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agosto 13, 2008

A pensar en la Mustang

Tras el lánguido partido de cierre de la primera ronda de la Copa Colombia, en donde Millonarios cayó 0-1 ante Santa Fe con un gol de penal en el primer minuto de juego, los Embajadores dieron por terminada su participación en esta edición del torneo y ahora no queda más que pensar 100% en la Copa Mustang II para obtener el campeonato y el tiquete a los torneos internacionales de 2009.

Sobre el partido, realmente es poco lo que se puede decir. Los dos equipos jugaron muy mal, el partido fue parejo, pero por lo bajo. Santa Fe se encontró con el gol en la primera jugada del partido en un penal que convirtió y desde ahí no se volvió a ver por los lados del arco de Córdoba. Millonarios tuvo, desde ese momento, veinte minutos en los que se adueñó del partido y encerró al equipo rojo, pero no hubo ideas en la ofensiva. Después, el partido se tornó soso, aburrido. Ninguno de los equipos daba señas de inspiración ni de peligro de gol.

El segundo tiempo fue igual, con el añadido del central que se dedicó a repartir tarjetas amarillas a los azules, ocasionando así la expulsión de Ómar Vásquez, quien por momentos mostró un buen nivel, junto con Castro. Santa Fe no hizo mucho tampoco, pero aprovechó ese hombre de más para tener un absoluto control del partido ante un Millonarios que no conforme con estar abajo en el marcador, no daba avisos de siquiera poder llegar al empate hasta faltando cinco minutos para el final, cuando el árbitro expulsó a un rival y el equipo con lo poco que tenía arrinconó sin éxito a los rojos sobre su arco. Llegó el final y con él la eliminación de los dos equipos favoritos del grupo de clasificar a la siguiente ronda de la competición.

Para destacar, solamente el trabajo de Córdoba en el arco (seguro y dando las órdenes, tuvo una buena presentación en su regreso a El Campín), los buenos momentos de Vásquez, sobre todo en el primer tiempo, el trabajo de Castro en ataque y Páez, también con chispazos cuando ingresó por Castro, quien salió lesionado. Pero con todo y eso, el partido fue malísimo. El nivel de ambos conjuntos es para el olvido. Un clásico atípico por donde se le mire. Santa Fe ganó, porque se encontró con un penal a los treinta segundos de comenzado el partido, de otra forma seguro que el partido terminaba empatado sin goles.

La derrota, y sobre todo la eliminación, es para Millonarios un fracaso enorme. Más allá de que la copa sea un fiasco por donde se le mire, el premio al campeón es un cupo a Copa Suramericana. Además, sea el torneo que sea, Millonarios no puede terminar haciendo papelones como estos. El equipo no quedó eliminado en la noche de hoy. No. El equipo queda eliminado por perder contra rivales de la categoría de ascenso (Academia, Envigado), cosa que por historia, por tradición y por filosofía jamás debe pasar.

Era un torneo en el cual muchos de los jugadores que son suplentes habitualmente podían mostrarse. Lamentablemente muchos de ellos quedaron en deuda. Algunos dirán que no es tan importante haber quedado eliminados. Yo opino todo lo contrario, más porque se trata de Millonarios que por que sea este torneo o cualquier otra cosa. Millonarios se va temprano y un cupo a Copa Sudamericana se pierde. Ahora, solo queda mentalizar toda nuestra energía en la Copa Mustang. Los clasificados al final fueron La Equidad y Centauros, y Millonarios terminó quinto, no se puede creer.

Llegó Asprilla

El día lunes, Millonarios inscribió ante la Dimayor a Luis Tejada, el panameño cuya noticia fue confirmada por LosMillonarios.net hace varios días, y a Jimmy Asprilla, lateral derecho de 28 años que ha militado en el Cali, Bucaramanga y Caldas (equipo del que proviene) en Colombia, y que además jugó en el Estudiantes de Mérida de Venezuela y en el Sport Boys peruano. El jugador fue pedido por el técnico Quintabani y ya realizó sus primeras prácticas con la plantilla profesional en la finca, después de superar sin inconvenientes los exámenes médicos de rutina. LosMillonarios.net le da la bienvenida a Asprilla al club más grande de Colombia y le desea los mejores éxitos en Millonarios.

Con la llegada de Asprilla y el cierre de las inscripciones en la Dimayor, la llegada del volante 10 que tanto se ha venido hablando queda en veremos. De darse, sería para inscripción en el próximo mes de Septiembre.

mayo 18, 2008

Triste final

Dice un refrán futbolrero que "equipo que juega a empatar pierde". Hoy Envigado salió al campo de juego del parque estadio a empatar... y ganó. Así se resume la última presentación de Millonarios en la copa Mustang I 2008 que sentenció su eliminación triste y vacía. Millos dependía de Millos para clasificar, y Millos perdió y quedó eliminado por culpa de Millos. La displicencia, la ingenuidad, la falta de ideas y, otra vez, los errores desde el banco estuvieron a la orden del día. Perder duele más cuando el rival no muestra absolutamente nada y así sucedió hoy.

Millonarios empezó el partido clasificado en el octavo lugar de la tabla y para el cierre de la jornada terminó décimo y eliminado. Imaginamos todos que el partido iba a ser durísimo, no apto para cardiacos y disputado a muerte. Nos equivocamos. El partido fue malo, se jugó a media máquina, caminando. Por momentos parecía como si el empate estuviera firmado. Envigado llegó con riesgo una vez en el primer tiempo en una salvada compartida entre Blandón y Tovar y no hizo nada más hasta el minuto 92. En Millonarios se salvan Jonathan Estrada -lejos, el mejor de la temporada-, Bedoya y Ciciliano, hasta que a Bónner le dio la "maravillosa" idea de sacarlo del campo. Ni siquiera cuando Quindío pasó a ganar se notó algún cambio en el partido. Parecía un partido amistoso, los dos equipos jugaban a empatar.

No conforme con el partido aburrido, Millonarios nos regaló a todos el festival de la ingenuidad. Posiciones adelantadas sancionadas por ingenuidad como nunca. Envigado repitió la misma estrategia todo el partido: adelantaba su línea defensiva provocando el fuera de juego. Y Millonarios cayó en el juego siempre que los naranjas daban el paso hacia adelante. Hacía mucho tiempo no veía tantos fueras de lugar en un solo partido y por parte de un sólo equipo. Y sabiendo que el rival adelantaba las líneas, en Millonarios nadie supo contrarrestar la estrategia y los jugadores azules siguieron cayendo redonditos.

En el segundo tiempo Envigado fue aún más inofensivo. Su estrategia de jugar a empatar fue maximizada. Millonarios, el equipo de la necesidad, tuvo la pelota pero no fue nada productivo en ataque, pero eso si, siguió cayendo en la trampa del fuera de juego. Después, Bónner quiso ser el técnico de la fecha y envió a Cochas al campo en lugar de Ciciliano. El cambio solamente lo entendió él, porque ninguno de nosotros entendimos porque sacó al 10. Y si Millonarios no tenía productividad ofensiva antes del cambio, después de la salida de Ciciliano fue peor aún. Después mandó al campo a Telembí por Tobar, había que vencer o morir. Pero los resultados tampoco fueron los esperados. Millonarios tuvo la pelota todo el tiempo y arrinconó a Envigado en su territorio, o mejor, Envigado se arrinconó solito y Millonarios no encontró nunca la manera de llegar con riesgo, salvo el centro al área desesperado buscando a Martín o a Astudillo que se dilapidaba o terminaba en fuera de juego. Los últimos minutos mostraron a Envigado quemando tiempo, llevándose el balón a las esquinas del campo para agotar el reloj. Pero en la última jugada del partido una pifia en defensa generó el que fue el único gol del partido anotado por Moreno.

Envigado ganó un partido que claramente no quería ganar. Increíble. Y Millonarios, que dependía de si mismo, no hizo nada por clasificar. Millonarios hoy, más que nunca, debía mostrar casta de equipo grande y sacar su resultado. La gente acompañó y viajó en masa, pero tal como el año pasado en Neiva, el equipo no jugó a nada. Hoy no dependíamos de terceros, hoy dependíamos de nosotros mismos, y terminó en una presentación pobre. Es aquí cuando recordamos la cantidad de puntos perdidos: Con Medellín (un hombre más casi todo el segundo tiempo y perdimos 1-2), con Cali (penal errado de Ciciliano a cinco minutos del final con arquero improvisado), con Tolima (dominio total en el segundo tiempo y falta de definición), con Quindío (empate en Bogotá), con Nacional (empate del equipo verde en la última jugada del partido), con Cúcuta (una historia similar a la de hoy, un rival jugando a nada y ganando en el final del juego casi que sin querer), con Santa Fe (un clásico que Millos se dejó empatar y otro que Bónner regaló).

Y una mención especial para Jonathan Estrada. En medio de la mediocridad del partido y de Millos, fue el jugador diferente, el que corrió cada balón a muerte, el que sí jugó a clasificar. Para este servidor, Jonathan fue el mejor jugador de Millonarios en el semestre. Ojalá a los dirigentes no les de por cederlo a otro club o dejarlo ir.

Es el momento de hacer cambios. De revisar la sumatoria de errores de todo tipo que se cometieron en este semestre y no volverlos a cometer. Hay que moverse con el tema del técnico. Está más que claro que Bónner Mosquera no es técnico para Millonarios y tal como anunció el presidente, hay que traer un técnico de primer nivel. No se pueden cometer los errores en las contrataciones que se hicieron en Enero. No se pueden hacer contrataciones que llegan a mitad de torneo sin ritmo de competencia o con mal estado físico. Ahora el equipo tiene tiempo de sobra para moverse y buscar refuerzos. Los hinchas tenemos vacaciones forzadas por culpa del equipo (aunque la Copa Colombia tiene dos fechas más antes del final del campeonato), pero los directivos se tienen que empezar a mover y no quedarse dormidos.

junio 11, 2007

El día que se juntaron todos los males...

Otra vez será, una vez más, otra vez será. De nuevo se nos quemó el pan en la puerta del horno. Ayer teníamos hasta el empate como ventaja para clasificar. Lamentablemente, ayer es uno de esos días en los que las cosas por más que se deseen mucho nunca salen bien. Millonarios perdió en Neiva y le dejó servido el paso a la final al equipo opita.

Y todo comenzó desde las 5 AM, hora en la que este servidor partió a tierras huilenses. Viaje incómodo, aguantando calor en la carretera por más de dos horas todo por la negligencia de la policía de carreteras, que sin una razón de peso querían hacer pasar los buses uno a uno con intervalos de aproximadamente 15 a 20 minutos entre cada uno. Eso si, desde aquí mi gran felicitación para todos los hinchas azules que viajaron. Más de 120 buses, sin contar las mini vans y los que se fueron en carro particular. Desde el mismo viernes la gente empezó a viajar, dando como resultado que el 60% de los asistentes al estadio Plazas Alcid éramos hinchas de Millos.

Ya estando en Neiva, había que seguir la costumbre del hincha millonario en tierra caliente, nunca faltará la cervecita previa, más para matar el calor que para cualquier otra cosa. La ilusión estaba latente, en las tiendas aledañas todo el mundo, desde el más viejo asistente a platea occidental hasta el más joven de los Comandos, todos cantando, ilusionados con lo que significaría de nuevo un título.

Pero ayer no era el día de Millonarios, nada se dio. Sobre las 5:30 pm, minutos antes de empezar el partido y cuando se supo cual era el clasificado por el otro grupo, llamé a mi hermano Pacho, quien reside en Medellín: "Alo, tonces que 'pachangas'... venga, vaya alistando todo porque el domingo voy a estar otra vez allá para dar la vuelta en el Atracacio, yo veré, vemos allá". Si, yo estaba demasiado ilusionado. Es que... no nos digamos mentiras, Millonarios uno a uno era más que el Huila...

Pero a los dos minutos de juego se derrumbaron muchas cosas... de la nada el huila anotó el primero, ayudado por una pasividad defensiva enorme que duró 90 minutos, en parte porque hizo mucha falta Efraín Cortés, en parte porque Wilman, el héroe de 8 días atrás, no alcanzó a recuperarse de su lesión y hizo mucha falta también, y en parte porque el general, Bedoya, hizo más falta aún en la mitad. Y eso, sumado al pésimo partido de los dos laterales, quienes dejaron muy en clara su falta de jerarquía para manejar la presión en esta clase de partidos, hicieron todo más fácil para los delanteros locales.

Y también, llegaron los problemas en la tribuna. Otra vez esa bronca entre las dos barras bravas azules: Comandos y Blue Rain, derivó en una gresca monumental entre las dos barras en la tribuna Oriental, donde yo me encontraba con mi hermano. Como yo no conozco los pormenores, y no soy de ninguna de las dos barras, no puedo hablar más ni dar explicaciones de porque pasó. Simplemente, puedo opinar que esta peleita ya está buena y que nada va a salir. Y que ese incidente también influye en la cancha, porque los jugadores se desmotivan con incidentes así en mi opinión. Y peor aun la reacción de la policía... claro, los medios amarillistas y anti-embajadores se van a dedicar -ya empezaron, incluso- a mostrar imágenes al azar y a decir que es una pena y que esto y que lo otro, sin saber porque pasan, sin investigar a fondo. Pero ninguno de los medios va a mostrar como la policía trató de calmar la situación, en mi mente aun está la imagen: por lo menos 5 de los ESMAD literalmente prendiento a pata y bolillo a un hincha de Millos en la cancha, mientras la novia del hombre desesperada no hacía sino gritarles para que pararan y ellos seguían. ¿el resultado? El hombre terminó inconsciente y la gente de Cruz roja tuvo que llevárselo de urgencias. Incluso, recuerdo que muchas veces la gente de cruz roja trató de acercarse al hincha, pero los mismos policías les decían que se quitaran para seguir dándole de lo lindo al jóven embajador. Esa es... una muestra gratis de brutalidad policiaca. Cogieron a uno, pero... ¿y los que empezaron la gresca? Bien, gracias. Ahí está pintada la policía... nunca hacen las cosas bien y agreden a diestra y siniestra aprovechándose de su posición.

Volvamos al partido. Entró Jonathan y Millonarios inclinó la cancha a su favor, el empate se intuía, pero los delanteros tampoco estaban en su día. Por más que el equipo se acercó, no había como llegar al empate. Entonces, no podía faltar, la "monumental" actuación arbitral, de un viejo conocido de la casa azul: Oscar Julián "le regalo partidos a los brasileños y siempre le pito mal a Millonarios" Ruiz. El hombre permitió al local hacer todo el tiempo del mundo, pitó faltas inexistentes, dejó de pitar unas clarísimas, y nunca amonestó a un huilense. Inclusive, su juez de línea de Oriental -más ciego que el mismo central, se comió varios tiros de esquina y posiciones adelantadas- se puso a llorarle porque "le estaban tirando cosas". Lo que estaban tirando era bolsas de agua, pero esa fue la excusa perfecta para darle aire al ya arrinconado equipo local. Todo eso resume el primer tiempo, que terminó con Millos montado en campo rival, pero sin claridad.

El segundo tiempo empezó con la mentalidad, tanto para los jugadores como para los más de 11000 hinchas en las tribunas:

"-Cómo va Cúcuta - Medellín
-Cero - Cero
-Puta, estamos a un gol, Vamos muchachos!!!"

Millonarios salió con todo, se intentó por todas partes, la entrada de Ervin por el cabezón hacía verlo, se venía un vendaval. Sin embargo, en cuestión de minutos se derrumbaron las ilusiones. Primero una jugada de gol clara, era el empate, pero telembí se complicó y no le pudo pegar, y minutos después llegó el segundo gol gracias a la pasividad absoluta de la defensa. Fue el gol de la muerte, el que mató las ilusiones de la final, de la 14... quedaban 20 minutos, pero la esperanza ya estaba perdida. Fue solo cuestión de esperar el final para salir con la cara larga. Eso, sumado a tener que aguantarse los típicos cantos dignos de equipo chico cuando Millonarios juega en provincia: "Se murió, Millos se murió" o el de por si frenético y aburridor "Si se puede!!!". No se si le pase a usted, amigo lector, pero a mi me fastidia mucho escuchar esos cantitos típicos de pueblo o de otros países menos desarrollados que el nuestro.

Y para completar el día maluco, Neiva, un viaje que siempre ha sido relajado, tuvo un inexplicable cambio ayer. Los buses todos fueron apedreados, algo que nunca sucede en un viaje a esa plaza. Incluso hubo heridos, no de gravedad, pero los hubo. Supongo que fue la secuela de la pelea armada en la tribuna, y que calentó a los perezosos huilenses.

Se murió la esperanza de una nueva estrella en una semana, pero este campeonato trajo para Millonarios más cosas buenas que malas, y el regreso a la gloria absoluta se viene... Además, demostramos en 24 partidos que somos la mejor hinchada del país. En el próximo post escribiré el balance personal del torneo que acabó para nosotros ayer.

mayo 03, 2007

Partidos del recuerdo: Episodio 1- La amargura albiroja

Con motivo del clásico venidero el día domingo es hora de, precísamente, traer a colación uno de esos clásicos inolvidables (hay muchos) para la hinchada de Los Millonarios. En esta, la primera edición de los partidos del recuerdo, traigo a la memoria un clásico que no ganamos, pero que para los santafereños significó la eliminación de una final, y produjo el más grande sentimiento de bronca y dolor.

Fue el miércoles 12 de Diciembre de 2001, cuadrangulares semifinales de un torneo que para Millonarios fue inestable. El equipo azul jugaba al día siguiente el partido de ída la final de la Copa Merconorte ganada al Emelec de Ecuador y llegaba al partido eliminado de cualquier posibilidad luego de resignar las chances perdiendo con América y Caldas. Santa Fe llegaba con la opción de clasificar a la final ganándole a Millonarios y esperando un empate en Manizales entre América y Caldas. Era la última de las 6 fechas del cuadrangular.

Fue la primera y única vez -desde 1983 a la fecha- que vi mayoría de hinchada Roja en El Campín. Santa Fe metió 17000 personas (se jugaban el paso a la final pero aún así no llenaron ni la mitad del estadio, así de amargos son), y haciendo cuentas aproximadas, habíamos aproximadamente 3000 azules (la gente estaba ahorrando para el partido de la final al día siguiente, jueves, y la taquilla era para el rojo, motivaciones para que muchos faltaran). Ese día, ese miércoles en la noche, se vivió una de las máximas expresiones de aliento al equipo y borrado general a la hinchada albiroja. Los 3000 azules se escucharon más que los 17000 rojos callados y ofendidos, imposible olvidarlo.

Santa Fe mandó a toda la nómina pesada, Millonarios salió con una nómina mixta. El primer tiempo terminó sin goles, para el segundo tiempo el juez central sancionó un penal ejecutado por Preciado que puso a festejar a los cardenales. Con la victoria al rojo sólo le bastaba con esperar a que se le diera el resultado de Manizales, a nosotros no nos importó y seguimos alentando al equipo con toda.

Y cuán grande fue la sorpresa para los rojos, a falta de tan solo tres minutos para el final, Diego "Guateque" Moreno terminó de callar a la parcial roja anotando el empate. El silencio del sector sur contrastaba con la locura en el sector norte:

"Rojo puto no serás campeón
Rojo puto no serás campeón
Rojo, sos cagón"

"Olé Olé, Olé Olé Olá
Esa tribuna se parece a una postal"

Mejor sucedió dos minutos después, en los altavoces de el Campín se escuchó: "Marcador final en Manizales: Caldas 2, América 2". Estuvieron a tres minutos de la final, pero su papá les aguó la celebración.

Y la fiesta continuó durante toda la noche. Recuerdo mucho a la salida esperando el bus que me llevara a casa y que nunca pasó -tuve que coger taxi ante la masiva salida del estadio de rojos ofendidos media hora después-, recuerdo a la gente en el parqueadero norte cantando, pero sobre todo, recuerdo a mis amigos rojos reprochando por "no haberles regalado el partido y no ser fieles a la ciudad", consuelo de tontos, consuelo de hijo bobo.