Otra vez será, una vez más, otra vez será. De nuevo se nos quemó el pan en la puerta del horno. Ayer teníamos hasta el empate como ventaja para clasificar. Lamentablemente, ayer es uno de esos días en los que las cosas por más que se deseen mucho nunca salen bien. Millonarios perdió en Neiva y le dejó servido el paso a la final al equipo opita.
Y todo comenzó desde las 5 AM, hora en la que este servidor partió a tierras huilenses. Viaje incómodo, aguantando calor en la carretera por más de dos horas todo por la negligencia de la policía de carreteras, que sin una razón de peso querían hacer pasar los buses uno a uno con intervalos de aproximadamente 15 a 20 minutos entre cada uno. Eso si, desde aquí mi gran felicitación para todos los hinchas azules que viajaron. Más de 120 buses, sin contar las mini vans y los que se fueron en carro particular. Desde el mismo viernes la gente empezó a viajar, dando como resultado que el 60% de los asistentes al estadio Plazas Alcid éramos hinchas de Millos.
Ya estando en Neiva, había que seguir la costumbre del hincha millonario en tierra caliente, nunca faltará la cervecita previa, más para matar el calor que para cualquier otra cosa. La ilusión estaba latente, en las tiendas aledañas todo el mundo, desde el más viejo asistente a platea occidental hasta el más joven de los Comandos, todos cantando, ilusionados con lo que significaría de nuevo un título.
Pero ayer no era el día de Millonarios, nada se dio. Sobre las 5:30 pm, minutos antes de empezar el partido y cuando se supo cual era el clasificado por el otro grupo, llamé a mi hermano Pacho, quien reside en Medellín: "Alo, tonces que 'pachangas'... venga, vaya alistando todo porque el domingo voy a estar otra vez allá para dar la vuelta en el Atracacio, yo veré, vemos allá". Si, yo estaba demasiado ilusionado. Es que... no nos digamos mentiras, Millonarios uno a uno era más que el Huila...
Pero a los dos minutos de juego se derrumbaron muchas cosas... de la nada el huila anotó el primero, ayudado por una pasividad defensiva enorme que duró 90 minutos, en parte porque hizo mucha falta Efraín Cortés, en parte porque Wilman, el héroe de 8 días atrás, no alcanzó a recuperarse de su lesión y hizo mucha falta también, y en parte porque el general, Bedoya, hizo más falta aún en la mitad. Y eso, sumado al pésimo partido de los dos laterales, quienes dejaron muy en clara su falta de jerarquía para manejar la presión en esta clase de partidos, hicieron todo más fácil para los delanteros locales.
Y también, llegaron los problemas en la tribuna. Otra vez esa bronca entre las dos barras bravas azules: Comandos y Blue Rain, derivó en una gresca monumental entre las dos barras en la tribuna Oriental, donde yo me encontraba con mi hermano. Como yo no conozco los pormenores, y no soy de ninguna de las dos barras, no puedo hablar más ni dar explicaciones de porque pasó. Simplemente, puedo opinar que esta peleita ya está buena y que nada va a salir. Y que ese incidente también influye en la cancha, porque los jugadores se desmotivan con incidentes así en mi opinión. Y peor aun la reacción de la policía... claro, los medios amarillistas y anti-embajadores se van a dedicar -ya empezaron, incluso- a mostrar imágenes al azar y a decir que es una pena y que esto y que lo otro, sin saber porque pasan, sin investigar a fondo. Pero ninguno de los medios va a mostrar como la policía trató de calmar la situación, en mi mente aun está la imagen: por lo menos 5 de los ESMAD literalmente prendiento a pata y bolillo a un hincha de Millos en la cancha, mientras la novia del hombre desesperada no hacía sino gritarles para que pararan y ellos seguían. ¿el resultado? El hombre terminó inconsciente y la gente de Cruz roja tuvo que llevárselo de urgencias. Incluso, recuerdo que muchas veces la gente de cruz roja trató de acercarse al hincha, pero los mismos policías les decían que se quitaran para seguir dándole de lo lindo al jóven embajador. Esa es... una muestra gratis de brutalidad policiaca. Cogieron a uno, pero... ¿y los que empezaron la gresca? Bien, gracias. Ahí está pintada la policía... nunca hacen las cosas bien y agreden a diestra y siniestra aprovechándose de su posición.
Volvamos al partido. Entró Jonathan y Millonarios inclinó la cancha a su favor, el empate se intuía, pero los delanteros tampoco estaban en su día. Por más que el equipo se acercó, no había como llegar al empate. Entonces, no podía faltar, la "monumental" actuación arbitral, de un viejo conocido de la casa azul: Oscar Julián "le regalo partidos a los brasileños y siempre le pito mal a Millonarios" Ruiz. El hombre permitió al local hacer todo el tiempo del mundo, pitó faltas inexistentes, dejó de pitar unas clarísimas, y nunca amonestó a un huilense. Inclusive, su juez de línea de Oriental -más ciego que el mismo central, se comió varios tiros de esquina y posiciones adelantadas- se puso a llorarle porque "le estaban tirando cosas". Lo que estaban tirando era bolsas de agua, pero esa fue la excusa perfecta para darle aire al ya arrinconado equipo local. Todo eso resume el primer tiempo, que terminó con Millos montado en campo rival, pero sin claridad.
El segundo tiempo empezó con la mentalidad, tanto para los jugadores como para los más de 11000 hinchas en las tribunas:
"-Cómo va Cúcuta - Medellín
-Cero - Cero
-Puta, estamos a un gol, Vamos muchachos!!!"
Millonarios salió con todo, se intentó por todas partes, la entrada de Ervin por el cabezón hacía verlo, se venía un vendaval. Sin embargo, en cuestión de minutos se derrumbaron las ilusiones. Primero una jugada de gol clara, era el empate, pero telembí se complicó y no le pudo pegar, y minutos después llegó el segundo gol gracias a la pasividad absoluta de la defensa. Fue el gol de la muerte, el que mató las ilusiones de la final, de la 14... quedaban 20 minutos, pero la esperanza ya estaba perdida. Fue solo cuestión de esperar el final para salir con la cara larga. Eso, sumado a tener que aguantarse los típicos cantos dignos de equipo chico cuando Millonarios juega en provincia: "Se murió, Millos se murió" o el de por si frenético y aburridor "Si se puede!!!". No se si le pase a usted, amigo lector, pero a mi me fastidia mucho escuchar esos cantitos típicos de pueblo o de otros países menos desarrollados que el nuestro.
Y para completar el día maluco, Neiva, un viaje que siempre ha sido relajado, tuvo un inexplicable cambio ayer. Los buses todos fueron apedreados, algo que nunca sucede en un viaje a esa plaza. Incluso hubo heridos, no de gravedad, pero los hubo. Supongo que fue la secuela de la pelea armada en la tribuna, y que calentó a los perezosos huilenses.
Se murió la esperanza de una nueva estrella en una semana, pero este campeonato trajo para Millonarios más cosas buenas que malas, y el regreso a la gloria absoluta se viene... Además, demostramos en 24 partidos que somos la mejor hinchada del país. En el próximo post escribiré el balance personal del torneo que acabó para nosotros ayer.