septiembre 30, 2007

De Infarto!!!

El de hoy sin dudas es uno de los mejores partidos de los últimos tiempos en El Campín, por lo menos en el tema emotivo. Junior trajo un buen equipo y jugó muy bien, puso en problemas muchas veces a los nuestros, que además crearon una importante cantidad de oportunidades de gol que se quedaron sin definir. Tres palazos y otras cuantas atajadas, para dejar como saldo al final otra victoria embajadora para acercarnos aún más al grupo de los ocho clasificados y continuar con el invicto en la era Vanemerak.

Millonarios empezó jugando muy bien, los primeros veinte minutos azules estuvieron sublimes, creando importantes llegadas con pases rápidos, con una notable actuación de Estrada y Quintero. El primer gol se percibía, pero el rival tomó el control del juego y sin ser muy claro se apoderó del balón. Los nuestros decayeron, para entonces el nivel mostrado por Alex Díaz no era el mejor y su banda estaba mmuy descubierta. Sobre el final del primer tiempo Millonarios arremetió de nuevo. Dídier Muñoz (el mismo que tapó el año pasado en Millonarios) tuvo una tarde muy buena y sacó importantes balones de riesgo, y en otras el balón llegaba al área chica sin un receptor y terminaba siendo rechazada por la zaga costeña.

El segundo tiempo fue mucho mejor. Empezando Ciciliano se inventó una jugada de lujo, puso un pase fenomenal a Álex Díaz y fue derribado claramente. Esta vez "Cicinho" no falló, fue el primero, que detonó la locura en las tribunas y la agresividad visitante, porque después del gol Junior se vino encima con toda, hubo angustia, hubo riesgo en el área. Los jugadores de Millonarios se vieron cansados físicamente, aún más que los visitantes, y eso se reflejó en la pérdida del balón nuevamente. Dos veces los visitantes avisaron con sendos remates en el travesaño, otra más fue salvada por Quintero en la raya luego de un cabezazo saliendo de un tiro de esquina. Los nuestros contragolpeaban con peligro, pero el segundo no aparecía, el de la calma. Vino un tiro libre de Ciciliano que era golazo, pero las manos de Muñoz ahogaron el grito.

Entonces, entró Marcelo Tejera por Ciciliano (ovacionado desde todas las tribunas) y el uruguayo le puso la pausa y alejó al rival. En los minutos que estuvo de sus piernas salieron tres jugadas claras que Telembí ni Estrada pudieron definir, y salió además un remate bonito que se estrelló en el palo, era el gol de la jornada. Minutos después entró Briceño, y en una de las últimas del partido el cucuteño anotó el segundo, lapidario y definitivo (si, amigo lector, ¡Briceño hizo gol!). Y ese gol se cantó mucho más que el primero por como estaba el partido y porque dejaba sellado el choque, inclusive Vanemerak lo celebró más que muchos. Así llegó el final y una nueva alegría más para la mejor hinchada de Colombia.

El octavo ya está a dos puntos y el equipo continúa en ascenso. El tema hoy es mejorar el aspecto definición, sobre todo para jugadores como Estrada y el hoy ausente Ervin González. Si seguimos así estamos en los ocho fijo, y sería necesario en el tema reclasificación que otorga los cupos a las copas internacionales. Hoy se venció a un rival duro, hay que reconocer que el rival jugó muy bien también, no se encerró y eso hizo el espectáculo mejor.

El arbitraje: mal, pésimo. Faltas inexistentes, un penal claro no sancionado a Millonarios, la quema de tiempo absurda, entre otras.

Ahora se viene una semana dura: partido en chile el jueves que hay que ganar como sea, y volver el domingo a Medellín para jugar con un nacional que tiene sangre en el ojo y quiere desquitarse como sea.

septiembre 26, 2007

Nada está definido

Millonarios empató a un gol ante Colo Colo en El Campín en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana en una noche en la que el exceso de ansiedad de muchos de los nuestros jugó en contra.

Del rival hay que decir que es un muy buen equipo, Millonarios no juega solo, el rival cuenta, y el de hoy jugó un muy buen partido. El equipo visitante logró sobreponerse a la presión excesiva de los embajadores a punta de pases rápidos y contragolpes fugaces. Depronto estamos acostumbrados a ver equipos colombianos cuyo nivel no es el mejor, y este equipo mostró algo distinto a lo que vemos con cada rival. Millos apretó, mostró temple, ganas, y eso gustó a la afición (más de 40000 personas), en ocasiones hubo exceso de velocidad, tal vez por la misma ansiedad, tal vez por querer asegurar el partido rápido.

Colo Colo jugó a sacarse la presión y a contragolpear con rapidez, ese fue su juego, tuvo mucho tiempo el balón en ocasiones, cuando Millos se partía en la mitad, pero después de tres cuartos de cancha el gran partido de Gonzalo Martínez colaboró para que no pasara a mayores. Colo Colo utilizó otra gran estrategia que muchos equipos hacen, atacó a la espalda de Alex Díaz, quien tal vez por su inmadurez profesional fue el más ansioso y nervioso de todos, y por tanto tuvo una mala noche, por ahí llegó el gol y la mayoría de ataques chilenos.

El gol visitante, el primero de la noche, nace de un error nuestro. Robayo no recibe una pelota fácil, deja al equipo descubierto y los chilenos, en un contragolpe mortal, anotaron el 0-1. Apenas dos minutos después el árbitro pita penal, pero Ciciliano lo erró increíblemente al tirarlo fuera con el arquero vencido. Ese par de minutos fueron un bajón anímico tremendo para todo el grupo, que duró hasta el final de la primera mitad: Impresiciones, por momentos falta de marca y poca profundidad.

El segundo tiempo mostró a un Millos más preciso, más batallador, entregado, corriendo todos los balones como le gusta a la hinchada. Vanemerak acertó con los cambios: ingresó a Telembí por Ervin (de pésimo partido también, perdido) y a Quintero por Rojas, con lo que ganó más juego ofensivo. Curiosamente el empate local llegó también en un contragolpe. Jonathan (el mejor de la cancha junto a Martínez) corrió media cancha, puso un cambio de frente preciso para que Ciciliano definiera con clase y empatara el partido. Justo para el partido, justo para Ciciliano que a partir de ahí se retomó la confianza, y justo para el equipo que lo venía mereciendo.

El empate puso el partido para cualquiera de los dos, Millos arrinconó al rival y tuvo sus chances, el rival contragolpeaba peligrosamente a tal punto que Cuadrado salvó el segundo en un mano a mano luego de un paso de defensa a ataque veloz de los chilenos. Villagra lo tuvo y el arquero le quitó la posibilidad en lo que fue el único remate al arco del paraguayo, quién pareciera haberse perdido la confianza para lo que más sabe hacer: goles. Un par de remates de media distancia pasaron rozando el palo. Al final el empate fue el resultado final, en un partido demasiado intenso.

A aquellos que se les olvida: Millonarios es el mejor visitante del torneo con dos victorias en igual número de salidas. Colo Colo es un rival muy difícil, juega bien, es de los mejores equipos que han venido en mucho tiempo, pero no es imposible. Y recuerden también que Millos sacó a Bolognesi como visitante y a Nacional también. Millonarios no ha ganado aun en casa en lo corrido de la copa, pero afuera ha avanzado dos veces. Nada está definido señores, el 4 de Octubre se sabrá en Santiago de Chile, y Millonarios tiene el amor propio suficiente para superar esta y cualquier adversidad. No hemos ganado nada, pero tampoco se ha perdido nada todavía.

Eso si, lo único que pido es que se tomen más confianza para patear al arco algunos jugadores como ervin y Villagra, hubo ocasiones en que la llegada al borde del área se perdió por falta de convicción de ellos, que terminaban retrasando el balón o demorándose demasiado permitiendo así la reorganización defensiva chilena.

PD: Deplorable, lamentable, terrible la actuación del juez peruano esta noche. Se inventó faltas de la nada, se inventó saques de banda a favor del rival de la nada. Dejó quemar mucho tiempo y perdonó tarjetas. Al central también pareciera haberlo traicionado la ansiedad. Tal vez en Perú no están acostumbrados a ver una hinchada tan inmensa como esta y una salida tan espectacular como la de hoy...

Saludos

septiembre 22, 2007

Punto rescatable.

Fue complicado, pero se logró. Millonarios continuó su racha invicta desde la llegada de Vanemerak al banco técnico. Un empate sin goles fue el saldo final en una plaza complicada para los nuestros como es Ibagué ante un duro rival (no en vano está en los primeros lugares de la tabla con todo y partido pendiente). Y Millonarios pudo haberlo ganado en un principio, al final el desgaste físico hizo su efecto y el equipo defendió con los dientes el 0 en el arco.

Aspectos positivos y negativos de la noche de hoy. Primero hablemos de lo bueno: Cuadrado inmenso, el mejor partido que le he visto, más seguro, sin soltar balones, afianzado en su puesto, y justo cuando más lo necesitamos así, fue la figura del partido sin duda, sobre todo por sus atajadas en los minutos finales. La dupla Bedoya-Robayo en la media cancha cada día brinda más estabilidad tanto en defensa como en salida al ataque. El equipo continúa sin recibir gol, luego de ese par de partidos nefastos, desde que llegó Vanemerak el equipo no recibe goles por torneo local (registro de dos victorias 1-0 y un empate sin goles hasta ahora) y mejoró mucho gracias a la estrategia de presionar al rival desde la salida. Jonathan Estrada: jugadorazo, hizo fintas de crack, de jugador de micro en el barrio, le falta más seguridad para patear al arco, pero ante las ausencias obligadas de Ciciliano y Tejera el 21 respondió a la altura.

Entre lo negativo resalto: Los delanteros, Telembí regresó a la cancha luego de varios partidos, mostró ganas, muchas, pero fue notoria la falta de ritmo, sigue en un mal nivel. Y Villagra no tuvo su mejor noche aunque como pivote lo hizo bien. Los goles no aparecieron, sobre todo en el primer tiempo, y esa falta de definición costó no habernos podido traer tres puntos. El partido de Ervin fue discreto también, no marcó diferencia por más que lo intentó, y ahí también perdimos profundidad en el último tramo. El desgaste físico, lo de hoy significó para muchos jugadores un cansancio notorio, y con un partido en tan sólo dos días hay que rogar porque la recuperación física de los jugadores sea rápida y efectiva.

Con el empate Millos alcanza 11 puntos, la carrera sigue el próximo domingo a las 3:30 ante Junior, pero antes, el día martes será el encuentro de ida de los octavos de final de la Sudamericana ante Colo Colo de Chile. Ojalá los jugadores puedan recuperarse en estos dos días del desgaste físico tremendo de hoy (en los últimos minutos Tolima se vino encima y los nuestros mostraban ya que estaban sin piernas) y estén con toda el martes a partir de las 7 de la noche. La boletería para el partido ya está en los expendios y se pronostica una asistencia masiva, mucho movimiento. No se queden sin entrar.

septiembre 16, 2007

POR "CIEN"-PRE PAPÁ!!!

Qué grande esta semana!!! Ojalá todas las semanas fueran como la que hoy termina. Dos clásicos, contra los dos rivales más enconados. A uno lo sacamos limpiamente de un torneo internacional el jueves, ocasionando un montón de críticas de hinchas verdes y periodistas, llorando por la leche derramada y dando quejas. Al otro lo enfrentamos tres días después con el trajín físico y demás, y lo derrotamos en el clásico, consiguiéndose entonces la victoria número 100 de Millonarios a Santa Fe en la historia del clásico capitalino.

Este es de esos partidos que hay que gozar y ya. Es de recordar las burlas recibidas de los cardenales, convencidos el viernes de una victoria fija. Tan convencidos estaban que como siempre no llenaron su mitad y otra vez se vio ese ya popular hueco de sillas vacías en Oriental. ¿Y nosotros? Fuimos más, siempre somos más.

Fue además un partido controlado en líneas generales. El equipo se comportó a la altura tal como en los partidos de la serie con Nacional. Luchó, metió, corrió, los jugadores se sobrepusieron al desgaste físico y lucharon una a una las jugadas. Santa Fe alcanzó a meter peligro, en dos o tres jugadas, pero fueron bien sorteadas por la zaga azul. Millos tuvo el primer gol temprano, pero el poste y después una mano clara no sancionada por el central así lo impidieron. Santa Fe se caracterizó por jugar todo el partido al juego aéreo, centró mucho el balón pero la mayor chance en los primeros 45 fue un tiro libre del uruguayo Ramírez.

Y el gol de la victoria llegó arrancando el segundo tiempo. Minuto 5, tiro de esquina desde Oriental, arco norte, cobro de Ciciliano y frentazo excelente de Bedoya al piso para desatar el estallido del 60% de los asistentes. Fue el primer gol de Bedoya con la camiseta de Millonarios en Bogotá -los anteriores siempre fueron de visitante- y que hizo las cosas más fáciles, porque provocó el desespero rojo, que nunca encontró cómo pasar del medio azul por más que su técnico movió el banco.

Millonarios tuvo tres opciones clarísimas para seguir de largo. Primero Ervin definió muy mal, después a estrada se la sacó el portero rival, y después Morelo lo tuvo solo pero se demoró y lo anticiparon. Los minutos finales fueron de sufrimiento y ansiedad, pero más por no dañar la fiesta ya montada en las tribunas que por el nivel del rojo, que lució bastante confundido.

"Ya van 100, ya van 100, Santafereño ya van 100" Fue lo que se escuchó de todas las tribunas para con los hinchas vecinos. Y no es para menos. Este día tenía que llegar inclusive antes. Y una mejor... Este año tres clásicos e igual número de victorias azules. Porque es que Millos no tiene marido ni mujer, pero tiene un hijo bobo que se llama Santa Fe.

Se acaba una de las mejores semanas del año, si no es la mejor de todas, por lo menos en lo personal. Una semana en la que se ratifica a nuestros dos hijitos quién es su papá.

Ojalá todas las semanas sean como esta que está por terminar...

septiembre 14, 2007

Chau, mierdolaga!!!

Primeros en la serie, primeros en historia, primeros en hinchada. Primeros en todo. Hoy se revalidó. Hoy en gran parte se empezaron a saldar las cuentas pendientes. Hoy por primera vez en la historia se hizo presente la justicia, esa que había sido esquiva en ocasiones anteriores, todo porque siempre había un factor (a veces dos o hasta tres) que desequilibraba en contra nuestra. Claro, la mafia llevó al que hoy es nuestro más odiado rival a "ganar" cosas que nunca en la vida hubiese logrado honestamente. Claro, el "rey de compras" pensó que otra vez iba a salir avante en una competición internacional, apelando a lo mismo. Y Millonarios se encontró con los mismos factores de toda confrontación con esos. Parcializaciones, errores arbitrales garrafales, marrullería, infamia. Y contra todo y eso venció, con jerarquía, con grandeza. Ya el miércoles anterior se había probado, y Millos se trajo la victoria del Atracacio. Aquí en este blog lo dije, aun no debemos confiarnos, porque jugar contra esos es jugar contra más de once.

Pero hoy, la noche del 13 de Septiembre, quedará grabada, porque fue la noche en la que la justicia se impuso a la marrullería, y de una manera superlativa. Quedará recordada por todos porque hasta hoy ninguna hinchada había preparado una fiesta en la salida de las magnitudes de la vivida en El Campín. Quedará grabada porque Millonarios, uno a uno, hizo ver diminuto, endeble e inferior a su rival, tanto de visitante como de local.

Eran las 8:35 de la noche aproximadamente. En el césped de El Campín las porristas azules hacían el conocido "callejón" para que por ahí pasaran uno a uno los jugadores al saltar de la cancha. Llegó el momento, salió el equipo y de todas las tribunas apareció una humareda de color azul y blanco, majestuosa, y junto con ella aparecieron las bombas, los rollos y el papel picado acompañados por un estruendoso pero fascinante grito de Batalla: "¡¡¡Millos, Millos!!!". La nube de humo cubrió entonces todo el estadio, tanto así que nadie se dio cuenta en qué momento saltó el rival a la cancha. difícil de igualar y mucho más de superar. Si eso pasa, sin duda, será por cuenta nuevamente de ésta, la mejor y más grande hinchada del país. Sólo esta hinchada puede organizar una fiesta de semejante magnitud.

Y empezó el partido, el rival tuvo el balón, intentaba -si se puede decir eso- sin éxito. Uno por uno, sector por sector, jugada tras jugada, Millonarios controló a su rival. Fue una excelente estrategia. Nacional tuvo el balón pero no hizo nada con él, Millonarios se dedicó a jugar a desesperarlos y vaya que lo consiguió. A tal punto que los jugadores verdes se preocuparon más por darle cizaña al juez central que por intentar anotar como pasa siempre que alguno de esos siente resignación, trata de acudir a la marrullería. Y a Millonarios le robaron un gol legítimo terminando el primer tiempo, era de esperarse, pero eso no desmotivó al grupo. En las tribunas tal como sucede siempre, el azul estaba ganando por goleada, no es extraño.

El segundo tiempo siguió con la tónica, pero con un Nacional más desesperado y un Millonarios más seguro, que se tomó confianza y salió más al ataque. Tuvo más el balón el rival, pero nunca llegó con riesgo, Millos jugó con la desesperación mierdolaga de su lado y así cuando tuvo el balón se acercó, inquietó. No puedo decir que la noche fue 10 puntos porque el balón no quiso entrar, y hubiese sido más que merecido. Fue tanta la superioridad que cuando el equipo rival se quedó con diez hombres perdió lo poco que les quedaba de combatividad. Ahí el balón fue azul, y con él la fiesta y la hoche también. Pases de todos a todos, el canto del "ole" ante la mirada atónita de los jugadores mierdolagas, llegadas de riesgo, inspiración. Grande Robayo hoy, fue el mejor lejos. Bedoya se encargó de bajarle los humos al petulante y marrullero ícono mierdolaga a punta de temple y pierna fuerte, grande!!. Y mientras de todas las tribunas se escuchaba un gran reparto de cánticos y alegría, en la parcial mierdolaga todo era miseria... aunque bueno, aceptémoslo, esos siempre son una miseria!!!

"Hay que saltar, hay que saltar, el que no salte es una puta de nacional", "la locura crece y los paisas no aparecen", "mirá, mirá, mirá, tómale una foto, se fueron esos paisas con el culo roto"... todo era un carnaval, el canto del "ole" no se hacía esperar. Pinceladas de Jonathan Estrada por toda la cancha, cómo ha recuperado su nivel!!!, túneles, tacos, cambios de frente, todo ante la resignación mierdolaga y el carnaval millonario. Millonarios ganó de camiseta, ganó de grandeza. Al rival no le alcanzó esta vez con echar terapia a los árbitros, porque simplemente nunca se vio. Millos ganó la serie de forma justa, como el buen papá que es!.

Y es más reconfortante aún saber que no solo le ganamos a Nacional. También derrotamos a la cizaña, a la marrullería, a los periodistas. Muchos deben estar llorando porque el equipito del patrón perdió contra su papá otra vez. Y esos "hinchas" de ese equipo de todas las regiones excepto Antioquia, esos que se pegan de lo que vaya primero en la tabla para tratar de compensar su vida triste y tener algo por que celebrar (así son todos los mierdolagas que no son antioqueños) hoy deben estar llorando su amargura.

Qué linda alegría, gracias Millonarios, el regalo prometido!! Nacieron hijos nuestros, hijos nuestros morirán!!!

Ahora se viene el segundo rival más odiado: Santa Fe, el domingo a las 5:20 pm. Ya todos sabemos cual es la historia, siempre somos más, hay que revalidarlo. De ganar el domingo alcanzaremos la cifra de 100 clásicos ganados. ¿Se imaginan donde eso suceda? La mejor semana del año sería,

saludos

septiembre 10, 2007

Tres puntos valiosos y dos clásicos venideros

Bastó un penal convertido por Villagra para que Millonarios volviera a ganar en casa luego de aproximadamente un mes. De un partido que por ratos estuvo aburrido porque Millonarios jugó a media máquina (entendible, ya estábamos ganando y no había que arriesgar en lo físico) y porque el rival vino a perder, se encerró atrás y ni después del gol en contra arriesgó, todo fue más fácil.

Quizá el resumen del partido se reduce a la actitud de Marcelo Tejera, el uruguayo. Criticado por muchos porque no se le ve correr, pero quien tiene un nivel futbolístico enorme. El partido fue tal como su juego: Lento, camninando, sin correr mucho, pero cada vez que tuvo el balón llevó peligro al área rival. Metió muy buenos pases, que por fortuna del rival terminaban en jugadas de gol despilfarradas. Ervin se comió literalmente dos opciones claritas y Villagra otra más, eso sin contar cuando se ganaba la raya y en el último esfuerzo, el del pase al área, se dilapidaba la opción. Mención especial merece Jonathan Estrada, quien ha levantado enormemente su nivel y fue jugador clave tanto hoy como el miércoles anterior.

Sobre la asistencia, algo concreto: Millonarios jugó hoy con Pereira, recibe el jueves a la ralea de mierda y el día domingo jugará el clásico con Santa Fe. Para el hincha promedio esa seguidilla de partidos es un dolor en el bolsillo y por eso algunos tienen que "escoger el partido". A eso hay que sumarle que la selección colombia juega este miércoles con Paraguay (no me gusta ni cinco la selección ni la sigo, pero se que muchos hinchas si querrán asistir). En total unos 10000 espectadores para ver lo que por momentos pareció un entrenamiento. Se logró salir de la cola de la tabla y posicionarnos a 5 puntos del octavo. Y la carrera sigue, porque para entrar ahora hay que ganar 7 de 10 partidos pendientes.

Y como desde ya se vislumbran comentarios malintencionados de la prensa porque el equipo no goleó al Pereira débil de hoy (es de imaginar los comentarios en los que critican al equipo y salen con que jugó muy mal), es bueno aclarar que era mejor haber jugado hoy a media máquina para llegar mejor físicamente al duro encuentro del día jueves. Se esperaba un partido así, por lo menos yo lo esperaba así. Obviamente, con mejor definición, pero vuelvo a lo mismo, prefiero ver uno solo hoy y el resto el jueves y domingo.

Superado este partido, ahora sí hay que pensar en el súper clásico del jueves, en el que a pesar de la ventaja hay que salir con la mentalidad de vencer o morir, máxime tratándose de ese rival y el hecho de ser una copa internacional. Ojalá volvamos a ver al Millos gallardo del miércoles anterior, y ojalá podamos vivir una alegría más en nuestros corazones.

Saludos,

septiembre 05, 2007

Por fin una alegría... ¡¡¡Y QUÉ ALEGRÍA!!!

¿Por donde empezar? No se aun. Todavía tengo los sentimientos alterados... Fueron tantas las cosas que pasaron que saber por donde comenzar la crónica resultaría imposible, pero bueno, haré el intento de organizar las ideas, ya que la alegría que siento hoy es supremamente inmensa. Ya no es raro, siempre pasa, jugar con Nacional es jugar contra 12, 13 o hasta 14, hoy no fue la excepción. Como siempre que Millonarios visita esa montaña, hoy otra vez nos atracaron a mano armada. En otras ocasiones la prensa de este país disimula los atracos, los robos, los infames arbitrajes siempre favoreciendo al mierdolaga. Hoy fue distinto, hoy todo el continente lo vio. ¿cuanto le habrán pagado a Jorge "Hernán Silva" Hoyos para que nos diera toda esa mano de pito?. Me acordé justito de Hernán Silva en esa infame eliminatoria del 89. Y lo peor del caso, sigue pasando, pero nadie dice nada aquí. Ojalá los de la conmebol revisen la infamia arbitral de hoy. Hoy más que nunca se notó, Millonarios derrotó al "rey de compras", sólo que hoy la compra no funcionó como antes.

¿Recuerdan hace un año, en un partido que Millos tenía controlado a Nacional, una jugada en la que el porterito verde corta un avance con la mano siendo último hombre? Esa vez el señor Barahona le puso amarilla y después echó a Leal, para dejarnos con 10. Hoy fue casi idéntico. El mismo porterito metió la mano fuera del área cortando un claro avance de gol, sólo que esta vez ni la lengua le sacaron. Después el mismo árbitro se dedicó a tarjetear a cuanto jugador de Millonarios cometiera una falta, y luego se inventó un penal que puso a ganar al local. Típico de un partido en Medellín, Millos fue más, hizo ver diminuto al rival hasta que la infame mano del central puso adelante al verde. Ese fue el primer tiempo.

Pero las "fantásticas acrobacias" de Hoyos no terminaron ahí. En el segundo tiempo echó a Rojas por una falta que ni era para tarjeta. No expulsó a Aristizabal, que estaba amonestado y le pegó un monumental codazo a Bedoya, y tampoco echó a por lo menos dos jugadores mierdes que golpearon a un azul cuando éste se encontraba en el piso y pedía ser atendido, sólo "una amonestación verbal". El peor arbitraje de los últimos 19 años contra Millos. Esta vez la prensa nada puede decir, lo vio todo el continente. Sólo basta revisar el video, hasta los comentaristas de Fox Sports estaban anonadados con el infame y localista arbitraje de este sujeto. El mismo que meses atrás se inventó un penal con una falta 10 metros fuera del área que clasificó a Santa Fe a los cuadrangulares. Sería el colmo que mañana salgan a decir que el arbitraje estuvo correcto, como suelen hacerlo siempre cuando le dan pito a Millonarios.

Del partido, todo, hoy Bogotá no duerme, qué felicidad. Tantos factores en común, tantas alegrías. Un segundo tiempo que pareció eterno. Millonarios jugó tan bien, que hizo ver a su rival diminuto, chiquito, escuálido, y no era un rival cualquiera ni un partido cualquiera. Aquí sabemos todos que este es el partido más importante del fútbol colombiano y que Nacional, aparte de sus constantes ayudas arbitrales, es un buen equipo. Y Millonarios, con los mismos jugadores que habían recibido dos goleadas en contra, le jugó de igual a igual, lo superó en todos los sectores del campo, ganó 3-2, pero con todo y eso el marcador fue injusto, era para haberlos goleado. Los dos goles del rival llegaron por un error garrafal del central al pitar un penal que nunca fue, y en el único error que cometió la zaga azul. Aun están en el recuerdo el gol de Jonathan luego del centro de Érvin, el golazo de Ciciliano en una jugada impresionante en la que se combinaron velocidad, precisión y definición. El contragolpe brutal que generó el penal -este si legítimo- contra Jonathan que significó el tercero. La lucha por cada balón, con entereza, la forma en que los defensas y volantes controlaban uno a uno los ataques rivales. La manera como se volteó el marcador de semejante manera, con grandeza, la misma que siempre estamos pidiendo. La camiseta de Millonarios, la más gloriosa de Colombia, se hizo respetar con altura esta vez, tal como debe ser siempre.

Decir quién fue la figura del partido es imposible también. Todos jugaron en un nivel superlativo. Cuadrado se comió el segundo gol y se le notó inseguro, tal vez fue el único que no mostró nivel. Afortunadamente el rival poco llegó. Los demás jugaron extremadamente bien. No sé que habrá hecho Vanemerak para cambiarles el ánimo, tal vez hoy fue la prueba de que esa "empatía" con Lasarte nunca existió y por eso el bajo nivel. Tal vez el nuevo DT, ex jugador que vivió todas las épocas del principio de esta rivalidad hace 20 años les hizo entender lo que significaba jugar contra esos. El punto es que ganamos.

Sin embargo, la serie aún no está definida. Quedan 90 minutos en El Campín para revalidar lo hecho hoy, el avance es sumamente importante, pero aún no hemos clasificado, esa es la consigna. Antes del partido todos pensaban que sería otra goleada en contra y hasta se burlaban -habría que recordar cada uno de nosotros lo que nos dijeron en el trabajo, colegio y universidad-, ahora después todos estamos exaltados y contentos, pero hay que tomarlo con mesura. Con el nivel de hoy sin duda Millonarios va a volver a pasarle por encima a los mierdes -y a cualquiera-, pero por ahora hay que pensar en retomar la senda ante el Pereira el domingo. Tenemos un pie adentro, tal vez pie y medio, pero todavía no los dos. Y con Nacional no hay que confiarse nunca, recuerden: Esos siempre van a jugar con 12, 13 o 14 cuando es contra Millonarios.

PD: No es bueno cobrar... pero esta victoria de hoy no es solamente dedicada a los mierdolagas. También va para aquellos "hinchas" de Millos que abandonaron y no asistieron el sábado a El Campín, los que despotricaron, los que hablaron de más, los que le dieron la espalda al equipo por un mal resultado y nos reprochaban a los que siempre estamos presentes con estupideces como "¿y ud. le va a seguir dando plata a esos perros?" y semejantes. Esos mismos que hoy sí sacan el pecho en la victoria, pero que en la derrota se esconden, los resultadistas. Ojalá lo de hoy les haya abierto los ojos. En las buenas todos... en las malas los que somos.

Saludos.

septiembre 02, 2007

Resignación total... Tres puñaladas más...

Concierto de putazos de la A a la Z. Sinfonía del madrazo a cargo de los Comandos Azules para con todos los jugadores, cuerpo técnico, presidente y cáncer García. Así empezó y terminó la noche del sábado. Uno por uno, como si fueran recorriendo la nómina que entrega la jefe de prensa, todos tuvieron lugar, hasta Bedoya y Quintero (este último de quien se hablan unos rumores que ojalá no sean ciertos). Y cuando yo esperaba una respuesta positiva del grupo luego del catastrófico domingo anterior, los jugadores de nuevo se abrieron de piernas para volver a sufrir una goleada en contra, esta vez en casa.

Si, para mi Lasarte tiene mucha culpa en la situación, por no conocer al grupo, por cometer errores tácticos, por la notoria falta de trabajo. Pero hoy Lasarte cavó su tempranera tumba, o mejor, a Lasarte hoy le clavaron la tumba. Se notó que hoy los jugadores no quisieron jugar, parecía un "cajonazo" de esos típicos del colombiano. Salvo Tejera, Andrés Pérez y Jonathan Estrada (terriblemente sustituido, el único error del técnico) el resto del equipo no tuvo verguenza, entregados, pasivos. De no creer.

Pero en medio de todo y con lo que opino personalmente de la labor de Lasarte, lo de hoy no es culpa de él. ¿Qué culpa puede tener Lasarte de que jugadores como Andrés Mosquera sean tan limitados para marcar?, ¿Qué culpa puede tener de que Cuadrado se coma un gol tan infame como el segundo de los pastusos, en el que con la pelota a dos pasos dejó que el rival llegara y pateara estando quieto? ¿Qué culpa puede tener Lasarte si ninguno de los jugadores se anima a presionar a un rival y lo dejan solo caminando 15 metros hasta que le de la gana de patear?. Pasto llegó tres veces y nos vacunó en igual número. En Millonarios hoy pareció que no quisieran anotar. Las cosas son como son, Lasarte tenía un partido de plazo, lo perdió y seguro se va a ir. Pero aquí hay culpa de todos.

Me encantaría saber qué fue lo que pasó para que un equipo que terminó cuarto hace dos meses hoy esté en las últimas... Hay mucho gato encerrado adentro, la situación después de lo de la noche del sábado pasó a ser inaguantable. El presidente del equipo custodiado por la policía, el plantel saliendo primero que los hinchas. Festival de la moneda en Occidental. Llanto, desesperación, rabia... Ahora se burlan de todos nosotros, los que siempre hemos estado. Ahora se vienen días jartos, jartísimos, aguantando comentarios de todo tipo y de todo el mundo -no solo periodistas y seguidores de los otros equipos, también de algunos "hinchas" de Millos que gozan con cada puñalada para salir con su "se los dije"-; ahora ir a trabajar con el bajón anímico que significa estar viviendo esta pesadilla va a ser más jarto. Qué pereza!

Y este miércoles, nada más y nada menos que partido en Medellín, contra Nacional, el rival de siempre por la copa Sudamericana. Señores jugadores: si en algo sienten respeto por esta hinchada deben entender que contra esa ralea NO SE PUEDE PERDER.Ese partido es a muerte. A ver si entienden el significado de la palabra DIGNIDAD. Con Nacional es aparte...

Otra noche larga y jarta, otra más...