marzo 03, 2008

Goleada caminando...

Hubo goles, hubo baile, hubo fiesta. Millonarios goleó sin contemplaciones al deportivo Pereira y fue infinitamente superior a lo largo de todo el partido en El Campín ante unos 15 mil asistentes. Ariel Carreño jugó su primer partido como inicialista y se consolidó como la gran figura del partido al anotar dos goles y poner el pase para el tercero. Fueron tres, pero por lo mostrado por Millonarios y por el rival, era para más.

Vanemerak sabía que tras los puntos perdidos ante el Quindío la semana anterior y tras los puntos perdidos infantilmente con Medellín y Cali, hoy había que ganar como fuera para no ceder más terreno. Envió una nómina netamente ofensiva con un sólo volante de Marca y cinco hombres de ataque. Bedoya se encargó de la contención y el tridente letal estuvo en la creación. Adelante, puso a Carreño y a su hijo como delanteros. Fue el debut de Julio Tobar, lateral derecho que cumplió en marca y cuando pudo en salida, aunque no fue muy exigido. Hoy se vio mejor a Oscar Vanemerak en los veinte minutos que estuvo en el campo. Se le notó más ubicado en la cancha y colaboró, además que tuvo más contacto con el balón. Fue reemplazado por Martín García. El Pereira, limitado y cobarde, vino a Bogotá con la intención de sacar un empate a costa de demorar el reloj. Su "estrategia" apenas duró veinticinco minutos, porque luego de un muy buen pase de Jonathan Estrada, Carreño recibió en el área y definió a la salida del portero. Ya Millonarios había impuesto sus condiciones desde el principio. La tan criticada manía de regalar los primeros tiempos brilló por su ausencia. Esta vez Millonarios salió con todo desde el arranque. Con el marcador en ventaja, Millos controló más fácil el asunto y de a poquitos se acercó al arco rival buscando el siguiente gol. Ciciliano no tuvo una tarde similar a las anteriores, pero sus cambios de frente siempre precisos rompieron la defensa matecaña, acompañado además por el desempeño de Jonathan y de Cochas. Para compensar la falta de un segundo volante de marca, Mario utilizó una muy buena estrategia, ubicaba a Tobar y Cortés a que ayudaran en marca cada uno por su costado para compensar. A diez minutos de finalizar el primer tiempo, Ciciliano hizo un cambio de frente y encontró a Carreño de nuevo, quien esta vez centró para encontrar la cabeza de Martín García solitario con el arco a su merced y anotar el segundo de la tarde, que de paso sentenció el partido muy temprano, ya que el Pereira no tenía como remontar. Eso si, no puede pasar desapercibido el incidente ridículo del juez central y del cuarto árbitro, explusando al preparador físico y al médico embajador por razones inexplicables.

Para la etapa complementaria, ingresó en el equipo visitante un viejo conocido de la casa: John Mario Ramírez, aplaudido por un sector de la hinchada (un servidor no entiende cómo pueden aplaudir a alguien que vistiendo las camisetas de los equipos rojos de Bogotá y Medellín le anotó a Millonarios y festejó como si fueran los goles más importantes de su carrera). Los primeros minutos del segundo tiempo fueron de puro trámite. Millonarios atacaba cuando quería y le cambiaba el ritmo al partido a su antojo. El Pereira tuvo dos aproximaciones claras, en un remate que sacó muy bien Blandón y un cabezazo desviado. Millos tuvo como aumentar la cuenta con Cochas en dos oportunidades, pero el argrentino hizo una de más. A veinte minutos del final, Millonarios anotó el tercero, en un verdadero golazo: tocata y pared de ciciliano y Martín, pase profundo del 10 al delantero, quien le devolvió el favor a Carreño con otro centro preciso a la cabeza del argentino que cabeceó y liquidó al equipo matecaña. Ya con la goleada asegurada, Vanemerak envió a Robayo por Jonathan para descansar al volante y darle ayuda a Bedoya en la marca, y minutos después envió a Briceño por Carreño para el aplauso y la ovación de todo el público hacia el delantero. Los minutos finales mostraron a Pereira entregado y a Millonarios tocando el balón por toda la cancha haciendo un baile, y todos los jugadores hicieron sus lujos: taquitos de Efraín Cortés, túneles de Cochas, jugadas con estilo de Mosquera, entre otras. Al final goleada categórica. Fueron tres, pero no fueron más, porque Millonarios no quiso que fueran más.

Para destacar los reiterativos cánticos de la hinchada hacia Luis Augusto "Chiqui" García, uno de los máximos accionistas del equipo, mostrando su clara inconformidad. Ahora se viene el Cúcuta en la frontera el siguiente fin de semana. Por los antecedentes del campeonato, el Cúcuta es hoy el equipo comodín, o la cenicienta del torneo, ya ganaron allá Medellín y Equidad. Por más que sea una plaza difícil, por el presente de ambos equipos una victoria en la frontera es lo normal que debe pasar y a lo que debemos apuntar.

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