junio 19, 2007

61 años de gloria y grandeza!!!

El día de ayer, el amor de mi vida, la razón de mi existir cumplió 61 años de existencia. Aunque se hubiera querido celebrar el título un día antes, y ese hubiera sido el mejor motivo de celebración, lamentablemente no siempre se puede tener lo que se quiere, ¿cuantas veces no hemos querido tener algo y por algún factor limitante no podemos obtenerlo?.

Total, ¿qué mejor regalo que ser el más grande de todos?, ¿qué mejor regalo que ser el más veces campeón?, ¿qué mejor regalo que tener la mejor hinchada del país?, ¿qué mejor regalo que ser la pasión de la mayoría de colombianos? El 18 de junio de cada año es un motivo de orgullo, es celebrar una vez más que Millonarios existe, que el más grande cumple un año más de vida. Que el amor de la vida cumple un año más...

Por todo esto, simplemente FELIZ CUMPLEAÑOS MILLONARIOS QUERIDO!!!

junio 11, 2007

El día que se juntaron todos los males...

Otra vez será, una vez más, otra vez será. De nuevo se nos quemó el pan en la puerta del horno. Ayer teníamos hasta el empate como ventaja para clasificar. Lamentablemente, ayer es uno de esos días en los que las cosas por más que se deseen mucho nunca salen bien. Millonarios perdió en Neiva y le dejó servido el paso a la final al equipo opita.

Y todo comenzó desde las 5 AM, hora en la que este servidor partió a tierras huilenses. Viaje incómodo, aguantando calor en la carretera por más de dos horas todo por la negligencia de la policía de carreteras, que sin una razón de peso querían hacer pasar los buses uno a uno con intervalos de aproximadamente 15 a 20 minutos entre cada uno. Eso si, desde aquí mi gran felicitación para todos los hinchas azules que viajaron. Más de 120 buses, sin contar las mini vans y los que se fueron en carro particular. Desde el mismo viernes la gente empezó a viajar, dando como resultado que el 60% de los asistentes al estadio Plazas Alcid éramos hinchas de Millos.

Ya estando en Neiva, había que seguir la costumbre del hincha millonario en tierra caliente, nunca faltará la cervecita previa, más para matar el calor que para cualquier otra cosa. La ilusión estaba latente, en las tiendas aledañas todo el mundo, desde el más viejo asistente a platea occidental hasta el más joven de los Comandos, todos cantando, ilusionados con lo que significaría de nuevo un título.

Pero ayer no era el día de Millonarios, nada se dio. Sobre las 5:30 pm, minutos antes de empezar el partido y cuando se supo cual era el clasificado por el otro grupo, llamé a mi hermano Pacho, quien reside en Medellín: "Alo, tonces que 'pachangas'... venga, vaya alistando todo porque el domingo voy a estar otra vez allá para dar la vuelta en el Atracacio, yo veré, vemos allá". Si, yo estaba demasiado ilusionado. Es que... no nos digamos mentiras, Millonarios uno a uno era más que el Huila...

Pero a los dos minutos de juego se derrumbaron muchas cosas... de la nada el huila anotó el primero, ayudado por una pasividad defensiva enorme que duró 90 minutos, en parte porque hizo mucha falta Efraín Cortés, en parte porque Wilman, el héroe de 8 días atrás, no alcanzó a recuperarse de su lesión y hizo mucha falta también, y en parte porque el general, Bedoya, hizo más falta aún en la mitad. Y eso, sumado al pésimo partido de los dos laterales, quienes dejaron muy en clara su falta de jerarquía para manejar la presión en esta clase de partidos, hicieron todo más fácil para los delanteros locales.

Y también, llegaron los problemas en la tribuna. Otra vez esa bronca entre las dos barras bravas azules: Comandos y Blue Rain, derivó en una gresca monumental entre las dos barras en la tribuna Oriental, donde yo me encontraba con mi hermano. Como yo no conozco los pormenores, y no soy de ninguna de las dos barras, no puedo hablar más ni dar explicaciones de porque pasó. Simplemente, puedo opinar que esta peleita ya está buena y que nada va a salir. Y que ese incidente también influye en la cancha, porque los jugadores se desmotivan con incidentes así en mi opinión. Y peor aun la reacción de la policía... claro, los medios amarillistas y anti-embajadores se van a dedicar -ya empezaron, incluso- a mostrar imágenes al azar y a decir que es una pena y que esto y que lo otro, sin saber porque pasan, sin investigar a fondo. Pero ninguno de los medios va a mostrar como la policía trató de calmar la situación, en mi mente aun está la imagen: por lo menos 5 de los ESMAD literalmente prendiento a pata y bolillo a un hincha de Millos en la cancha, mientras la novia del hombre desesperada no hacía sino gritarles para que pararan y ellos seguían. ¿el resultado? El hombre terminó inconsciente y la gente de Cruz roja tuvo que llevárselo de urgencias. Incluso, recuerdo que muchas veces la gente de cruz roja trató de acercarse al hincha, pero los mismos policías les decían que se quitaran para seguir dándole de lo lindo al jóven embajador. Esa es... una muestra gratis de brutalidad policiaca. Cogieron a uno, pero... ¿y los que empezaron la gresca? Bien, gracias. Ahí está pintada la policía... nunca hacen las cosas bien y agreden a diestra y siniestra aprovechándose de su posición.

Volvamos al partido. Entró Jonathan y Millonarios inclinó la cancha a su favor, el empate se intuía, pero los delanteros tampoco estaban en su día. Por más que el equipo se acercó, no había como llegar al empate. Entonces, no podía faltar, la "monumental" actuación arbitral, de un viejo conocido de la casa azul: Oscar Julián "le regalo partidos a los brasileños y siempre le pito mal a Millonarios" Ruiz. El hombre permitió al local hacer todo el tiempo del mundo, pitó faltas inexistentes, dejó de pitar unas clarísimas, y nunca amonestó a un huilense. Inclusive, su juez de línea de Oriental -más ciego que el mismo central, se comió varios tiros de esquina y posiciones adelantadas- se puso a llorarle porque "le estaban tirando cosas". Lo que estaban tirando era bolsas de agua, pero esa fue la excusa perfecta para darle aire al ya arrinconado equipo local. Todo eso resume el primer tiempo, que terminó con Millos montado en campo rival, pero sin claridad.

El segundo tiempo empezó con la mentalidad, tanto para los jugadores como para los más de 11000 hinchas en las tribunas:

"-Cómo va Cúcuta - Medellín
-Cero - Cero
-Puta, estamos a un gol, Vamos muchachos!!!"

Millonarios salió con todo, se intentó por todas partes, la entrada de Ervin por el cabezón hacía verlo, se venía un vendaval. Sin embargo, en cuestión de minutos se derrumbaron las ilusiones. Primero una jugada de gol clara, era el empate, pero telembí se complicó y no le pudo pegar, y minutos después llegó el segundo gol gracias a la pasividad absoluta de la defensa. Fue el gol de la muerte, el que mató las ilusiones de la final, de la 14... quedaban 20 minutos, pero la esperanza ya estaba perdida. Fue solo cuestión de esperar el final para salir con la cara larga. Eso, sumado a tener que aguantarse los típicos cantos dignos de equipo chico cuando Millonarios juega en provincia: "Se murió, Millos se murió" o el de por si frenético y aburridor "Si se puede!!!". No se si le pase a usted, amigo lector, pero a mi me fastidia mucho escuchar esos cantitos típicos de pueblo o de otros países menos desarrollados que el nuestro.

Y para completar el día maluco, Neiva, un viaje que siempre ha sido relajado, tuvo un inexplicable cambio ayer. Los buses todos fueron apedreados, algo que nunca sucede en un viaje a esa plaza. Incluso hubo heridos, no de gravedad, pero los hubo. Supongo que fue la secuela de la pelea armada en la tribuna, y que calentó a los perezosos huilenses.

Se murió la esperanza de una nueva estrella en una semana, pero este campeonato trajo para Millonarios más cosas buenas que malas, y el regreso a la gloria absoluta se viene... Además, demostramos en 24 partidos que somos la mejor hinchada del país. En el próximo post escribiré el balance personal del torneo que acabó para nosotros ayer.

junio 03, 2007

Descontrol total y locura colectiva

Parece empezar a ser costumbre. Partido contra el Medellín en Bogotá es partido para el recuerdo, para contarlo a los nietos después. Ya había sucedido en las finales del campeonato pasado cuando Ciciliano heróicamente y ante la salida de los dos arqueros -Henao por lesión, Cuadrado por expulsión- se puso los guantes y el buzo y atajó un penal para salvar la victoria 1-0. Pasó después en la fase regular de este campeonato, cuando un Millonarios criticado por falta de gol clavó 5-1 a los paisas en una maravillosa noche de miércoles, y volvió a repetirse el día de hoy.

Nunca, en 23 años asistiendo al estadio, había visto una locura colectiva como la de la hinchada de Millos sobre las 5:30 pm del día de hoy. Comenzó todo con una jugada de saque de banda para el dim, entonces, el delantero visitante hizo gala de su condición de jugador de equipo paisa e hizo tiempo, Bedoya focejeó con el, hubo manoteos y al final el central expulsó a los dos jugadores. Estando ya fuera del campo el jugador rojo agredió a Bedoya y se formó una gresca descomunal entre jugadores de ambos bandos, siempre con los visitantes provocando (lamento repetirlo tanto, pero paisas al fin y al cabo). En todo ese despelote salieron expulsados otros dos jugadores, uno por bando, el azul fue Briceño, que mostró hoy porque Antonio Casale lo bautizó "el Rocky cucuteño". Pasado el incidente se levantó el tablero con el tiempo de adición: 6 minutos. Y en cada jugada, en cada llegada, en cada aproximación se escuchaba de todas las tribunas el mismo grito de "uff".

Y cuando todo parecía condenarse a un empate que mermaba las aspiraciones (Cúcuta goleó al Huila y con eso y el empate cogía la mejor opción); cuando el equipo visitante, fiel a la marrullería de la región del que es oriundo, parecía congelar el partido y llevar a los millonarios al desespero; cuando el central ya tenía el partido fuera de sus manos por su absurdo mal arbitraje; justo ahí, en el minuto 95 del global, en la última jugada del partido, apareció la cabeza de Wilman Conde para anotar el que fue el único gol del partido y el que hoy nos deja con la primera opción de clasificar.

Nunca había celebrado un gol con tanta emoción, nunca antes me abracé con tantos desconocidos -pero hermanos millonarios-. Cuando la pelota pasó la raya de gol el mal genio y la desazón producidas por el desespero y la impotencia se convirtió en una explosión de alegría brutal, en un único grito que sacudió a toda la ciudad. Todos saltando, todos abrazándose con todos, algunos -como este servidor- llorando de la felicidad. Y mejor aún, cuando después del saque del equipo rojo en media cancha el central finalizó el partido, nadie se quería retirar, todos seguimos cantando y saltando, porque esto es Millos, lo único capaz de hacerlo llorar a uno de felicidad, lo único capaz de hacer la vida más feliz, lo único capaz de producir sentimientos tan grandes en el corazón, inclusive muy por encima de cualquier mujer.

No sirve hablar del penal que desperdició Villagra y que hubiera puesto las cosas más sencillas en el primer tiempo, de nada sirve hablar de la cantidad de opciones erradas, de nada sirve hablar de los hinchas que, o bien llevados por el desespero o bien por naturaleza, empezaron a putear ante la impotencia. Lo importante, lo que cuenta, es que Millonarios respetó la casa y que a Neiva hay que ir todos a acompañar esta ilusión.

Y... paradójicamente, la gresca provocada por los jugadores rojos para quemar tiempo y desesperar a Millonarios, terminó favoreciendo al equipo embajador por ese gol... Qué cosas!!!