POR "CIEN"-PRE PAPÁ!!!
Qué grande esta semana!!! Ojalá todas las semanas fueran como la que hoy termina. Dos clásicos, contra los dos rivales más enconados. A uno lo sacamos limpiamente de un torneo internacional el jueves, ocasionando un montón de críticas de hinchas verdes y periodistas, llorando por la leche derramada y dando quejas. Al otro lo enfrentamos tres días después con el trajín físico y demás, y lo derrotamos en el clásico, consiguiéndose entonces la victoria número 100 de Millonarios a Santa Fe en la historia del clásico capitalino.
Este es de esos partidos que hay que gozar y ya. Es de recordar las burlas recibidas de los cardenales, convencidos el viernes de una victoria fija. Tan convencidos estaban que como siempre no llenaron su mitad y otra vez se vio ese ya popular hueco de sillas vacías en Oriental. ¿Y nosotros? Fuimos más, siempre somos más.
Fue además un partido controlado en líneas generales. El equipo se comportó a la altura tal como en los partidos de la serie con Nacional. Luchó, metió, corrió, los jugadores se sobrepusieron al desgaste físico y lucharon una a una las jugadas. Santa Fe alcanzó a meter peligro, en dos o tres jugadas, pero fueron bien sorteadas por la zaga azul. Millos tuvo el primer gol temprano, pero el poste y después una mano clara no sancionada por el central así lo impidieron. Santa Fe se caracterizó por jugar todo el partido al juego aéreo, centró mucho el balón pero la mayor chance en los primeros 45 fue un tiro libre del uruguayo Ramírez.
Y el gol de la victoria llegó arrancando el segundo tiempo. Minuto 5, tiro de esquina desde Oriental, arco norte, cobro de Ciciliano y frentazo excelente de Bedoya al piso para desatar el estallido del 60% de los asistentes. Fue el primer gol de Bedoya con la camiseta de Millonarios en Bogotá -los anteriores siempre fueron de visitante- y que hizo las cosas más fáciles, porque provocó el desespero rojo, que nunca encontró cómo pasar del medio azul por más que su técnico movió el banco.
Millonarios tuvo tres opciones clarísimas para seguir de largo. Primero Ervin definió muy mal, después a estrada se la sacó el portero rival, y después Morelo lo tuvo solo pero se demoró y lo anticiparon. Los minutos finales fueron de sufrimiento y ansiedad, pero más por no dañar la fiesta ya montada en las tribunas que por el nivel del rojo, que lució bastante confundido.
"Ya van 100, ya van 100, Santafereño ya van 100" Fue lo que se escuchó de todas las tribunas para con los hinchas vecinos. Y no es para menos. Este día tenía que llegar inclusive antes. Y una mejor... Este año tres clásicos e igual número de victorias azules. Porque es que Millos no tiene marido ni mujer, pero tiene un hijo bobo que se llama Santa Fe.
Se acaba una de las mejores semanas del año, si no es la mejor de todas, por lo menos en lo personal. Una semana en la que se ratifica a nuestros dos hijitos quién es su papá.
Ojalá todas las semanas sean como esta que está por terminar...
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