El final de un ciclo
El pasado lunes Ricardo Ciciliano recogió todas sus cosas de la finca y guardó todo en el vehículo después del entrenamiento. El volante barranquillero no seguirá con Millonarios en este semestre y se irá a manera de préstamo al Once Caldas, y en su lugar vendrán Mauricio Casierra y Javier Araujo.
Una tarde-noche de Domingo Millos gana 1-0 al Medellín en el inicio de unos cuadrangulares y parece como si se viniera el mundo encima: El arquero titular sale por lesión y al suplente lo expulsan en una jugada en la que, además, se sanciona penal. Y cuando todo parece perdido el calvo que tiene la camiseta número diez se pone un buzo y vuela a su derecha para atajar el penal y conservar la victoria. Un año y medio después aproximadamente, el mismo volante tiene la opción de patear el penal de la victoria al Cali en esa ciudad, cuando el equipo local se quedó sin cambios y sin portero, y tuvo que utilizar a uno de sus defensores como golero improvisado, con tal mala fortuna que el penal también es atajado. Esa fue la historia del ciclo de dos años de Ciciliano en Millonarios: el constante paso de héroe a villano, y viceversa. En muchos partidos salió como la gran figura, pero en otros fue tildado de "pararse". La gente recuerda sus goles y actuaciones, pero también recuerda los penales fallados y las veces que su juego no fue superlativo.
Ricardo tuvo que cargar en sus hombros el peso de llevar la camiseta diez del equipo más grande de Colombia, cuya hinchada es tan grande como extremista y en donde el volante creativo lleva, quizá, más peso que el resto de la nómina cuando hay un revés. Desde la década pasada con John Mario Ramírez, el volante 10 siempre ha llevado la carga del equipo. Por eso Ciciliano siempre generó opiniones divididas entre los hinchas y tenía esa "facilidad" de pasar de ser el más villano de todos al más grande de los jugadores de la nómina, o al contrario.
Y tanta división y tanto extremismo causaron malestar en Ciciliano, quien a principio de año tuvo una posible oferta de ir al fútbol del exterior que no se dio y el bajón anímico lo hizo expresar en primera instancia sus ganas de no continuar, calmadas en su momento por el presidente y por la gente, pero que explotaron después de la eliminación reciente, cuando fue amenazado por un grupo de hinchas que claramente no pensaron en ese instante y actuaron mal. Aunque Quintabani lo tenía en sus planes, Ciciliano ya había manifestado sus ganas de marcharse argumentando seguridad para su familia. Su pase sigue siendo de Millonarios, por lo que por ahora se puede esperar un virtual regreso.
LosMillonarios.net siempre defendió a muerte al barranquillero en este ciclo. Yo no me olvido de aquellas alegrías del año pasado en la Copa Sudamericana: el gol casi agónico con Bolognesi en Tacna que forzó los penales en donde Millos ganó la serie, el carnaval en Medellín de aquella noche del 5 de Septiembre, el gol a Colo Colo que salvó un partido dificilísimo en el Campín por la ida de los octavos y los dos goles a Sao Paulo la noche del 24 de Octubre que significaron el mejor triunfo de Millonarios en la última década. Tampoco me olvido de partidos grandes como el último contra el América de Cali en donde tres goles suyos significaron el paseo al diablo caleño. Por cosas como éstas es que LosMillonarios.net siempre quiso su continuidad en el equipo y manifiesta su gratitud al barranquillero y le desea la mejor de las suertes.
Con la salida, ahora Millonarios deberá buscar un refuerzo en esa posición, pues Quintabani contaba con que Ciciliano continuara y Cochas, quien fuera el suplente del barranquillero, fue uno de los que salió del equipo con la llegada del colomboargentino.
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