agosto 27, 2007

Cuando la bronca y la impotencia se convierten en llanto y desilusión...

Por solidaridad con los hinchas que como yo no hicieron más que llorar toda la noche de ayer. Por solidaridad con los que al igual que yo hemos estado presentes siempre, nunca hemos abandonado y hemos alentado siempre en la tribuna con el equipo primero o último (como en estos momentos). Porque entiendo a los que sienten la camiseta, los colores y el escudo así como lo hago yo. Por eso es que hablar del partido de ayer no tiene sentido. Sería alimentar aún más el sentimiento combinado de frustración, tristeza y desilusión.

Una sola pregunta me hago, esa misma nómina estuvo a 90 minutos de jugar la final, y hoy somos últimos en la tabla, ¿Qué pasó entonces?, ¿Le quedó grande a "Lassie"? ¿Los jugadores se están "parando"?. Todo apuntaría a una combinación de ambas...

Si uno revisa el video de ayer, y el de los demás partidos de la Mustang, uno se da cuenta... Hay desorden, la defensa de Millos parece un equipo de colegio, desordenada, todos corriendo al balón, tacticamente no hay nada. No hay mano del técnico. Y las "ganas" que se vieron en Perú volvieron a desaparecer... ¿Qué se puede decir? Ayer de los que jugaron solo se salvan Ciciliano, Bedoya y Andrés Pérez quien ingresó al medio tiempo. ¿Los demás? No se vieron, ellos estaban, pero no precisamente jugando, ellos compraron boleta de gramilla. Muertos, sinverguenzas!!!

Lo peor, es que después de lo de ayer son muchos los guayabos hoy lunes, algunos físicos y otros simplemente emocionales. Hay mucha desazón y mucho llanto, mucha preocupación. Pero estoy seguro que a los que fueron a "jugar" a Armenia (menos los nombrados arriba) ayer eso les importó un culo. Claro, para cobrar son los primeros, ¿y para representar los colores?. Una falta de verguenza impresionante... Les importa cinco estar defendiendo los colores del equipo más grande del país, y sentir el respaldo de la mejor hinchada...

Sin embargo, los que estamos presentes seguiremos estando presentes. El Campín el día sábado a las 8 de la noche estará desolado, porque muchos abandonarán después de lo de ayer. Pero los de siempre estaremos, como siempre, porque así es esto. A unos putos directivos les importa un carajo, los jugadores vienen cobran y se van. Y lo que queda de Millonarios somos nosotros, la gente.

PD: Por ahí ya anda rotando un afiche de esos característicos de los malos hinchas. Invitando a la gente a no asistir al estadio el sábado. Putos y recontra putos los que se pusieron en esas. Al equipo nunca se le abandona!!!

agosto 24, 2007

De cómo dejar a los criticones sin palabras...

Cómo no recordarlo... Agosto 2 de 2007, Estadio El Campín - Bogotá, Colombia: Millonarios pierde 0-1 ante Coronel Bolognesi haciendo un papelón futbolístico notable en el debut del más ganador de los clubes colombianos en la Copa Nissan Sudamericana. Empezaron a llover críticas de todas partes. Los periodistas viperinos de siempre, los periodistas que quieren parecerse a ellos hablando por hablar buscando audiencia, los hinchas de otros equipos e inclusive alguno que otro amargo que dice ser hincha de Millonarios pero no va al estadio y en cambio siempre quiere que al equipo no le vaya bien para sacar a relucir su "slogan" preferido en tertulias futboleras: "se los dije" -que a decir verdad es la mentalidad del clásico seguidor mierdolaga-. Hoy todo el día no hacían más que frotarse las manos con ansias, claro, hoy todos ellos esperaban y/o estaban plenamente convencidos de que el equipo peruano nos iba a eliminar.

Pasaron 85 minutos de un partido muy malo, en el que Bolognesi mostró otra vez lo limitado que es, y en el que Millonarios, tal como hace 3 semanas, a pesar de ser amo y señor del partido buscó pero por ratos le hizo falta más presencia ofensiva y definición (un mal que hace rato nos aqueja). Vino un pelotazo, Villagra pivoteó y apareció Ciciliano para de golpe de cabeza eludir al portero y definir lo que significó la victoria azul en Perú y el empate en el global. Otra vez Ciciliano, el mismo que hoy es el goleador del equipo en el semestre, el mismo que levanta el nivel del equipo porque de por si él anda en un muy buen nivel, el mismo que salió injustamente puteado por los Comandos una noche fría de domingo por fallar un penal (que puede fallarlo cualquiera) hace 3 semanas, el mismo que es criticado por muchos obtusos que no ven más allá. A Ciciliano le bastaron pocos minutos en la cancha para convertirse en la figura del partido.

Y luego, los penales. Cuadrado adivinó los dos primeros, se tiró al mismo sector y faltó un dedo para atajar, se veía venir. En Millonarios Ciciliano y Bedoya convirtieron. Vino el tercero de los peruanos: gol. Vino Gonzalo Martínez, quien hoy jugó bien como central. Muchos, hasta el relator de Fox Sports, pensaron que fallaría, pero el negro cobró bien. Llegó el cuarto para los peruanos y esta vez Cuadrado atajó. Vendrían después Villagra y Quintero para anotar y darle al embajador la clasificación.

Y varias cosas quedan de esta victoria sufrida: Por primera vez desde que Lasarte asumió nuestro arco terminó en cero (para el partido con Cartagena Lasarte llevaba tres días en Bogotá, no aplica). Se ganó más solidez defensiva con los tres recuperadores. Fadeuille, sin hacerse notar, se jugó un gran partido como cabeza de área. Hubo malas entregas, si, pero en una cantidad muchísimo menor que en los partidos anteriores. Hay jugadores que vienen levantando (el ya mencionado "Cicinho", Jonathan, el mismo Fadeuille, Bedoya, Quintero), y hoy Gonzalo Martínez como central jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones como lateral. Aparte, es una victoria por goleada en lo sicológico para el plantel y para la hinchada.

Ahora somos otros los que celebramos y nos frotamos las manos, pero de alegría. Ahora esos que tanto hablaron y tanto criticaron, esos que tanto deseaban que Millonarios fuera eliminado, hoy están sumidos entre la bronca y el llanto. Ahora esos periodistas viperinos y envidiosos seguro van a empezar desde sus teclados y micrófonos a darle palo a Millonarios sea como sea. Y ahora esos petardos que dicen ser hinchas pero no van, esos que sólo andan hablando mal del propio equipo y deseando que nos vaya mal para poder decir "se los dije", esos que parecen mierdolagas hoy sólo tienen una frase para argumentar, la típica frasecita barata que utilizan para intentar disimular su rabia y no parecer más amargos de lo que son: "me callaron la boca". Por eso es que es tan lindo que Millonarios cuando gana no solo nos hace muy felices, también deja calladitos a unos cuantos mediocres y eso, amigos, no tiene precio. Ahora, a seguir levantando en Armenia este domingo, a las 5:20 de la tarde y con transmisión por TV.

Saludos!

agosto 20, 2007

Dos regalitos más, tres puntos menos

Desde la noche del sábado he estado tentado de poner un clasificado en el diario El Tiempo: "Se busca línea defensiva buena, que sepa salir y hacer buenas entregas, interesados acudir a la sede del Club Deportivo Los Millonarios". Es increible, otra vez nos hicieron de a dos, otra vez nos pudieron hacer más, otra vez la defensa de Millonarios jugó muy mal y otra vez perdimos. Yo, fumador y tomador, con un pésimo estado físico y con mis dos tobillos rotos lo hubiera hecho mejor. La defensa de Millonarios es una verguenza total, partido tras partido.

Cuatro partidos en El Campín este semestre, tres derrotas. Para no perder la costumbre, ese numerito mágico, el 2, volvió a aparecer por cuarta vez consecutiva en la casilla "goles en contra". Y hay que agradecer que los delanteros del Caldas en momentos pecaron porque si no el resultado hubiese sido más abultado. Y para no perder la costumbre, Millonarios anotó de penal, lo que parece ser la única vía, pero no porque el equipo ofensivamente no juegue bien, sino porque a pesar de que se crean las opciones, a los jugadores ahora les dio por querer patear al arco sólo cuando estén en la línea de gol. Incontables ocasiones de gol se generaron en donde había que disparar, pero el que estaba de turno -supongo por falta de convicción- prefería pasar la bola a un costado y dejaba armar a la defensa caldense. Y el único jugador que se anima a pegarle de afuera no estaba por suspensión, y qué falta nos hizo!.

Eso si, en Millonarios han aparecido jugadores pase-gol en este semestre. El "pase" que le hace Alex Díaz a Dayro Moreno para el primer gol... lo dejó habilitado frente a frente con Cuadrado. Igual que lo que pasó en Cúcuta, igual que lo que pasó en Medellín, igual que lo que pasó frente al Cali. Y ni hablar del segundo del Caldas, dos minutos después de que Ciciliano empatara y cuando anímicamente todo estaba para ir por el segundo, un graso error de salida, idéntico a muchos, generó el contragolpe para el gol caldense.

Para rescatar: Falucho, fue el que más corrió, hace buenas diagonales. Me parece que su traída fue un gran acierto. Y Marcelo Tejera, quién entró criticado por los medios por su exceso de peso, pero que dejó muy en claro que sabe, y bastante. Todos sus pases fueron de riesgo, entre ellos el que derivó en la falta sobre Jonathan que Ciciliano convirtió en gol para el empate hasta entonces parcial.

El jueves es el juego de vuelta con Bolognesi, a las 8:45. Sólo espero que a ese equipo se le pueda ganar. Que el equipo no cometa tantos errores en la salida y que tenga más convicción a la hora de pisar área contraria.

agosto 12, 2007

Sumamos, y pudo ser mejor

En estos últimos días venía preguntándome ciertas cosas con respecto al equipo. Por qué nos cuesta venir de abajo, porque nos llena el desespero cuando el marcador es adverso, por que es tan difícil remontar un marcador. He pensado siempre que es un problema de tipo sicológico, pareciera como si no hubiera una mentalidad de que todo es posible y el marcador adverso casi que automáticamente diezma el empuje. Anoche los jugadores nos demostraron y se demostraron que si es posible remontar marcadores. Después de un triste 0-2 en contra al final del primer tiempo el partido pasó a quedar empatado a dos goles y Millonarios terminó siendo más que su rival y con merecimientos para haber salido vencedor de Cúcuta.

Fue otra vez un partido de dos caras, pero no hablando de un tiempo bueno y uno malo, esta vez, el lado positivo estuvo a la ofensiva y el negativo a la defensiva. Cuesta mucho repasar el video de los goles adversos y de las jugadas de peligro del rival, y ver que todas las jugadas tienen un común denominador: provienen de errores defensivos garrafales en la salida, o de malas entregas. Nos está costando mucho salir jugando, ahí nos vacunó el Cúcuta dos veces y nos llegó con riesgo otras tantas. Y por el otro lado, Millonarios mostró más solvencia ofensiva, con un Ciciliano inspirado que tomó los hilos del equipo. Es gratificante ver como el equipo sigue generando llegadas constantemente.

Los goles cucuteños llegaron en la parte final de la primera etapa, en los últimos cinco minutos hicieron los dos goles. Parecía utópico volver al partido con una diferencia así y teniendo en cuenta la constante del desorden. En medellín descontamos pero no alcanzó, anoche tuvimos la suerte de jugar con un árbitro no-localista y no anti-millos, que expulsó al rolo Florez sin pensarlo y eso ayudó y que pitó un penal claros que no cualquiera pita por ser contra Millos y que resolvió bien Ciciliano desconcertando al portero. Y después el mismo Ciciliano puso el centro para que falucho Silva de cabeza anotara el que ojalá sea el primero de muchos goles con la camiseta más bonita y gloriosa del fútbol colombiano.

El partido se puso 2-2 y quedaban 15 minutos. Millonarios era más, siempre lo fue, pero las constantes malas entregas defensivas hacían llegar al Cúcuta con peligro. Vino la expulsión de Quintero, más para compensar al local que por cualquier otra cosa, y dos minutos después otra expusión motilona. 10 azules contra 9 motilones, Jonathan Estrada tuvo el tercero, pero su remate se fue ligeramente desviado, se podría ganar, Millonarios era más. Esta vez Lasarte acertó con los cambios a diferencia del partido con Cali. El tiempo terminó y un empate al final en el marcador.

Grato el partido de Ciciliano, para mi el mejor azul, grato el gol de Falucho, un buen gesto técnico, grato que los cambios esta vez estuvieron perfectos, grato que los jugadores entendieron que sí se pueden remontar marcadores adversos.

No me gustó el gesto de José Cuadrado, el golero azul. Con un hombre más que el Cúcuta y el equipo inspirado en las postrimerías del partido, el hombre se dedicó por pasajes a hacer tiempo, cuando el equipo podía ir hacia adelante. Esto, Cuadrado, no es un equipo chico; esto es Millonarios, el más grande de todos, y Millonarios tiene que salir a ganar siempre.

Saludos,

agosto 06, 2007

Sin saber que decir...

Después del trago amargo que significó el bochornoso partido del jueves anterior, se venía el Cali, rival histórico de los Millonarios de siempre, y partido que alguna vez fue considerado el clásico nacional de Colombia. Tremenda fue la sorpresa, después de un muy buen primer tiempo en el que el equipo azul se fue en ventaja, fue dinámico e hizo ver muy mal al rival, ver el segundo tiempo tan maldito, tan increíble, tan desastroso, que terminó dejando al Cali ganador 2-1.

Es inconcebible ver como un equipo grande deja que en su casa le volteen un resultado. Es inconcebible ver la actitud de algunos jugadores para con el compromiso con el club. Es inconcebible ver a algunos hinchas puteando a los que no son. Es totalmente inconcebible perder así. Ya es más que notorio: estamos malditos. Hay una maldición que cae sobre nuestro equipo, así como hay un culpable con nombre propio: Luis Augusto García.

Hablar del primer tiempo es recordar lo bonito de la noche. A un Millonarios distinto totalmente del equipo que perdió el jueves, a un equipo agresivo que hizo ver muy mal al rival. Tan bien jugaba el equipo que el Cali parecía un equipo chico más. Era meritorio el gol, era justo, y llegó cinco minutos antes de finalizar el periodo inicial, buen quiebre y mejor remate de Quintero para batir a Óscar Córdoba.

Hablar del segundo tiempo es hablar de la suma de males y colmos. Es recordar el gol de Bolognesi el jueves anterior, porque el empate del Cali fue una jugada idéntica: Centro desde la derecha y cabezazo anticipando la marca. Es recordar que a los nuestros les falta jerarquía: Ciciliano jugó bien mientras estuvo en la cancha, pero falló un penal claro sobre Falucho Silva -quien en lo personal me dejó una buena impresión- al cobrar timidamente a la izquierda del portero rival que atajó sin problemas. Después de eso el equipo se perdió por el bajón sicológico y nunca se pudo recuperar. Es recordar que siempre en los momentos de presión llegan los grandes errores: Lasarte se equivocó drásticamente en los cambios: sacó a Ciciliano por Ervin cuando debía salir Robayo en un cambio que nadie entendió y Millos perdió llegada, y minutos después metió a Zapata como la "posible solución" estando Jonathan en el banco, ¡de no creer! Es recordar viejos exjugadores: El segundo gol del Cali es de la autoría de José Cuadrado, quien ahora optó por andar adelantado al mejor estilo de Henao y comerse goles por esa razón, así lo vacunó el DIM 7 días atrás, y así lo volvió a vacunar el Cali hoy. Y es recordar que algunos obtusos no ven las cosas como son: Los comandos la cogieron contra Ciciliano por el penal errado; obviamente de haberlo convertido la historia sería distinta, pero se olvidaron de quien fue el mejor jugador de Millonarios en el partido.

Soy creyente de una filosofía: El hincha de Millos no putea a sus guerreros. Solo que hay excepciones, y una de ellas es el presente azul. Tres derrotas en línea, falta absurda de definición, panorama complicado. Yo no puteé, yo me lo aguanté hacia mis adentros... pero muchos no pudieron, y si hoy putearon es entendible (Todo menos lo de Ciciliano, válgame Dios).

¿Qué viene ahora? Bueno, partido el sábado en la difícil plaza de Cúcuta y después el actual líder del torneo: Once Caldas. Pero más allá del calendario, lo que debe venir es una reconsideración gigante del grupo. Porque lo del jueves pasado es desastroso y lo de hoy es
lamentable. Y aquí estamos hablando de Millonarios, el equipo más grande de Colombia, en donde estas situaciones son simplemente inadmisibles. Pero con todo y eso, este servidor, así como muchos de los hinchas de Millonarios, no bajaremos los brazos ni nos ausentaremos de las tribunas. ¡Siempre presentes, en las buenas y en las malas!

Bogotá está cumpliendo 469 años, y Millonarios no pudo darle un regalo acorde a su grandeza. Qué pesar...

PD: Si hay un culpable detrás de todo esto, y los largos años de sequía, es Luis Augusto "Chiqui" García. Mercenario, ladrón, acomodado, quien aprovecha notoriamente su poder accionario para hacer de las suyas dentro de la institución buscando beneficios personales y, tras del hecho, santafereño. Afortunadamente cada vez son más los hinchas que se dan cuenta de sus fechorías y hoy ya la voz de protesta se hizo sentir más. Fue el más puteado de la noche y con justa razón. Lo mejor que podría pasarle a Millonarios, es que este señor se largue de una buena vez.

agosto 02, 2007

Papelón

¿Alguien lo esperaba?, ¿alguien lo sospechaba? No, ninguno. En la mente de todos el partido de hoy ante Coronel Bolognesi (¿Coronel Bolognesi?) era una victoria fija. Todos hacíamos cuentas pero de los goles de diferencia por los que debíamos ganar para ir a Perú tranquilos. Pero no, hoy Millonarios jugó el peor partido en muchísimo tiempo, y dejó escapar la victoria. El equipo peruano se fue victorioso, y Millonarios hoy le ayudó con el juego paupérrimo de sus jugadores.

Sólo dos cosas se pueden rescatar, por decirlo así, del partido de hoy. Bedoya volvió a jugar y mostró diferencia, quitó la pelota y mostró el nivel de siempre, aunque al comienzo se le notó un poco la falta de fútbol. El otro jugador que "pasó la prueba" fue Quintero, quien ingresó en el segundo tiempo y le dio más volúmen de salida al equipo. ¿Los demás? Tuvieron una noche para olvidar.

Sólo pasaron 6 minutos para que el visitante anotara el único gol del partido. Se durmió Díaz por la izquierda (se le notó nervioso, aparatoso) y un centro al área generó un desentendimiento absoluto de los centrales, para que el peruano Cominges cabeceara y anotara. De ahí en adelante Millonarios si, tuvo el balón y el dominio del partido, pero no hizo nada. Hubo llegadas, el arquero visitante sacó unas 6 o 7 pelotas claras de gol, pero no es suficiente. Es que el Millos de hoy fue desconocido, como si a muchos jugadores les hubiera pesado jugar un campeonato internacional.

Un comentario especial merecen Gustavo Rojas y Rafael Robayo, los dos peores del equipo hoy. Cuando siempre se intentó por la zona derecha, la de ellos dos, lo que se vio fue un concierto de imprecisiones, errores, pases errados y nerviosismo.

Si bien se puede ganar en Perú (hay que anotar dos goles por aquello del gol visitante) lo más venidero es el Cali este domingo, y el Cali es mucho más equipo que Bolognesi. Lo que queda claro es que hay que trabajar mucho en ofensiva y defensiva, para evitar actuaciones tan mediocres como la de la noche de hoy.