. Esta vez Lasarte acertó con los cambios a diferencia del partido con Cali. El tiempo terminó y un empate al final en el marcador.

Grato el partido de Ciciliano, para mi el mejor azul, grato el gol de Falucho, un buen gesto técnico, grato que los cambios esta vez estuvieron perfectos, grato que los jugadores entendieron que sí se pueden remontar marcadores adversos.

No me gustó el gesto de José Cuadrado, el golero azul. Con un hombre más que el Cúcuta y el equipo inspirado en las postrimerías del partido, el hombre se dedicó por pasajes a hacer tiempo, cuando el equipo podía ir hacia adelante. Esto, Cuadrado, no es un equipo chico; esto es Millonarios, el más grande de todos, y Millonarios tiene que salir a ganar siempre.

Saludos,

agosto 06, 2007

Sin saber que decir...

Después del trago amargo que significó el bochornoso partido del jueves anterior, se venía el Cali, rival histórico de los Millonarios de siempre, y partido que alguna vez fue considerado el clásico nacional de Colombia. Tremenda fue la sorpresa, después de un muy buen primer tiempo en el que el equipo azul se fue en ventaja, fue dinámico e hizo ver muy mal al rival, ver el segundo tiempo tan maldito, tan increíble, tan desastroso, que terminó dejando al Cali ganador 2-1.

Es inconcebible ver como un equipo grande deja que en su casa le volteen un resultado. Es inconcebible ver la actitud de algunos jugadores para con el compromiso con el club. Es inconcebible ver a algunos hinchas puteando a los que no son. Es totalmente inconcebible perder así. Ya es más que notorio: estamos malditos. Hay una maldición que cae sobre nuestro equipo, así como hay un culpable con nombre propio: Luis Augusto García.

Hablar del primer tiempo es recordar lo bonito de la noche. A un Millonarios distinto totalmente del equipo que perdió el jueves, a un equipo agresivo que hizo ver muy mal al rival. Tan bien jugaba el equipo que el Cali parecía un equipo chico más. Era meritorio el gol, era justo, y llegó cinco minutos antes de finalizar el periodo inicial, buen quiebre y mejor remate de Quintero para batir a Óscar Córdoba.

Hablar del segundo tiempo es hablar de la suma de males y colmos. Es recordar el gol de Bolognesi el jueves anterior, porque el empate del Cali fue una jugada idéntica: Centro desde la derecha y cabezazo anticipando la marca. Es recordar que a los nuestros les falta jerarquía: Ciciliano jugó bien mientras estuvo en la cancha, pero falló un penal claro sobre Falucho Silva -quien en lo personal me dejó una buena impresión- al cobrar timidamente a la izquierda del portero rival que atajó sin problemas. Después de eso el equipo se perdió por el bajón sicológico y nunca se pudo recuperar. Es recordar que siempre en los momentos de presión llegan los grandes errores: Lasarte se equivocó drásticamente en los cambios: sacó a Ciciliano por Ervin cuando debía salir Robayo en un cambio que nadie entendió y Millos perdió llegada, y minutos después metió a Zapata como la "posible solución" estando Jonathan en el banco, ¡de no creer! Es recordar viejos exjugadores: El segundo gol del Cali es de la autoría de José Cuadrado, quien ahora optó por andar adelantado al mejor estilo de Henao y comerse goles por esa razón, así lo vacunó el DIM 7 días atrás, y así lo volvió a vacunar el Cali hoy. Y es recordar que algunos obtusos no ven las cosas como son: Los comandos la cogieron contra Ciciliano por el penal errado; obviamente de haberlo convertido la historia sería distinta, pero se olvidaron de quien fue el mejor jugador de Millonarios en el partido.

Soy creyente de una filosofía: El hincha de Millos no putea a sus guerreros. Solo que hay excepciones, y una de ellas es el presente azul. Tres derrotas en línea, falta absurda de definición, panorama complicado. Yo no puteé, yo me lo aguanté hacia mis adentros... pero muchos no pudieron, y si hoy putearon es entendible (Todo menos lo de Ciciliano, válgame Dios).

¿Qué viene ahora? Bueno, partido el sábado en la difícil plaza de Cúcuta y después el actual líder del torneo: Once Caldas. Pero más allá del calendario, lo que debe venir es una reconsideración gigante del grupo. Porque lo del jueves pasado es desastroso y lo de hoy es
lamentable. Y aquí estamos hablando de Millonarios, el equipo más grande de Colombia, en donde estas situaciones son simplemente inadmisibles. Pero con todo y eso, este servidor, así como muchos de los hinchas de Millonarios, no bajaremos los brazos ni nos ausentaremos de las tribunas. ¡Siempre presentes, en las buenas y en las malas!

Bogotá está cumpliendo 469 años, y Millonarios no pudo darle un regalo acorde a su grandeza. Qué pesar...

PD: Si hay un culpable detrás de todo esto, y los largos años de sequía, es Luis Augusto "Chiqui" García. Mercenario, ladrón, acomodado, quien aprovecha notoriamente su poder accionario para hacer de las suyas dentro de la institución buscando beneficios personales y, tras del hecho, santafereño. Afortunadamente cada vez son más los hinchas que se dan cuenta de sus fechorías y hoy ya la voz de protesta se hizo sentir más. Fue el más puteado de la noche y con justa razón. Lo mejor que podría pasarle a Millonarios, es que este señor se largue de una buena vez.

agosto 02, 2007

Papelón

¿Alguien lo esperaba?, ¿alguien lo sospechaba? No, ninguno. En la mente de todos el partido de hoy ante Coronel Bolognesi (¿Coronel Bolognesi?) era una victoria fija. Todos hacíamos cuentas pero de los goles de diferencia por los que debíamos ganar para ir a Perú tranquilos. Pero no, hoy Millonarios jugó el peor partido en muchísimo tiempo, y dejó escapar la victoria. El equipo peruano se fue victorioso, y Millonarios hoy le ayudó con el juego paupérrimo de sus jugadores.

Sólo dos cosas se pueden rescatar, por decirlo así, del partido de hoy. Bedoya volvió a jugar y mostró diferencia, quitó la pelota y mostró el nivel de siempre, aunque al comienzo se le notó un poco la falta de fútbol. El otro jugador que "pasó la prueba" fue Quintero, quien ingresó en el segundo tiempo y le dio más volúmen de salida al equipo. ¿Los demás? Tuvieron una noche para olvidar.

Sólo pasaron 6 minutos para que el visitante anotara el único gol del partido. Se durmió Díaz por la izquierda (se le notó nervioso, aparatoso) y un centro al área generó un desentendimiento absoluto de los centrales, para que el peruano Cominges cabeceara y anotara. De ahí en adelante Millonarios si, tuvo el balón y el dominio del partido, pero no hizo nada. Hubo llegadas, el arquero visitante sacó unas 6 o 7 pelotas claras de gol, pero no es suficiente. Es que el Millos de hoy fue desconocido, como si a muchos jugadores les hubiera pesado jugar un campeonato internacional.

Un comentario especial merecen Gustavo Rojas y Rafael Robayo, los dos peores del equipo hoy. Cuando siempre se intentó por la zona derecha, la de ellos dos, lo que se vio fue un concierto de imprecisiones, errores, pases errados y nerviosismo.

Si bien se puede ganar en Perú (hay que anotar dos goles por aquello del gol visitante) lo más venidero es el Cali este domingo, y el Cali es mucho más equipo que Bolognesi. Lo que queda claro es que hay que trabajar mucho en ofensiva y defensiva, para evitar actuaciones tan mediocres como la de la noche de hoy.

julio 30, 2007

Gracias Oscar Julián...

Muy buena presentación. Es lo primero que quiero escribir sobre Millonarios luego de caer ante el Medellín en tierra paisa. Independientemente del resultado, adverso gracias a dos factores pimordiales: El central y la mala definición, el equipo se mostró muy bien, sobre todo en el segundo tiempo.

Millos empezó atacando, presionando a los rojos en la salida obligándolos a generar el error y aprovechando para llegar con peligro. Así, antes de los primeros 10 minutos Ciciliano y entre Villagra y Telembí tuvieron sendas opciones claras para desequilibrar que fueron despilfarradas. Y dos minutos después llegó el primer gol rojo, un desacierto en la salida de Gonzalo Martínez que regaló la pelota, le tiraron el balón a Morantes y el negro se mandó un golazo de larga distancia colgando a Cuadrado. Error en la salida y en la marca, Faudeville no estuvo para cuidar el medio central.

Millos no bajó la actitud y siguió intentando, pero vino un desacierto garrafal del central Oscar Julián Ruiz, quien ya hasta nos tiene acostumbrados a los hinchas azules por repartirnos tanto pito. Esta vez se inventó un penal de la nada, luego de una jugada fortuita en la que ambos cayeron. Todo el país vio el incidente, el central vio penal. Ese fue el segundo. Y con ese gol los ánimos millonarios se diezmaron, un golpe psicológico.

Tuvo que ser muy bueno el regaño de Lasarte en el medio tiempo, porque la actitud del equipo en el segundo tiempo es de aplaudir. Sin bajar los brazos, con la frente en alto, con garra y convicción, volcando el partido en el arco sur y atacando. Entró Briceño por Villagra que no tuvo un buen partido, el equipo generó opciones, tuvo para descontar, pero en el último esfuerzo de despilfarraban las opciones. Una genial jugada del pequeñín Alex Díaz por izquierda derivó en el penal, magistralmente cobrado por Ciciliano para poner el 2-1. Millos siguió, tuvo más opciones, se falló en la definición, sobre todo con la entrada de Ervin. Y precísamente a Ervin le cometieron una falta clara, clarísima dentro del área, que por supuesto nunca iba a pitar el central. Y en otra jugada del mismo Ervin hubo un forcejeo similar al que el central pitó como penal para el dim, pero claro, esta vez el implicado era Millos... ¡Cómo la va a pitar!. Obvio, en las dos jugadas el central se hizo el loco, metiendo deliberadamente la mano en el resultado final.

De no ser por la falta de definición, y la mezquina presentación de un central que siempre le da pito a Millonarios, el resultado hubiese sido mejor. De todas maneras, y viendo la actitud del equipo en el segundo tiempo, se puede concluir que estamos para grandes cosas... y que no ha pasado nada.

PD: el jueves con Bolognesi, y el domingo con el Cali, hay que llenar el estadio, no hay excusas...


julio 23, 2007

Fue el debut que se esperaba

Después de las vacaciones obligadas llenas de partidos de Copa América y mundial Sub-20. Era la hora del regreso a lo que de verdad importa: ver a Millonarios. Seamos sinceros, un fin de semana sin Millonarios es lo más aburrido del mundo. Eso si, no sin antes presenciar un novelón impresionante que empezó hace aproximadamente dos semanas, cuando el entonces técnico Juan Carlos Osorio literalmente abandonó el barco para asumir la dirección técnica del Chigago Fire de los Estados Unidos. Empezó entonces el escepticismo en algunos, el pesimismo en otros cuantos... y se empezó a hablar entre los medios de una crisis, algo que si se medita bien es típico cada vez que en Millonarios pasa algo, buscando rating, obviamente sustentados en que hablar de Millos, para bien o para mal, es lo que vende en el periodismo deportivo.

Llegó un técnico uruguayo: Martín Lasarte, de quien se conoce fue campeón con Nacional (el grande, el de Uruguay), pero del que muy pocos tenían referencias. Con pocos días de trabajo, sin conocer realmente al plantel y teniendo en cuenta que era el primer partido del campeonato; el partido de ayer con el Real Cartagena que ganó Millonarios 1-0 sin ser un buen partido no se podía pensar que fuese diferente a lo que fue.

Obviamente, Millonarios mostró altas y bajas, entendibles por ser el primer partido, aún así se las arregló para vencer al cuadro costeño que jugó bien, no se encerró, proupuso cuando pudo y dejó una buena imagen. El único gol del partido lo anotó Villagra en la única buena que tuvo en todo el partido y que definió con un gran cabezazo al piso y a todo el rincón inferior del golero visitante, exsantafereño conocido por sus frecuentes errores por partido pero que ayer tuvo una tarde-noche muy buena.

Entre mis conclusiones personales, me dejó una gratísima impresión el lateral por izquierda, Alex Díaz. Me habían contado que lo hizo muy bien el pasado domingo en un amistoso ante América jugado en Popayán. Pues bien, ayer el pequeño lateral se jugó un gran partido: hizo el pase del gol, anuló los ataques cartageneros por esa zonay además hizo un par de túneles de crack. Sobre el final se diezmó, más después de que los jugadores visitantes se dedicaron a repartirle pata ventiada. Superlativa actuación de Ervin por la derecha, fue el hombre del desequilibrio en ataque, sobre todo en el primer tiempo. Ciciliano y Estrada tuvieron sus pros y contras, Telembí ingresó en la segunda parte y le dio más volúmen al equipo. Villagra no tuvo una buena tarde en general, pero hizo el gol de la victoria y eso vale más que todo. Quintero estuvo bien, excepto porque falló en la media distancia que es una de sus armas características. Palacio volvió a la titular y lo vi algo tímido, le falta más personalidad, pero sigue con buenas condiciones. La defensa en líneas generales cumplió, tal vez uno o dos desaciertos, pero que son hasta normales teniendo en cuenta que era el primer partido.

La hinchada: Un poco más de 11000 asistentes (8144 pagando)
. Hay que decirlo, los que fuimos ayer somos los de siempre, nada que hacer. Algunos se ausentaron por el clima -llovió todo el día en la capital colombiana-, otros se ausentaron porque el partido iba por televisión abierta, otros se ausentaron por ser puente, algunos otros -los resultadistas- se ausentaron por el escepticismo y los clasiqueros... precisamente por eso, por clasiqueros. Con todo y eso, Millonarios fue el equipo que convocó más asistencia en la jornada, aún por encima de su mayor rival, cuyos "hinchas" (¿será que si tienen hinchas de verdad?) pregonan que son los más fieles y aunque estaban estrenando título y toda la cosa llevaron menos gente... Así son.

Capítulo aparte merece el señor Jorge Ramírez, juez central del partido. Algunas veces en este espacio me he quejado de los arbitrajes, pero lo de este señor ya es cosa aparte. Ayer se notaba que el hombre quería como diera lugar inclinar la cancha a favor del visitante. Prueba de eso el penal increíble que infamemente no pitó a favor de Millos, las constantes, repetidas y graves faltas que cometían los visitantes ante las cuales a veces daba la venia para seguir jugando y a veces pitaba hasta de mala gana, y la expulsión al juvenil Giraldo, de quien me dieron muy buenas impresiones ayer en Occidental y que sólo duró 10 segundos, lo expulsó por una falta que si era para amarilla era mucho, pobre chino. Curiosamente en Bogotá es la única plaza del país en la que los jueces pareciera que llegan prevenidos (¿Con la prensa, con la Comisión Arbitral?) y por eso le dan pito tanto a Millos como a Santa Fe.

Millos ganó el primer partido del campeonato, un juego hasta flojo pero era lo que en lo personal esperaba... Generalmente así son los primeros partidos de la campaña.

PD: Alcancé a escuchar un pedazo de la rueda de prensa dada por Lasarte ayer. Me agradó mucho como le respondía a algunos periodistas que trataron de hacer preguntas viperinas:
- "Profesor, dio la impresión que al equipo le falta todavía, ¿qué opina?".
- "Yo soy el entrenador, no el periodista, si a vos te dio esa impresión entonces vos mismo te estás respondiendo tu pregunta..."

saludos