Lección de FE
Para los que salieron el pasado miércoles diciendo que ya no había nada que hacer, para los que en medio de la calentura dijeron que no íban a volver al estadio, para los que nos dieron por eliminados cuando había transcurrido apenas una jornada y quedaban 15 puntos, para los que por una derrota armaron una tormenta en un vaso de agua, para los pseudoperiodistas colombianos que no hicieron más que hablar pestes sin sentido. Para todos ellos, Millonarios ayer en Medellín les volvió a demostrar que está para grandes cosas.
Pasaron 15 años desde la última victoria azul ante el DIM en la loma y ayer esa mala racha se rompió y de una manera emocionante. Gracias le doy hoy a Dios por haberme permitido viajar hasta la loma y regresar a casa sano y salvo, haber podido ingresar al Atracacio y mejor, haber podido presenciar esa victoria en vivo. Hoy de nada sirve comentar el parto que significó llegar hasta ese lugar el sábado en horas de la madrugada ni la gran cantidad de sueño atrasado, porque eso no es nada, ver a Millonarios, y más aún verlo ganar compensan cualquier sacrificio.
Fue mi segunda visita a tierras montañeras, la primera, hace tres años, fue para ver un empate a uno en el superclásico con los verdes. Aquella vez en Norte, esta vez en Occidental, y viendo el comportamiento de los hinchas azules oriundos de la región, uno entiende muchas cosas (y entre otras cosas, conocí muchísima gente azul allá, que por razones de seguridad -entendibles por demás- deben andar "caletos") como que no es fácil llegar a ese estadio ni salir, hay que hacer un montón de maromas, que en ningún otro lugar hay que hacer.
Millonarios jugó como un verdadero equipo grande, siempre estuvo arriba en el marcador y supo controlar la arremetida roja al final, para irse como justo ganador, con principalmente dos jugadores como pilares: Ciciliano y Bedoya. El primero, jugando el mejor partido del año, y para recordar una actuación tan superlativa de "Cicinho" con la azul tuve que remontarme a una victoria 3-1 a Junior el año anterior; y además aprovechando el desespero rival para descontrolar a los más de 25000 seguidores rojos. El segundo, mostrando la casta de siempre, seguro en la mitad, controlando todo. Pero no sólo ellos jugaron bien, hay que hablar además del equipo en general, más allá de los dos regalos que significaron los dos empates parciales del equipo paisa: el primero de Henao y el segundo del Cabezón.
Ahora, los goles: El primero un pase nítido de Villagra para dejar a Telembí en posición de anotar, descontó al arquero y definió con el arco a su merced. Esta ventaja duró apenas unos 5 minutos, pues llegó el primer empate del Dim. El segundo, un penal tan claro como infantil cometido a Telembí y que cobró muy bien Ciciliano dejando quieto al arquero local; pero cuya ventaja también duró poco porque el local volvió a empatar. El tercero: cabezazo de Bedoya cambiando la dirección y desconcertando al arquero para el 3-2 final que el equipo paisa ya no supo remontar.
Muchas cosas positivas del partido de ayer: La actitud del equipo, siempre buscando el arco rival, a pesar de tener la ventaja nunca se replegó. El dominio del partido, sobre todo en los últimos 25 minutos luego del 3-2, en lugar de reventar el balón, Millonarios controló la ventaja con el balón en sus pies, ocasionándole desespero a su rival que llevó a hacerlo cometer muchas faltas. La defensa, si bien nos hicieron dos goles, Medellín nunca encontró la fórmula, y como escribí antes, los goles rojos llegaron más por desatenciones individuales que por cualquier otra cosa.
Para aquellos que no creían y perdieron la fe por un partido perdido va este mensaje. Los cuadrangulares tienen 6 partidos y Millonarios hoy es segundo a un punto del líder. No se puede perder así la cabeza. Y si bien los momentos de calentura son difíciles de manejar, hay que aprender a ponerle cabeza fría al asunto. Ahora viene Cúcuta con su nómina emergente el jueves, y por encima de todo hay que ganar como sea, y por encima de todo hay que estar de nuevo presentes en las tribunas como sea. La ilusión sólo se acaba cuando se acaba, nunca antes.
PD: Leí en el blog de El Tiempo la iniciativa para por vía legal hacer algo con la policía antioqueña refiriéndonos al tema de los Comandos y apoyo totalmente la moción. Ayer los sacaron faltando 15 minutos y con el equipo ganando. Esto de por sí ya es una falta de respeto total de los entes para con el aficionado que se pega un viaje larguísimo y que no merece este trato. Otra de las cosas que curiosamente sólo pasan en esa región del país.
1 comentario:
Y eso que esta vez solo fueron 15 minutos, alguna vez oí que los habian sacado faltando mas de media hora, me pregunto si esas medidas son solo para millonarios, los quipos de bogota o con el resto también? es preferible que los dejen sentados media hora despues del final a que los saquen asi.
Por otro lado, una pregunta medio primipara: En dado caso que millonarios llegue a la final que partido se juega en Bogotá? o como es que definen eso?
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