... y perdieron hasta su "santa fe"
¿Hay alguna hinchada en el fútbol colombiano más amarga que la del independiente santa fe? Hoy una vez más ellos mismos volvieron a demostrar que más amargos que ellos no hay nadie. Venían de ganar cuatro partidos en línea y con todo y eso y tal como lo pronostiqué en la entrada anterior con la previa, hoy de nuevo no llenaron su parte, no fueron. De nuevo Millonarios llevó más gente (en términos de porcentajes, 65-35), de nuevo hubo un hueco enorme en Oriental-Sur, de nuevo la gente de Millonarios en Oriental quedó "apiñuzcada". Pero esta vez, en adición a eso, hubo gente de Millonarios con boleta en mano que no pudo entrar al estadio, por la mencionada negligencia -también en la entrada anterior- de los entes encargados de la logística. Aquí tienen que aprender que Santa Fe no merece medio estadio porque no lo llena, ¡¡¡cuántos problemas de acomodación se ahorrarían!!!
Toda la semana no hicieron más que hablar y hablar de más. Desde el lunes ya estaban celebrando una victoria que nunca llegó. Agrandados hasta más no poder, yo opté por dejar hablar. No me imagino las caras de los santafereños hoy, y durante la semana, porque el partido para el que viven durante todo el semestre lo perdieron, con goleada incluida.
Ahora sí, al partido. De entrada, todos pensábamos que Millonarios se íba a ir encima tal como en los partidos anteriores. Pero no fue así, el que salió con todo fue Santa Fe, que durante los primeros 15 minutos tomó el control y arrinconó a Millonarios, que pecó de falta de presión en media cancha, dándole libertad a los creadores rojos. No obstante, en la primera real aproximación de Millonarios, al minuto 16, Estrada es derribado claramente en el área, penal claro, cobra Villagra y a guardar. La primera alegría, que duró poco, porque tres minutos después, Santa fe empató con un remate de media distancia derivado en esa falta de presión en la mitad de la que hablo.
Después de esos tres minutos de goles, el partido cambió en ritmo, y santa fe perdió la profundidad con la que inició. Millonarios se animó a atacar más, y en el primer tiempo varias pelotas de gol que tuvo Telembí fueron bien controladas por el golero rojo, hasta que luego de un choque Castillo tuvo que ser reemplazado por Ervin González, artífice del segundo, a los 41, cuando centró y encontró la cabeza de Villagra. El balón se fue muy lentamente hasta traspasar la línea de gol cardenal y desatar la algarabía en la parcial azul.
El segundo tiempo comenzó mejor de lo esperado, Bedoya recuperó un balón en la mitad, puso el pase a Estrada, que de taco dejó habilitado a Ervin González que eludió al arquero y anotó, de camerino, el 3-1. Todo parecía estar controlado porque aunque Santa Fe tuvo el balón, sus ataques siempre perdieron con la defensa embajadora, y porque más de una vez Millos tuvo cómo liquidar en sendos contragolpes.
Santa Fe aprovechó el único error de la zaga azul en el segundo tiempo para anotar el descuento, definición del gordo Preciado. Durante unos 10 minutos, hubo preocupación, porque Santa Fe se vino con todo, y después de lo que había pasado en el último clásico, cuando ganábamos 2-0 y nos empataron, el recuerdo era inevitable. Además, durante ese lapso la arremetida cardenal fue masiva, y los atacantes azules empezaron a padecer los efectos del cansancio físico, por lo que los ataques ya no eran tan punzantes.
Pero, como papá es papá, a los 30 minutos, la preocupación y la ansiedad se volvieron a convertir en carnaval. Jugada por la derecha, disparo que rebota en un defensor rojo, y "el cabezón" Rodríguez (sí, el cabezón) aprovechó para anotar el cuarto de la noche y ponerle la puntilla al resultado.
Los siguientes 15 minutos fueron la típica constante de todo clásico que gana Millonarios, 25000 personas cantando y saltando al unísono, de la forma como sólo esta hinchada puede. "Hay que saltar, hay que saltar, el que no salte es una puta cardenal", "Millos no tiene marido, Millos no tiene mujer, pero tiene un hijo bobo que se llama santa fe". Todo el mundo se puso de pie y saltó, nadie se quedó sentado, el canto del "ole" no se hizo esperar hasta el pitazo final.
Para resaltar... no entendí qué le dio al central con la tarjeteadera a los jugadores de Millonarios, y con las expulsiones de los dos técnicos. A Osorio lo echa por ¡Salir del banco!, inaudito. Osorio no hizo nada malo ni ilegal y me consta porque estaba ubicado justo en frente del banco millonario. Con Sarmiento fue igual, expulsado sin aparente razón, aunque el cuarto árbitro "lo visitó bastante" durante todo el partido.
Los rojos venían agrandados porque llevaban 4 en linea, y hoy su papá les metió 4 en línea. ahora, 98 VECES MÁS GRANDES, con baile y goleada incluídos.
Algunos no entienden que por más que vayan bien juegan con papá. Ahora, con toda el sábado presentes en el estadio para el partido con Tolima, y en 15 días, el verdadero clásico, contra los putos de Nacional.
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