La ilusión sigue intacta
Soy fiel creyente de los golpes psicológicos que afectan el curso de un partido y de un equipo (incluso hasta de ambos). Lo que sucedió la tarde de hoy en Cúcuta es un fiel reflejo de esto. Dos golpes psicológicos duros (un error arbitral y una desconcentración) privaron a Millonarios de conseguir un mejor resultado.
Corrían 15 minutos, Millonarios era el mismo equipo disciplinado de los últimos partidos, poco a poco iba afianzando su zaga ante los constantes embates cucuteños. Entonces, una jugada discutida, discutidísima, acabó el plan de la semana. Un balón que pegó en el pecho de Zapata luego de un remate del argentino Martínez. En principio la decisión del central fue el tiro de esquina, pero su asistente, infamemente levantó la bandera insistiendo que era penal, hasta terminar convenciendo al central. En primera, el balón nunca pegó en la mano; y en segunda, de haber pegado en la mano era totalmente involuntaria. Grave error, gol del Cúcuta y cambio del curso de las acciones. El central perdió la manija del juego por ratos ocasionando el entendible desespero de los jugadores embajadores, y llegaron las tarjetas a Henao, Martínez y cortés (el primero se pierde por esto el juego con Medellín). La cabeza caliente de los jugadores azules era notable y por eso era mejor que el primer tiempo terminara.
El segundo tiempo empezó mejor, porque Millos se fue con todo y estuvo cerca. Lamentablemente un error grosero en el cobro de un tiro libre a favor que terminó en pase errado terminó en un golazo cucuteño que prácticamente sentenció las cosas. Dos minutos después el local anotó el tercero. Lo que es loable es que a pesar de la adversidad y el marcador holgado en contra, el equipo nunca bajó los brazos y siempre buscó el arco rival. A 10 minutos del final Jonathan descontó, y despertó una ilusión de lo que podría ser un regreso inesperado a un empate, que al final no llegó.
Así las cosas y con el empate entre Medellín y huila en la loma. Millonarios continúa segundo, ahora a dos puntos del huila pero con Cúcuta respirando atrás. El domingo sea como sea hay que ganarle al Medellín en El Campín, y lo mejor sería que en Cúcuta los motilones y los opitas empaten, para sacar al Cúcuta de la conversación y poder llegar a Neiva con el empate como factor a favor. Cualquier otro resultado nos obligaría a ganar o ganar en el juego final ante Huila. No se ha perdido nada y la ilusión continúa intacta. El domingo hay que ganar como sea.
PD: Entre el sinsabor de la derrota, mi hermano se apuntó el chiste copero del día, apoyado en la participación del Cúcuta en las semifinales de la Copa Libertadores y luego de los dos partidos seguidos entre embajadores y motilones: "Si esta fuera una serie de torneo continental ganábamos por el gol de visitante. Le ganamos la serie al Cúcuta".
1 comentario:
Estoy de acuerdo, la jugada del penalty no fue mano, le pegó en el pecho, lo que si creo es que si le hubiera pegado en la mano si debía de haberse pitado, ya que el jugador a pesar de no tener la voluntad de detener el balón si comete una imprudencia en el area al saltar con los brazos levantados por lo tanto igual se pdría hacer pita si hubiera pegado. Pero lo claro es que no fue Penalty y sin este regalo para el Cùcuta el marcador podría haber sido otro. Sin embargo también es claro que al Cúcuta no le pitaron un penalty clarisimo unos minutos despues, compensación? no lose pero hay que ver las dos caras de la moneda.
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