octubre 23, 2008

Sufriendo más de lo debido

Había que ganar sin importar lo demás. Había que sumar de a tres así fuera ganando medio a cero para no quedarnos colgados. Al final, aunque el equipo sufrió de más, aunque se terminó el partido con ansiedad y algunos hinchas pedían tiempo, aunque el rival tuvo un hombre menos que Millonarios durante gran parte del partido y tuvimos que esperar casi 75 minutos para cantar un gol; el equipo ganó, saltó al tercer lugar de la tabla de posiciones de este campeonato apretadísimo y llega con la confianza suficiente para afrontar el próximo sábado una nueva edición del clásico capitalino.

Para muchos el rendimiento del equipo no fue el mejor, para muchos el equipo jugó mal teniendo en cuenta como se dieron las condiciones del juego. Algunos pedían la salida de Elinho justito hasta instantes previos a su anotación que a la postre significó el triunfo. Con el empate en ceros, la desesperación se apoderó de los jugadores y también de los hinchas, que no podían creer que Millonarios tuviera que sufrir tanto para ganarle a un equipo diezmado que tenía un hombre menos en el campo casi todo el partido, que quemaba todo el tiempo del mundo posible con la complicidad de Adalberto Rincón y que, además, sólo avisaba peligro en la pelota aérea, en donde casi siempre ganó a la zaga azul.

El planteamiento de quintabani para el primer tiempo era más cauteloso que cualquier otra cosa. Los tres hombres de recuperación y apenas Estrada como enganche no daban muchas alternativas. El equipo azul llegó poco al arco defendido por Estacio, se jugaba mucho por la derecha y los avances llegaban hasta tres cuartos de cancha. El partido no era bueno, por el contrario, se jugaba mucho en la mitad y ninguno de los dos equipos mostró situaciones claras de gol. Ni siquiera después de la expulsión de Rojas cambió la situación. Millos tenía un hombre más en el campo, pero la diferencia, no se notaba. El portero visitante desde muy temprano empezó a quemar tiempo con cada saque de meta a favor y el central no le quiso sacar ni la lengua. Con el partido cortado, con Millonarios inofensivo y con Huila retrasado buscando contragolpes que nunca existieron, se fue la primera parte. Sobre el final, en una jugada de ataque, el central dejó seguir lo que desde la tribuna pareció ser un claro penal.

Era el momento de replantear la situación y así lo entendió Quintabani. Para el segundo tiempo mandó al campo a Araújo en el lugar de Andrés Pérez (de buena actuación). Con el cambio de módulo táctico Millonarios mostró más vértigo y desde el inicio del segundo tiempo se acercó con más riesgo. La primera la tuvo Casierra quien después de un rebote recibió la pelota casi que con el arco al frente pero se la dio a un rival. Después todo lo hizo Estacio, empezó a sacar remates que eran goles cantados y de a poco, con sus atajadas y su forma desenfrenada de quemar tiempo, se fue erigiendo como la figura del partido. Huila empezó a avisar por medio de la pelota quieta, en donde en un noventa porciento de las veces sus atacantes ganaron sobre la zaga azul ocasionando varios dolores de cabeza.

Pasaban los minutos y la desesperación entró. Los comandos empezaron a cantar el "movete Millos, movete", mientras en Oriental y Occidental la gente empezó a pedir a Tejada en lugar de Elinho, quien no había tenido una buena noche. Al final el panameño ingresó, pero por Asprilla. Quintabani se la jugó toda y era obvio, había que ganar como sea. Sobre el minuto 28 de la segunda parte, por fin, los jugadores de Millos se combinaron para abrir la defensa visitante por el centro con algo de suerte también, y así Elinho, quien no había tenido un buen partido hasta entonces y ya estaba empezando a ser resistido por algunos, quedó mano a mano con Estacio y lo venció. Llegó el gol, por fin, se había demorado mucho, pero Millos estaba adelante en el marcador.

Huila, entonces, sacó lo poco que tenía buscando el empate y Millonarios trató de aprovechar los huecos dejados para generar contragolpes. Tejada pudo hacer el gol de la fecha tras empalmar una volea de primera intención. Su remate, furioso, iba a todo el ángulo, y Estacio dijo que no. Después, el golero tuvo otra muy buena intervención y un par de remates más salieron desviados. Huila no llegó con peligro después del gol de Millos, pero sí alcanzó a meter al equipo embajador en su campo. Sobre los minutos finales algunos, desesperados, pedían tiempo. Pero era más cuestión de ansiedad y de los cuatro minutos de adición que dio el central, que de algún peligro que generara la visita. Sobre los minutos finales José Mera fue expulsado por doble amarilla y se perderá el partido del próximo sábado, lo que hará que Quintabani recomponga muy bien la defensa. Llegó el final y gracias al apretado triunfo y la combinación de resultados, ahora Millonarios es tercero, aunque el octavo tenga apenas dos puntos menos.

Para el último clásico, tanto Millonarios como Santa Fe llegaron con los mismos puntos pero el cuadro rojo ganaba la posición por diferencia de goles. Ese clásico lo ganó Santa Fe 0-1. Esta vez, en vísperas del que puede ser el último clásico del año, los dos equipos llegan en las mismas condiciones, pero ahora es el equipo azul el que gana la posición por la diferencia de goles. Que sea este un buen presagio para lo que todos queremos, una victoria azul ante el rival de todos los tiempos.

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