abril 03, 2008

Faltaron 120 segundos para el 100

Faltaron dos minutos, sólo 120 segundos, para lo que hubiera sido una justísima y merecidísima victoria en Medellín que significaba la victoria 100 de Millonarios sobre Nacional en enfrentamientos directos. Lamentablemente una desatención combinada de Cochas que perdió el balón, de la defensa que mostró pasividad y de Cuadrado, quien hasta ahí había tapado todo y en el último remate del partido se le pasó la pelota le sirvió al equipo verde para empatar y salvar los muebles. Supo a derrota, claro, porque el partido estaba ganado hasta el minuto 90. Se perdieron dos puntos más.

Algunos todavía pensamos -pensábamos, mejor-, en una combinación de optimismo con fantasía, que las autoridades de Medellín ya iban a reconsiderar su proceder esclavista y tortuoso para con la hinchada de Millonarios cuando ésta se desplaza a esa ciudad, más después de las gestiones que la gente de "Goles en Paz" hace aquí en Bogotá cuando Millos es el local y esos los visitantes. Pues bien, la falta de respeto estuvo a la orden del día de nuevo. Ya no se conforman con -literalmente- sacar a los hinchas de Millos que no están en Occidental quince, veinte o hasta treinta minutos antes de finalizar el partido. No, ahora también le añadieron al combo la "facultad" de dejar entrar a los que viajan en caravana a los veinte minutos de juego. Esto ya raya en lo absurdo y la falta de respeto no puede ser peor. Es decir, que un hincha viaja casi 25 horas, llega y paga el 100 por ciento del valor de una boleta, paga por ver un espectáculo completo, y resulta que de noventa y tantos minutos de partido sólo puede ver cincuenta. Una verguenza lo de las autoridades paisas, el sábado volvió a pasar, aún cuando había demasiada gente de Millonarios en el sitio asignado del estadio, la zona norte de la tribuna Oriental.

Lo vio la gente que estuvo en el estadio de Medellín, y lo vio el mundo entero por televisión. La "hinchada" verde, los autenticos "profanadores de la mentira", otra vez quedaron en ridículo. No jugaban un partido cualquiera, era el partido, que sabemos todos que es el que más expectativa genera en todo el país, y ellos son los que una y otra vez se llenan la boca de payasadas y no hacen más que decir que son "la mejor hinchada" y "la que siempre llena". Ellos, los que la noche del sábado en el partido más importante del país no metieron ni 15 mil personas al estadio, y eso, que el gran número de seguidores embajadores presentes fue lo que más les ayudó a que ese estadio se viera lleno -hasta que la policía los sacó, claro está-. Inclusive hasta Carlos Antonio Vélez, seguidor del equipo local por razones corporativas y más cuando juega con Millonarios por razones personales, tuvo que aceptar la verguenza de la tribuna. Lo vimos todos, la hinchada resultadista, esa que cuando no gana abandona. Por este y otros motivos ya es inocultable la verdad: Hinchada en Colombia hay una sola, la hinchada de Millos.

Ahora si, al partido. Con Millonarios diezmado por las infames sanciones que dio la Dimayor a Bedoya y Vanemerak, la lesión de Martín y la suspensión de Mosquera (Bedoya, Martín y Mosquera hacen parte claramente de la columna vertebral millonaria), el técnico embajador optó por jugársela con Asprilla en defensa y Pérez en la contención. Volvió a aparecer en escena Vanemerak Jr. en ataque y de arranque empezaron Ciciliano y Cochas, dejando a Jonathan en el banco los primeros quince minutos del partido. En esos quince minutos el central amonestó inmerecidamente a Tobar por una falta normalita y a Efraín Cortéz "por demorar tiempo", Millonarios optó por jugar tocando la pelota y no dejándosela al equipo verde, aunque claro está, el equipo llegó muy bien hasta tres cuartos de cancha y ahí faltaba profundidad. Nacional optó por la media distancia, vía por la que llegó tres veces en el primer tiempo en igual número de remates desde fuera del área que Cuadrado salvó bastante bien. Millonarios llegó dos veces de forma clara, un remate de Jonathan estrada (ingresó por Vanemerak) que pasó cerca del horizontal y un remate de media distancia que claramente salvó el arquerito de Nacional -a quien un amigo mío rebautizó "Forrest Gump"- pero que para el central fue saque de meta. Hubo una tercera jugada de riesgo luego de un pase al vacío a Carreño, pero solamente el juez de línea de Oriental vio fuera de lugar, estaba claramente habilitado el argentino.

El segundo tiempo arrancó con un cabezazo del traidor paraguayo que salvó muy bien Cuadrado, después de eso, Millonarios se paró mejor en la cancha y volvió a tener el control del partido. Hasta entonces todas las llegadas del equipo local estaban siendo ocasionadas por una falla en la mitad del campo, sobre todo en el momento de ganar los rebotes. Ciciliano, Cochas y Estrada se juntaron mejor, y en una de esas, Ciciliano puso un muy buen pase al vacío para Jonathan que definió, la pelota pegó en el cuerpo de Gump y se fue directo al arco verde lentamente, pero para dejar el drama a un lado y dejar las cosas claras, Carreño se encargó de empujar la pelota en la línea y decretar así el 1-0 para Millonarios. Fue el tercer gol de Carreño con la camiseta más gloriosa del país, y corrían 26 minutos. Y a partir de ese momento, con la ventaja, los jugadores de Nacional se descontrolaron, se puteaban unos a otros y así mismo sus "hinchas", que ni cortos ni perezosos acompañaron el canto del "ole" que hacían los azules en las tribunas. Nacional no volvió a llegar con claridad, el partido estaba controlado y nadie se imaginaba un virtual empate, Nacional estaba muerto.

Pero tal como pasó siete días atrás con Santa Fe, como pasó en Cali y como pasó en Cúcuta, bastó una imprecisión para que reviviera el muerto, y Zúñiga empató luego de una pérdida de pelota de Cochas y una desatención defensiva -tal vez, la única de todo el segundo tiempo-. Y esta vez Cuadrado no pudo atajar el remate. Algunos dijeron que Vanemerak tenía algo de culpa por no haber quemado los dos cambios que quedaban en esos minutos finales para enfriar el partido, es muy fácil criticar después de que las cosas pasan. En mi opinión, el partido estaba tan controlado que ni se me pasó por la cabeza que habían cambios. Y hablando de Zúñiga... ¿Notaron que él también estaba sancionado pero la comisión arbitral le dejó pagar la sanción en Copa Colombia el pasado miércoles? ¿Notaron que Zúñiga es el único jugador que "medio suda la camiseta" en ese equipo de muertos? Blanco es, gallina lo pone...

Obviamente este empate supo a derrota, se fueron dos puntos más y aunque el equipo se mantiene dentro de los ocho clasificados, en estos momentos debemos recordar los puntos cedidos con Medellín, con Cali, con Quindío, con Tolima, con Cúcuta, Con Santa Fe y ahora con Nacional. Puntos cedidos por Millos y las desconcentraciones y/o la falta de efectividad pero nunca por virtudes de los rivales. Puntos que de haber llegado tendrían a Millos liderando la tabla y que ahora ya tiene a algunos haciendo cuentas...

El arbitraje, aunque por instantes se mostró parcializado hacia los locales, no fue tan infame como en otras confrontaciones en Medellín, eso hay que mencionarlo "entre lo positivo". Para las cuentas, este fue el empate número 80 entre Millonarios y Nacional, Millonarios tiene 99 victorias, el equipo verde 67. La paternidad es extrema, y las cifras muy similares a las de Millonarios - Santa Fe.

PD: Y como pasó con los santafereños siete días atrás, los mierdolagas celebraron el empate al final del partido como si hubieran ganado un título, siguiendo a sus hermanitos rojos en la ya conocida campaña "Conocemos la gloria cuando empatamos con papá embajador".

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