abril 15, 2007

Doloroso... pero hay que tener la frente en alto.

Se perdió el partido que no se podía perder, el que más nos duele. Nacional ganó porque su técnico leyó muy bien el partido y porque consolidó a su arquerito como la figura de un juego bastante parejo y disuputado, y porque con un golazo desequilibró las cosas.

Obviamente es entendible que hoy todos los hinchas azules estemos tristes y nos duela el alma, pero no hay que agachar la cabeza. Yo se que para todos será duro aguantar en la oficina, en la universidad, en el colegio a los mierdolagas restregando el triunfo. Al fin y al cabo, es el superclásico y si el resultado hubiese sido distinto la cosa también sería así. Por eso en estos momentos es cuando más orgullosos debemos sentirnos de ser hinchas de Millos, de estos colores, de esta pasión.

De nada sirve en estos momentos tratar de buscar culpa en el juez, que si bien no pitó bien no influyó en el resultado, o en el equipo, o en falta de ganas (porque sí hubo bastante entrega), Símplemente, Nacional gana el duelo en el banco y en el arco, ahí fue la diferencia.

Mientras Quintabani leyó bien el partido y supo controlar las áreas más contundentes de Millos. Osorio, en el afán de ganar, cometió errores al probar variantes que no se deben ni se pueden hacer ante Nacional (no se puede inventar nada en un superclásico), y en uno de esos cambios nació la jugada previa que terminó en el único gol del partido. Y en el arco, Ospina contuvo el grito de gol en por lo menos 5 oportunidades, fue la figura.

El otro duelo, el de la tribuna, si lo ganamos, y por goleada. Más allá de la salida apoteósica con humo en Oriental y Occidental (Los Comandos estaban sancionados, pero a la gente se le olvidó cual es la platea más brava de Colombia), en donde como siempre la hinchada azul borró a la verde, la hinchada azul jamás estuvo en silencio, y la verde fue todo lo contrario. Esta vez ni siquiera cantaron las dos o tres cancioncitas de siempre, esta vez sólo fue silencio, inclusive cuando tomaron la ventaja, y sólo se escucharon 5 minutos antes de la finalización del partido.

Lo mejor... terminado el partido, y cuando el equipo embajador se dirigía al camerino con la derrota más dolorosa a cuestas, de todas las tribunas salió un imponente aplauso hacia los jugadores reconociendo la entrega y la lucha dentro del campo. Algo que ninguna otra hinchada haría. 32000 personas aplaudiendo, reconociendo la entrega, lo que nos diferencia de la ralea verde. La sutil diferencia entre la fidelidad y el resultadismo, entre el AMOR VERDADERO y la FARÁNDULA RESULTADISTA.

Las conclusiones:

Si bien es inocultable la tristeza por perder el partido que no se podía perder, hay que mantener la cabeza en alto y sentirnos orgullosos de pertenecer a la mejor hinchada del país, la que sigue al equipo más grande.

Aunque el resultado nos deja mal parados en la tabla, hay que recordar que viene América en Cali, y después Millonarios jugará como local 5 partidos seguidos (incluídos el juego en Tunja y un clásico con Santa Fe, pero en ambos escenarios siempre somos locales), esto significa que tenemos la clasificación en nuestras manos, y dependemos de nosotros mismos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mechu, trate de que no jodan mas al America en Cali, recuerde que el America y Millos compartimos rivales, ojala ganen los 5 en casa.

Anónimo dijo...

Es logico que si hablamos de hinchada y mas estando en Bogota, millonarios tiene que llenar estadio, no creo que hagamos comparaciones acerca de hinchadas cuando el local por obligacion tiene que llenar estadio.

En cuanto al partido es necesario resaltar al portero de nacional y resaltar que Henao por agrandado le paso lo que le paso

saludos compañero

Anónimo dijo...

que bien bien sentimos lo mismo por millonarios igual que mucha gente en COlombia y America.