septiembre 21, 2008

Impotencia

Un infortunio de Óscar Córdoba en el último minuto del partido le dio a Santa Fe la victoria sobre Millonarios en el clásico capitalino. No fue un buen partido, los dos equipos lucharon pero no jugaron. El empate estaba casi que firmado y un error desequilibró la balanza a favor del equipo rojo. Pitó Wilmar Roldán, que con su pésima presentación perjudicó claramente a Millonarios no solamente en la noche del sábado, también perjudicó al equipo en la siguiente fecha ante Nacional y posiblemente ante el América también. La verdad no se sabe que es lo que deja mayor sinsabor: Si es perder en el último minuto contra un rival que hizo menos por el partido, o si es la impotencia al ver un arbitraje tan malo y perjudicial, y no poder hacer nada para evitarlo; o el nivel general del equipo que difirió totalmente de las anteriores presentaciones.

Antes de todo, vamos a los antecedentes: Para la final del campeonato anterior, Wilmar Roldán fue designado para pitar el partido de ida entre el América de Cali y el Chicó en el Pascual Guerrero. Ese día, en el último minuto y con el juego empatado, Chicó avanzó y su jugada terminó en gol, pero Roldán lo invalidó argumentando que "ya se había terminado el tiempo". Se notó mucho que no quería que el América se fuera perdedor en casa, sintió miedo, falta de identidad. Afortunadamente para el fútbol, Chicó quedó campeón después, por lo que su "error" no manchó el desenlace del torneo y el campeonato justo del equipo ajedrezado. Por este error, la comisión decidió sancionarlo internamente, nadie supo cual fue la sanción, pero dio mala espina cuando vimos que había sido designado para el clásico. No puede ser que un árbitro que comete estos errores sea designado para un partido clase A.

Ahora si, al partido. El Campín se vistió de gala. El 80% del estadio era azul y el 20% restante rojo. Con todo y esto, y con gente de Santa Fe quejándose porque era "injusto" que no les dieran la mitad del estadio, en la parte asignada a Santa Fe en todas las tribunas quedaron huecos. Ni el 20% del estadio llenaron, que sirva esto de enseñanza a todos los que pedían 50-50 cuando no llenan ni un 20. Ojalá lo del sábado sirva de precedente para todos los clásicos en los que Millos sea local de aquí en adelante.

Un sinnúmero de banderas aparecieron en Oriental y Occidental. El banderazo se vivió por todo lo alto, a pesar de que en la tribuna Norte no se podían ingresar elementos para la fiesta. La salida de Millos fue monumental, no solo por las banderas, también por el humo y el papel picado. Como en Occidental Sur había huecos, en Occidental Norte había un sobrecupo impresionante (mucho hincha de millos con boleta y sin puesto, porque los santafereños no llenaron su parte).

Millonarios arrancó con todo de la mano de Bedoya y Estrada. Millonarios era el único que buscaba el partido, Santa Fe se acercaba hasta tres cuartos de cancha esporádicamente sin hacer daño. Leo Castro tuvo la mejor opción para liquidar cuando quedó mano a mano con Julio, pero se apresuró y su remate se fue alto. Al minuto 22 la historia del clásico cambió. Bernal agredió a Robayo y Roldán lo expulsó. Fue entonces cuando bolillo y su combo empezaron a presionar a Roldán para que expulsara a alguien y el árbitro, miedoso, mediocre, sin pantalones ni identidad, expulsó a Robayo argumentando quien sabe que cosa. Nunca pudimos entender cual fue la razón. Y con esto, Millonarios perdió más. Santa Fe perdió un jugador del montón, Millonarios perdió al mejor volante mixto que hay actualmente en el medio. Y peor, lo perdió también contra Nacional el miércoles, y tal vez con América, conociendo las resoluciones de sanciones que siempre miden a Millos con otro rasero.

Y con el incidente, pasó lo que muchos presentíamos, los hinchas de Santa Fe ubicados en la tribuna sur empezaron a destruir la silletería deliberadamente. Lo peor, es que Millos es quien debe pagar por esto. Y después preguntan por qué las boletas de Santa fe eran más costosas y se quejan.

Santa fe aprovechó el hueco en la media cancha para adueñarse de la pelota, pero seguía siendo inofensivo. Millonarios siguió apostando al balón largo por los costados con Estrada, Castro y Milton, aprovechando los saques largos de Córdoba que se convertían en pases de gol, pero entrando al área los ataques eran bien conjurados por la zaga cardenal. Al minuto 27, Miguel Rojas cayó derribado en el área, era penal claro, pero otra vez Roldán, otra vez mediocre, otra vez sin pantalones, otra vez sin identidad, pitó una inexistente "falta en ataque" cuando parecía decidido a pitar el penal.

No pasó mucho después, el partido se emparejó en la mitad y ambos equipos lucharon más de lo que jugaron. Al finalizar el primer tiempo, el equipo salió ovacionado y aplaudido.

Para el segundo tiempo, Quintabani mandó a Tejada y Mera. El primero sustituyó a Castro pero no tuvo una buena noche. el segundo ingresó por Araújo para ser lateral por derecha y Miguel Rojas pasó a hacer la labor de Robayo. Si bien la labor defensiva de Mera fue positiva, en ataque no aportó mucho. El segundo tiempo fue igual, muy parejo, muy luchado, pocas llegadas claras. Santa Fe optó por la media distancia, pero sus remates no eran nada del otro mundo. En Millonarios se perdió el flujo en la mitad del campo y cuando el equipo llegaba al área contraria era por un pelotazo largo buscando a Tejada y Milton. Jonathan Estrada sintió mucho el sacrificio de cubrir el puesto de Robayo y se desgastó mucho físicamente.

Sobre los minutos finales Millonarios lo tuvo, primero con un remate de Milton que se fue muy cerca del segundo palo y después con otro remate dentro del área que salvó -o mejor, se encontró- Julio. El empate parecía firmado, hasta la última jugada. Remate desde fuera del área que parecía fácil, Córdoba, que hasta ahí lo había hecho todo bien, se complicó y el balón golpeó su cara y dejó rebote, la defensa se quedó dormida y Valoyes liquidó. Dio la sensación que el delantero se ayudó con la mano, pero Roldán no iba a pitar nada distinto al gol. El desespero y la impotencia se adueñaron de los hinchas, que de inmediato empezaron a pedir a Cuadrado. Córdoba pasó de héroe a villano en un segundo, el último segundo.

Millonarios perdió los últimos dos partidos y con esto dejó acercar al lote de la media tabla. Por segunda ocasión consecutiva el equipo se fue en blanco después de caracterizarse por anotar. El siguiente partido es el partido, lo de Santa Fe ya pasó, la diferencia estdística sigue siendo larga. Con Nacional es a muerte y no puede haber márgen de error.

septiembre 14, 2008

El esfuerzo no alcanzó

Millonarios perdió en Barranquilla por la mínima diferencia en un partido difícil y perdió la segunda casilla de la tabla de posiciones ante Júnior, que alcanzó en puntos a los azules pero gana la posición por mejor diferencia de goles. El equipo azul arrancó muy bien, pero sufrió el gol en contra y cayó, aunque es rescatable el esfuerzo de todos los jugadores que lo dejaron todo en el terreno de juego del Metropolitano. Por primera vez en el torneo Millonarios se fue en blanco sin anotar goles.

La historia de este partido es similar a la del partido en Armenia por la quinta fecha, con la diferencia de que esta vez los goles de Millonarios no llegaron. Millonarios arrancó muy bien, se fue con todo y en los primeros cinco minutos ya había hecho figura del partido a Dídier Muñoz, arquero local y quien atajara para Millos en 2006. El dominio de la pelota era azul y Júnior no la pasaba bien, sobre todo cuando Estrada y Milton se juntaban en tres cuartos de cancha. Y tal como pasó en Armenia, llegó el gol del rival que cambió por completo los papeles. A los diecisiete minutos, Yánez levantó la pelota buscando un pase al vacío, Mera conjuró en primera instancia con un cabezazo y, en el rebote, Cortéz y Asprilla no se entendieron y se golpearon mutuamente, el balón le quedó otra vez a Yánez que remató de primera intención y venció a Córdoba. Y después, por la jugada desafortunada, Asprilla quedó lesionado y tuvo que ser relegado por Andrés Pérez, lo que obligó a cambiar el esquema, Robayo pasó a ser el lateral derecho por la necesidad, un infortunio en todos los sentidos.

Con el gol Júnior se fue encima con todo y el que pasaba el mal rato ahora era Millonarios. Los barranquilleros tuvieron veinte minutos en los que arrinconaron a Millos y pudieron haber hecho más goles. Quintabani envió a Tejada al campo sobre la media hora de partido en reemplazo de Leo Castro, pero nada cambió. Ya sobre el final del primer tiempo, Millonarios despertó y volvió a inquietar a la defensa tiburona, otra vez con Estrada y Milton, pero siempre faltó algo en la puntada final.

El segundo tiempo tuvo a Millonarios como el dominador, pero a Júnior como el equipo que tuvo la mejor opción de gol. El ingreso de Araújo por Érvin no dio los resultados esperados. Millonarios siempre tuvo la pelota y siempre fue al frente, pero no hubo opciones reales de gol. Júnior se dedicó a esperar a Millos y tratar de utilizar contragolpes rápidos aprovechando las líneas adelantadas de los Embajadores. La opción más clara de gol de todo el segundo tiempo, por no decir que la única, fue un tiro libre de Giovanny Hernández que se estrelló en la raíz del palo derecho de Córdoba. Con el paso de los minutos el clima afectó a los jugadores de Millos y cada vez fueron menos las esperanzas de un virtual empate, a pesar del esfuerzo loable de cada uno de los jugadores.

Con la derrota Millonarios bajó al tercer lugar momentáneamente, esperando los partidos del domingo. El próximo fin de semana los azules recibirán a Santa Fe con estadio lleno en la versión 254 del clásico capitalino. La boletería para este partido está a la venta desde ya.

agosto 31, 2008

Retomamos la punta

Millonarios logró vencer con claridad al Cúcuta Deportivo y se trepó parcialmente a la punta del campeonato de nuevo. Parecía un partido complicado en el papel, pero un golazo de Gerardo Bedoya en el comienzo y la buena suerte ayudaron a que para el final el partido terminara en baile y en una goleada categórica que se hizo corta en relación al trámite del mismo. Por primera vez en cinco partidos, el equipo terminó con el arco en ceros y ahora cuenta con una diferencia de gol de +6, factor importante a la hora de definir desempates.

Teniendo en cuenta el horario del partido, la asistencia superior a 20 mil espectadores es aceptable. Sabíamos que Cúcuta venía herido y se haría matar en la cancha de el Campín. Afortunadamente, Millonarios desequilibró rápido el marcador a su favor gracias a la pelota quieta, tal como ha sucedido en todos los partidos del equipo en Bogotá. Sobre los cinco minutos, Portocarrero derribó a Castro cerca del área y se ganó la tarjeta amarilla. Un minuto después, luego de la acomodación de la barrera y la preparación del cobro, Bedoya disparó con su característica sutileza efectiva y castigó al palo del arquero, que quedó a mitad de camino y observó como la pelota se ubicaba dentro de su marco con estilo. Un remate soberbio, con una categoría de otro planeta, que puso a delirar al público asistente.

Cúcuta trató de reponerse del golpe e intentó tomar el control. Millonarios optó por jugar a los balones profundos de Bedoya y Estrada, los dos mejores jugadores del equipo en la noche del sábado, buscando la rapidez y el desborde de Leonardo Castro y el remate de Milton. Cúcuta llegó cuatro veces con mucho riesgo. Un tiro de esquina desde el sector de Oriental que conjuró bien Córdoba; un error grave de Efraín, quien pecó de confiado y perdió un balón en la línea final que terminó con un centro al área azul y un cabezazo que picó en el piso y después se estrelló en el travesaño; un tiro libre que conjuró el golero azul de nuevo, y un remate desde la derecha que parecía sencillo, pero que Córdoba, también por pecar de exceso de confianza, dejó colar entre sus brazos y la pelota voló hasta el segundo palo y no entró para fortuna de él, de Millonarios y de todos nosotros.

Los avisos del Cúcuta eran el campanazo de alerta: había que liquidar el partido para no pasar riesgos. Jonathan se juntó con Castro y después de entrar al área se enredaron con Milton y el portero rival para desperdiciar la opción. Érvin, quien reemplazó a Araújo hoy, la tuvo luego de entrar encarando al área, pero su remate salió desviado. Y sobre el final del primer tiempo, nuevamente Portocarrero hizo de las suyas al cometer una mano en el área súper infantil que significó el penal que Milton convirtió en el 2-0 para seguir arriba en la tabla de goleadores con el que terminó el primer tiempo, dejando parte de tranquilidad.

El segundo tiempo trajo consigo la entrada de Tejada por Castro. El segundo tiempo del Cúcuta duró quince minutos, el tiempo en el que Millonarios, relajado, le cedió la pelota al conjunto motilón. Sin embargo, no fue mucho lo que el visitante pudo hacer. Después, el visitante mermó sus intenciones y Millonarios se montó en el partido e hizo lo que quiso, nuevamente de la mano de Bedoya y Jonatahn. Tejada tuvo dos opciones clarísimas, pero falló a la hora de la definición. En la primera, su remate mano a mano con el portero Saldarriaga se fue muy por encima, y en la segunda su remate salió ligeramente desviado.
Cúcuta lucía entregado en la cancha mientras Millonarios lo paseaba, el 2-0 parcial era demasiado corto para lo que se veía en el campo. Por merecimientos y justicia, Millonarios debía convertir por lo menos un gol más, y a dos minutos del final del tiempo regular llegó el tercero: centro de Miguel Rojas por la derecha y el cabezazo letal de Robayo para liquidar a Saldarriaga y ponernos a celebrar de nuevo. Los cantos, el ole y la alegría no pararon, ni siquiera después del pitazo final de Iber Machado.

Lo que viene para Millonarios ahora es la que para mi es la etapa más dura de todo el campeonato. Júnior, Santa Fe, Nacional y América son los siguientes escollos para mantener el buen juego y la posición en la parte de arriba de la tabla. La siguiente semana no habrá partido por la jornada de eliminatorias al mundial, situación que deberá aprovechar el equipo para acondicionarse con toda para ir a una plaza siempre difícil como Barranquilla a enfrentar a un rival durísimo que, al igual que Millos, anda en un excelente nivel. Sin duda, el partido entre Júnior y Millonarios es el más atractivo de la siguiente semana.

agosto 25, 2008

Por la mano de Óscar Alexis Gutiérrez...

El 2 de Septiembre de 2006, cuando Millonarios jugaba contra el Caldas como visitante y ganaba 2-1, la mano negra de Oscar Alexis Gutiérrez impidió que el equipo azul se trajera los tres puntos de Manizales. Fue tal el descaro, que el sitio oficial del equipo puso una imagen en su página principal como protesta en ese entonces. Hoy, casi dos años después, el mismo árbitro metió la mano en el resultado en Pereira, y no olvidaremos nunca como gracias al silbato descarado de Gutiérrez, el Pereira terminó como vencedor ante Millonarios en cumplimiento de la sexta fecha del torneo.

No fue el mejor partido, ni para el local, ni para Millonarios, ni para la gente que lo vio en el estadio y por la señal de televisión. Millonarios tuvo la iniciativa casi que todo el tiempo, pero no pudo transformar el dominio en goles. El equipo azul jugó lejos del marco pereirano y el rival, que no fue nunca superior a Millos, logró transformar las tres llegadas que tuvo en goles para alzarse con la victoria y hacer que Millos perdiera momentáneamente el liderato del torneo, que ahora comparten Santa Fe y Tolima. Óscar córdoba hizo su debut con Millonarios en la Copa Mustang. Hasta hoy, el golero sólo había atajado en la Copa Colombia.

Durante el primer tiempo Millonarios fue más, de hecho fue más todo el partido, pero no supo convertir la superioridad en ventaja. De hecho, hasta el minuto treinta, las mejores opciones fueron: una jugada errónea del Pereira en la que Tejada quedó mano a mano con el portero local pero se complicó en el regate, y un buen remate de media distancia conjurado muy bien por Córdoba. Fue en el minuto treinta cuando se inclinó la balanza hacia el local, luego de que Vilarete convirtiera un tiro libre lejos del área en el primer gol del partido con un sendo golazo. Claro, algunos le echarán la culpa a Córdoba, pero a decir verdad, no había mucho que hacer, fue un buen gol. Y sobre el final del primer tiempo llegó la jugada que terminó siendo el "florero de Llorente" del partido. El jugador del Pereira recibió el balón y se dispuso a entrar al área. Después, por el forcejeo, cayó y el central Gutiérrez sancionó penal, increíblemente. Una caída normal, que no era falta en ninguna parte del planeta. Y peor aún, si hubiera sido falta, ésta fue a unos cinco metros del área. Increíble, no sirvió de nada que el juez de línea de Occidental advirtiera a Gutiérrez que la "falta" había sido afuera. Para el central nada importó y se mantuvo en su absurda decisión. Vilarete cobró y transformó el robo -perdón, el penal- en el 2-0, con el cual terminó la primera mitad.

Tal como había sucedido en Armenia, Millonarios fue otro en el segundo tiempo, a pesar de la obligada salida de Araujo por Mera por un desmayo y que obligó a Hurtado a jugar como volante de contención, en donde no lo hizo nada mal. Tanto así, que a los siete minutos Milton fue derribado en el área claramente por un defensor local y el mismo delantero se encargó de transformar la falta en el descuento, luego de anotar el penal. Parecía que Millonarios iba a irse con todo e iba a tomar el control del juego. Lamentablemente, otra vez el Pereira hizo estragos, luego de que, en una jugada rápida, Carlos Darwin Quintero se las arregló para salir de tres defensores azules y clavar un derechazo en el ángulo que significó el 3-1. Otro golazo a nuestros corazones.

Desde ahí no hay mucho que decir. Pereira supo defender su ventaja con cautela y Millonarios no supo como pasar la zona defensiva matecaña, ni con la entrada de Érvin y Ánuar. Sobre el final, otra vez Milton, esta vez de media distancia, puso el 3-2 definitivo, que no alcanzó para el empate de Millonarios, y todo en gran parte por el atraco monumental de Gutiérrez en la primera parte. Al final, la diferencia en el marcador estuvo en su equivocación superlativa.

Millonarios soltó la punta del campeonato por un graso error arbitral, pero sigue ahí, en los primeros lugares de la tabla. El próximo fin de semana, el Cúcuta , equipo que viene de perder en casa con el Tolima, visitará el estadio El Campín y Millonarios deberá retomar la senda ganadora. Hoy un error arbitral evitó que el equipo sumara puntos, pero la fe de la hinchada sigue intacta. Tal vez se nos había olvidado, pero la mano negra perseguirá por mucho tiempo a Millonarios mientras papayazos como el de hoy existan.

agosto 17, 2008

Demostración de jerarquía

Millonarios ganó su tercer partido como visitante en el presente campeonato en Armenia ante el Quindío, equipo que hasta el sábado venía invicto en el torneo. No fue un partido nada fácil, el primer tiempo fue para el olvido, pero Millonarios se las arregló para ganar el juego en el segundo tiempo con un jugador menos y mostrando la jerarquía necesaria para superar las adversidades y voltear el resultado en contra. Luis Tejada debutó con la camiseta azul. Así, Millonarios conserva el liderato del campeonato y Mílton Rodríguez volvió a anotar y se mantiene como líder en la tabla de goleadores.

El buen arranque de Millonarios duró doce minutos. En este lapso, el equipo azul creó dos jugadas de riesgo en la asociación Rodríguez - Tejada. En la segunda llegada, el vallecaucano le bajó con el pecho el balón al panameño quien remató duro, pero el golero quindiano envió el balón al córner. En la jugada siguiente, luego del tiro de esquina, el Quindío se fue en un contragolpe veloz que terminó en opción desperdiciada de Sebastián Hernández, exjugador de Millos. Sobre los doce minutos, el Quindío armó una muy buena jugada colectiva, que incluyó un taco-túnel de Quiñónez a Casierra y dejó a Saraz en el área. El delantero se quitó la marca de Efraín y remató duro por debajo de la humanidad de Cuadrado, quien no pudo atajar el remate, y fue el 1-0.

A partir de ese momento y tal como pasó ante el Cali, Millonarios se diezmó. Era la segunda vez en el torneo que el equipo estaba por debajo en el marcador, y anímicamente el grupo no pudo asimilar el golpe. Los treinta y cuatro minutos siguientes fueron todos para el equipo de casa, que con velocidad y precisión hizo lo que quiso en el campo. Los jugadores azules mostraban demasiada pasividad. Con muchos toques rápidos el equipo cuyabro tenía loco a Millonarios, guiado precísamente por Hernández. Ni la pareja de volantes de contención ni la zaga podían con la arremetida cafetera. Lo mejor que podía pasar era que terminara el primer tiempo. Afortunadamente, en ese tiempo Quindío no pudo convertir todo ese dominio en goles. Fue el peor momento de Millonarios en la era Quintabani.

El segundo tiempo fue totalmente distinto. La charla técnica de Quintabani cambió la mentalidad y la disposición de los jugadores, que desde el pitazo salieron con todo buscando el empate que llegó rápido. A los dos minutos del complemento, Mílton entró al área por la zona izquierda y sacó un potente remate al palo ídem del portero para sentenciar el empate. Quinto gol de Rodríguez en igual número de partidos. Con el gol, fue el equipo local el que no pudo con el golpe y se desordenó, y fue Millonarios el que se montó en el partido. Tenía que pasar algo extrafutbolístico para que Millonarios disminuyera sus posibilidades ofensivas, y con Óscar Julián Ruiz pitando era muy fácil que esto sucediera. Corrían siete minutos, y el llanero expulsó a Araújo por una flata que era de tarjeta amarilla, pero no de roja.

Ese momento hizo que el Quindío otra vez tomara el control del balón, pero a diferencia de la primera etapa, el equipo local no era peligroso y Millonarios logró controlar cada uno de sus avances. Quintabani movió el banco: retiró a Miguel Rojas para darle paso a Mera y así custodiar mejor la zona derecha, sacrificando la salida. Y después sacó a Tejada para darle paso a Mendoza, quien fue determinante para el triunfo. Y a diez minutos del final, sacó a Mílton para darle paso a Andrés Pérez y solidificar la media cancha por el hombre menos.

Millonarios optó por contragolpear y esperar con orden la arremetida local. El equipo azul no llegó mucho a puerta desde ahí, de hecho solamente llegó dos veces, pero esas dos veces bastaron. En la primera de ellas, Estrada puso un pase al área para Mendoza, quien remató y su disparo alcanzó a ser atajado. En el rebote Mendoza fue claramente derribado en el área, era penal toda una vida, pero el árbitro era Ruiz, así que el desenlace ya era conocido por todos: dejó seguir. En la segunda, Robayo puso un centro desde la derecha buscando a Mendoza, quien cabeceó al corazón del área y encontró a Jonathan, quien con otro gran cabezazo venció la resistencia de Otero y puso el 2-1. Después, solamente fue jugar con el desespero local para mantener la ventaja durante ocho minutos (porque solamente Ruiz vio que se perdieron tres minutos en el segundo tiempo) hasta el pitazo final.

Lo negativo de la jornada sin dudas es la expulsión de Araújo que va a hacer mucha falta. Lo más positivo, más allá del resultado y el liderato, fue la gratificación de ver como este equipo supo voltear un resultado con un hombre menos, con jerarquía, como debe ser siempre con Millonarios. A diferencia del partido contra el Cali, Millonarios tuvo la ventaja de tener un medio tiempo para replantear el bajón anímico por el marcador adverso y supo manejar en el segundo tiempo la situación. El próximo fin de semana, Millonarios visitará al Pereira.

agosto 13, 2008

A pensar en la Mustang

Tras el lánguido partido de cierre de la primera ronda de la Copa Colombia, en donde Millonarios cayó 0-1 ante Santa Fe con un gol de penal en el primer minuto de juego, los Embajadores dieron por terminada su participación en esta edición del torneo y ahora no queda más que pensar 100% en la Copa Mustang II para obtener el campeonato y el tiquete a los torneos internacionales de 2009.

Sobre el partido, realmente es poco lo que se puede decir. Los dos equipos jugaron muy mal, el partido fue parejo, pero por lo bajo. Santa Fe se encontró con el gol en la primera jugada del partido en un penal que convirtió y desde ahí no se volvió a ver por los lados del arco de Córdoba. Millonarios tuvo, desde ese momento, veinte minutos en los que se adueñó del partido y encerró al equipo rojo, pero no hubo ideas en la ofensiva. Después, el partido se tornó soso, aburrido. Ninguno de los equipos daba señas de inspiración ni de peligro de gol.

El segundo tiempo fue igual, con el añadido del central que se dedicó a repartir tarjetas amarillas a los azules, ocasionando así la expulsión de Ómar Vásquez, quien por momentos mostró un buen nivel, junto con Castro. Santa Fe no hizo mucho tampoco, pero aprovechó ese hombre de más para tener un absoluto control del partido ante un Millonarios que no conforme con estar abajo en el marcador, no daba avisos de siquiera poder llegar al empate hasta faltando cinco minutos para el final, cuando el árbitro expulsó a un rival y el equipo con lo poco que tenía arrinconó sin éxito a los rojos sobre su arco. Llegó el final y con él la eliminación de los dos equipos favoritos del grupo de clasificar a la siguiente ronda de la competición.

Para destacar, solamente el trabajo de Córdoba en el arco (seguro y dando las órdenes, tuvo una buena presentación en su regreso a El Campín), los buenos momentos de Vásquez, sobre todo en el primer tiempo, el trabajo de Castro en ataque y Páez, también con chispazos cuando ingresó por Castro, quien salió lesionado. Pero con todo y eso, el partido fue malísimo. El nivel de ambos conjuntos es para el olvido. Un clásico atípico por donde se le mire. Santa Fe ganó, porque se encontró con un penal a los treinta segundos de comenzado el partido, de otra forma seguro que el partido terminaba empatado sin goles.

La derrota, y sobre todo la eliminación, es para Millonarios un fracaso enorme. Más allá de que la copa sea un fiasco por donde se le mire, el premio al campeón es un cupo a Copa Suramericana. Además, sea el torneo que sea, Millonarios no puede terminar haciendo papelones como estos. El equipo no quedó eliminado en la noche de hoy. No. El equipo queda eliminado por perder contra rivales de la categoría de ascenso (Academia, Envigado), cosa que por historia, por tradición y por filosofía jamás debe pasar.

Era un torneo en el cual muchos de los jugadores que son suplentes habitualmente podían mostrarse. Lamentablemente muchos de ellos quedaron en deuda. Algunos dirán que no es tan importante haber quedado eliminados. Yo opino todo lo contrario, más porque se trata de Millonarios que por que sea este torneo o cualquier otra cosa. Millonarios se va temprano y un cupo a Copa Sudamericana se pierde. Ahora, solo queda mentalizar toda nuestra energía en la Copa Mustang. Los clasificados al final fueron La Equidad y Centauros, y Millonarios terminó quinto, no se puede creer.

Llegó Asprilla

El día lunes, Millonarios inscribió ante la Dimayor a Luis Tejada, el panameño cuya noticia fue confirmada por LosMillonarios.net hace varios días, y a Jimmy Asprilla, lateral derecho de 28 años que ha militado en el Cali, Bucaramanga y Caldas (equipo del que proviene) en Colombia, y que además jugó en el Estudiantes de Mérida de Venezuela y en el Sport Boys peruano. El jugador fue pedido por el técnico Quintabani y ya realizó sus primeras prácticas con la plantilla profesional en la finca, después de superar sin inconvenientes los exámenes médicos de rutina. LosMillonarios.net le da la bienvenida a Asprilla al club más grande de Colombia y le desea los mejores éxitos en Millonarios.

Con la llegada de Asprilla y el cierre de las inscripciones en la Dimayor, la llegada del volante 10 que tanto se ha venido hablando queda en veremos. De darse, sería para inscripción en el próximo mes de Septiembre.

agosto 10, 2008

Tres golazos y una fiesta

Esta es una de esas noches fenomenales que da la vida. Bàsicamente, si el juez central no hubiera metido la mano descaradamente para tratar de ayudar en algo al Tolima, hubiera sido una noche perfecta en todo. Millonarios ganò, gustò y goleò, marcha temporalmente como lìder del campeonato y tiene a todos sus hinchas dichosos y esperanzados. Algunos diràn que van cuatro fechas y que falta mucho camino. Tienen razòn, pero eso no nos quita la alegrìa y ser primeros es ser primeros.

Venìa el Tolima lìder del torneo, la gente, motivada por la ùltima victoria ante La Equidad y por el buen trabajo colectivo del equipo, asistiò en masa al estadio. Aproximadamente 25 mil personas, aproximadamente el mismo nùmero de espectadores que dos dìas atràs, cuando vino el Real Madrid a Bogotà a jugar contra otro equipo bogotano que anunciò una fiesta y terminò haciendo el ridìculo como siempre (si no son capaces de llenar el estadio contra el Real Madrid, no lo llenan contra nadie màs). Y la gente llegò al estadio buscando celebrar y asì fue, con tres golazos de factura, con un partido redondo del que Millonarios fue amo y señor desde el inicio y hasta el final, y que no terminò con un marcador màs abultado simplemente porque Millonarios bajò las revoluciones cuando quiso.

Tardamos solamente nueve minutos en explotar de alegrìa. Millonarios saliò con todo y justo a los nueve minutos, en un tiro libre indirecto, Milton le tocò la pelota a Hurtado, el balòn se fue un poco largo y los pijaos de la barrera salieron a atacar con todo, parecìa una opciòn perdida, pero el ecuatoriano, hoy capitàn de campo, fue màs inteligente y fue por la pelota, eludiò con un regate a un jugador y sacò un derechazo tremendo e inatajable: golazo y delirio.

A partir de ahì el Tolima quiso salir màs al ataque, aprovechò los costados con Mejìa, el juvenil, para tirar centros al àrea azul porque los dos laterales embajadores jugaban muy adelantados. No fue mucho lo que pudo hacer, todo cuanto pasaba por el àrea azul era rechazado sin contemplaciones por los centrales, Cuadrado era un espectador màs. Sobre los 30 minutos, Robayo emulò a Hurtado, y otra vez por la derecha empalmò otro brillante remate de larga distancia que hizo un gran efecto en el aire y dejò quieto y sin oportunidades al portero rival: dos golazos y una sola fiesta.

Despuès el Tolima lo hizo todo màs fàcil: saliò Mejìa, el ùnico que inquietaba a la defensa azul, e ingresò en su lugar Medina, quien durò pocos minutos en el campo tras salir expulsado luego de pegarle a Casierra. Sobre el final del primer tiempo Millonarios pudo anotar el tercero, luego de una combinaciòn entre Castro y Araùjo que dejò a èste ùltimo en posiciòn de anotar pero su remate fue dèbil.

El segundo tiempo mostrò a un Millonarios que saliò con todo pero que con el paso de los minutos fue enfriando el partido. El Tolima se mostraba màs limitado, y daba la impresiòn de que jugaba a evitar màs goles para no padecer una catàstrofe. Millonarios era el que controlaba los tiempos, cuando querìa aceleraba y cuando no le daba pausa al partido. A los 19 minutos del complemento el Tolima se acercò por primera vez con riesgo luego de una tijera fuera muy bien salvada por Cuadrado y enviada al còrner. Y un minuto despuès, en ese tiro de esquina, el central pitò un penal por un supuesto forcejeo en el àrea, un forcejeo como los que hay siempre en todos los partidos de fùtbol del planeta y que si fuera por eso se pitarìan mil penales por juego. Era la ùnica forma de que el Tolima volviera al partido, Marangoni cobrò y anotò el descuento.

Pero las esperanzas de los tolimenses de volver al partido no duraron mucho. Fueron solamente dos minutos, porque en una falta fuera del àrea, Milton Rodrìguez se encargò de sentenciar con un buen cobro al palo del arquero y sentenciar el partido. Cuarto gol de Milton en igual nùmero de partidos jugados, lo que mantiene al vallevaucano en el liderato de la tabla de goleadores del campeonato.

Lo que vino despuès fue el concierto de toques azules, el jùbilo de la gente y la felicidad. Mauricio Mendoza tuvo el cuarto, pero hizo una de màs. Sendos remates de Araujo, Casierra y Robayo pudieron tambièn significar un gol màs, pero el portero visitante estuvo atento. El Tolima solamente llegò una vez màs con riesgo en un tiro mordido de Perlaza que salvò muy bien Cuadrado.

Es cierto, van apenas cuatro partidos y quedan catorce. Es cierto, tenemos nueve puntos apenas y para clasificar falta mucho todavìa. Pero tambièn es cierto que desde 2005 Millonarios no era puntero en el todos contra todos y que tenemos derecho a celebrar este buen arranque de campeonato promisorio, porque el equipo no solamente gana, tambièn gusta y deleita a su hinchada.