noviembre 03, 2008

8 años y contando...

Millonarios comenzó la fecha ubicado en la tercera posición de la tabla. La derrota del Cali en casa el sábado indicaba que una victoria dejaría a Millonarios en el segundo lugar de la tabla y cualquier otro resultado iba a ocasionar perder puestos. Al final, el empate sin goles entre Millonarios y el Caldas, con el cual el equipo manizalita completó ocho años sin perder en El Campín, dejó a Millonarios en la octava casilla gracias a la buena diferencia de goles. Millonarios sigue dependiendo de Millonarios, pero se dejaron escapar dos puntos que hacían todo más fácil para clasificar.

Lo mejor del día domingo sin duda fue la asistencia. Más de 20 mil espectadores presentes para ver el partido. En el primer minuto de juego, Milton Rodríguez sacó un remate impresionante desde muy lejos que salvó Mesa, el arquero visitante. Fue la primera y única llegada de Millonarios de todo el primer tiempo. Caldas apostó a un planteamiento ultra defensivo en el cual jugaba a resguardarse muy bien atrás y cerrar todos los espacios posibles, y apostar a contragolpes con Ciciliano y Fano, el peruano.

En consecuencia de esto, el primer tiempo resultó muy pobre para el espectáculo. Millonarios llegaba hasta tres cuartos de cancha y al no encontrar espacios se devolvía, y Caldas caía una y otra vez en la trampa del fuera de juego. En la mitad de la cancha, Gerardo Bedoya y Andrés Pérez se jugaron cada uno un partidazo aparte y lo quitaban todo, y también es bueno mencionar el partidazo de Álex Díaz por izquierda hasta que por lesión tuvo que ser sustituido por Casierra. Sobre los instantes finales de la inicial, Fano la tuvo luego de recibir un centro solitario, pero su cabezazo salió desviado.

El segundo tiempo mostró a Millos mucho más vertical y se acercó con mucho riesgo al pórtico visitante hasta el punto de convertirlo en figura del juego. Milton la tuvo primero con un cabezazo que pasó ligeramente desviado. Después, el mismo Milton la tuvo entrando al área mano a mano, pero se enredó con el balón. Asprilla lo tuvo luego de un cabezazo de Mera que dio rebote, tenía que empujarla, pero la tiró por fuera. Después, Quintabani movió el banco, mandó a Tejada al banco por Pérez, el panameño tuvo una opción clara entrando al área, pero remató suave y a las manos del portero, fue lo único que hizo Tejada, después la pelota le picaba y se le iba y nunca podía controlarla. Jonathan la tuvo en un tiro libre que salvó Mesa de nuevo. Un cabezazo de Mera fue salvado casi que en la misma línea de gol por un defensor blanco. Opciones hubo, pero no se pudieron concretar. Araújo ingresó después por Elinho, pero ni se notó. Y ante la infectividad vino el desespero, tanto de los jugadores como de los hinchas.

Caldas se acercó con riesgo también: Ciciliano avisó con un tiro libre que se fue desviado y Fano avisó con un muy buen cabezazo que salvó Cuadrado. Después, el mismo Fano anotó un gol bien invalidado por mano, y sobre el final del partido, el juez central omitió una mano que era penal para la visita, para nuestra fortuna. Al final, el 0-0 fue perjudicial para ambos. Millonarios descendió posiciones, y Caldas resignó posibilidades.

Lo que viene para Millonarios son dos rivales que están peleando para salvar la categoría, lo que hace que sean dos juegos dificilísimos. Bucaramanga de visitante y Envigado en casa es el camino que falta por recorrer. En la teoría, con una victoria Millonarios se clasificaría, pero hay que apostar a ganar los dos partidos y quedar bien arriba en la tabla, esto para lograr mejores ventajas a la hora de un desempate en los cuadrangulares. Por eso había que ganar como fuera ante el Caldas. Y eso sí, no clasificar sería sin lugar a dudas un fracaso absoluto.

Empate firmado

Intenso y disputado. Así fue el clásico capitalino en su versión número 253. Millonarios hizo más por el partido, Santa Fe apareció en momentos clave. Al final, el empate a un gol deja a Millonarios todavía clasificado y dependiendo de sí mismo para clasificar a la fase semifinal. El central anuló un legítimo gol de los embajadores que significaría la victoria, y además dejó que el equipo rojo pegara a merced a cuanto jugador azul aparecía. Milton llegó a diez goles con la camiseta de Millos y continúa en el segundo lugar de la tabla de goleo.

Fue Santa Fe el que avisó primero, cuando apenas iban cuatro minutos. Un remate en el palo fue el campanazo para que los jugadores azules se despertaran y afrontaran el partido con más viveza. O bueno, diez de los once jugadores, porque Casierra siguió dormido y Santa Fe aprovechó su banda para atacar durante toda la primera mitad. Millonarios poco a poco empezó a poner las condiciones y fue arrinconando al equipo rojo en su terreno. El equipo azul avisó con un cabezazo de Milton que pasó muy cerca del travesaño y con un remate ligeramente desviado. El primer gol empezaba a cocinarse, hasta que a los quince minutos, luego de un saque de banda, Casierra, dormido, permitió que Mosquera entrara al área por su banda con todas las garantías y pusiera un centro preciso para que Seijas, el venezolano, anotara el gol cardenal.

Después de eso Santa Fe quiso esperar la arremetida azul, Millonarios se fue con todo buscando el empate, que afortunadamente llegó rápido. En el minuto 22, un mano a mano de Milton con "el paraguayo" Julio dejó a éste último como vencedor luego de enviar la pelota al córner. Jonathan cobró y en una acción infantil Flotta haló la camiseta de Robayo. Penal claro que no dudaron en señalar ni el central ni el asistente de Oriental. Milton cobró suave y acomodado al palo derecho de Julio y fue el empate. A partir de ahí Millonarios hizo más por el partido y siguió acercándose de la mano de Robayo y Jonathan. Lamentablemente, hizo falta un poco en el tramo final de la cancha y el empate fue el resultado al finalizar el primer tiempo.

El segundo tiempo comenzó de la misma manera. Millonarios el que proponía, Santa Fe el que esperaba y buscaba contragolpes. Sobre los diez minutos, en un avance por la izquierda, Elinho recibió un pase de la muerte y la mandó a guardar en el arco sur de El Campín, y todo era perfecto hasta que el central Peñuela y su asistente de Occidental anularon lo que era el 2-1. Mal anulado, Elinho estaba habilitado.

sobre los 19 minutos Córdoba tuvo que salir por lesión para darle paso a Cuadrado. Después llegó la lluvia y con ella el partido bajó en calidad. Los dos equipos parecían que jugaban con el empate firmado. En Millonarios ingresaron Tejada y Araújo por Bedoya y Milton, respectivamente. Millonarios trató de inquietar la portería roja. Santa Fe intentó acercarse y tuvo dos opciones claras, la primera un remate desviado y la segunda una monumental salvada de Cuadrado con la pierna cuando presentíamos lo peor. Al final, un empate casi que negociado que dejó a los dos equipos todavía en la pelea. Millonarios jugó mejor y propuso más. Millonarios mereció más. Por eso queda ese sinsabor entre los hinchas, porque Millos no ganó ninguno de los clásicos del año. Dos empates y dos derrotas quedan como saldo, después de que en 2007 el equipo azul ganó tres y empató uno.

Millonarios depende de sí mismo para la clasificación. Deberá recibir a Caldas el próximo fin de semana y una victoria lo dejaría casi que clasificado. El calendario para el equipo embajador no es complicado y tiene dos juegos en casa. Quedar eliminados de los cuadrangulares sería un fracaso de grandes proporciones.

octubre 23, 2008

Sufriendo más de lo debido

Había que ganar sin importar lo demás. Había que sumar de a tres así fuera ganando medio a cero para no quedarnos colgados. Al final, aunque el equipo sufrió de más, aunque se terminó el partido con ansiedad y algunos hinchas pedían tiempo, aunque el rival tuvo un hombre menos que Millonarios durante gran parte del partido y tuvimos que esperar casi 75 minutos para cantar un gol; el equipo ganó, saltó al tercer lugar de la tabla de posiciones de este campeonato apretadísimo y llega con la confianza suficiente para afrontar el próximo sábado una nueva edición del clásico capitalino.

Para muchos el rendimiento del equipo no fue el mejor, para muchos el equipo jugó mal teniendo en cuenta como se dieron las condiciones del juego. Algunos pedían la salida de Elinho justito hasta instantes previos a su anotación que a la postre significó el triunfo. Con el empate en ceros, la desesperación se apoderó de los jugadores y también de los hinchas, que no podían creer que Millonarios tuviera que sufrir tanto para ganarle a un equipo diezmado que tenía un hombre menos en el campo casi todo el partido, que quemaba todo el tiempo del mundo posible con la complicidad de Adalberto Rincón y que, además, sólo avisaba peligro en la pelota aérea, en donde casi siempre ganó a la zaga azul.

El planteamiento de quintabani para el primer tiempo era más cauteloso que cualquier otra cosa. Los tres hombres de recuperación y apenas Estrada como enganche no daban muchas alternativas. El equipo azul llegó poco al arco defendido por Estacio, se jugaba mucho por la derecha y los avances llegaban hasta tres cuartos de cancha. El partido no era bueno, por el contrario, se jugaba mucho en la mitad y ninguno de los dos equipos mostró situaciones claras de gol. Ni siquiera después de la expulsión de Rojas cambió la situación. Millos tenía un hombre más en el campo, pero la diferencia, no se notaba. El portero visitante desde muy temprano empezó a quemar tiempo con cada saque de meta a favor y el central no le quiso sacar ni la lengua. Con el partido cortado, con Millonarios inofensivo y con Huila retrasado buscando contragolpes que nunca existieron, se fue la primera parte. Sobre el final, en una jugada de ataque, el central dejó seguir lo que desde la tribuna pareció ser un claro penal.

Era el momento de replantear la situación y así lo entendió Quintabani. Para el segundo tiempo mandó al campo a Araújo en el lugar de Andrés Pérez (de buena actuación). Con el cambio de módulo táctico Millonarios mostró más vértigo y desde el inicio del segundo tiempo se acercó con más riesgo. La primera la tuvo Casierra quien después de un rebote recibió la pelota casi que con el arco al frente pero se la dio a un rival. Después todo lo hizo Estacio, empezó a sacar remates que eran goles cantados y de a poco, con sus atajadas y su forma desenfrenada de quemar tiempo, se fue erigiendo como la figura del partido. Huila empezó a avisar por medio de la pelota quieta, en donde en un noventa porciento de las veces sus atacantes ganaron sobre la zaga azul ocasionando varios dolores de cabeza.

Pasaban los minutos y la desesperación entró. Los comandos empezaron a cantar el "movete Millos, movete", mientras en Oriental y Occidental la gente empezó a pedir a Tejada en lugar de Elinho, quien no había tenido una buena noche. Al final el panameño ingresó, pero por Asprilla. Quintabani se la jugó toda y era obvio, había que ganar como sea. Sobre el minuto 28 de la segunda parte, por fin, los jugadores de Millos se combinaron para abrir la defensa visitante por el centro con algo de suerte también, y así Elinho, quien no había tenido un buen partido hasta entonces y ya estaba empezando a ser resistido por algunos, quedó mano a mano con Estacio y lo venció. Llegó el gol, por fin, se había demorado mucho, pero Millos estaba adelante en el marcador.

Huila, entonces, sacó lo poco que tenía buscando el empate y Millonarios trató de aprovechar los huecos dejados para generar contragolpes. Tejada pudo hacer el gol de la fecha tras empalmar una volea de primera intención. Su remate, furioso, iba a todo el ángulo, y Estacio dijo que no. Después, el golero tuvo otra muy buena intervención y un par de remates más salieron desviados. Huila no llegó con peligro después del gol de Millos, pero sí alcanzó a meter al equipo embajador en su campo. Sobre los minutos finales algunos, desesperados, pedían tiempo. Pero era más cuestión de ansiedad y de los cuatro minutos de adición que dio el central, que de algún peligro que generara la visita. Sobre los minutos finales José Mera fue expulsado por doble amarilla y se perderá el partido del próximo sábado, lo que hará que Quintabani recomponga muy bien la defensa. Llegó el final y gracias al apretado triunfo y la combinación de resultados, ahora Millonarios es tercero, aunque el octavo tenga apenas dos puntos menos.

Para el último clásico, tanto Millonarios como Santa Fe llegaron con los mismos puntos pero el cuadro rojo ganaba la posición por diferencia de goles. Ese clásico lo ganó Santa Fe 0-1. Esta vez, en vísperas del que puede ser el último clásico del año, los dos equipos llegan en las mismas condiciones, pero ahora es el equipo azul el que gana la posición por la diferencia de goles. Que sea este un buen presagio para lo que todos queremos, una victoria azul ante el rival de todos los tiempos.

octubre 20, 2008

Liquidados en dos minutos

Millonarios perdió por tercera vez consecutiva ante el Boyacá Chicó, que se ha convertido en verdugo de los azules después de que hasta hace un año para nosotros jugar con Chicó eran tres puntos fijos. Más allá de eso, el equipo perdió jugando muy mal y dejando una mala imagen en tierras boyacenses. Chicó no tuvo la pelota, pero jugó muy ordenado y le bastó para liquidar a los embajadores en solamente dos minutos. El equipo boyacense se mostró mejor en la cancha a pesar de nunca tener el control del partido y los azules, sobre el final y cuando más se necesitaba, se vieron limitados y entregados. Otra vez la hinchada tuvo un capítulo aparte, se mostró inmensa. Miles de aficionados viajaron desde Bogotá y otros tantos que se acercaron desde Tunja y los pueblos del departamento de Boyacá hicieron del estadio La Independencia una segunda casa, lamentablemente, el equipo no estuvo a la altura de la hinchada una vez más.

Quintabani optó por jugar con tres volantes recuperadores y un creativo. Andrés Pérez, Bedoya y Robayo arrancaron desde el vamos y Elinho logró estar para el partido a pesar de su lesión de tobillo. El empuje de Millonarios en el arranque del partido duró cinco minutos, tiempo en el cual Elinho la tuvo con un remate que se fue ligeramente cerca del palo defendido por "Prono". Después, aunque el equipo azul siguió teniendo el control del partido, no realizó ataques peligrosos durante casi veinticinco minutos de juego. Al contrario, fue el Chicó el que tuvo las chances, primero con un cabezazo que chocó en el palo derecho de Córdoba y después con acercamientos peligrosos por la zona derecha.

Millonarios parecía adormecido en el terreno, tenía la pelota pero no hacía daño, sus pases eran siempre horizontalizados y no había explosión en ataque hasta el minuto 30, cuando en jugadas consecutivas el golero Prono salvó al Chicó. Primero con un remate de Milton en el mano a mano que se encontró su mano izquierda, después en un mano a mano con Jonathan que alcanzó a manotear y el balón fue a golpear lentamente contra el palo, y después en el rebote un remate de Robayo que golpeó en un rival cuando iba camino de gol. Después Chicó la tuvo con un remate de Pacheco que muy bien salvó Córdoba.

En el segundo tiempo Millonarios salió mejor parado en el terreno. Sobre los seis minutos de juego, luego de un cobro de costado, la cabeza de Mera peinó la pelota y la mandó al fondo de la red. Gol de Millos y júbilo, júbilo efímero que no alcanzó a durar sesenta segundos porque en la siguiente jugada Palacios el lateral derecho del equipo que oficiaba como local, llegó hasta casi el borde del área tan tranquilo como si estuviera en la casa del vecino, tuvo todo el tiempo del mundo para acomodarse y sacar un derechazo al ángulo y empatar. Y menos de un minuto después, en un centro desde la izquierda la defensa se quedó dormida y Moreno liquidó de cabeza a Córdoba. En dos minutos el partido cambio de ganador con tres jugadas.

Millonarios intentó reaccionar, tuvo como empatar con un remate de Andrés Pérez que se estrelló en el palo y después con Milton en un cobro de pelota quieta que salvó providencialmente "Prono". Siempre "Prono", puede tapar mal toda la temporada, pero contra Millonarios siempre tiene actuaciones superlativas. Dos llegadas con riesgo, y después el equipo azul se fue diezmando paulatinamente. Primero Millos llegaba al área rival pero nadie se atrevía a disparar y la jugada terminaba en pelota por la banda y centro, y después, peor aún, ya ni siquiera se pisaba el área rival. Fue entonces cuando Chicó se convirtió en dueño del partido teniendo la pelota y pasándola a lo largo y ancho del terreno ante un Millonarios que lo hizo más fácil para el local luciendo entregado y limitado. Entraron Ervin y Tejada por Elinho (desafortunada presentación) y Casierra, pero nada cambió.

Perdió Tolima, perdió Santa Fe y empató Pereira. Era una oportunidad perfecta para descontar puntos en la lucha por llegar a la punta del campeonato. Pero Millonarios no aprovechó y, al contrario, permitió que equipos que están por debajo se acercaran en puntos. Hoy Millonarios es quinto, pero el Caldas, que es décimo tercero, está tan sólo dos puntos por debajo. Quedan cinco partidos y Millonarios solamente saldrá a Bucaramanga, todo está servido, la clasificación está aquí en Bogotá, pero no se pueden dar ventajas como las de la noche del domingo en Tunja. Lo que viene es el Huila este miércoles en el horario de las 8:30 PM en El Campín.

octubre 04, 2008

Perfecta noche de viernes

El juego repetitivo de Millonarios de todo el mes de Septiembre se fue al olvido en la noche del viernes cuando el equipo azul literalmente le pasó por encima al Pasto en una noche perfecta y retomó la senda victoriosa. Elinho, el brasilero, debutó con la camiseta de Millonarios marcando dos goles y jugándose un partidazo. Milton volvió al gol después de cuatro partidos y Jonathan Estrada nos regaló a los asistentes una joya, un golazo de lujo de esos que generalmente escasean en nuestro medio para ponerle el moño y las cifras concretas al marcador. Fueron cuatro, pero con todo y eso el arquero rival fue la figura del partido. De no haber sido por él, Millonarios tranquilamente pudo haberle hecho ocho goles a un Pasto que no pudo oponer mayor resistencia ante el buen juego del equipo de nuestros amores.

Fue el rival el que pegó primero con un remate desde fuera del área peligrosísimo que salvó muy bien Óscar Córdoba. De ahí en adelante Millonarios lo hizo todo, de la mano de un Estrada iluminado y jugando al toque, por el piso, combinando a volantes y delanteros, el equipo azul se empezó a acercar a predios pastusos. Elinho empezó a avisar de sus capacidades con un remate entrando al área por zona izquierda que se fue ligeramente por encima. Después la tuvo Milton en un tiro libre que ya estábamos cantando como gol y que salvó providencialmente el portero rival.

A los 22 minutos se desequilibró la balanza. Elinho puso un pase a Araújo, quien ingresó al área y remató al arco, la pelota quedó en rebote y otra vez elinho aprovechó para sentenciar al Pasto con un derechazo abajo. Cinco minutos después, Millonarios se juntó por izquierda, Milton ingresó al área y colocó un centro preciso al otro palo que sobró al golero y apareció la cabeza del brasilero de nuevo para poner el 2-0. Antes del final del primer tiempo la tuvo Araújo quien remató desde la derecha y su disparo fue desviado por el meta visitante. Pasto no podía hacer mucho, sus jugadas no pasaban desde la media cancha, en donde Robayo y Andrés Pérez lo quitaron todo y se comieron la cancha. Vimos a Robayo motivado por regresar al campo, como si sus dos fechas de sanción hubieran sido eternas. Y vimos al mejor Andrés Pérez de los últimos tiempos, el volante parecía tener más pulmones, cada balón lo corría a muerte. Parecía el Andrés Pérez que conocimos del 99 y principios de ésta década. Su actuación de anoche fue superlativa.

Para el segundo tiempo Millonarios siguió en su misma tónica de juntarse por el piso, de tocar la pelota con velocidad y precisión, de juntarse con paredes y tocatas para generar sorpresa. Milton ingresó al área y cuando estaba listo para liquidar su remate fue desviado por la pierna de un rival. El delantero se notaba ansioso por volver al gol y a los once minutos de la complementaria se le dio. En una combinación con Estrada, el valluno dejó al calvo en el área mano a mano con el portero, Jonathan remató con furia y el portero alcanzó a tocarla y desviarla al palo, pero en el rebote apareció Milton para liquidar con el arco a su merced y poner el tercero.

Después ingresó Ervin por Araújo, quien salió aplaudido por su gran actuación. En la tribuna, los 10 mil fieles que asistimos, los de siempre, palpitábamos que la cuenta no estaba completa y que faltaba más. Y Jonathan, que todo el partido se había juntado con todo el mundo con tocatas y deleitaba a la tribuna por mostrar el nivel que le conocemos de siempre, iba a tener su premio, que fue a la vez premio a los hinchas, premio al equipo y premio al fútbol. Íban 22 minutos del segundo tiempo y el volante tomó la pelota y arrancó en una carrera hacia el arco norte del estadio, cinco jugadores rivales fueron a quitarle el balón y los cinco salieron bailados. Con esto Estrada llegó al área y quedó mano a mano, pero esta vez definió perfecto al palo izquierdo del portero. Fue un verdadero golazo que nos dejó tan felices como sorprendidos a todos. Por eso, cuando el volante fue sustituido siete minutos después por una molestia, se llevó una ovación impresionante.

Y después Millonarios pudo hacer más pero el portero visitante estuvo atento. Primero con Robayo quien perdió en el mano a mano después de entrar al área. Después Tejada, quien ingresó por Elinho para el aplauso, se juntó con Milton y este último soltó un gran remate desde fuera del área buscando bañar al portero rival quien alcanzó a manotear para sacar al córner (hubiera sido otro gol de fantasía). Y finalmente un tiro libre de Hurtado que conjuró también el portero del equipo de la visita. Hubiera sido excelente, por ejemplo, un gol de Tejada, para sacarse la sal de encima y arrancar la racha goleadora. Pasto llegó solamente una vez con peligro en todo el segundo tiempo y la jugada terminó en un gol anulado por claro fuera de juego.

Millos volvió a ganar, gustar y golear. Volvió a realizar una presentación de esas que nos gusta ver ante su gente, ante los de siempre, los que no escogemos rival, día ni hora. Del equipo repetitivo y sin ideas de Septiembre no se vio nada ayer. Por el contrario, se vio un equipo con dinámica, con variantes, con precisión, que jugó bonito a la pelota y que tenía enloquecido al rival por su rendimiento. Este es el Millonarios que siempre queremos ver, el que pasa por encima del rival y sin importar que el marcador ya esté abultado sigue yendo hacia el frente buscando ampliar la ventaja.

...y pudo ser peor

América de Cali ganó hoy por la mínima. El equipo caleño sufrió para derrotar a un equipo que lució falto de creatividad, repetitivo, sin sorpresa, sin ataque. Aunque es cierto que el juez central y, sobre todo, el juez de línea de Oriental influyeron en el resultado, no podemos estar cegados ni conformistas: Millonarios jugó un segundo tiempo horrible en Cali y no perdió por una mayor diferencia porque entre Óscar Córdoba y los palos ayudaron a que el América sufriera para derrotarlo cuando tuvo todo para pasarlo por encima lejos.

Otra vez, el empuje de Millonarios duró quince minutos, tiempo en el cual alcanzó a fabricar una opción de gol clara con Tejada que se fue cerca del segundo palo del arquero. Después América reaccionó, y aunque Millonarios tácticamente lo hacía todo bien en defensa, el equipo caleño asustó con un remate de Parra que parecía inofensivo y terminó golpeando el vertical. No fue mucho más lo que pasó en el primer tiempo. Millonarios jugó a defenderse con un muy buen orden táctico y salía al ataque cuando podía pero llegaba hasta tres cuartos de cancha. Muy buen trabajo de Ómar Vásquez en la zona creativa cumpliendo con la norma del juvenil.

Para el segundo tiempo ingresó Jonathan por Vásquez, pero otra vez estuvo desdibujado. Si en el primer tiempo Millonarios había controlado muy buen los ataques del equipo rojo de Cali, el segundo tiempo fue una cosa totalmente distinta. Desde el primer minuto el local se fue con todo. Aprovechó muy bien sus laterales y la media distancia, y cada llegada de los rojos era un peligro inminente. El poste salvó otra vez a Millos, y Córdoba se fue erigiendo poco a poco y llegada tras llegada como la figura del compromiso. Además, para el América todo era más fácil: Los ataques de Millonarios eran repetitivos y fáciles de conjurar.

Cuando iban 25 minutos del segundo tiempo hizo su aparición el central Jorge Ramírez, quien un año atrás con los mismos equipos jugando en la misma ciudad validó un gol ilegítimo de los rojos y pitó un penal inexistente. Esta vez, tuvo que incidir tras expulsar injustamente a Mauricio Casierra. Fue una jugada en la que el lateral fue a cortar un avance, fue al balón, pero el rival cayó aparatoso. No era falta pero, de serlo, no era para amarilla, y Ramírez le sacó la roja. El cambio obligó a Quintabani a meter a Miguel Rojas por Érvin, que se cansó de llevar la pelota a tres cuartos de cancha para luego devolverse. Dos minutos después, una jugada lícita que terminó en gol de tejada fue invalidada por el asistente de Oriental por fuera de lugar inexistente, pues el panameño había partido por lo menos dos metros atras del último defensor rojo. A once minutos del final, América se juntó por la izquierda, lugar por donde llegó cada vez que quiso en todo el segundo tiempo. Armero recibió libre, Asprilla no estaba cerca y el jugador rojo tuvo todo el tiempo del mundo para centrar justo a la cabeza de Ramos, quien liquidó a Córdoba y rompió el cero.

Después del gol, América pudo haber anotado más. Millonarios tenía inferioridad numérica y además tenía inferioridad futbolística. El línea de Oriental volvió a señalar posiciones adelantadas inexistentes en contra de los nuestros, y Córdoba seguía consolidándose sacando todo lo que le tiraban. Afortunadamente el rojo de Cali no anotó más, porque hoy Millonarios y América tienen los mismos puntos pero el azul gana la posición por un gol de diferencia, uno de los que salvó Córdoba o pegó en los postes. Después de un primer tiempo muy bueno en el que el equipo azul jugó muy ordenado, en el segundo tiempo, simplemente, Millonarios no estuvo.

septiembre 26, 2008

Les perdonamos la vida

Nacional vino a Bogotá a jugar con el planteamiento más defensivo posible. El equipo verde jugó a empatar y lució limitado, temeroso y asustado. Y con todo y eso, Millonarios no pudo liquidar, se fue otra vez en blanco y desperdició una gran oportunidad de acabar con el mezquino equipo visitante. Nuevamente vimos a Millonarios muy ansioso, con muchas malas entregas, sin empuje, sin ideas, sin creatividad y, por momentos, pasivo. Gerardo Bedoya salió expulsado -aun desconocemos la razón verdadera- y se perderá el partido del domingo en Cali ante el América.

Con la ausencia de Robayo, Quintabani se la jugó enviando a Hurtado a la primera línea de volantes y el resultado fue ver a Iván consagrándose como el mejor jugador de Millos y del partido. Mera y Cortéz conformaron la pareja de centrales, a ambos se les vio algo de temor escénico. La novedad de los azules estuvo en la creación, en donde Denilson Santos, el brasilero, hizo su debut en lugar de Araújo, quien fue retirado de la concentración por una virosis y tuvo que ser reemplazado por Érvin, quien fue al banco.

El vértigo de Millonarios al comienzo del partido duró quince minutos, precísamente, lo que duró el brasilero debutante haciendo su juego. En ese lapso, Leonardo Castro tuvo las dos mejores oportunidades de Millonarios en la primera parte: primero con un cabezazo que se fue cerca y después con un remate de media distancia que alcanzó a salvar Blandón cuando parecía meterse por el palo derecho del meta.

A partir de ahí, Nacional tomó el control de las acciones y aunque no hizo nada en ataque, logró despertar la ansiedad de los jugadores azules que no veían cómo superar la defensa de hasta cinco hombres que planteó el visitante. Los jugadores azules se perdieron por completo por momentos y el ataque azul se alejó considerablemente del arco de Blandón mientras las malas entregas hicieron su aparición, excepto en una jugada en la que Milton se robó el balón y cuando ingresó al área rival hizo una de más, después la jugada terminó en gol anulado de Castro por fuera de juego.

Durante todo el primer tiempo empezamos a notar que el juez de línea de Occidental estaba inclinando la cancha a favor de la visita. Cualquier forcejeo de un azul era falta, todas las jugadas eran fuera de lugar y la mejor, levantó su bandera sancionando una supuesta falta sobre un jugador verde a cientos de metros de distancia después de que el árbitro ya había dejado seguir y Millonarios armaba un contragolpe letal. Sobre el final del primer tiempo el central expulsó con total justicia a Amaya por un codazo descarado sobre Denilson.

Y si el visitante había sido miedoso en la primera parte, para el segundo tiempo lució aún peor. Millonarios tuvo la pelota todo el tiempo, dominó, trató de acercarse y el visitante rechazaba siempre a cualquier parte. Se notaba demasiado que Nacional estaba respetando demasiado a Millonarios. El miedo se notaba en todos y cada uno de sus jugadores, tanto así que Eduardo Blandón tenía que quemar todo el tiempo del mundo en cada saque de meta. Y Millonarios nunca supo aprovechar. Tuvo el balón todo el tiempo, pero se acercó muy poco. La noche de Jonathan Estrada fue para el olvido. El calidoso jugó quizá el peor partido con la camiseta albiazul, siempre trató de pasar por donde no cabía, trató de buscar faltas fuera del área que no existían y el central jamás le comió cuento, y cuando pudo rematar prefirió centrar de forma errada.

Después, sucedió lo que muchos presentíamos. Algo le dijo el juez de línea de Occidental al árbitro y éste último expulsó a Bedoya, nadie sabe qué fue lo que pasó en realidad. Con todo y esto y cuando pensábamos que al estar ambos equipos con diez jugadores Nacional iba a proponer, la historia fue la misma. Nacional siguió encerrado miedoso y Millonarios siguió con el control. Fue entonces cuando Hurtado tuvo que cubrir el hueco en la mitad y lo hizo con lujo de detalles. El ecuatoriano no perdió ni media pelota disputada y, lo mejor, todos sus quites fueron supremamente limpios, el ecuatoriano estuvo impasable.

Entraron Tejada y Érvin por Castro y Denilson, respectivamente. El primero jugó mucho mejor que en sus anteriores presentaciones y colaboró con la presión y el marcaje en tres cuartos de cancha. El segundo jugó a su estilo de gambetear individualmente y pasó desapercibido. En todo el segundo tiempo, con todo y el temor que sentían los visitantes y teniendo todo el tiempo la pelota, fueron solo tres las llegadas claras de Millonarios: Un remate de Casierra que salvó Blandón, y dos cabezazos de Mílton también conjurados por el portero visitante, que se cansó de quemar tiempo durante toda la segunda parte. Una "cuarta opción" la tuvo también Mílton cuando al ingresar al área fue sujetado por un jugador verde. Era penal, pero el delantero azul no se tiró al piso y nadie sancionó nada.

Millos tuvo todo, un rival chico y asustado que le salió con miedo a Millonarios y jugó a empatar, un hombre de más gran parte del partido y el control. Pero hoy, lastimosamente, los jugadores de ofensiva de Millonarios no estuvieron a la altura del partido ni de la hinchada, que siempre quiere ganar este partido más que cualquier otro y que respondió al equipo en asistencia, en aliento y en fiesta. Por eso, al final del partido los visitantes celebraron como un campeonato el empate (cualquier similitud con la hinchada de Santa Fe no es pura coincidencia) mientras que los azules recibimos ese empate como una derrota fría.

Millonarios solo ha logrado uno de los últimos nueve puntos y se ha ido en blanco en los últimos tres partidos. Los ahorros de comienzo de campeonato se acabaron y hoy el equipo descendió una casilla en la tabla por la victoria del Bucaramanga. Lo que viene ahora es América en Cali, partido duro porque si bien el rojo de Cali tiene problemas internos por razónes económicas, es un duro rival y tiene fuertes individualidades. En estos momentos Quintabani debe tener un dolor de cabeza tenaz, pues no podrá contar con Bedoya y muy posiblemente conociendo las sanciones de la comisión de disciplina tampoco podría contar con Robayo, lo que obligaría a improvisar en la zona de contención. Afortunadamente para Quintabani y para nosotros los hinchas, hoy nos dimos cuenta que en Millonarios hay un ecuatoriano que, en la zaga o en la contención, es impasable.

septiembre 21, 2008

Impotencia

Un infortunio de Óscar Córdoba en el último minuto del partido le dio a Santa Fe la victoria sobre Millonarios en el clásico capitalino. No fue un buen partido, los dos equipos lucharon pero no jugaron. El empate estaba casi que firmado y un error desequilibró la balanza a favor del equipo rojo. Pitó Wilmar Roldán, que con su pésima presentación perjudicó claramente a Millonarios no solamente en la noche del sábado, también perjudicó al equipo en la siguiente fecha ante Nacional y posiblemente ante el América también. La verdad no se sabe que es lo que deja mayor sinsabor: Si es perder en el último minuto contra un rival que hizo menos por el partido, o si es la impotencia al ver un arbitraje tan malo y perjudicial, y no poder hacer nada para evitarlo; o el nivel general del equipo que difirió totalmente de las anteriores presentaciones.

Antes de todo, vamos a los antecedentes: Para la final del campeonato anterior, Wilmar Roldán fue designado para pitar el partido de ida entre el América de Cali y el Chicó en el Pascual Guerrero. Ese día, en el último minuto y con el juego empatado, Chicó avanzó y su jugada terminó en gol, pero Roldán lo invalidó argumentando que "ya se había terminado el tiempo". Se notó mucho que no quería que el América se fuera perdedor en casa, sintió miedo, falta de identidad. Afortunadamente para el fútbol, Chicó quedó campeón después, por lo que su "error" no manchó el desenlace del torneo y el campeonato justo del equipo ajedrezado. Por este error, la comisión decidió sancionarlo internamente, nadie supo cual fue la sanción, pero dio mala espina cuando vimos que había sido designado para el clásico. No puede ser que un árbitro que comete estos errores sea designado para un partido clase A.

Ahora si, al partido. El Campín se vistió de gala. El 80% del estadio era azul y el 20% restante rojo. Con todo y esto, y con gente de Santa Fe quejándose porque era "injusto" que no les dieran la mitad del estadio, en la parte asignada a Santa Fe en todas las tribunas quedaron huecos. Ni el 20% del estadio llenaron, que sirva esto de enseñanza a todos los que pedían 50-50 cuando no llenan ni un 20. Ojalá lo del sábado sirva de precedente para todos los clásicos en los que Millos sea local de aquí en adelante.

Un sinnúmero de banderas aparecieron en Oriental y Occidental. El banderazo se vivió por todo lo alto, a pesar de que en la tribuna Norte no se podían ingresar elementos para la fiesta. La salida de Millos fue monumental, no solo por las banderas, también por el humo y el papel picado. Como en Occidental Sur había huecos, en Occidental Norte había un sobrecupo impresionante (mucho hincha de millos con boleta y sin puesto, porque los santafereños no llenaron su parte).

Millonarios arrancó con todo de la mano de Bedoya y Estrada. Millonarios era el único que buscaba el partido, Santa Fe se acercaba hasta tres cuartos de cancha esporádicamente sin hacer daño. Leo Castro tuvo la mejor opción para liquidar cuando quedó mano a mano con Julio, pero se apresuró y su remate se fue alto. Al minuto 22 la historia del clásico cambió. Bernal agredió a Robayo y Roldán lo expulsó. Fue entonces cuando bolillo y su combo empezaron a presionar a Roldán para que expulsara a alguien y el árbitro, miedoso, mediocre, sin pantalones ni identidad, expulsó a Robayo argumentando quien sabe que cosa. Nunca pudimos entender cual fue la razón. Y con esto, Millonarios perdió más. Santa Fe perdió un jugador del montón, Millonarios perdió al mejor volante mixto que hay actualmente en el medio. Y peor, lo perdió también contra Nacional el miércoles, y tal vez con América, conociendo las resoluciones de sanciones que siempre miden a Millos con otro rasero.

Y con el incidente, pasó lo que muchos presentíamos, los hinchas de Santa Fe ubicados en la tribuna sur empezaron a destruir la silletería deliberadamente. Lo peor, es que Millos es quien debe pagar por esto. Y después preguntan por qué las boletas de Santa fe eran más costosas y se quejan.

Santa fe aprovechó el hueco en la media cancha para adueñarse de la pelota, pero seguía siendo inofensivo. Millonarios siguió apostando al balón largo por los costados con Estrada, Castro y Milton, aprovechando los saques largos de Córdoba que se convertían en pases de gol, pero entrando al área los ataques eran bien conjurados por la zaga cardenal. Al minuto 27, Miguel Rojas cayó derribado en el área, era penal claro, pero otra vez Roldán, otra vez mediocre, otra vez sin pantalones, otra vez sin identidad, pitó una inexistente "falta en ataque" cuando parecía decidido a pitar el penal.

No pasó mucho después, el partido se emparejó en la mitad y ambos equipos lucharon más de lo que jugaron. Al finalizar el primer tiempo, el equipo salió ovacionado y aplaudido.

Para el segundo tiempo, Quintabani mandó a Tejada y Mera. El primero sustituyó a Castro pero no tuvo una buena noche. el segundo ingresó por Araújo para ser lateral por derecha y Miguel Rojas pasó a hacer la labor de Robayo. Si bien la labor defensiva de Mera fue positiva, en ataque no aportó mucho. El segundo tiempo fue igual, muy parejo, muy luchado, pocas llegadas claras. Santa Fe optó por la media distancia, pero sus remates no eran nada del otro mundo. En Millonarios se perdió el flujo en la mitad del campo y cuando el equipo llegaba al área contraria era por un pelotazo largo buscando a Tejada y Milton. Jonathan Estrada sintió mucho el sacrificio de cubrir el puesto de Robayo y se desgastó mucho físicamente.

Sobre los minutos finales Millonarios lo tuvo, primero con un remate de Milton que se fue muy cerca del segundo palo y después con otro remate dentro del área que salvó -o mejor, se encontró- Julio. El empate parecía firmado, hasta la última jugada. Remate desde fuera del área que parecía fácil, Córdoba, que hasta ahí lo había hecho todo bien, se complicó y el balón golpeó su cara y dejó rebote, la defensa se quedó dormida y Valoyes liquidó. Dio la sensación que el delantero se ayudó con la mano, pero Roldán no iba a pitar nada distinto al gol. El desespero y la impotencia se adueñaron de los hinchas, que de inmediato empezaron a pedir a Cuadrado. Córdoba pasó de héroe a villano en un segundo, el último segundo.

Millonarios perdió los últimos dos partidos y con esto dejó acercar al lote de la media tabla. Por segunda ocasión consecutiva el equipo se fue en blanco después de caracterizarse por anotar. El siguiente partido es el partido, lo de Santa Fe ya pasó, la diferencia estdística sigue siendo larga. Con Nacional es a muerte y no puede haber márgen de error.

septiembre 14, 2008

El esfuerzo no alcanzó

Millonarios perdió en Barranquilla por la mínima diferencia en un partido difícil y perdió la segunda casilla de la tabla de posiciones ante Júnior, que alcanzó en puntos a los azules pero gana la posición por mejor diferencia de goles. El equipo azul arrancó muy bien, pero sufrió el gol en contra y cayó, aunque es rescatable el esfuerzo de todos los jugadores que lo dejaron todo en el terreno de juego del Metropolitano. Por primera vez en el torneo Millonarios se fue en blanco sin anotar goles.

La historia de este partido es similar a la del partido en Armenia por la quinta fecha, con la diferencia de que esta vez los goles de Millonarios no llegaron. Millonarios arrancó muy bien, se fue con todo y en los primeros cinco minutos ya había hecho figura del partido a Dídier Muñoz, arquero local y quien atajara para Millos en 2006. El dominio de la pelota era azul y Júnior no la pasaba bien, sobre todo cuando Estrada y Milton se juntaban en tres cuartos de cancha. Y tal como pasó en Armenia, llegó el gol del rival que cambió por completo los papeles. A los diecisiete minutos, Yánez levantó la pelota buscando un pase al vacío, Mera conjuró en primera instancia con un cabezazo y, en el rebote, Cortéz y Asprilla no se entendieron y se golpearon mutuamente, el balón le quedó otra vez a Yánez que remató de primera intención y venció a Córdoba. Y después, por la jugada desafortunada, Asprilla quedó lesionado y tuvo que ser relegado por Andrés Pérez, lo que obligó a cambiar el esquema, Robayo pasó a ser el lateral derecho por la necesidad, un infortunio en todos los sentidos.

Con el gol Júnior se fue encima con todo y el que pasaba el mal rato ahora era Millonarios. Los barranquilleros tuvieron veinte minutos en los que arrinconaron a Millos y pudieron haber hecho más goles. Quintabani envió a Tejada al campo sobre la media hora de partido en reemplazo de Leo Castro, pero nada cambió. Ya sobre el final del primer tiempo, Millonarios despertó y volvió a inquietar a la defensa tiburona, otra vez con Estrada y Milton, pero siempre faltó algo en la puntada final.

El segundo tiempo tuvo a Millonarios como el dominador, pero a Júnior como el equipo que tuvo la mejor opción de gol. El ingreso de Araújo por Érvin no dio los resultados esperados. Millonarios siempre tuvo la pelota y siempre fue al frente, pero no hubo opciones reales de gol. Júnior se dedicó a esperar a Millos y tratar de utilizar contragolpes rápidos aprovechando las líneas adelantadas de los Embajadores. La opción más clara de gol de todo el segundo tiempo, por no decir que la única, fue un tiro libre de Giovanny Hernández que se estrelló en la raíz del palo derecho de Córdoba. Con el paso de los minutos el clima afectó a los jugadores de Millos y cada vez fueron menos las esperanzas de un virtual empate, a pesar del esfuerzo loable de cada uno de los jugadores.

Con la derrota Millonarios bajó al tercer lugar momentáneamente, esperando los partidos del domingo. El próximo fin de semana los azules recibirán a Santa Fe con estadio lleno en la versión 254 del clásico capitalino. La boletería para este partido está a la venta desde ya.

agosto 31, 2008

Retomamos la punta

Millonarios logró vencer con claridad al Cúcuta Deportivo y se trepó parcialmente a la punta del campeonato de nuevo. Parecía un partido complicado en el papel, pero un golazo de Gerardo Bedoya en el comienzo y la buena suerte ayudaron a que para el final el partido terminara en baile y en una goleada categórica que se hizo corta en relación al trámite del mismo. Por primera vez en cinco partidos, el equipo terminó con el arco en ceros y ahora cuenta con una diferencia de gol de +6, factor importante a la hora de definir desempates.

Teniendo en cuenta el horario del partido, la asistencia superior a 20 mil espectadores es aceptable. Sabíamos que Cúcuta venía herido y se haría matar en la cancha de el Campín. Afortunadamente, Millonarios desequilibró rápido el marcador a su favor gracias a la pelota quieta, tal como ha sucedido en todos los partidos del equipo en Bogotá. Sobre los cinco minutos, Portocarrero derribó a Castro cerca del área y se ganó la tarjeta amarilla. Un minuto después, luego de la acomodación de la barrera y la preparación del cobro, Bedoya disparó con su característica sutileza efectiva y castigó al palo del arquero, que quedó a mitad de camino y observó como la pelota se ubicaba dentro de su marco con estilo. Un remate soberbio, con una categoría de otro planeta, que puso a delirar al público asistente.

Cúcuta trató de reponerse del golpe e intentó tomar el control. Millonarios optó por jugar a los balones profundos de Bedoya y Estrada, los dos mejores jugadores del equipo en la noche del sábado, buscando la rapidez y el desborde de Leonardo Castro y el remate de Milton. Cúcuta llegó cuatro veces con mucho riesgo. Un tiro de esquina desde el sector de Oriental que conjuró bien Córdoba; un error grave de Efraín, quien pecó de confiado y perdió un balón en la línea final que terminó con un centro al área azul y un cabezazo que picó en el piso y después se estrelló en el travesaño; un tiro libre que conjuró el golero azul de nuevo, y un remate desde la derecha que parecía sencillo, pero que Córdoba, también por pecar de exceso de confianza, dejó colar entre sus brazos y la pelota voló hasta el segundo palo y no entró para fortuna de él, de Millonarios y de todos nosotros.

Los avisos del Cúcuta eran el campanazo de alerta: había que liquidar el partido para no pasar riesgos. Jonathan se juntó con Castro y después de entrar al área se enredaron con Milton y el portero rival para desperdiciar la opción. Érvin, quien reemplazó a Araújo hoy, la tuvo luego de entrar encarando al área, pero su remate salió desviado. Y sobre el final del primer tiempo, nuevamente Portocarrero hizo de las suyas al cometer una mano en el área súper infantil que significó el penal que Milton convirtió en el 2-0 para seguir arriba en la tabla de goleadores con el que terminó el primer tiempo, dejando parte de tranquilidad.

El segundo tiempo trajo consigo la entrada de Tejada por Castro. El segundo tiempo del Cúcuta duró quince minutos, el tiempo en el que Millonarios, relajado, le cedió la pelota al conjunto motilón. Sin embargo, no fue mucho lo que el visitante pudo hacer. Después, el visitante mermó sus intenciones y Millonarios se montó en el partido e hizo lo que quiso, nuevamente de la mano de Bedoya y Jonatahn. Tejada tuvo dos opciones clarísimas, pero falló a la hora de la definición. En la primera, su remate mano a mano con el portero Saldarriaga se fue muy por encima, y en la segunda su remate salió ligeramente desviado.
Cúcuta lucía entregado en la cancha mientras Millonarios lo paseaba, el 2-0 parcial era demasiado corto para lo que se veía en el campo. Por merecimientos y justicia, Millonarios debía convertir por lo menos un gol más, y a dos minutos del final del tiempo regular llegó el tercero: centro de Miguel Rojas por la derecha y el cabezazo letal de Robayo para liquidar a Saldarriaga y ponernos a celebrar de nuevo. Los cantos, el ole y la alegría no pararon, ni siquiera después del pitazo final de Iber Machado.

Lo que viene para Millonarios ahora es la que para mi es la etapa más dura de todo el campeonato. Júnior, Santa Fe, Nacional y América son los siguientes escollos para mantener el buen juego y la posición en la parte de arriba de la tabla. La siguiente semana no habrá partido por la jornada de eliminatorias al mundial, situación que deberá aprovechar el equipo para acondicionarse con toda para ir a una plaza siempre difícil como Barranquilla a enfrentar a un rival durísimo que, al igual que Millos, anda en un excelente nivel. Sin duda, el partido entre Júnior y Millonarios es el más atractivo de la siguiente semana.

agosto 25, 2008

Por la mano de Óscar Alexis Gutiérrez...

El 2 de Septiembre de 2006, cuando Millonarios jugaba contra el Caldas como visitante y ganaba 2-1, la mano negra de Oscar Alexis Gutiérrez impidió que el equipo azul se trajera los tres puntos de Manizales. Fue tal el descaro, que el sitio oficial del equipo puso una imagen en su página principal como protesta en ese entonces. Hoy, casi dos años después, el mismo árbitro metió la mano en el resultado en Pereira, y no olvidaremos nunca como gracias al silbato descarado de Gutiérrez, el Pereira terminó como vencedor ante Millonarios en cumplimiento de la sexta fecha del torneo.

No fue el mejor partido, ni para el local, ni para Millonarios, ni para la gente que lo vio en el estadio y por la señal de televisión. Millonarios tuvo la iniciativa casi que todo el tiempo, pero no pudo transformar el dominio en goles. El equipo azul jugó lejos del marco pereirano y el rival, que no fue nunca superior a Millos, logró transformar las tres llegadas que tuvo en goles para alzarse con la victoria y hacer que Millos perdiera momentáneamente el liderato del torneo, que ahora comparten Santa Fe y Tolima. Óscar córdoba hizo su debut con Millonarios en la Copa Mustang. Hasta hoy, el golero sólo había atajado en la Copa Colombia.

Durante el primer tiempo Millonarios fue más, de hecho fue más todo el partido, pero no supo convertir la superioridad en ventaja. De hecho, hasta el minuto treinta, las mejores opciones fueron: una jugada errónea del Pereira en la que Tejada quedó mano a mano con el portero local pero se complicó en el regate, y un buen remate de media distancia conjurado muy bien por Córdoba. Fue en el minuto treinta cuando se inclinó la balanza hacia el local, luego de que Vilarete convirtiera un tiro libre lejos del área en el primer gol del partido con un sendo golazo. Claro, algunos le echarán la culpa a Córdoba, pero a decir verdad, no había mucho que hacer, fue un buen gol. Y sobre el final del primer tiempo llegó la jugada que terminó siendo el "florero de Llorente" del partido. El jugador del Pereira recibió el balón y se dispuso a entrar al área. Después, por el forcejeo, cayó y el central Gutiérrez sancionó penal, increíblemente. Una caída normal, que no era falta en ninguna parte del planeta. Y peor aún, si hubiera sido falta, ésta fue a unos cinco metros del área. Increíble, no sirvió de nada que el juez de línea de Occidental advirtiera a Gutiérrez que la "falta" había sido afuera. Para el central nada importó y se mantuvo en su absurda decisión. Vilarete cobró y transformó el robo -perdón, el penal- en el 2-0, con el cual terminó la primera mitad.

Tal como había sucedido en Armenia, Millonarios fue otro en el segundo tiempo, a pesar de la obligada salida de Araujo por Mera por un desmayo y que obligó a Hurtado a jugar como volante de contención, en donde no lo hizo nada mal. Tanto así, que a los siete minutos Milton fue derribado en el área claramente por un defensor local y el mismo delantero se encargó de transformar la falta en el descuento, luego de anotar el penal. Parecía que Millonarios iba a irse con todo e iba a tomar el control del juego. Lamentablemente, otra vez el Pereira hizo estragos, luego de que, en una jugada rápida, Carlos Darwin Quintero se las arregló para salir de tres defensores azules y clavar un derechazo en el ángulo que significó el 3-1. Otro golazo a nuestros corazones.

Desde ahí no hay mucho que decir. Pereira supo defender su ventaja con cautela y Millonarios no supo como pasar la zona defensiva matecaña, ni con la entrada de Érvin y Ánuar. Sobre el final, otra vez Milton, esta vez de media distancia, puso el 3-2 definitivo, que no alcanzó para el empate de Millonarios, y todo en gran parte por el atraco monumental de Gutiérrez en la primera parte. Al final, la diferencia en el marcador estuvo en su equivocación superlativa.

Millonarios soltó la punta del campeonato por un graso error arbitral, pero sigue ahí, en los primeros lugares de la tabla. El próximo fin de semana, el Cúcuta , equipo que viene de perder en casa con el Tolima, visitará el estadio El Campín y Millonarios deberá retomar la senda ganadora. Hoy un error arbitral evitó que el equipo sumara puntos, pero la fe de la hinchada sigue intacta. Tal vez se nos había olvidado, pero la mano negra perseguirá por mucho tiempo a Millonarios mientras papayazos como el de hoy existan.

agosto 17, 2008

Demostración de jerarquía

Millonarios ganó su tercer partido como visitante en el presente campeonato en Armenia ante el Quindío, equipo que hasta el sábado venía invicto en el torneo. No fue un partido nada fácil, el primer tiempo fue para el olvido, pero Millonarios se las arregló para ganar el juego en el segundo tiempo con un jugador menos y mostrando la jerarquía necesaria para superar las adversidades y voltear el resultado en contra. Luis Tejada debutó con la camiseta azul. Así, Millonarios conserva el liderato del campeonato y Mílton Rodríguez volvió a anotar y se mantiene como líder en la tabla de goleadores.

El buen arranque de Millonarios duró doce minutos. En este lapso, el equipo azul creó dos jugadas de riesgo en la asociación Rodríguez - Tejada. En la segunda llegada, el vallecaucano le bajó con el pecho el balón al panameño quien remató duro, pero el golero quindiano envió el balón al córner. En la jugada siguiente, luego del tiro de esquina, el Quindío se fue en un contragolpe veloz que terminó en opción desperdiciada de Sebastián Hernández, exjugador de Millos. Sobre los doce minutos, el Quindío armó una muy buena jugada colectiva, que incluyó un taco-túnel de Quiñónez a Casierra y dejó a Saraz en el área. El delantero se quitó la marca de Efraín y remató duro por debajo de la humanidad de Cuadrado, quien no pudo atajar el remate, y fue el 1-0.

A partir de ese momento y tal como pasó ante el Cali, Millonarios se diezmó. Era la segunda vez en el torneo que el equipo estaba por debajo en el marcador, y anímicamente el grupo no pudo asimilar el golpe. Los treinta y cuatro minutos siguientes fueron todos para el equipo de casa, que con velocidad y precisión hizo lo que quiso en el campo. Los jugadores azules mostraban demasiada pasividad. Con muchos toques rápidos el equipo cuyabro tenía loco a Millonarios, guiado precísamente por Hernández. Ni la pareja de volantes de contención ni la zaga podían con la arremetida cafetera. Lo mejor que podía pasar era que terminara el primer tiempo. Afortunadamente, en ese tiempo Quindío no pudo convertir todo ese dominio en goles. Fue el peor momento de Millonarios en la era Quintabani.

El segundo tiempo fue totalmente distinto. La charla técnica de Quintabani cambió la mentalidad y la disposición de los jugadores, que desde el pitazo salieron con todo buscando el empate que llegó rápido. A los dos minutos del complemento, Mílton entró al área por la zona izquierda y sacó un potente remate al palo ídem del portero para sentenciar el empate. Quinto gol de Rodríguez en igual número de partidos. Con el gol, fue el equipo local el que no pudo con el golpe y se desordenó, y fue Millonarios el que se montó en el partido. Tenía que pasar algo extrafutbolístico para que Millonarios disminuyera sus posibilidades ofensivas, y con Óscar Julián Ruiz pitando era muy fácil que esto sucediera. Corrían siete minutos, y el llanero expulsó a Araújo por una flata que era de tarjeta amarilla, pero no de roja.

Ese momento hizo que el Quindío otra vez tomara el control del balón, pero a diferencia de la primera etapa, el equipo local no era peligroso y Millonarios logró controlar cada uno de sus avances. Quintabani movió el banco: retiró a Miguel Rojas para darle paso a Mera y así custodiar mejor la zona derecha, sacrificando la salida. Y después sacó a Tejada para darle paso a Mendoza, quien fue determinante para el triunfo. Y a diez minutos del final, sacó a Mílton para darle paso a Andrés Pérez y solidificar la media cancha por el hombre menos.

Millonarios optó por contragolpear y esperar con orden la arremetida local. El equipo azul no llegó mucho a puerta desde ahí, de hecho solamente llegó dos veces, pero esas dos veces bastaron. En la primera de ellas, Estrada puso un pase al área para Mendoza, quien remató y su disparo alcanzó a ser atajado. En el rebote Mendoza fue claramente derribado en el área, era penal toda una vida, pero el árbitro era Ruiz, así que el desenlace ya era conocido por todos: dejó seguir. En la segunda, Robayo puso un centro desde la derecha buscando a Mendoza, quien cabeceó al corazón del área y encontró a Jonathan, quien con otro gran cabezazo venció la resistencia de Otero y puso el 2-1. Después, solamente fue jugar con el desespero local para mantener la ventaja durante ocho minutos (porque solamente Ruiz vio que se perdieron tres minutos en el segundo tiempo) hasta el pitazo final.

Lo negativo de la jornada sin dudas es la expulsión de Araújo que va a hacer mucha falta. Lo más positivo, más allá del resultado y el liderato, fue la gratificación de ver como este equipo supo voltear un resultado con un hombre menos, con jerarquía, como debe ser siempre con Millonarios. A diferencia del partido contra el Cali, Millonarios tuvo la ventaja de tener un medio tiempo para replantear el bajón anímico por el marcador adverso y supo manejar en el segundo tiempo la situación. El próximo fin de semana, Millonarios visitará al Pereira.

agosto 13, 2008

A pensar en la Mustang

Tras el lánguido partido de cierre de la primera ronda de la Copa Colombia, en donde Millonarios cayó 0-1 ante Santa Fe con un gol de penal en el primer minuto de juego, los Embajadores dieron por terminada su participación en esta edición del torneo y ahora no queda más que pensar 100% en la Copa Mustang II para obtener el campeonato y el tiquete a los torneos internacionales de 2009.

Sobre el partido, realmente es poco lo que se puede decir. Los dos equipos jugaron muy mal, el partido fue parejo, pero por lo bajo. Santa Fe se encontró con el gol en la primera jugada del partido en un penal que convirtió y desde ahí no se volvió a ver por los lados del arco de Córdoba. Millonarios tuvo, desde ese momento, veinte minutos en los que se adueñó del partido y encerró al equipo rojo, pero no hubo ideas en la ofensiva. Después, el partido se tornó soso, aburrido. Ninguno de los equipos daba señas de inspiración ni de peligro de gol.

El segundo tiempo fue igual, con el añadido del central que se dedicó a repartir tarjetas amarillas a los azules, ocasionando así la expulsión de Ómar Vásquez, quien por momentos mostró un buen nivel, junto con Castro. Santa Fe no hizo mucho tampoco, pero aprovechó ese hombre de más para tener un absoluto control del partido ante un Millonarios que no conforme con estar abajo en el marcador, no daba avisos de siquiera poder llegar al empate hasta faltando cinco minutos para el final, cuando el árbitro expulsó a un rival y el equipo con lo poco que tenía arrinconó sin éxito a los rojos sobre su arco. Llegó el final y con él la eliminación de los dos equipos favoritos del grupo de clasificar a la siguiente ronda de la competición.

Para destacar, solamente el trabajo de Córdoba en el arco (seguro y dando las órdenes, tuvo una buena presentación en su regreso a El Campín), los buenos momentos de Vásquez, sobre todo en el primer tiempo, el trabajo de Castro en ataque y Páez, también con chispazos cuando ingresó por Castro, quien salió lesionado. Pero con todo y eso, el partido fue malísimo. El nivel de ambos conjuntos es para el olvido. Un clásico atípico por donde se le mire. Santa Fe ganó, porque se encontró con un penal a los treinta segundos de comenzado el partido, de otra forma seguro que el partido terminaba empatado sin goles.

La derrota, y sobre todo la eliminación, es para Millonarios un fracaso enorme. Más allá de que la copa sea un fiasco por donde se le mire, el premio al campeón es un cupo a Copa Suramericana. Además, sea el torneo que sea, Millonarios no puede terminar haciendo papelones como estos. El equipo no quedó eliminado en la noche de hoy. No. El equipo queda eliminado por perder contra rivales de la categoría de ascenso (Academia, Envigado), cosa que por historia, por tradición y por filosofía jamás debe pasar.

Era un torneo en el cual muchos de los jugadores que son suplentes habitualmente podían mostrarse. Lamentablemente muchos de ellos quedaron en deuda. Algunos dirán que no es tan importante haber quedado eliminados. Yo opino todo lo contrario, más porque se trata de Millonarios que por que sea este torneo o cualquier otra cosa. Millonarios se va temprano y un cupo a Copa Sudamericana se pierde. Ahora, solo queda mentalizar toda nuestra energía en la Copa Mustang. Los clasificados al final fueron La Equidad y Centauros, y Millonarios terminó quinto, no se puede creer.

Llegó Asprilla

El día lunes, Millonarios inscribió ante la Dimayor a Luis Tejada, el panameño cuya noticia fue confirmada por LosMillonarios.net hace varios días, y a Jimmy Asprilla, lateral derecho de 28 años que ha militado en el Cali, Bucaramanga y Caldas (equipo del que proviene) en Colombia, y que además jugó en el Estudiantes de Mérida de Venezuela y en el Sport Boys peruano. El jugador fue pedido por el técnico Quintabani y ya realizó sus primeras prácticas con la plantilla profesional en la finca, después de superar sin inconvenientes los exámenes médicos de rutina. LosMillonarios.net le da la bienvenida a Asprilla al club más grande de Colombia y le desea los mejores éxitos en Millonarios.

Con la llegada de Asprilla y el cierre de las inscripciones en la Dimayor, la llegada del volante 10 que tanto se ha venido hablando queda en veremos. De darse, sería para inscripción en el próximo mes de Septiembre.

agosto 10, 2008

Tres golazos y una fiesta

Esta es una de esas noches fenomenales que da la vida. Bàsicamente, si el juez central no hubiera metido la mano descaradamente para tratar de ayudar en algo al Tolima, hubiera sido una noche perfecta en todo. Millonarios ganò, gustò y goleò, marcha temporalmente como lìder del campeonato y tiene a todos sus hinchas dichosos y esperanzados. Algunos diràn que van cuatro fechas y que falta mucho camino. Tienen razòn, pero eso no nos quita la alegrìa y ser primeros es ser primeros.

Venìa el Tolima lìder del torneo, la gente, motivada por la ùltima victoria ante La Equidad y por el buen trabajo colectivo del equipo, asistiò en masa al estadio. Aproximadamente 25 mil personas, aproximadamente el mismo nùmero de espectadores que dos dìas atràs, cuando vino el Real Madrid a Bogotà a jugar contra otro equipo bogotano que anunciò una fiesta y terminò haciendo el ridìculo como siempre (si no son capaces de llenar el estadio contra el Real Madrid, no lo llenan contra nadie màs). Y la gente llegò al estadio buscando celebrar y asì fue, con tres golazos de factura, con un partido redondo del que Millonarios fue amo y señor desde el inicio y hasta el final, y que no terminò con un marcador màs abultado simplemente porque Millonarios bajò las revoluciones cuando quiso.

Tardamos solamente nueve minutos en explotar de alegrìa. Millonarios saliò con todo y justo a los nueve minutos, en un tiro libre indirecto, Milton le tocò la pelota a Hurtado, el balòn se fue un poco largo y los pijaos de la barrera salieron a atacar con todo, parecìa una opciòn perdida, pero el ecuatoriano, hoy capitàn de campo, fue màs inteligente y fue por la pelota, eludiò con un regate a un jugador y sacò un derechazo tremendo e inatajable: golazo y delirio.

A partir de ahì el Tolima quiso salir màs al ataque, aprovechò los costados con Mejìa, el juvenil, para tirar centros al àrea azul porque los dos laterales embajadores jugaban muy adelantados. No fue mucho lo que pudo hacer, todo cuanto pasaba por el àrea azul era rechazado sin contemplaciones por los centrales, Cuadrado era un espectador màs. Sobre los 30 minutos, Robayo emulò a Hurtado, y otra vez por la derecha empalmò otro brillante remate de larga distancia que hizo un gran efecto en el aire y dejò quieto y sin oportunidades al portero rival: dos golazos y una sola fiesta.

Despuès el Tolima lo hizo todo màs fàcil: saliò Mejìa, el ùnico que inquietaba a la defensa azul, e ingresò en su lugar Medina, quien durò pocos minutos en el campo tras salir expulsado luego de pegarle a Casierra. Sobre el final del primer tiempo Millonarios pudo anotar el tercero, luego de una combinaciòn entre Castro y Araùjo que dejò a èste ùltimo en posiciòn de anotar pero su remate fue dèbil.

El segundo tiempo mostrò a un Millonarios que saliò con todo pero que con el paso de los minutos fue enfriando el partido. El Tolima se mostraba màs limitado, y daba la impresiòn de que jugaba a evitar màs goles para no padecer una catàstrofe. Millonarios era el que controlaba los tiempos, cuando querìa aceleraba y cuando no le daba pausa al partido. A los 19 minutos del complemento el Tolima se acercò por primera vez con riesgo luego de una tijera fuera muy bien salvada por Cuadrado y enviada al còrner. Y un minuto despuès, en ese tiro de esquina, el central pitò un penal por un supuesto forcejeo en el àrea, un forcejeo como los que hay siempre en todos los partidos de fùtbol del planeta y que si fuera por eso se pitarìan mil penales por juego. Era la ùnica forma de que el Tolima volviera al partido, Marangoni cobrò y anotò el descuento.

Pero las esperanzas de los tolimenses de volver al partido no duraron mucho. Fueron solamente dos minutos, porque en una falta fuera del àrea, Milton Rodrìguez se encargò de sentenciar con un buen cobro al palo del arquero y sentenciar el partido. Cuarto gol de Milton en igual nùmero de partidos jugados, lo que mantiene al vallevaucano en el liderato de la tabla de goleadores del campeonato.

Lo que vino despuès fue el concierto de toques azules, el jùbilo de la gente y la felicidad. Mauricio Mendoza tuvo el cuarto, pero hizo una de màs. Sendos remates de Araujo, Casierra y Robayo pudieron tambièn significar un gol màs, pero el portero visitante estuvo atento. El Tolima solamente llegò una vez màs con riesgo en un tiro mordido de Perlaza que salvò muy bien Cuadrado.

Es cierto, van apenas cuatro partidos y quedan catorce. Es cierto, tenemos nueve puntos apenas y para clasificar falta mucho todavìa. Pero tambièn es cierto que desde 2005 Millonarios no era puntero en el todos contra todos y que tenemos derecho a celebrar este buen arranque de campeonato promisorio, porque el equipo no solamente gana, tambièn gusta y deleita a su hinchada.

agosto 05, 2008

Seguimos vivos en la Copa Colombia

Como debe ser siempre, sin importar el motivo del partido, Millonarios doblegó esta tarde en Zipaquirá al Bogotá F. C. de la segunda división en el estadio "Los Zipas" de Zipaquirá en partido adelantado de la novena fecha de la Copa Colombia, que se complementa mañana. El equipo azul jugó de nuevo con su nómina "B" y no tuvo mayores problemas para superar a su rival que no opuso mayor resistencia dejando entre los jugadores destacados a Andrés Pérez y Érvin González.

El primer gol llega luego de un tiro de esquina que levanta Érvin González y encuentra la cabeza de Ánuar Guerrero, quien convirtió así su primer gol con Millonarios. El segundo, llegó en la etapa complementaria por la vía de los doce pasos, cuando una falta sobre "Café" Mendoza dio paso a la ejecución de Érvin al palo izquierdo, a donde voló el portero visitante pero no alcanzó a atajar.

Bogotá no propuso mucho y apostó demasiado al pelotazo, pero cuando quiso jugar, Millonarios tuvo en Pérez al caudillo que se encargó no sólo de neutralizar los ataques rivales, sino también de ser el conductor del equipo desde la zona de recuperación.

Con la victoria Millonarios alcanza 12 puntos y deberá esperar que mañana La Equidad derrote a Centauros y que Santa Fe y Academia empaten, para así llegar con una mejor opción de clasificar en la última jornada el 13 de Agosto, justamente, ante Santa Fe.

agosto 03, 2008

Victoria justa y merecida

Jugando bien y superando las adversidades de las desatenciones en juego aéreo, la cancha en mal estado y la mala tarde del juez central y, sobre todo, el línea de Occidental, Millonarios superó con total justicia a La Equidad en el estadio de Techo en cumplimiento de la tercera fecha de la Copa Mustang II logrando su segunda victoria en línea como visitante y ubicándose en el segundo lugar junto con el Cali y el Once Caldas. Millonarios siempre fue más que el equipo que ofició de local aunque tuvo que sufrir más de la cuenta para llevarse los tres puntos, todo por dos desatenciones de marca en igual número de ataques locales que se convirtieron en los dos goles en contra de la tarde de hoy.

Por demolición de la tribuna Oriental del estadio de Techo, solamente se vendieron localidades para la tribuna de Occidental Sur a los hinchas embajadores, la otra tribuna (Occidental Norte) estaba habilitada solo para socios y empleados del local. Aún así y como siempre, los azules se sintieron locales ante la masiva asistencia de hinchas al estadio del suroccidente de Bogotá. Millonarios salió desde el arranque a proponer las condiciones del partido, La Equidad no hizo más que esperar con algo de dudas entre sus jugadores, que no terminaban de ubicarse en el terreno. A los dos minutos, el central Peñuela amonesta a Bedoya por reclamar una falta inexistente de Robayo. Millonarios empezó a avisar sobre los veinte minutos, luego de un cabezazo de Bedoya que pegó en la base del palo con el portero local vencido, y que Castro no pudo aprovechar en el rebote, rechazado al final por un defensa "asegurador". Al minuto 27 se inclinó por primera vez la balanza: Cobro de tiro libre de Jonathan Estrada al segundo palo, cabezazo al piso de Bedoya que salva el arquero pero deja rebote y la pierna oportuna de Leonardo Castro manda el balón a la red para el primer estallido de los azules. Segundo gol de Castro en igual número de partidos consecutivos y segundo gol en su carrera.

Hasta el minuto 35 del primer tiempo, Millonarios era el dueño del partido y del resultado, hasta que en un tiro de esquina la zona aérea de Millonarios hizo agua y llegó el empate, en una de esas jugadas en las que se aplica ese refrán de "doble cabezazo en el área es gol". Robayo perdió la marca con Motta quien devolvió lo que parecía un centro pasado al área chica y ahí apareció la cabeza de Soto ante la mirada atónita de Cuadrado para cabecear. El balón pegó en el palo y entró lentamente. Era totalmente injusto el resultado hasta ese momento, porque La Equidad no había hecho méritos para empatar. Millonarios tuvo, sobre el final de la etapa inicial, la opción clara de desequilibrar el resultado cuando Araujo se metió por zona derecha y puso un pase de la muerte que, después de ser rematado, fue salvado por la cabeza de un defensor "asegurador".

El segundo tiempo fue más emotivo que el primero y Millonarios golpeó rápido, a los dos minutos de iniciado el complemento. Luego de una falta contra Estrada el balón llegó a Miguel Rojas, quien puso un buen centro al área que dejó al mismo Jonathan habilitado pero solitario ante la salida del portero local para liquidar el 2-1. Otra vez parecía que el partido estaba liquidado porque La Equidad no encontraba como llegar con riesgo, hasta el minuto 18. Un pelotazo local originó una falta por una mano que para un servidor era del atacante y no del defensor sobre el borde del área, los locales cobraron a riesgo y encontraron mal parada a la zaga azul que se durmió y no tuvo reacción. La jugada dejó un centro de Motta que encontró casi que solo a Carpintero, quien había ingresado en el segundo tiempo, para liquidar a Cuadrado y volver a dejar el partido en tablas.

Durante un lapso de cinco minutos, La Equidad tomó el control del partido y Millonarios bajó sus líneas. Afortunadamente, la viveza de los jugadores azules en ataque fue más. En un rápido contragolpe el balón terminó en un saque lateral. Araujo se adelantó y recibió el balón en una excelente posición y Milton llegaba por el centro esperando el pase letal. En su camino se topó Leudo que interrumpió el avance con la mano: penal claro. Milton se encargó de patear al palo izquierdo del portero para decretar el 3-2. A falta de veinte minutos por jugar.

Llegó, entonces, la presentación del central. Con miras a encajonar a Millonarios en su arco, inclinó el partido a favor del local, apoyado por su asistente de Occidental, Wilson Berrío, quien en reiteradas ocasiones interrumpió potenciales avances peligrosos de los azules en el primer tiempo levantando la banderola por pelotas que sólo para él salían del campo cuando todos los asistentes vimos totalmente lo contrario, y en el segundo tiempo dejó de levantar la bandera por faltas clarísimas sobre Jonathan Estrada, e inclusive en una de ellas el volante azul quedó tendido en el piso después de un golpe propinado por dos jugadores del local al mismo tiempo. A punta de faltas inexistentes en su mayoría, La Equidad tomó el control de la pelota y llegó el momento de los cambios. Cuando Efraín Cortéz iba a ingresar, el central amonestó a Miguel Rojas, el sustituido, por una supuesta demora de tiempo, todo porque el árbitro quería que el jugador saliera a como diera lugar por el otro costado del campo con tal de darle más tiempo al local para buscar el empate. Y después, cuando Mendoza se disponía a ingresar por Leonardo Castro, el central amonestó a éste último por otra supuesta demora de tiempo. El juvenil se retiró ovacionado por los asistentes.

La Equidad no volvió a llegar con riesgo al arco de Cuadrado, quien se convirtió en un espectador más. Millonarios pudo liquidar el partido en dos ocasiones, primero con un cabezazo de Mera que salvó el portero, y después con un remate de larga distancia que pasó cerca del arco "asegurador". Y si La Equidad no tenía argumentos ofensivos, quedó peor con la entrada de Cortéz que dio más solidez defensiva, y después con la entrada de Andrés Pérez en los minutos finales por Milton, que también salió ovacionado y respondió con alegría a los aplausos de la hinchada. Así terminó el partido .

Millonarios jugó bien y mereció ganar por una mayor diferencia. Y Jonathan Estrada salió como la figura de los azules por su gran presentación, en la cual combinó talento en ataque con sacrificio en marca. Millonarios ganó, pero los hinchas sufrimos de más cuando no debió pasar, y otra vez Millos recibió goles más por culpa de Millos que por virtud de sus rivales, como pasó el fin de semana anterior. Por eso, causó mucha risa escuchar las declaraciones del técnico Alexis García cuando decía que "el empate era justo" y que "Millonarios solo jugó al pelotazo y La equidad al toque" cuando en la vida real Millonarios debió haberse llevado una ventaja más ámplia. Eso si, el público Millonario no tuvo escatimó esfuerzos para despedir al técnico local como se lo merece al final del partido.

El próximo fin de semana, en El Campín, Millonarios recibirá al hoy líder del campeonato: Tolima, que está un punto por encima. Una victoria podría dejar a Millonarios líder del torneo aunque éste aún está comenzando. No olvidemos además, que el partido de Copa Colombia de esta semana no será el miércoles en El Campín en el horario nocturno como suele suceder, sino el martes a las 3 PM en Zipaquirá y el valor de la boleta será de $5.000; y que el próximo viernes Millonarios disputará un partido amistoso en la ciudad de Toronto ante el Barcelona de Guayaquil.

julio 30, 2008

Decepción en Copa Colombia

El que fuera el debut de Óscar Córdoba con Millonarios en el presente año se convirtió en una nueva verguenza para nosotros los hinchas. Los suplentes de Millonarios, en cuyo equipo inicialista habían sólo dos jugadores "sin experiencia" y los restantes ya vienen con una aceptable experiencia en el profesionalismo, perdió en Techo con La Equidad 2-1 y comprometió seriamente sus aspiraciones de continuar en el torneo de Copa Colombia, que si bien tiene un pésimo nivel generalizado, da un cupo a copa Suramericana para 2009. Pareciera como si ese dato se les olvidara a veces.

No puede ser que Millonarios pierda con equipos chicos así. Había pasado con Academia en la primera fecha y con Centauros recientemente en la última jornada de este certamen, y volvió a pasar hoy. No puede ser que un equipo que claramente uno por uno, jugador por jugador sea menos y termine haciendo presentaciones "brillantes" teniendo a Millonarios como el rival. No puede ser que Millonarios, que también es el más veces campeón en la historia de esta copa, no vaya a pasar siquiera de la primera ronda y peor, por perder partidos con rivales tan inferiores y de la manera más triste posible.

Córdoba, Gustavo Rojas, Efraín Cortéz, Luis Zapata, Alex Díaz, Andrés Pérez, Érvin González, Mauricio Mendoza y Anuar Guerrero. Todos ellos ya tienen su bagaje de experiencia en copa Mustang. solamente Henríquez y Arlinton González eran juveniles. Y con todo y eso Millonarios regaló el primer tiempo, se fue perdiendo por la mínima diferencia pero no hizo mucho por empatar. Y para el segundo tiempo el equipo cambió la cara gracias a la entrada de Páez, otro juvenil. Equidad hizo el segundo muy temprano y Páez descontó, y a pesar de que Millos tuvo las chances para empatar, el tiempo no alcanzó. Además de la ya mencionada actuación de Páez, quien le cambió la cara al equipo, podríamos destacar el empuje de Mendoza y, tal vez, de Anuar (todo en el segundo tiempo). Los demás quedaron en deuda por el partido, por el resultado y por el rival.

Quedan dos partidos, Millonarios hasta hace dos jornadas estaba ahí, pegado a la punta del grupo, hoy ocupa el quinto lugar... ¡Entre seis!. El próximo miércoles, día del cumpleaños de la ciudad, el equipo recibirá a Bogotá F. C. en El Campín y una semana después enfrentará a Santa Fe. Ganar o ganar y esperar, no queda más. Sería un papelón inmenso si el más grande de los clubes colombianos queda eliminado en primera ronda de esta copa, por más que el nivel sea bajísimo y que se juegue con suplentes. Ninguna es excusa. El plantel "B" de Millonarios es de mayor nivel que el de todos en ese grupo. No olviden, señores, que el torneo podrá ser muy malo, pero el premio al campeón es muy bueno.

julio 27, 2008

El que no los hace...

*También en http://www.losmillonarios.net/Noticias/Partidos/millos2-cali3_20080726.html

Millonarios lo tuvo todo para destrozar al Deportivo Cali en el estadio El Campín. Lamentablemente, el equipo falló demasiado en la definición y tuvo enormes desatenciones defensivas que transformaron lo que parecía una victoria segura en una increíble derrota en el debut en Bogotá de Quintabani y su combo. La gente respondió en una gran cantidad y el equipo dejó una buena impresión, más allá de la derrota. Aunque también es cierto que las buenas presentaciones no son las que clasifican sino los puntos.

Ver el video del partido con declaraciones a LosMillonarios.net

33 mil personas llenaron las tribunas de El Campín en el regreso a casa después de aproximadamente tres meses. La victoria ante el Medellín de la primera fecha fue un muy buen aliciente para que gente que se había ausentado del estadio regresara a vivir la fiesta del fútbol y de Millonarios. El recibimiento al equipo estuvo a la altura. La gente volvió bastante ilusionada y en general, en la opinión de este servidor, el equipo no defraudó. Los comandos recibieron a Quintabani con un muy buen grito de batalla que muchos hinchas de otras tribunas siguieron: "Quintabani, Quintabani, bienvenido a Bogotá, el comando solo quiere la catorce en navidad". Y muy temprano, a los siete minutos, Leonardo Castro, el juvenil, cabeceó un tiro libre de costado y puso a delirar a todo el estadio: 1-0. El primer tiempo fue algo cerrado, Millonarios, con la ventaja, tomó el balón e intentó acercarse para aumentar la ventaja. El cali se dedicaba a aguantar la arremetida azul con lo que tenía. Era el Cali más malo que visitaba El Campín en años. Robayo tuvo una opción clarísima luego de un rebote que encontró solitario y con el arco casi que a su completa disposición pero le pegó con tantas ganas que el remate se fue desviado. Sobre el final del primer tiempo la tuvo Jonathan luego de un rebote que dio el portero visitante pero también se fue por fuera. Era bastante destacable el trabajo de Millonarios, sobre todo por la zona derecha en donde muy bien se juntaban Rojas y Araujo. Castro se mataba en todos los balones como pivote ante los centrales rivales y Milton en lo suyo, enloquecía la zaga caleña. El Cali solo tuvo dos aproximaciones en la primera parte, la primera un intento de pase de la muerte que conjuró muy bien Cuadrado, y la segunda un pase al vacío que Hurtado impidió que terminara en un mano a mano letal. Millonarios terminó la primera parte ganando tranquila y justamente ante un rival que se veía bastante inferior.

Para el segundo tiempo todo comenzó igual. Millonarios se fue con todo, Araujo lució aún más inspirado y el equipo tuvo al menos tres llegadas claras que se perdieron: Araujo entró al área, pateó y el golero atajó y en el rebote se confundieron Araujo y Bedoya. Jonathan recibió un buen centro y trató de hacer una tijera, pero se fue desviado. Castro y Milton la tuvieron, el primero entrando al área y el segundo en la pelota parada, pero tampoco entró. El segundo gol se veía venir y ya lo palpitábamos todos. ¿Y el Cali? Nada. El Cali parecía muerto y resignado, jugando a no perder por más goles de diferencia. De repente y en una jugada de otro partido, Armando "la perra" Carrillo tomó el balón y se metió al área hasta que Mera, más lento que el delantero, lo derribó: penal. cobró Valdés y fue el empate. Y apenas dos minutos después, llegó un centro de Domínguez al corazón del área. Otra vez Mera falló en la referencia y Sergio Herrera cabeceó ante la complicidad de Cuadrado para darle vuelta en solo dos minutos a un partido que se veía fácil.

La historia cambió por completo desde ahí. El cali que parecía muerto y limitado se las ingenió para pasar ahora el ganador del partido y pasó a defenderse. Millonarios perdió la dinámica de los primeros sesenta minutos de partido y recurrió al pelotazo. El segundo gol del cali significó un golpe anímico para los azules que, llevados por el desespero, le imprimieron más ganas que fútbol a sus ataques, y con todo y eso el equipo se siguió acercando con todo a la portería caleña. Poco a poco el arquero rival se fue consolidando como la figura del compromiso. Millonarios lo tuvo para empatar, sobre todo con la pelota quieta, pero no era la noche y apareció el cansancio físico. El juez central, Natanael Quiroz, permitió que el Cali le quemara el tiempo que quiso. Y si Mera ya había tenido una presentación desafortunada, en el minuto 80 terminó de pasar el mal rato. Un pelotazo que todos pensamos que ganaba en el juego aéreo contra Carrillo lo perdió, y el delantero en velocidad entró al área y lo derribó Hurtado, otra vez penal, esta vez cobró Domínguez y el Cali pasó a ganar 3-1. Quedaban diez minutos y ya la diferencia era muy larga. Qué falta hizo hoy Efraín Cortéz.

Millonarios siguió atacando. Jonathan disparó al palo y en el rebote de una manera ortodoxa el portero logró conjurar lo que parecía gol seguro. Rojas recibió en el área y disparó desviado pudiendo hacer un pase de la muerte. Milton lo tuvo en un tiro libre que muy bien arajó Ramírez. No era la noche. Después, el juez central, tal vez queriendo compensar por los dos penales cobrados en contra, expulsó a Benalcazar por demorar el cobro de un tiro libre y después de solo adicionar cuatro minutos cuando dio la impresión que fueron muy pocos para lo que quemó el visitante, pitó un penal por una supuesta mano de un defensor caleño: Milton cobró y sentenció el 2-3 final.

La gente se fue tranquila porque reconoció la entrega del equipo y los muy buenos momentos de juego colectivo. Quedó la impresión de que Mera y Hurtado no son la mejor pareja de centrales y que la exclusión de Efraín Cortéz de la alineación hizo pagar el precio. Millonarios no mereció perder pero esa es la vida y el fútbol. Millos tuvo casi una docena de opciones claras, pero el balón no entró. Y el rival, un equipo que durante 60 minutos lucía inferior terminó llevándose los tres puntos gracias, en gran parte, a un portero que empezó nervioso y terminó inspirado y un delantero que a punta de velocidad hizo daño en la defensa Millonaria. Otra vez el Cali, tal como sucedió el año anterior también en una noche sabatina. Ahora vienen dos duelos seguidos con Equidad como "visitantes". El primero el miércoles por Copa Colombia y el segundo el próximo fin de semana en cumplimiento de la tercera fecha del campeonato.

julio 20, 2008

Comienzo prometedor

Millonarios debutó en la Copa Mustang II 2008 con un muy buen triunfo ante el Medellín como visitante, dejando una muy buena impresión ante el mundo. Fue un muy buen partido de Millos, trabajado y ganado con justicia. Vimos a Millonarios mucho mejor en las entregas, más seguro y con mucha más velocidad. claro, hay cosas que corregir todavía, es apenas el primer partido, pero la primera imagen es bastante buena y esperanzadora. Milton Rodríguez debutó con gol vistiendo oficialmente la camiseta de Millonarios, y Cuadrado estuvo inmenso bajo los tres palos.

Quintabani debutó oficialmente con Millonarios enviando al campo una formación 4-5-1. Cuadrado en el arco, Miguel Rojas, Efraín, Hurtado y Casierra; Bedoya, Mera y Robayo en la contención, aunque este último con un rol de siempre acompañar en ataque cuando el equipo tenía el balón; más adelante Araujo y Estrada y Milton Rodríguez en punta. Al final del partido Cuadrado, Bedoya, Mera y Rojas terminaron amonestados.

Millonarios arrancó con toda en el primer minuto de juego y tuvo la opción con Milton en un tiro libre. Después, fue el conjunto paisa el que tomó el control del juego por un lapso de unos quince o veinte minutos en los que el equipo local arremetió con toda y Cuadrado estuvo atento y se lució en el arco. Millonarios optó por la presión al rival desde su salida defensiva con Jonathan, Milton y Araújo (de gran partido), lo que privaba al local de poder salir con tranquilidad jugando. El medio campo azul por momentos mostraba pasividad, pero cuando el equipo recuperaba la pelota salía con gran velocidad y precisión buscando ataques explosivos. El equipo rojo llegó más, sobre todo con centros al área, pero Millonarios fue el que hizo el daño a los 32 minutos, cuando Miguel Rojas metió un buen centro a Milton Rodríguez quien, habilitado, le tocó la pelota a Robayo para dejarlo mano a mano con Bobadilla, y Robayo en lugar de disparar devolvió atenciones con el delantero y le tocó la pelota. Milton recibió con el arco solo a su disposición y anotó su primer gol con la camiseta de Millonarios. Una muy buena jugada colectiva en la que se combinó la rapidez mental con la precisión. A partir de ahí para Millonarios fue más fácil, porque jugó con el desespero del Medellín, que si bien seguía centrando balones, nunca más generó riesgo en la primera parte. De hecho, Robayo estuvo a punto de convertir el segundo finalizando la etapa inicial, cuando Araujo puso un "busca piés" que se pasó por el área chica y que el volante no pudo alcanzar a tocar para empujarla con el portero vencido.

Para el segundo tiempo Millonarios optó por retrasarse un poco, esperar y contragolpear. El segundo gol parecía llegar rápido, Medellín no tenía ideas y el que llegaba con mayor riesgo era Millos. Jonathan la tuvo en un mano a mano, pero su remate se fue por encima. Milton recibió en el área e hizo una de más cuando alguien llegaba acompañando solitario. Fueron quince minutos en los que Millos tuvo todo para liquidarlo. La manera como el equipo pasaba de defensa a ataque con una gran velocidad es admirable. Después, el cansancio físico hizo su presentación y Quintabani tuvo que hacer cambios. Sacó a Rojas y metió a Érvin, quien por zona derecha movió a todos los rivales de camiseta roja. Después, sacó a Milton para darle paso a "Café" Mendoza, a quien no pudimos verlo del todo, ya que para entonces Millonarios había resignado sus aspiraciones de ataque y se dedicó a esperar. Tenemos que destacar el sacrificio de todos los jugadores, que cuando el cansanció asomó lo dejaron todo en cada jugada para rechazar o recuperar. Después entró Andrés Pérez por Jonathan Estrada para cerrar aún más espacios al local. Medellín terminó los últimos minutos con el control del partido a su favor generando jugadas de riesgo. Otra vez Cuadrado estuvo inmenso, al igual que los dos centrales que supieron aguantar la arremetida.

Fue el primer partido, Millonarios mostró muchas cosas positivas y dejó una excelente impresión ante los hinchas. Fue un equipo más rápido que el que estábamos acostumbrados a ver, con mejoras notables en las entregas de pelota y que presiona desde la salida. Dicen que "lo que bien comienza bien termina", y el comienzo de Millonarios, por lo que vimos en Medellín, es bastante prometedor. Esperemos que sea una bonita señal. Desde ya se ve venir una muy buena entrada el próximo fin de semana, cuando el equipo haga el debut en la casa ante el Cali.

julio 14, 2008

Lo de Blandón: un autogol directivo

Cuando se administra una empresa o negocio, siempre se deben realizar gestiones pertinentes y convenientes para que exista un crecimiento en todos los sentidos. Al parecer, la junta directiva de Millonarios no tiene ni la más mínima idea de esto, y lo que pudo ser una excelente oportunidad de entrada económica y valorización del club se fue a volar por la negligencia de los señores que hoy gobiernan en Millonarios. Absolutamente todos son culpables y merecen esta crítica: Por culpa de ellos Millonarios dejó escapar un buen arquero, y un buen negocio a futuro.

Eduardo Blandón deslumbró hace casi un año, cuando en medio de la Copa Sudamericana tuvo que reemplazar a José Cuadrado por lesión y fue la figura en Santiago cuando Millonarios eliminó a Colo Colo del certamen. Poco a poco se consolidó en el pórtico embajador a tal punto de llevar una excelente competencia deportiva con el mismo Cuadrado por ser el titular cada semana. Sus participaciones en la copa y en el torneo local le dieron una excelente vitrina como para pensar en una venta al exterior en el mediano o largo plazo que significaría una entrada financiera importante para las arcas del club, más en épocas como éstas en donde se necesita bastante.

Blandón estaba a préstamo, y Millonarios tenía hasta el pasado jueves 10 de Julio para hacer uso de la opción de compra que había puesto el Envigado. En muchas ocasiones leimos y escuchamos todos que la intención de la junta era comprar los derechos deportivos de Blandón. La sorpresa fue escuchar al presidente López en radio ese jueves en horas de la tarde afirmando que no se iba a pagar. Ni la visita del presidente del Envigado a Bogotá, ni la intención de algunos miembros de prensa de intentar mediar la situación para llegar a un acuerdo o a un nuevo plazo para la compra sirvieron. Inclusive, Blandón atajó con Millonarios en el amistoso jugado en la finca ese jueves en horas de la mañana.

El viernes Millonarios confirmó a Óscar Córdoba como nuevo portero y con la noticia se dilapidaba cualquier esperanza que teníamos los hinchas de que el club adquiriera los derechos deportivos de Blandón. La falta de visión de negocio de los directivos de Millonarios es enorme y todo este proceso no fue más que la demostración de ello. Las capacidades de Blandón, la vitrina internacional que tuvo el año anterior en la Suramericana y el nombre de Millonarios eran más que suficientes para un virtual traspaso al exterior en una suma mucho mayor a la que pedía el Envigado y significaría una ganancia importante para el club. Lo vimos todos, menos ellos. Increible.

El viernes Blandón ya no volvió a entrenar, sus derechos deportivos muy seguramente serán adquiridos por Nacional, que al parecer si va a explotar las capacidades del portero. Un autogol directivo enorme, una falta de estrategias de negocio impresionante. Esta junta fue capaz de comprar a Óscar Briceño por un valor mayor al de Blandón, pero cuando tuvieron la oportunidad no sólo no hicieron uso de la opción, sino que además pareció como si no tuvieran la más mínima intención de hacerlo, después de tanto decir que esa compra estaba entre los planes.

Y si la razón es que Blandón no estaba entre los planes, pues sencillo. Se compra y se revende a otro equipo, ahí también se gana algo de dinero.

Y ojo, que Óscar Córdoba no tiene nada que ver con el tema y no puede ser juzgado por este papelón directivo. El último culpable es el vallecaucano, a quien hay que apoyarlo a muerte, pues defenderá los tres palos del equipo de nuestros amores. No hay que desorientar los señalamientos.

Los directivos, que por estos días tienen al grueso de la hinchada en contra, realizan actuaciones que en lugar de subir su imagen la deterioran cada vez más. Lo de Blandón es un papelón de altísimo nivel.

julio 12, 2008

Después de 16 años, Óscar Córdoba vuelve a Millonarios

Óscar Córdoba firmó contrato y desde hoy se convierte en el nuevo portero de Millonarios por un año y sin opción de compra. El vallecaucano, dueño de sus derechos deportivos, no cobró por el préstamo y llega a reemplazar a Eduardo Blandón, quien definitivamente se va de Millonarios ya que los directivos no hicieron uso de la opción de compra.

Córdoba, nacido el 3 de Febrero de 1970 en Cali, debutó en el profesionalismo en 1988 con Nacional, pasó al Cali un año después y luego al Quindío en 1990. A Millonarios llegó en 1991 cuando el técnico era Eduardo Retat, fue el titular indiscutido del equipo que llegó hasta las semifinales de ese año. Para el año siguiente, la bochornosa goleada 7-3 a manos de Santa Fe lo dejó marcado entre el grueso de la hinchada, y su titularidad indiscutible del año anterior se desvaneció para pasar a alternar la titular con Eddy Villarraga. El año siguiente se marchó al Caldas, después pasó al América donde logró el subcampeonato de la copa Libertadores de 1996 debido, en gran parte, a un error suyo que propinó el segundo gol de Hernán Crespo con el que River venció al equipo rojo en Buenos Aires y levantó la copa. En 1997 fue a Boca Júniors, equipo con el cual ganó absolutamente todo: el torneo argentino, la copa Libertadores y la copa Intercontinental. Sus grandes presentaciones con el club argentino lo llevaron a europa, primero en Italia con el Perugia y después a Turquía con el Besiktas y después el Atalayaspor. El año pasado regresó a Colombia para defender el arco del Deportivo Cali.

Es considerado uno de los mejores arqueros de la historia reciente de nuestro país. Con la selección Colombia disputó más de 70 partidos internacionales: jugó el mundial de Estados Unidos y ganó la Copa América de 2001.

Nadie duda de las innegables condiciones de Córdoba y LosMillonarios.net le da la bienvenida. Ojalá sea este otro gran paso, como aquel que tuvo en Boca Júniors.

julio 10, 2008

Triunfo en amistoso

La mañana de hoy en la finca tuvo un cambio. No hubo entrenamiento normal, pero si un partido amistoso, el primero desde que la plantilla regresó de Paipa, en donde ganó dos partidos y perdió uno. El rival de la mañana de hoy fue Maracaneiros, y el resultado fue victoria por 2-1 con dos goles de Milton Rodríguez, Bedoya salió expulsado.

Millonarios jugó con Blandón; Miguel rojas, Mera, Cortéz y Casierra; Robayo, Bedoya, Araujo y Estrada; Milton Rodríguez y Leonardo Castro. El primer gol fue iniciado por la figura del partido: Estrada, que puso un pase profundo a Rojas quien centró para encontrar la cabeza del delantero caleño que ganó limpiamente la posición ante el defensa rival. Sobre el final del primer tiempo, una nueva jugada por la zona derecha terminó en un centro de Rojas y la falta contra Jonathan Estrada: cobró Rodríguez y 2-0.

Para el segundo tiempo, Rodríguez fue sustituído para darle paso a Oscar Briceño y ahí Millonarios se perdió en ataque. Aunque siguieron existiendo opciones, el cucuteño no estuvo bien y no pudo definir. Cuando Millonarios ya estaba relajado con la ventaja, una falla de Casierra permitió el descuento rival. Iván Hurtado hizo un entrenamiento aislado con miras a una mejor adaptación a la altura capitalina.

Para recordar: en esta pretemporada Millonarios jugó dos partidos ante Patriotas (3-1, 0-1) en Villa de Leyva, jugó después en Nobsa contra la selección Boyacá (4-1) y ahora el de la mañana de hoy.